Soy una mujer de cincuenta y dos años, rubia de pelo rizado, 1,62 de estatura, ojos verde claro y se puede decir que soy una mujer de pechos generosos… Talla 110
Me definiría como una mujer de carácter tranquilo, alegre, en mi trabajo profesional en la tarea que desempeño como asesora fiscal.
Soy casada desde hace 23 años. Mi matrimonio como el de tanta gente ha tenido altos y bajos, pero en general No puedo quejarme de mi vida sentimental junto a mi marido, Tenemos un hijo que en febrero cumplió los 18 años, el cual al ser hijo único no voy a negar que siempre ha sido y es el niño de mis ojos y mi ojito derecho, no es que sea pasión de madre pero es un buen chico, nunca me ha dado problemas, Es estudioso, responsable y aunque esté aún muy enmadrado es, maduro para su edad.
Esta es la primera vez que escribo un relato, no sé qué tal se me dará, si sabré marcar bien los tiempos, pero intentaré que la persona me generosamente dedique un poco de su tiempo a leer lo que estoy escribiendo en este momento, les resulte ameno Y en tienda la experiencia por la que pase.
mi intención no es generar morbo o excitar a quien esté leyendo en este momento estas líneas, Aunque si eso le pasa a alguien que lea lo que tengo que contar encantada de que así sea, para mí estar sentada frente a mi portátil en esta tarde de verano, es más una liberación de poder expresar mis vivencias con mi hijo y agradecida estoy de que haya sitios como este dónde se puedan publicar relatos. aunque para mí esto es más que eso, para mí esto es un pequeño rinconcito, donde poder desahogarme y narrar algo que no pensé nunca que viviría en primera persona.
Lo que me hace estar en este momento escribiendo es algo que sucedió hace escasos dos meses, Una tarde estando en casa como tantas otras después de haber terminado mi jornada de trabajo, me puse a doblar la ropa, tenía varias camisetas de mi hijo Mario las cuales lleve a su habitación, entre directamente sin llamar a su puerta error mío porque visto lo visto debería de haber llamado antes de entrar. Porque al abrir la puerta le vi tumbado sobre su cama con una camiseta puesta y desnudo de cintura para abajo. al verme se sobresalto y tiró algo que tenía en su mano, fue todo muy rápido solo medio tiempo a ver que era algo blanco lo que tiró al otro lado de la cama. se tapó lo más rápido que pudo con la almohada, yo que también me sobresalté ante esa escena le pedí perdón y salí rápidamente de la habitación, pero enseguida volví a entrar para dejar las dos camisetas sobre una silla, y por qué quería saber qué es lo que había tirado con tanta rapidez al otro lado de la cama
-Perdóname hijo sé que no debería haber entrado así en tu habitación y a ver invadido tu privacidad, pero qué es lo que has tirado al otro lado de la cama?
– nada mamá nada
– como que nada he visto perfectamente como algo has tirado
me acerque al otro lado de la cama y pude ver en el suelo unas braguitas, la lógica me decía que serían de alguna amiga suya o alguna medio novia que tuviese sin que yo lo supiera. Pero al verlas bien me di cuenta que eran una braguitas de encaje de una conocida marca de lencería fina, lo cual me hizo darme cuenta que no podían ser de una chica de su edad, Las cogí del suelo para verlas mejor y efectivamente era una de mi braguitas
-Mario por favor explícame esto
Yo no salía de mi asombro, mi mente estaba confusa en esos momentos, sin entender muy bien qué es lo que estaba pasando y cómo mi hijo podía estar haciendo algo así, él con la cabeza agachada sentado en el filo de su cama en voz baja y tartamudeando, solo le entendía Como se disculpaba, le pregunté varias veces más que por qué hacía algo así, pero no conseguí ninguna respuesta clara del motivo por el que estaba haciendo eso, la situación
era incómoda y violenta para los dos, por lo que Decidí salir de su habitación y puse mis braguitas en la lavadora.
Esa tarde yo no era capaz de asimilar lo sucedido, no es que fuese nada terrible, pero me parecía extraño lo que había visto en la habitación de Mario.
traté esa noche y los días siguientes de hacer como si no hubiese pasado nada y ser lo más natural con él posible, pero había cierta tensión o digamos incomodidad cuando nos sentábamos a comer, a cenar o a ver la televisión en familia. era incómodo para los dos
en esos días quedé con una amiga para tomar café, ella es psicóloga, no es que quedara con ella para contarle lo sucedido, pero al estar esa tarde tomando café con mi amiga le dije si podía comentarle una situación algo delicada que había vivido en casa días atrás. a lo cual me dijo que sí que por supuesto, y le expliqué lo sucedido y como yo estaba un poco desubicada desde ese momento, no es que yo viese a mi hijo como un vicioso, pero si quería poder entender lo que le hizo estar haciendo eso.
ella empezó a hablarme del complejo de Edipo, y que para nada me preocupase por lo que había visto, Que es algo que suele ocurrir y que de un tiempo a esta parte que ella escucha casos como el mío, bien por qué las que somos madres por entender la situación exponemos el tema, o porque se estén dando más situaciones de ese tipo.
ella me dijo que en chicos jóvenes puede darse esa atracción hacia su propia madre. que normalmente suele ser en chicos más adolescentes, pero que con 18 años también se puede dar esa situación, y que no es nada de lo que alarmarme ni preocuparme, que muchas veces los hijos ven en su madre un referente de la mujer que querrían tener como pareja y que si mi hijo no había tenido aún novia, y las amigas con las que haya podido estar o tener algo no sé terminado de sentir a gusto con ellas .que lo que busca o desea en una mujer ,lo está viendo en este momento en mí, pero que es algo pasajero y pasará pronto, yo la dije que entendía bien su razonamiento ,que mi hijo si había estado saliendo un tiempo con una chica, Pero que entendiese que para mí había sido un shock ver lo que vi, me dijo que no lo hubiese solo como un acto sexual, que de por sí es lo que era, pero que el amor que me tiene y que siente por mí, le puede llevar a tener que masturbarse pensando en mí ,pero que lo viese más como un acto de amor, que sería bueno y positivo para los dos que de forma tranquila y clara, hablásemos de lo sucedido para desdramatizar algo que en realidad no es nada grave.
al escuchar eso me tranquilizo bastante, ya lo vi de otra manera ,me sentí muy aliviada de haber hablado de eso con mi amiga, y más siendo psicóloga que entendía perfectamente la situación. Y la dije que sí, que buscaría el momento para hablar con él tranquilamente de lo sucedido.
Dos días después de la charla que tuve con mi amiga, decidí hablar y aclarar las cosas con mi hijo, por lo que esa tarde que mi marido no estaba en casa y podíamos hablar con calma de lo sucedido, fui a su habitación para hablar con él, llamé a la puerta y le pregunté si podía pasar, al entrar él estaba repasando unos apuntes de la Facultad.
– Mario te pillo ocupado en este momento, o podemos hablar un rato?
– sí mamá por mí sí
se le notaba algo tímido o temeroso, imaginando de lo que querría hablar con él, me senté en el filo de su cama, él se levantó de la silla donde estaba repasando esos apuntes y con la mano le indique que se sentase a mi lado.
– a ver cariño, necesitamos hablar de lo que pasó hace unos días. desde entonces noto como estás más callado y reservado conmigo, creo que sería bueno aclarar ciertas cosas, y más entre nosotros que siempre hemos tenido la confianza suficiente para contárnoslo todo
– sí mamá lo sé, tienes razón
Yo en ningún momento le iba a decir que había hablado con mi amiga sobre lo sucedido, Quería que estuviese él lo más tranquilo posible.
– Mario cariño. necesito saber que te impulso a coger sin mi permiso una de mis prendas íntimas, y que te tocases con ellas. no quiero hacerte sentir incómodo, sé que esta conversación no es fácil para ti, pero de verdad necesito una explicación y saber qué es lo que motivó que hicieras eso.
mi hijo con la cabeza un poco agachada y sin mirarme a los ojos, volvió a disculparse y a pedirme perdón. yo sabía que para que él se abriese un poco más a mí, tenía que facilitarle un poco las cosas.
– a ver Mario. no agaches la mirada, quiero que me mires a los ojos, sabes que no estoy enfadada ni molesta contigo, pero necesito que me aclares el porqué de lo sucedido.
quiero saber si lo que te impulsa a pensar en mí es solo deseo por satisfacerte a ti mismo o ese mismo deseo viene acompañado del cariño y amor que me tengas como madre
– mamá sabes que te tengo un amor y un cariño enorme, que no solo eres mi madre, que eres mi amiga mi confidente y quien siempre está a mi lado.
-Cariño entonces digamos que ese amor que me tienes, se canalizó también a través del deseo, para que estuvieras tocándote pensando en mí…
– sí mamá así es. además de ser tan comprensiva y cariñosa como eres conmigo, eres una mujer atractiva, elegante y cualquier hombre se sentiría atraído por ti.
– no sabes como te agradezco que te hayas abierto a decirme eso, me quedé muy sorprendida la tarde que entré y te pillé tocándote. pero al estar teniendo esta conversación. me hace estar más tranquila al haber aclarado las cosas y que aparte del deseo, el amor hacia mí fue lo que te impulsó a hacer eso.
– sí mamá es así como dices.
– ya que estamos en confianza y hablando las cosas claramente entre los dos, me gustaría saber, si hace tiempo que tienes esos pensamientos hacia mí
– sí mamá Desde hace algunos años he estado en alguna que otra ocasión pensando en ti. incluso los meses que estuve saliendo con Raquel, ( Raquel es una novia que tuvo mi hijo durante unos meses)
la verdad que en ese momento al decirme eso, me sentí muy halagada, al saber que el tiempo que estuvo saliendo con esa chica ,mi hijo me tenía a mí como referente para todo incluso para masturbarse.
esa chica no me gustaba nada para él, no es pasión de madre pensar que una chica no sea buena para mi hijo, pero esa en concreto por su carácter y forma de ser, se que no le convenía
por lo que me agradó que rompiese con ella y más me alegraba ahora saber en quién pensaba mi hijo realmente para todo…..
– no estás enfadada mamá por decirte todo esto,
– para nada cariño, al contrario no imaginas como me alegro de saberlo y que estés teniendo la confianza de hablar claramente de todo esto.
Me puse de pie y él también, en ese momento le abracé, los dos necesitábamos ese abrazo, los sentimientos que se pueden transmitir a través de un abrazo muchas veces son difíciles de expresar con palabras.
sentir la cara de mi hijo en mi hombro y su respiración cerca de mi oído y como sus manos abrazaban mi espalda, fue un momento muy emotivo,
– cariño eres un buen chico. y la próxima vez que quieras o necesites relajarte pensando en mí…, espero que tengas la suficiente confianza conmigo para pedirme alguna de mis prendas
íntimas y no andes a escondidas, hurgando en los cajones de la cómoda de mi habitación o de la lavadora.
con voz algo temblorosa Mario me respondió….
– en serio mamá?
– claro que es en serio cariño. pero quiero que me digas las cosas y no Andes cogiendo mi ropa sin mi permiso ,solo te pido eso, que me lo digas.
– sí mamá, Te lo diré y te lo pediré.
– así me gusta, que haya esa confianza y claridad entre nosotros.
salí de la habitación de mi hijo con el corazón algo acelerado después de haber tenido esa charla, la cual había ido mejor de lo esperado y habíamos podido hablar las cosas con naturalidad.
No puedo omitir ni negar, que mi cuerpo estaba algo alterado en ese momento…
me sentía húmeda y como palpitaba mi vagina, en ese momento mi cabeza si era toda una confusión de pensamientos y sentimientos, porque yo la madre, la persona madura y adulta, ahora sentía deseos y excitación, como podía haber llegado a estar sintiendo todo esto, durante el resto de la tarde intenté ocupar mi mente en otras cosas, Durante la cena ya con mi marido en casa, había más tranquilidad entre mi hijo y yo, y se nos escapaba alguna leve mirada y alguna que otra sonrisa.
esa noche antes de que mi hijo se fuese a dormir, me volvió a dar un rápido abrazo y me susurró al oído.
– gracias mamá por la charla de esta tarde.
– a ti cariño mío, y no olvides lo que te he dicho, cuando te apetezca o quieras dímelo.
esa noche me quedé un buen rato en el salón mirando la televisión. Fui a mi habitación y mi marido ya estaba dormido, fui en ese momento al cuarto de baño. necesitaba darme una ducha antes de acostarme, así podría estar más relajada
al sentir el agua tibia de la ducha caer sobre mi cuerpo y empezar a enjabonarme, sentí un claro deseo de acariciar mis pechos, para seguidamente con mis dedos acariciar mi vagina, quería saciar ese deseo y así estar más tranquila, intentaba no pensar en nada solo en darme placer, y aunque intenté evitarlo, una y otra vez se venía a mi mente, la imagen de mi hijo la tarde que entré y le pille con su polla dura masturbándose con mis braguitas en su mano.
no podía en ese momento que me estaba acariciando quitar esa imagen de mi cabeza, y me apliqué a mí misma el consejo que me dio mi amiga, que eso podía ser fruto de un cariño y un amor tan grande por mi hijo que desbocara en tener yo también que masturbarme.
por lo que me dejé llevar, y mientras el agua seguía recorriendo mi cuerpo, mis dedos se introducían en mi cálida vagina cada vez más fuerte y más rápido, hasta llegar a correrme. tuve que taparme la boca para no soltar Un fuerte gemido, las piernas me temblaban mientras me corría de gusto, semejante placer no podía ser algo malo,al contrario, estaba entrando en algo desconocido e impensable para mí, como es tener deseo por mi propio hijo.
después de salir de la ducha y secarme ,me acosté junto a mi marido y dormí placenteramente durante toda la noche.
Días después un sábado por la mañana ,yo iba a salir a hacer unas compras ,ya me había arreglado para irme, suelo ser bastante coqueta cuando salgo de casa, me gusta ir bien arreglada y conjuntada, Me puse unos tacones blancos con medias beige con puntitos, falda blanca y una blusa Fucsia algo escotada y una chaqueta blanca a juego con la falda, con un cinturón ancho dorado.
Mi hijo me llamó si podía ir un momento a su habitación
– que es lo que quieres cariño
– mamá te acuerdas de lo que hablamos el otro día?
– sí claro que me acuerdo, – sabía lo que él iba a pedirme.
– bueno es que… a ver no te me vayas a molestar, pero como lo hablamos pues quería saber si… podías dejarme alguna de tus prendas…
en ese momento en el que tímidamente mi hijo me estaba pidiendo eso, mi corazón se aceleró.
– Como tu padre ha salido a hacer unas cosas, vente a mi habitación conmigo y elige si quieres la prenda que desees. mi hijo se quedó quieto mientras yo me dirigía hacia la puerta, algo más tenía en mente
– bueno mamá a ver no quiero hacer ni decir nada que te pueda llegar a molestar pero…
– a ver Mario dime las cosas con claridad que es lo que quieres?
_ no te me enfades vale, pero desearía si es posible, tener las braguitas que lleves ahora mismo puestas.
en ese momento eso me hizo gracia y me dio por reírme, pero esa risa era más producto del nerviosismo y de la situación que de otra cosa.
– vaya vaya con Mario, que desea las braguitas que lleva ahora su madre puestas jaja debo de estar loca pero si es lo que deseas…
en ese momento estando de pie en la habitación de mi hijo, me subí un poco la falda que me llegaba un poco por encima de las rodillas y ante su atónita mirada, empecé a bajarme las braguitas, aunque estaba algo nerviosa, pero al terminar de bajarme las hice un movimiento sexy al quitármelas y rozar Mi tacón derecho con ellas.
– toma cariño aquí las tienes.
teniendo ya mis braguitas en su mano derecha, me abracé a él, Fundiéndonos en un cálido abrazo, susurrándole al oído…
– trátame con mucho cariño y amor Cuando estés pensando en mí…
– sí mamá te voy a tratar con todo el cariño del mundo en mis pensamientos y fantasías
– eso espero cielo cielo, dame mucho amor y toda tu pasión
al decirle eso sentí como me abrazaba aún con más fuerza, cómo olía mi perfume rozando con su nariz mi pelo. él empezó a darme pequeños besitos en el cuello, yo no quería que eso fuese a más, porque estaba entrando en un terreno desconocido para mí y en el cual no sabría si podría poner freno a tiempo o no.
– Mario para, para no te me animes demasiado
pero la verdad es que yo deseaba seguir sintiéndole pegado a mi cuerpo y esos besos en mi cuello, por lo que él notó que yo no se lo estaba diciendo convencida el que parase.
dejé que siguiese besando mi cuello, note, como mi cuerpo reaccionaba y empezaba a humedecerme y a tener deseos, como podía estar pasando algo así?
como había llegado a esta situación?, la cual como madre y persona adulta y responsable tenía que parar y frenar, pero el cuerpo me decía otra cosa, en esa lucha interna que tenía en mi cabeza en ese momento, Mario me dio un beso en la comisura del labio.
– no Cariño, de esos no por favor
– mami uno por favor solo uno.
me dio un rápido beso en mis labios, al cual siguió otro, ese era el momento de frenar todo aquello, pero al sentir los labios de mi hijo contra los míos, sentí algo que ya ni recordaba, por lo que cerré los ojos mientras Mario me dio algunos piquitos más, al ver que yo accedía, me dio un beso más prolongado y al sentir sus labios contra los míos, también tuve el deseo de seguir besándonos, acaricié con mi mano su nuca apretándole levemente contra mi cara, él acariciaba mi pelo y nos fundimos en un apasionado beso
no entendía cómo podía estar sintiendo todo aquello, como podía ser tan placentero, y como el amor de madre e hijo podía hacer que estuviéramos los dos allí de pie, fundidos en ese cálido beso.
-Mamá por favor, ábrete un poquito más la blusa.
– hijo cariño, no podemos ir a más, yo venía solo a darte mis braguitas ,esto ya es demasiado.
– mamá por favor déjame admirar tus hermosas tetas.
– estoy loca, debo de estar loca, mientras le dije eso, desabroché uno por uno los botones de mi blusa, abriéndomela y dejándole ver mis generosos pechos, con mi sujetador blanco de encaje puesto.
– solo mirar cariño, por favor no me los vayas a tocar.
– sí mamá pero no imaginas como ardo en deseos de poder acariciartelas. venga déjame tocártelas un poquito, por encima del suje
– no debería cariño, nada de esto debería de estar pasando, esto es una locura, voy a dejar que toques un poco mis tetas por encima de mi sujetador, pero por favor no me pidas más.
– gracias mamá eres una diosa.
con mi blusa abierta noté como las temblorosas manos de mi hijo se posaron sobre mis pechos.
-Suave cariño suave. tócamelas con suavidad.
– si mamá como tú digas, son preciosas, qué gusto da poder tocarlas aunque sea por encima de tu sujetador.
ese sujetador que llevaba ese día se desabrochaba por la parte de adelante, así que me lo desabroché para que viese mis tetas al desnudo, pero le dije que ya no pidiese nada más.
aunque ya no era yo dueña de mis actos, porque el sentir la yema de los dedos de mi hijo tocando mis pechos, mis aureolas y como pasaba su dedo por mis pezones, hizo que yo cada vez estuviese más y más excitada, puso su cara sobre ellas para empezar a besármelas, ya no me salían palabras para decirle que no, que parase. porque No quería que parase, deseaba que me las besara, deseaba sentir su boca y su lengua sobre mis pezones.
acariciaba su pelo mientras mis manos apretaban un poco su cabeza contra mis pechos, ya era muy difícil por no decir imposible disimular más y empecé a gemir suavemente.
– cariño esto es una locura una locura.
sentí como a través del pantalón de deporte de mi hijo, estaba ya más que erecto. podía notar perfectamente su erección contra mí.
– cariño la tienes ya bien durita
– sí mamá me tienes totalmente empalmado mira
se bajó el pantalón de deporte, y en ese momento su erecta polla salió como un resorte.
del nerviosismo yo sonreía
– si que la tienes dura sí, ya lo creo
– cachondo perdido me tiene mamá.
le dije que se sentará en el filo de la cama, yo me senté a su lado y le dije que se tocará para así relajarse.
– sí mamá pero primero quiero seguir comiéndote las tetas un poco más.
lo cual hizo y lo cual ya me tenía a mí más que mojada, Al poco de eso empezó él a tocársela
– no tan rápido hijo que te vas a hacer daño, anda déjame a mí
puse mi mano sobre la polla de mi hijo, aquello estaba yendo demasiado lejos pero deseaba masturbarlo yo.
– me dejas que sea yo la que lo haga?
– claro que sí mamá tócamela tú
empecé con suavidad a menear la polla de mi hijo, mientras le miraba con todo el amor y pasión del mundo fijamente a los ojos.
– te gusta cariño? te gusta como te la toca mamá?
– mamá, no puede haber mayor placer en el mundo, que lo que estoy sintiendo en este mismo momento
– disfrútalo cariño
aumente un poquito más el ritmo y la velocidad de mi mano sobre su polla, sabía que no iba a poder aguantar mucho más, pero quería tocarle hasta el final, hasta que quedase satisfecho y relajado.
– mamá mamá, me voy a correr no puedo más
– hazlo cariño, hazlo, córrete tranquilo.
pocos segundos después de decir es, mi hijo empezó a gemir y noté como uno tras otro empezaron a salir Abundantes chorros de semen, nunca ni cuando he sido joven y he tenido relaciones con chicos de mi edad en esa época. había visto a ninguno soltar tanto semen, como el que estaba soltando mi hijo en ese momento.
– mamáaa eres maravillosa eres única
-jaja Claro eso lo dices después de la buena paja que te he hecho
– uff ha sido algo único, algo mágico de verdad que sí
– me alegro mucho cariño que lo hayas disfrutado, eso sí recuerda que ante todo soy tu madre, que haya pasado esto hoy no quiere decir que se repita en otras ocasiones, ok?
– sí mamá lo sé, sé que te vas a arrepentir de esto, pero de verdad que ha sido algo único
– no cariño, no me voy a arrepentir, eso te lo aseguro, me ha encantado verte tan excitado y darte placer, pero entiéndeme que como madre deba de poner ciertos límites y decirte que lo de hoy no puede volverse a repetir
– si te entiendo, te prometo que esto no lo olvidaré en la vida, las veces que he tocado a una chica no tiene nada que ver con esto
– Mario no me respondas si no quieres, pero llegaste a tener sexo con Raquel?
– qué va mamá, nunca me dejó que la follara. tocarnos y besarnos sí y masturbarnos los dos. pero no me dejó nunca tener sexo con ella.
en ese momento que yo le Decía eso a mi hijo, que ante todo yo soy su madre y eso no se podía volver a repetir, al estar tan excitada y mojada, aún me de éxito más saber que mi hijo a sus 18 años, seguía siendo virgen y que su primera experiencia plena no había sido con esa chica que no me gustaba nada para él.
– bueno cariño tienes toda la vida por delante para conocer a un montón de chicas con las cuales disfrutarás muchísimo del sexo.
– no lo dudo mamá, pero lo que me has hecho disfrutar tú hoy es algo único de verdad que sí.
volvimos a abrazarnos y me volvió a besar en los labios, me puse de pie y le dije que iba a por unos pañuelos de papel para limpiar toda su leche del suelo.
– no mamá no, no te preocupes por eso ya lo limpio yo, me dejas tus braguitas aquí para otro día?
– sí claro mi amor son toda tuyas.
salí de la habitación de mi hijo con una excitación enorme, el mismo andar ya me excitaba porque tenía mi vagina más que hinchada, nada más entrar en mi habitación me quité los tacones y la falda, saqué del armario uno de mis juguetes…
necesitaba tumbarme sobre mi cama y darme yo también placer, necesitaba masturbarme y calmar ese enorme deseo que tenía en ese momento
me abrí bien de piernas ,Y empecé a meterme en mi consolador, mi excitación era tanta que al poco de empezar me corrí placenteramente como hacía años que no me corría al masturbarme ya Sin arrepentimiento ninguno, en quien pensaba mientras me tocaba y me corría era el mi hijo Mario, si en ese momento él hubiese entrado en mi habitación hubiese podido hacer conmigo lo que hubiese querido. porque estaba totalmente excitada y fuera de sí.
Espero que quien lea esto, no piense mal de mí, no pretendo dar morbo ni que nadie se excite con mi experiencia. bueno si alguien lo hace bienvenido sea lo único que espero y deseo que alguien se ponga en mi piel y me entienda, sé que voy a recibir muchas críticas por lo que me estoy atreviendo a relatar en este momento, pero bueno soy plenamente consciente que me estoy exponiendo al riesgo de recibir críticas duras.
Si alguien me deja algún comentario. solo os pido por favor que no seáis demasiado duros conmigo, no me considero ni una mala persona ni una mala madre eso os lo aseguro.
Me parece muy real y muy excitante ,me gustaría hablar contigo ,si te apetece esta es mi correo ferrol36@hotmail.com, por supuesto espero la segunda parte del relato .
Buenas, es normal que sientas esa «culpa» de que haces algo mal, me pasó en mi experiencia, y asi como tu, conté mi anécdotas con el fin de desahogo, y me ha funcionado, siempre habra idiotas que solo lo usen para morbo, pero otros realmente entenderán los sentimientos encontrados en cada relato real, sigue asi amiga que nada te detenga
Excitante relato y bien llevado. Pero sin duda debe existir una segunda parte.
Me encantó tu relato, me sorprende de sobremanera tu buen juicio y sobre todo tu apertura sobre este tema con tu hijo, seguramente será para el la mejor experiencia de su vida gracias al amor de mamá.