En una de las tantas charlas sexuales que tengo con mi amiga Morena (vamos a llamarla de esta manera para preservar su identidad, ya que me pidió que escriba sus aventuras, pero sin delatar su nombre ni nada que la comprometa), una tarde calurosa, mientras tomábamos un té y comíamos una delicada porción de torta, condición que ella me pone para contarme sus aventuras, me contó esto que les voy a relatar.

Esto pasó hace unos años ya, cuando ella llevaba unos 8 o 9 años de casada, y una vida matrimonial un tanto monótona, eso sin contar el resto de su monotonía debido a sus labores como ama de casa.

More es una chica realmente hermosa, por donde se la mire, y sobre todo es muy coqueta y muy sensual, le encanta vestirse para llamar la atención, tiene un cuerpo increíble, que es la envidia de todas nosotras y seguramente la razón de las fantasías de todos los hombres que la conocen.

Ella lo sabe, y aprovecha eso a su favor, vistiéndose sexy y muy sugerente, para acaparar las miradas de todos a su paso.

Bueno, me dejo de preámbulos y descripciones, y los dejo con su versión de los hechos, que es muy buena por cierto, a cerca de como fue que conoció a Joaco, uno de sus primeros amantes…

“Hoy te vengo a confesar una de las primeras veces que le fui infiel a mi marido.

Soy More y tengo 31 años, mis ojos son claros, mi cabello rojo rizado, de tetas grandes y culo de buena proporción. La mayor parte de mi tiempo la paso sola en casa, ya que mi marido se la pasa en otro estado trabajando.

Caliente por naturaleza, me encanta explorar mi cuerpo, recuerdo que la primera vez que descubrí la masturbación, hace muchos años ya, lo hice mientras dormía, soñaba que aquel maestro de física tocaba mis tetas en crecimiento, sentía su aroma, mi mano sin pensar se deslizó en mi conchita y fue entonces que le agarre el placer a la masturbación.

Tengo un par de juguetes, los cuales uso cuando estoy caliente y mi esposo Carlos no está en casa, ese día estaba en Skype con mi esposo, yo llevaba una pijama negra transparente arriba y una falda corta que también forma parte de la pijama, adoro usarla para provocarlo, me encanta ver su cara de lujuria cuando ve que tomo el dildo y lo empiezo a mamar suavecito.

El no pierde detalle de mis movimientos…

More: Recuerdas cielo como sientes cuando tu polla está en mi boca – le digo mientras meto suavemente el dildo mirándolo fijamente a los ojos en cámara, me encanta ver que su mano se desliza a su verga – ¿te gusta cielo lo que hago?

El no pierde detalle, saco el dildo de mi boca y lo deslizó por mis tetas, frotándolas suavemente, haciendo que mis pezones claros se pongan muy duritos, aprieto el dildo entre mis tetas – Cielo eso te gusta ¿cierto?

More: ¿Recuerdas lo que se siente? – le pregunto mientras muevo mis tetas apretando el dildo.

Su cara de placer me indicaba que estaba por sacar su verga y masturbarse mientras me veía, pero en breve me dice.

Carlos: Lo siento mi reina, tengo que trabajar, solo te hablaba para avisarte que irán los de inspección a revisar la casa, así que vístete y jugamos por la noche.

Y diciendo esto, colgó y me dejó calentísima, así que seguí frotando el dildo por mi cuerpo, lo pasaba por mis labios mojándolo para poder introducirlo mejor en mi conchita… en eso llaman a la puerta me pongo mi pijama rápidamente y me dirijo a la puerta.

Cuando abro para ver quien era, realmente me asombro, ya que esperaba al clásico inspector de cincuenta y algo de años, pero esta vez era un chico de algunos 26 o 27 años. Y muy lindo por cierto.

Joaco: Hola soy Joaco y vengo a realizar una Inspección en su casa, había hablado con Carlos, creo que es su marido, tardaré alrededor de 45 minutos a una hora – me dice mientras extiende su mano para saludarme.

Le hago pasar mientras me hace preguntas de rutina como de cuantas recámaras es la casa, cuántos baños y cosas así.

Joaco: Le gustaría que empiece por la recámara principal señora?

-More, soy More -y le indicó hacia dónde queda, entramos y rayos… sobre la cama estaban la laptop y los dildos.

Él finge no verlos y entra al baño, saca de su caja de herramienta algunos aparatos y comienza su trabajo, yo le miro unos segundos y salgo a recoger mis juguetes y cerrar la laptop, luego salgo de la recámara.

Me dirijo a la cocina, tomo la jarra para café y al abrir la llave del grifo, ésta avienta un chorro a presión, tremendo grito que solté y Joaco se acerca atento a ver qué pasaba.

Yo parada frente a la llave muy mojada y con una toalla intentando parar el agua.

Él se acerca presuroso y se tira bajo el lavabo, finalmente detiene la presión del agua, y al asomar su cabeza es inevitable que vea por debajo de mi pijama, eso me gustó mucho, el sentir como disfrutaba ver mi vagina desnuda, descruzo mi pierna de modo de quedar piernas abiertas para él, me retiro un poco para inclinarme a él, frotó su pantalón con la toalla preguntándole si está muy mojado, el responde un poco, pero no pone resistencia de ser tocado.

Deslizó la toalla hasta su verga y sigo frotándola, el sigue trabajando como si nada pasara, así que comienzo a desabrochar su jeans y meto mi mano, puedo sentir su verga, la acaricio mientras mi otra mano acaricia mi vagina me deslizó y bajo su bóxer dejando salir su verga mi boca se desliza probándolo el solo gime “mmm que rica boca”.

Chupo despacio, metiéndomela poco a poco, siento como crece mientras mi mano acaricia sus huevos mi boca saborea su verga.

Comienzo a masturbarle poniéndolo cada vez más duro su verga crece en mi boca, volteo a verlo y noto como disfruta observando como su verga se pierde en mi boca, toma mi cabeza y empuja con fuerza haciendo que la tragué de golpe, estira y empuja.

Joaco: Quiero cogerte More vamos a tu habitación.

Nos ponemos de pie y mientras camino me toma de la espalda quitándome la pijama y besando mi cuello, me volteo y nos besamos apasionadamente, el sabor de sus labios es delicioso, su forma y textura, el tamaño de su lengua paseándose sobre la mía, sus manos acariciando mi espalda, su pecho que se aprieta contra el mío, me guía rumbo a la recámara mientras nos besamos.

Acaricia mis enormes tetas, se prende a chuparlas y acariciarlas, se desliza besando mi cuello, se quita su camisa, yo acaricio su espalda y beso su cuello, él sigue chupando mis tetas y el placer que siento aumenta cuando sus dedos recorren mi estómago y mi abdomen, para terminar en mi vagina.

Acaricia mi clítoris suavemente deslizando sus dedos por mis labios, la entrada de mi vagina, yo me estoy volviendo loca cuando el empieza a meter más sus dedos, me tumba sobre la cama y se posa en mi vagina acariciándola sutilmente, besándola jugando con su lengua entre mis labios, desliza un dedo provocando que mis fluidos broten y siento la imperiosa necesidad de sentirlo dentro de mí, así que tomo el control de la situación.

Me levanto ante su atenta mirada y me dirijo al baño, tomo un condón y maquillo mis labios de un rojo intenso, lo tumbo en la cama y me monto, mirándolo coquetamente le beso el cuello recorriendo su suave pecho, marcando mis labios en su piel me encanta ver que él no pierde detalle de mis movimientos, mis manos acarician todo ese hermoso cuerpo.

Mientras le quito los pantalones y la ropa interior. Su pene aparece ante mi hinchado y delicioso, me inclino para besar su abdomen y con mi mano vuelvo a acariciar su pene, puedo sentir sus latidos y me provoca excitación el sentirlo muy duro, dirijo mis labio y beso poco a poco todo ese glorioso trozo de carne hacia la puntita, deslizó suavemente mi lengua disfrutando su sabor “mmm estas rico” – le digo – chupo sus testículos mientras él no pierde detalle de cada movimiento que da mi boca.

Solo le escucho gemir eso me pone caliente y comienzo a chupar más profundo, siento como su pene crece con cada mamada que doy, él empuja haciéndome llegar su glande a mi garganta… suelto unas lágrimas y el más gemidos, me pide que pare que quiere sentir mi coñito, que lo montara.

Enseguida me deslizo pasando mis tetas por su pene, rozándolas a lo largo de él durante un momento, para después poner mis enormes tetas en su cara, mientras mi coñito entra en contacto despacio en su pene “mmm siii, se siente muy rica”, mis movimientos son suaves, tomo su verga con mi mano y la dirijo a la entrada de mi cuevita húmeda, la colocó en posición y noto como su verga va entrando lentamente.

More: mmm siii Joaco que rica verga tienes, me encanta sentirla entrando.

Mi cuerpo se contonea con más ritmo, comienzo a dar brinquitos en su pene, gimiendo suavemente en cada embestida.

Siento sus manos sobre mis tetas, después pasándolas por mi culo, “mmm que bien se siente”.

Él está excitadísimo, muerde mis tetas suavemente y golpea mis nalgas con sus manos, mientras sus labios disfrutan mis pezones. Él sigue entrando y saliendo de mi conchita con su pene, mi clítoris se contrae apretando su verga en ella, siento como mi orgasmo moja su verga dura, él se limita a gemir y decir lo rico que se siente.

Me pide que me levanté, él se para y me toma de la espalda, caminamos juntos y se para frente al espejo, comienza a besar mi cuello deslizando sus manos por mis tetas acariciándome delicadamente mientras sus labios me recorren.

Sus manos llegan a mi vagina haciéndola palpitar de nuevo, recargo mi cabeza en su hombro disfrutando de lo que Joaco hace, se despega un poco y acerca una silla poniéndola frente a mí, vuelve a mi espalda y suavemente lleva mi cuerpo hacia la silla, me pide que vea al espejo siempre. Dejándome en una posición donde mi culo queda frente a su pene. Él se pone en cuclillas y comienza a pasar su mano en mi vagina.

Sentirlo abrirse paso y acariciar mi interior es indescriptiblemente delicioso, posa sus labios en mis nalgas la vista del espejo era perfecta, ver cada movimiento cada gesto de su cara, imagino que esa era su intención desde el principio, desliza sus labios por mis nalgas besándolas, mordiéndolas, haciéndome gemir.

Estimula mi ano despacio, lo besa y lo lubrica mientras mete despacio un dedo, yo me contraigo y él me pide que me relaje, introduce despacio para después meter otro, entonces yo me quejo pero lo dejo continuar me gusta ver el reflejo en el espejo, veo lo atento que está al masturbar mi culo poniéndome muy caliente mientras sus manos juegan y dilatan más y más mi ano.

Pronto comienzo a gemir y a mojar mi vagina, ese hombre me ponía muy caliente y me gustaba lo que sentía, Joaco se levanta y me empuja la cabeza a la silla, me levanta las nalgas “More ponte lista para recibirme”.

Esas palabras me asustaban pero al mismo tiempo me excitaron tremendamente.

Joaco: Separa un poco las piernas y mira al espejo ahora – fueron sus palabras – y yo como putita obediente lo hice.

El desliza su pene por encima lo lubrica muy bien y despacio empieza meterlo en mi culito, yo grito que pare y no lo hace, pero noto que se detiene un poco, dejando que mi culo de adapte al tamaño de su nuevo inquilino. Entra un poco más “mmm ay mmm siii” mis gemidos lo excitaron e imagino que ver mi cara aún más, me da una nalgada fuerte y me ordena que me quede como me puso.

Mete de golpe lo que restaba de su verga haciéndome gritar, pero poco a poco se sentía mucho mejor, sentía como mi culito apretaba esa verga dura, y el verle al espejo y oírlo uff… me hizo escurrir mis piernas mientras él me daba más y más.

More: No pares, sigue así Joaco, cógeme más duro.

Sentir mi culo abriste fue de las experiencias que Joaco dejó grabadas mas a fuego en mi memoria. Siguió metiéndola más y más, mientras apretaba mis tetas… sentir como sus bolas rebotaban en mis nalgas

Joaco: “ahhhh… me corro More ahhhh… quiero dártelos dentro”

Y el escuchar de mi boca el “sí hazlo” fue lo que hizo que Joaco derramara su leche en mi culito…

Luego de descansar un instante, él me ayuda a incorporarme y me da un beso, va al baño a limpiarse y a seguir con su trabajo.

Así fue la primera de varias veces que Joaco pasa a casa a darme mantenimiento.”