La sumisión de Analu – I : Sólo nosotros

I - Preparación Un día Analu me invitó a cenar. Llegué a eso de las ocho y media y comimos una carne cocida con legumbres y mandioca -la familia de Analu era de Corrientes, su tez cetrina recordaba tanto su linaje español como sus piernas pequeñas pero fuertes recordaban su origen guaraní-así como su tez más para indígena que para europea blanca, además de claro su acento 'coyentino' que me fascinaba. Tomando el vino blanco que abrió para acompañar la comida, fuimos al sofá -el mismo donde ya habíamos cogido tantas veces. No sé si aproveché la oportunidad, o el vino me ayudó a animarme, pero le pregunté sobr