Me separé de quien fuera mi pareja de toda la vida y me encontré viviendo sola por primera vez en la vida, tras unos pocos meses de haberme mudado a mi nueva casa experimentaba la libertad de hacer y deshacer sin que nadie me cuestionara absolutamente nada, me encontré en una nueva etapa que era muy refrescante y me daba mucha libertad emocional, vivía para tomar cada desición a mi entera satisfacción sin preocuparme de nadie más, me sentía plena en cada aspecto, podía hablar con mis hijos por teléfono si me lo apetecía o salir a convivir con gente nueva y con amistades que había dejado de frecuentar hace años, me sentía realizada en todos los aspectos, mis hijos ya habían terminado sus estudios e incluso en lo laboral tenía mi futuro resuelto, me encontraba en la mejor etapa de mi vida, a mi edad podía decidir desde qué tipo de café quería beber, hasta a quien me quería coger.

Tras la separación, me mudé a mi nueva casa a una colonia muy tranquila muy cerca de donde viví toda la vida, si bien la zona donde me mudé me es familiar, la gente es nueva para mí, el viernes que mi jornada es de medio día me dispuse a hacer unas compras para el fin de semana, quería tener listo todo para salir únicamente a lo indispensable o quizá de plano hibernar todo el fin de semana en casa. Estaba pues, ensayando mi nueva rutina de vida, cuando me topé con una chica que también vivía en la misma colonia, llamó mi atención solo porque se atravesó en mi línea de vista, ya nos habíamos saludado de “buenos días” en forma casual una o dos veces, ella era una chica güerita, más o menos de mi estatura, con el cabello muy largo y abundante, ojos claros y piel blanca como nieve, además muy joven, vestida de manera muy coqueta, con unos pantaloncillos muy entallados que marcaban unas nalgas redondas y paradas y una blusa con un escote coqueto y pronunciado de espalda cubierta, tenía un piercing en el ombligo y un tatuaje de mariposa en un pecho que no se veía completo, pero era muy sexy, en resumen una mujer muy atractiva! Me quedé parada viéndola solo durante un par de segundos, aunque se me hicieron eternos!

Seguí caminando y cruzamos caminos a la salida del minisuper de la colonia, cuando ella volteó hacia mí, me sonrió de forma amable y dulce, mientras yo en mi mente ya me estaba imaginado mil cosas muy atrevidas con ella! Lo más perverso y caliente! Pero solo le sonreí de regreso, con un gesto cortés que haces a cualquier desconocido.

Después de mis compras ya de regreso en mi nuevo hogar y aprovechando mi nueva soledad, al entrar lo primero que hice fue quitarme la ropa, sentarme en el sofá y una vez desnuda comencé a masturbarme, me encanta sentir el roce de mis dedos, me relaja y me encanta tener orgasmos provocados por mí misma, primero comencé a hacerme unos cariñitos en mi botoncito, (que rico) y no me costó nada sentir que ya mis labios interiores estaban mojados, tenía muchas ganas de tocarme, la idea de que no habría interrupciones me invitaban a dedearme e imaginar con libertad lo que quisiera, seguí con un dedo, luego dos y tres entrando muy fácil en mi vagina, en ocasiones solo sintiendo la fricción y el placer que da el tocarte a ti misma y en instantes pensando en mi nueva vecina, en su cara, en sus manos y antes de poder pensar en mas WOW! Explotaba! Sentí que estaba llegando a punto, quise gritar por el placer que me había provocado pensar en todo. Justo en el momento de clímax, (interrumpiendo lo que pudo llegar a ser el orgasmo del año) tocaron la puerta, ¡Voy! Grité mientras recuperaba el aliento y me recomponía… Tomé una bata de dormir y solo me cubrí para atender a quien tocaba a mí puerta, podía sentir como mis jugos aún salían de mí y escurrían por mis muslos, abrí la puerta y ahí estaba ella, la chica con la que quería encerrarme todo el fin de semana, con su hermoso busto enmarcado por el escote de su blusa.

– Hola! Buen día, soy tu vecina, me llamo Andrea

Casi jadeando e imaginando mil cosas por lo caliente que estaba, extendí mi mano ya seca pero igualmente saludándola tras toquetearme. Hola Andrea, Claudia, encantada de conocerte al fin

– Sí , ya nis habíamos visto antes, pero me alegro que al fin pudimos conocernos y presentarnos formalmente, Mucho gusto Claudia, te mudaste hace poco aquí ¿Verdad?

Sí, respondí con un poco de pena, ya que no estaba tan presentable como me hubiera gustado. De cualquier forma la invité a pasar a mi casa con la hospitalidad que me caracteriza. Por favor pasa Andrea, eres bienvenida

– Que linda Clau pero, yo solo vine a verte porque vi que olvidaste tu monedero en el caja, toma.

¡Que despistada! Mil gracias Por favor pasa, (insistí) te puedo invitar algo? Un café? O agua? (O sexo?)

– En verdad que eres muy amable, muchas gracias! Te acepto el agua…

Ya dentro de mi departamento vió un par de cajas con cosas, unas cortinas que no estaban puestas y mi ropa que aún estaba en el piso…

– Jajaja (sonreía ella de forma amable) en verdad te molestaba tu ropa? Jaja

Mucho, de hecho (bromeé al respecto) devolviendo la sonrisa

De inmediato se giró y con un poco de pena al darse cuenta que llegó en un momento no tan apropiado, se despidió de mí, agradeció el agua, y tras una breve plática trivial se despidió de mí con un beso en la mejilla y un abrazo casual.

– Espero seamos buenas amigas Clau…

Me encantaría Andy… Al pasar los días, y de ser una fantasía, Andrea se convirtió en una obsesión para mí… Hubo días en los que estaba tan caliente que me masturbaba varias veces al día, quería que ella escuchara mis gemidos hacía de todo para llamar su atención, quería quitarme la calentura! ¡Simplemente la deseaba!

Una mañana mientras despedía a unas amigas a quienes invité a desayunar y para que conocieran mi nuevo depa, vi a Andrea, que estaba parada en el jardín y me dijo:

-Debió haber estado muy buena la fiesta anoche con puras mujeres Bel! Jajaja

¿Qué cosa? (En mi mente) Ah! No, solo vinieron a desayunar, y la pase bien con ellas.

-Ya decía yo que no tienes pinta de lesbiana jajaja

-No, soy bisex Andrea (bromeaba yo para ver su reacción esperando ansiosa una pista de su parte)

No hubo respuesta inmediata, mas bien un tenso silencio que duró un momento, y se hizo eterno por mi ansiedad

Bueno, ahora a limpiar, te veo pronto Andy (dije su nombre esperando que reconociera la intencion de cariño) Bye…

– Yo también soy bi…

Decía Andrea ahogando la voz… Quedé inmóvil al escucharla… Me gustas… Le dije…

– Tú también me gustas Clau…

Caminó hacia mí y me abrazo por la espalda, sentí sus tetas recargadas en mi espalda, paseó su mano por debajo de la sudadera y en cuanto rozó mi piel me erizó completa, mi piel se puso chinita desde las piernas hasta el brazo, hasta que se detuvo en uno de mis pechos, sentía mucho placer, tanto, que endureció mis pezones y mojaba mi vagina al imaginar lo que estaba por suceder.

– Me invitas a pasar?

Dijo Andy con ternura y una voz dulce y entrecortada.Yo sin decirle nada, caminé con ella a cuestas y entramos. Ella vestía una blusa entubada con un bra de straps transparentes y una falda corta y tacones, yo usaba unos leggings ajustados para ir al gym y un top debajo de una sudadera floja y sin bra.

Una vez adentro, no dije una palabra solo me tire por ella, la besé y prácticamente le follé la boca con la lengua y ella de igual manera respondía con pasión, la empujé hacia la pared mientras la besaba ella se separó de mí para desabrochar y dejar caer su falda, Andy usaba una tanga de encaje roja que era apenas un triangulito que justo cubría su vulva y dejaba ver su sexo depilado. Al acercar mi mano sentí que ya estaba mojada, toqué el borde de su blusa y prácticamente se la arranqué, besé y lamí sus pezones sobre el bra… Estos se endurecían con cada lamida, ella con la misma desesperación me quito la sudadera y el top de una sola vez y mis pechos quedaron al aire y ella los apretaba y pellizcaba mis pezones, se retorcía mientras yo mordía los de ella, le quite el bra y seguí mordiendo y lamiendo esas preciosas tetas. Bajé mi mano y toda su raja, estaba empapada y gemía, me separe para verla y era una imagen preciosa.

Pechos enormes con los pezones erectos y su tanga que ya era casi imperceptible por su húmeda, se dejo caer de rodillas para quitarme el mallón y se encontró con mi vulva sin ropa.

– Que hermosa estás Clau (me vió recién depilada)

Yo siempre estoy lista Andy

– ¿Para esto…?

Dijo mientras besaba mi vientre y comenzaba a bajar… Ya no hubo más palabras… Abrí las piernas ahí parada y ella se puso boca arriba y coloco su cara en la entrada de mi vagina y comenzo a chupar, tocaba mi clitoris y yo agarraba mis tetas, me metio un dedo, no podía más, caí de rodillas obligándola a acostarse por completo en el piso con mi vagina en su boca y en su cara, comencé a masajear sus pechos y ella abrió sus piernas, desamarre su tanga y se la quite. Hermoso! Sus jugos brotaban como fuente y yo quería tomar, asi comenzamos un 69. Estuvimos asi, tocando y reconociendo nuestros pliegues, su hábil lengua paseaba alternando con sus dedos que tallaban mi clítoris e igual entraban hacia mi útero, yo dejaba de mamarla porque ella me hacía retorcerme de placer y aunque trataba de no hacer ruidos mi cuerpo me obligaba a gritar y a gemir, tuve un orgasmo como no imaginé que podría tenerlo. Me tiré a su lado y ella me dio un beso insinuando que no había terminado. Aún temblando puso su cara en mis tetas y mamaba como buscando leche, ufff lo mejor! Entrelacé mis dedos en su cabello y jalando un poco, subí su rostro para tenerla de frente, mientras la besaba nos sentamos, luego de un minuto de vernos de frente me levanté y desnuda fui a mi cuarto por un dildo doble , unas esposas color rosa, varios vibradores y lubricante

– No te cansas Clau?

¡No! Te deseo mucho, le dije

Ella se levantó y se sentó en el sofá de la sala, puso sus pies en la mesa de centro, abrió sus piernas y coloqué sus manos por detrás de su cabeza

– Házme tuya! Hoy yo soy tu juguete

Yo estaba súper caliente, la besé y le susurré al oído: Muy bien, ya que lo pides tú vas a ser mi putita.

Comencé besando su cuerpo, su cuello, su pecho, su cara… sus pezones, su abdomen, su vientre, sus muslos, sus pies, y de nuevo en su vientre y chupe su clítoris, ella jadeaba… mientras que abría el lubricante, me puse en los dedos y lo pase por sus nalgas, tome sus piernas, y la jale.. la arrodille con su trasero en pompa hacia mi y tape su boca con mi tanga. Lamí sus glúteos, y abrí sus nalgas y ahí estaba su culito… escondido y coqueto, la probé sin chistar y lo llene de lubricante, metí un vibrador pequeño y lo puse a trabajar… Luego otro, tenía dos vibradores en su culito y se movía pidiendo más

– ¡Aaaah! En … m…i.. vagina también por favor

Cumpliendo su petición le di la vuelta hice a un lado la mesa de centro, metí un lado del dildo en mi vagina palpitante e introduje el otro lado en su conchita de un solo golpe

¡Aaaah, más por favor! Insistía…

Comencé el vaivén en su vagina, mientras disfrutaba de su tersa piel, que puta eres! Le decía… Yo no soporté y me vine pero no deje de bombear, lo hice más rápido y vi como sus tetas rebotaban, puse mi tetas junto a las suyas que delicia! Sentí sus beso en mis mejillas, buscando mi boca, ella comenzó a moverse y tener sus espasmos fuertes, largos gritos anunciaron su orgasmo yo seguí sin parar hasta que terminó de correrse. Saqué de ella, el dildo y le di la vuelta, saque los vibradores y se lo metí en el culo… Fuerte, no hubo queja…

Ya te han follado mucho por aquí verdad perra?

– Ajá… Sí!.. dame.. más por ahí más duro, por favor Clau!

Subí la velocidad y la fuerza, y nos vinimos de nuevo, juntas… Le quité las esposas y puse el dildo en la mesa, no me era suficiente quería sentir su piel, así es que me recosté en el sillón grande abriendo las piernas y ofreciéndole mi sexo y le ordené: ¡Cójeme! Andy entendió de inmediato que lo que yo quería era que me follara con su vulva, se montó en mi entrelazó sus piernas a las mías y comenzó a follarme restregaba su clítoris con el mío y la sensación era maravillosa… No se detuvo un instante y tenía un ritmo perfecto, yo veía rebotar sus tetas perfectas al tiempo que me daba cuenta que me estaba cojiendo a una nena, y no solo eso, era la nena de mis fantasías. Ella me montaba y me hizo venir en el momento que escuché los gritos del orgasmo que ella había tenido al tallarse en mí el ensamble de nuestros sexos era perfecto,

– Estoy muy abierta Clau… ¡Vaya manera de follar!

Me encantó como me coges nena, de hoy en adelante serás mi putita Andre

– Con gusto ama

Nos bañamos juntas, ella a mi y yo a ella. Se vistió, me regaló su tanga, me besó y se fue.

Ahora está esperando a que la folle de nuevo cada vez que se me antoje.