Capítulo 1
Mientras la música suena suavemente, busco un lugar en la vía en donde detener el carro.
La noche está muy oscura y solamente los reflejos de la luz al interior dejan ver las siluetas.
Estás vestida con un traje de una tela muy ligera, que se abotona al frente y una falda ancha, mi cabeza vuela porque estoy seguro que no tienes nada debajo.
La tentación de ir solos, de la oscuridad, nos ha permitido sin necesidad de hablar, sentir las ganas. Detengo el carro y de manera instintual corremos para la silla de atrás.
Me siento en la silla y tú separas tus piernas y subes un poco la falda para sentarte de frente encima de mí. Estamos tan excitados; tu, tan caliente que sientes tu humedad y yo tan alerta que no puedo evitar mi erección.
Cuando te ubicas encima mío meto mis manos bajo tu falda y las deslizó agarrando tus muslos hasta llegar a tus nalgas y me aferro con fuerza.
Comienzas a bajar mientras con tu mano agarras mi verga y la diriges hacia la entrada de tu vagina; la colocas en tus labios y de repente te dejas caer sobre ella dejando escapar un gemido cuando sientes como estoy penetrándote y llegando hasta el fondo.
Estas muy mojada y se resbala delicioso.
Como sea desabrocho los botones del vestido y tu misma, ahora con una de tus manos, tomas uno de tus senos y colocas la punta del pezón en mis labios. Inmediatamente siento tu pezón allí abro mi boca y comienzo a lamerlo y a chuparlo.
Cierras los ojos y comienzas un movimiento de subir y a bajar.
Eres tú quien decide la fuerza de mi penetración al ritmo del coro de Bring Me To Life de Evanescence.