Capítulo 2
La oficina como tal… es bastante pequeña, en realidad tiene dos ambientes separados, uno donde estamos Carlos, Tadeo y yo, luego en otro ambiente por el pasillo al baño hay una salita con una puerta en la pared del fondo, que lleva al despacho de Marta la gerenta. En la salita está Emma con sus armarios y su escritorio.
Desde que llegué me sentía incómodo, como si tuviera en el culo algo metido… y bueno efectivamente desde que llegué a la oficina tenía un plug anal de tamaño mediano en la cola. Quien iba a pensar que un tipo grande como yo de cuarenta y largos tendría esta conducta.
La persona que me lo dio, me dijo en ese momento:
– Quiero que seas mi osito gay, sos perfecto, 1mt con 87cm de puro amor, te quiero con mucho pelo. Toma hoy llevarás esto puesto todo el día.
No podía pensar en otra cosa que no sea: este es más grande que el anterior. Me fui al baño para discapacitados ahí había más espacio podían entrar 4 personas cómodas. Necesitaba un poco de estímulos para que entrara sin romper mi cola.
Decidí abrir una aplicación que me gusta mucho pornroulete. En la aplicación te toca al azar una persona transmitiendo en vivo a la vez que se activa tu cámara y tú también transmites, generalmente son hombres los que aparecen y casi sin errarle lo único que ves son pijas masturbandose. Claro si te logueas te prometen que aparecerán mujeres, nunca lo probé.
Apoyé el celular en el piso, me puse en cuclillas, abrí bien mi cola y le puse lubricante al plug. Desde esa posición podía ver la pantalla y mostrar mi culo. Abrí la aplicación deseando que aparezca alguna linda verga.
La primera que apareció fue una gorda cabezona y de tamaño mediano. Justo lo que precisaba. El dueño estaba sentado en un sofá y lo más probable que tuviera el celular en un trípode o fuera una computadora porque se lo veía del pecho para abajo y las dos manos manoseando aquella pija de color marrón y toda lubricada. La bandera argentina abajo del cuadro de su imagen indicaba que hablábamos el mismo idioma.
-corré la cámara que quiero ver bien ese culo, ahí no te da la luz.
-ahora?
-si ahí si! Dale bebé! Te vas a meter algo en la cola? Mirá cómo tengo la pija.
-ya la veo! está preciosa! quiero verte apretarla fuerte y pajearte con ganas! Me voy a meter este plug en la cola pensando que es tu pija cabezona
-si mi amor! Que lindo ese culito abriéndose.
-no grites estoy en el baño del trabajo
-EL SEÑOR NO QUIERE QUE GRITE! SE METE COSAS EN EL CULO Y NO QUIERE QUE YO GRITE!
-LPM! En serio, no grites
-Tengo la pija dura querés ver como me salta la leche? Pedime la leche! PEDIME LA LECHE!!
En ese momento me termino de meter el plug en el culo más estimulado por apagar el celular que por la calentura.
Se abre la puerta del baño era Carlos.
-Ricardo! Otra vez jugando con esas cosas?
-Entrá y cállate Carlos!
-A ver que tenemos ahora?
-Mira lo que me pidió que me meta!
-Te queda precioso esa gema violeta apareciendo entre las nalgas, sabes cómo me calienta esa cola, cuando la dilatas así!
En ese momento Carlos le subió la bombacha que Ricardo. Era una bombacha normal de algodón, negra, tipo vedetina no era muy chica atrás y adelante apenas podía guardar aquellos huevos grandes y peludos junto con su pene.
Sintió que se calentaba al verlo sacar cola y que la gema del plug se notará a través de la bombacha. Se tuvo que acomodar su miembro que se estaba despertando. Ricardo, enorme como era con 96 kg y sus casi metro noventa de altura intentaba ser sexy y mover sus caderas y el culo.
-DALE! CÓGETELO!!!! ESTÁ PIDIENDO!!!
El argentino de la aplicación seguía ahí en la pantalla del celular gritando, a pesar que le habían dicho que no lo hiciera.
En ese momento Carlos y Ricardo se miraron y se entendieron sin decir una palabra. Le iban a dar un show privado al porteño que nunca olvidaría.
Carlos agarró el celular y mirando a la cámara le dijo:
-si te callas te voy a mostrar cómo me cojo este culito. Te vas a callar?
El porteño mostró su mano con el pulgar para arriba, dando muestra que había entendido.
Carlos dio vuelta la cámara y apuntó hacia la cola de Ricardo. Bajó sus pantalones y sacó la pija que estaba medio parada la manoseo un poco para que estuviera bien dura.
Ricardo se apoyó con las manos en la mesada del baño, separó un poco sus piernas y le dijo:
-primero despacio, por favor.
Carlos agarró el pomo de lubricante y se puso un poco en la punta de su pene que ya estaba durísimo. Le volvió a bajar la bombacha hasta la mitad del muslo. Le pidió a Ricardo que con las dos manos se abra las nalgas. Lo hizo intentando mantener la posición. Le apoyó la cabeza de su pene sobre el plug y presionó un poco. Luego lo intentó sacar despacio, la cola apretada no dejaba que saliera fácilmente así que tuvo que hacer un poco de fuerza para sacarlo. Lo logró.
Esa cola quedó unos segundos abierta, se veía como Ricardo excitado por lo que iba a pasar abría y cerraba la cola, casi invitando a ser penetrado.
Carlos apoyó su cabeza brillosa producto del lubricante en la entrada de la cola y empujó suavemente, de a poco se fue estirando.
-ahhhh que bien se siente! Está calentita y dura, seguí así! Métela toda!
Ya estaba muy caliente, necesitaba ser penetrado y sentirla toda adentro. Una sensación de hacer caca lo invadió el no quería apretar la cola porque sabía que si lo hacía le iba a doler.
Carlos empujó de a poco hasta que toda la cabeza entró en ese culo. Siempre apuntando con el celular, veía como el porteño se masturbaba a gran velocidad. Eso lo alentó a seguir metiendo todo el tronco de su pija dentro.
-que pija tenes! Me encanta! Quiero que entre toda! Métela!
Carlos no pudo contenerse más y empezó a empujar hasta que entró todo el tronco y su cadera chocó con las nalgas. El calor y lo apretado de ese culito lo ponía a mil.
Empezó a sacarla también despacio. Sabía que no la podía sacar toda porque le iba a doler a Ricardo cuando saliera la cabeza que estaba anchísima, así que a mitad de camino decidió empujar de nuevo también despacio.
-ahhhh que rico! Así! Quiero que me abras bien la cola! Metemela ahora hasta el fondo de nuevo!
Ricardo se sentía lleno. Carlos no paro en este movimiento lento pero sintió que el orgasmo se acercaba.
-esta colita apretada siempre me saca una buena cantidad de leche, te la dejo adentro grandote?
-si lléname la colita de leche! Acábame adentro! Quiero sentirte eyacular adentro mío.
Ahí no pudo y no quiso frenarse. El mete saca fue más rápido y más violento. Se escuchaba el golpe de los cuerpos al chocar una vez que se la enterraba toda en el culo.
Ricardo miraba por el espejo como Carlos se movía apuntando a su culo con el celular y esto lo excitaba más. Nunca había hecho algo así. El morbo de que lo cojan y que alguien lo mire hacerlo, lo volvía loco.
Carlos ya sin miramientos cogía ese culo como si fuera su única posibilidad y le daba con ganas. No se iba refrenar. Le aviso estoy por acabar.
En determinado momento se la dejó bien adentro, no la movió más y esperó. La oleada del orgasmo se acercó imposible de frenar y el primer latigazo de su pene demostraba que estaba acabando dentro sin moverse ni un milímetro. Quería sentir todo. El calor, la humedad, la estrechez de ese agujero, el orgasmo y la eyaculación.
-si! me estás acabando adentro! Me encanta!
Ricardo involuntariamente apretaba la cola para exprimir esa pija dentro de su cuerpo. Un líquido preseminal goteaba de la punta de su pene. Una placer inmenso lo completó.
-uffff gordito! Fue hermoso acabarte adentro! La voy a sacar de poco pero te voy a poner el plug en seguida para que te lleves mi lechita adentro.
En la pantalla el mirón también había eyaculado un montón de leche sobre su pecho. Ahora con la mano juntaba su propio semen y sin llegar a verlo, no cabía duda que se lo llevaba a su boca.
Carlos sacó su pija del culo de Ricardo que todavía estaba un poco rígida. Tomó el plug y antes que su leche salga se lo volvió a colocar.
La imagen era morbosa y excitante. Cerró la aplicación y dejó el celular apoyado en la mesada del baño.
-te luciste hoy!
-fue de lo mejor que hemos hecho.
-que pensará tu mujer de esto?
-lo mismo que la tuya me imagino? Jajaja
-por lo menos vos no andas con cosas en el culo
-ella se lo pierde, si por lo menos lo intentara no estaría acá reventándote a vos la cola.
-Tenemos que salir la gente ya llegó.
Salieron juntos uno atrás del otro intentando de no ser vistos. Por suerte cuando pasaron por el despacho de Emma, estaban juntando un montón de boletas del piso con Tadeo. Ninguno los vio pasar. Tadeo no sacaba los ojos del culazo de Emma.
Se sentaron cada uno en su escritorio. Empezaron a contestar mails, una vez más como si nada hubiera pasado.