YO: Vamos a tratar de contar de manera cronológica nuestros encuentros (por así decirlo) …

Sonia: Mejor como nos vayamos acordando, porque ya les dijimos que cogimos; y la verdad, no me acuerdo qué fue primero, si cuando fuimos por primera vez al cine o la vez que fuimos al partido.

YO: De acuerdo, como lo vayamos recordando.

Sonia: Antes de comenzar con el relato de hoy, quiero contarte y contarles a nuestros lectores lo que me pasó de camino a verte.

YO: ¿Qué pasó? ¿Algo malo?

Sonia: Te cuento, me habías dicho que cuando viniera a verte me pusiera sexy, o medio golfa, o golfa completa, y me habías comprado un pug anal con vibrador. Pues temprano me puse mi cremita y lo inserté, lo había ajustado en vibración media porque en la alta hace mucho ruido ¿Alcanzas a escucharlo ahorita?

Yo: Un poco, a ver levántate para poder apreciarlo mejor… se ve riquísimo.

Sonia: Y me puse mi tanguita de perlas, una faltida chiquita, una blusa con escote y mis tenis blancos (ya saben por si se escurre algo no se vea…).

He notado que cuando traigo falda, mucho más con falditas, minifaldas, o putifaldas; hay hombres, jóvenes o adultos, que intentan grabar por debajo. Por lo regular los dejo, aunque si son muy obvios les reclamo. Porque no me quita nada que se den un taco de ojo, y este cuerpo así no va a durar para siempre, así que ahorita hay que aprovechar.

Para esto, mi prima me había marcado temprano para ir de compras al super, le dije que sí pero que fuéramos de putitas, en señando y como mi prima también es caliente, me dijo que sí e incluso ella no se llevaría nada abajo.

Llegué a su casa, y al parecer también mi tía anda calientita porque llevaba una minifalda holgada un poco más larga que la mía. Busco a mi prima en su habitación, cuando la veo que le agarro su trasero, ¿Qué haces? – me dijo –, te estoy abriendo las nalgas para ponerte un pug – le contesté – terminado de decirle que se lo meto y que grita: “¡Eso dolió!”. Yo estaba muerta de la risa, recuerda somos putas – le dije –.

YO: ¿Le gustó?

Sonia: No es la primera ni la última cosa que se mete en la cola. Yo pienso que es la candidata para el trio.

YO: Hubieras comenzado por ahí.

Sonia: ¡Pero a esta capilla la atiendes primero que a todas eh! ¡La primera leche del día es para mí! Si coges con alguien más no tengo pedo.

YO: Porque tú también coges con más.

Sonia: Pues sí, acuérdate que soy tu putita.

YO: Pero continúa, que no me habías contado eso.

Sonia: Bueno, pues nos fuimos de compras las tres… y como debe de ser, desde que bajamos de la camioneta de mi tía, se nos quedaban viendo; y en las escaleras eléctricas para subir al super, se nos pegó un hombre, joven, más o menos guapo, con su celular en la mano y pensé, nos quiere grabar debajo de la falda. Me puse en posición para facilitarle un poco las cosas, pero no pude ver si realmente me grabó o no.

Ya entrando al super, nos seguía, aunque mantenía su distancia, de por sí estaba caliente con el pug que traía puesto (aunque todavía no prendía el vibrador); así que provoqué que mi tía se agachara para ver si él caliente este se acercaba; y dicho y hecho. Y lo mejor es que mi tía también cooperaba, no creo que hayan sido descuidos.

YO: digo que no te formes prejuicios, aunque lo más probable es que sí ¿Y luego qué pasó con tu tía la caliente?

Sonia: No espera… en eso mi prima se agachó dándole la espalda al tipo, y le enseñó todo su culo, porque no traía nada, hasta el pug se le veía. Pero el sonso, de la sorpresa que se llevó, hasta tiró el celular rompiendo el clímax que se tenía, porque tanto mi tía como mi prima, cuando escucharon el ruido del celular, corrigieron su postura y se taparon.

Antes de que se callera el tipo tirara su celular, yo estaba prendidísima, casi casi buscando cómo prender mi vibrador. Pero después me dije, ni modo, sólo te quedarás con el video o la foto de mis nalgas con el pug que traigo puesto.

YO: Que eso es muy buena recompensa.

Sonia: pero esto no termina ahí, el tipo como rayo levantó el celular y se fue, y tomo a mi prima del brazo y la noto agitada y sudando, estás bien – le dije –, sólo un poco agitada – ella me respondió –.

No mames, si estás super agitada y sudando, yo digo que te veniste en seco porque mírate – le dije –, pues faltaba todavía pero sí me excité mucho – ella me dijo –.

El saber que nos vienen siguiendo con intención ver que hay debajo de mi falda, y esa incertidumbre de que nadie se de cuenta que nos está tomando fotos o lo que sea que haga, no la había vivido así – ella comentó –. Sí me había pasado que hay morbosos en todos lados y te tienes que ir cuidando, pero como hoy el cometido era venir de putas, y las putas van a ver qué agarran, y esto fue lo agarramos, fue excitante ver que cumplimos como putas – ella concluyó –.

YO: Uff entonces ¿si le digo a tu prima hoy necesito que me la mame y después que me deje darle mi leche sí lo hace?

Sonia: ¡A ver! ¡Momento! Ya te dije que ella es la candidata para el trio, pero primero debes de cumplir con las fiestas a esta capilla.

YO: Bueno, continúa…

Sonia: Después de ese momento intenso, continuamos haciendo las compras, la gente sobre todo los hombres nos seguían mirando, algunos no disimulaban, pero como ya se había roto ese clímax, ya no era lo mismo, al menos para mí. Cuando llegamos a la caja, yo estaba diciéndome como que hace falta algo, en eso me pegan en mis nalgas y veo que es una mujer que no midió la distancia, no le tomé importancia, pero vi que estaba muy metida en el celular y eso me hizo recordar, mi vibrador.

Comienzo a buscar en mi bolsa el interruptor, esperando poder ponerme en ambiente después de ese cortón, y sí, primero no me estimuló mucho, pero después de unos minutos comencé a notar la diferencia y a prenderme.

Para esto, un señor, ya grande de edad se ofreció a ayudarnos con las cosas que habíamos comprado, mi tía dijo que sí, pero yo estaba en mi tema y como ya me estaba prendiendo decidí poner la vibración en alto, porque ya lo estaba disfrutando más; cuando el señor me dice: “creo que le están llamando señorita, porque se escucha que vibra su celular”, mi prima se empezó a reír, porque sabía que traía un vibrador. Lo única que hice fue asentir con la cabeza y buscar el interruptor para ponerlo nuevamente la vibración en intensidad media.

YO: ¡Ja, ja, ja, ja! Si no quiere contestar, yo puedo tomar la llamada ¡Ja, ja, ja, ja!

Sonia: Sí, vi al señor con ganas de contestar y como yo ya estaba disfrutando, en una de esas le digo que baje a la cabina.

Pero el señor, si se echó su taco de ojo, porque como que en ocasiones se agachaba de más para cargar las cosas y ahí cerca estaba mi prima.

Después ya nos regresamos a la casa de mi tía, me despedí y me vine a tu casa.

YO: Vaya travesía, con razón llegaste muy bien lubricada.

Sonia: Tenías que bajarme las ganas que traía.

YO: Creo que voy a proponerte un reto para ti y para tu prima.

Sonia: Dime.

YO: Que va a consistir en hacer que los hombres intenten grabar debajo de sus faldas, gana quien haya conseguido más.

Sonia: Pero ¿cómo vamos a saber si me grabaron o no?

YO: Fácil, cuando tu estés atrayendo quien va a vigilarte será tu prima, y viceversa.

Sonia: Y ¿Qué premio hay para la ganadora?

YO: Nos vamos a ir a coger toda una semana a la playa y la perdedora sólo nos verá.

Sonia: Yo voy a ganar.

Continuará…

Nota: No hacemos extensivo este reto a nuestros lectores porque es un riesgo que no queremos que corran, más por cómo está la situación de inseguridad actualmente.