Hola, mi nombre es Joel y me gustaría contaros algo que me sucedió hace ya unos días. Tengo 18 años mido 1’75, soy moreno y de constitución delgado y tengo un novio al que quiero mucho y con quien follo mucho desde hace ya 1 año.
Javier, mi novio, tiene también 18 años, mide 1’79, es castaño y de constitución bien definido ya que va al gimnasio con frecuencia.
Todo empezó un fin de semana de esos en que mis padres se fueron a la casa de verano aprovechando que aún se mantenía el buen tiempo así que yo decidí invitar a Javier a pasar el fin de semana.
Ellos se marchaban el viernes por la tarde por lo que en cuanto terminamos las clases Javier y yo fuimos para mi casa para empezar nuestro romántico fin de semana juntos.
Pasamos la noche del viernes como cualquier pareja joven enamorada que está a solas, dormimos hasta el mediodía del sábado y cuando llego la noche decidimos montarnos una gran noche sexual (aunque nunca imaginamos que sería como fue).
Primero cenamos y después nos pusimos a ver una película porno gay de las que dan en la parabólica.
Rápidamente en cuanto empecé a ver el primer pollón de la película me lance sobre el paquete de Javier que aún no estaba muy situado en la historia, le quite el calzoncillo con el que íbamos por casa y empecé a acariciar esa masa de carne en reposo que tanta satisfacción me había dado ya en otras ocasiones, Javier no tardo ni 10 segundos en apuntarme directamente con sus 19 cm en pleno esplendor pues yo ya sabía cómo tocar ese gran falo.
Entonces empecé a pasar mi lengua por su polla como si fuera un helado y poco a poco empecé a tragármela toda hasta que mi nariz se enterraba entre su bello público, la devoraba como nunca esa noche estaba realmente cachondo, al igual que Javier que en un rápido movimiento consiguió darme la vuelta para iniciar un 69 de escándalo, mi boca absorbía sus huevos, me comía su polla, le lamía el cipote gordote que tenía y mientras él pasaba su lengua de mi polla a mis huevos mientras iba adentrando sus dedos en mi interior.
Así estuvimos un rato hasta que casi simultáneamente nuestras bocas se llenaron se los jugos del otro, jugos que ninguno podíamos dejar perder de ninguna manera.
Después de esto hicimos un breve descanso y cuando me acerque a la cocina me percaté de que una de las puertas de la terraza tenía el cristal roto (vivo en un ático) así que eso significaba que alguien acababa de entrar en casa para robar sin que notásemos su presencia.
Y fue justo un segundo después que oí a Javier gritar por lo que me fui corriendo al dormitorio, donde un hombre amenazaba a Javier con una navaja, recuerdo que me dijo:
-pasa para la cama con tu novia, maricona de mierda. Me habéis puesto muy
Cachondo con vuestro numerito así que ahora vais a tener que hacer algo para quitarme la calentura.
Y en ese momento Javier, tan machito como siempre, empezó a gritar:
-ni lo sueñes asqueroso de mierda, subnormal…
Y se abalanzo sobre el hombre que agarro a Javier por el cuello y le puso la navaja en las pelotas para decirme luego:
-así que va a ser por las malas, no? Pues ya sabes lo que tienes que hacer si no quieres que le corte las pelotas a tu novia.
No me lo pensé dos veces y rápidamente me acerque a él y empecé a sobarle la polla, no podía creerlo estaba durísima debajo del pantalón y parecía enorme así que le baje el pantalón enseguida y me encontré con la octava maravilla del mundo, yo calculo que debían ser unos 25 o 26 cm de carne dura, gruesa y llena de venas que rebosaba liquido preseminal a borbotones.
Cuando Javier vio eso dejo de resistirse y entre los dos empezamos a comernos esa polla kilométrica que en menos de cinco minutos empezó a soltar litros de semen que caían por encima de nuestros cuerpos cubriéndonos por entero.
Él me ordeno que limpiara todo el cuerpo de Javier y al hacerlo mi culo quedo a su alcance y sin que su polla se hubiera relajado note como mi cuerpo e partía en dos, me embistió de golpe, sin pensarlo, metió sus 25 cm en mi interior de una tacada y tras un par de bombeos de dolor empecé a sentir un placer increíble acompañado del sabor de la polla de Javier en mi boca.
Al poco rato, y cuando yo ya culeaba locamente la saco nos movió y se la endiño a Javier de un golpe mientras me ordenaba que le comiera el culo.
La verdad es que no sé qué me paso por la cabeza pero al cabo de una rato no pude aguantarlo más y me levante y empezó a meter mis 17 cm a punto de explotar de placer en su culo y cuando empecé a correrme dentro de él se la saco a Javier lo masturbó violentamente hasta que se corrió y me la metió entera en la boca para llenarme con toda su leche el estómago.
Una vez su polla se calmó (aunque no lo parecía, pues aun sin erección eso no bajaba de los 16 cm) empezamos a besarnos y a intercambiar los sabores que aún quedaban en nuestras bocas, nos pegó dos hostias a cada uno, nos empezó a sobar y a chupar las pollas hasta dejarlas bien duras y babosas y se largó por la ventana por la que entro, dejándonos con el calentón con el que dejamos nosotros a el cuándo nos vio por primera vez así que Javier y yo estuvimos follando hasta que caímos reventados de cansancio y se nos quedaron los huevos secos.