Capítulo 37
- Chantaje a mi puta perra I
- Chantaje a mi puta perra II
- Chantaje a mi puta perra III
- Chantaje a mi puta perra IV
- Chantaje a mi puta perra V
- Chantaje a mi puta perra VI
- Chantaje a mi puta perra VII
- Chantaje a mi puta perra VIII
- Chantaje a mi puta perra IX
- Chantaje a mi puta perra X
- Chantaje a mi puta perra XI
- Chantaje a mi puta perra XII
- Chantaje a mi puta perra XIII
- Chantaje a mi puta perra XIV
- Chantaje a mi puta perra XV
- Chantaje a mi puta perra XVI
- Chantaje a mi puta perra XVII
- Chantaje a mi puta perra XVIII
- Chantaje a mi puta perra XIX
- Chantaje a mi puta perra XX
- Chantaje a mi puta perra XXI
- Chantaje a mi puta perra XXII
- Chantaje a mi puta perra XXII
- Chantaje a mi puta perra XXIII
- Chantaje a mi puta perra XXIV
- Chantaje a mi puta perra XXV
- Chantaje a mi puta perra XXVI
- Chantaje a mi puta perra XXVII
- Chantaje a mi puta perra XXVIII
- Chantaje a mi puta perra XXIX
- Chantaje a mi puta perra XXX
- Chantaje a mi puta perra XXXI
- Chantaje a mi puta perra XXXII
- Chantaje a mi puta perra XXXIII
- Chantaje a mi puta perra XXXIV
- Chantaje a mi puta perra XXXV
- Chantaje a mi puta perra XXXVI
- Chantaje a mi puta perra XXXVII
Me desnudé sin dejar de admirar su belleza, y colocándome detrás, le aparté las bragas y de un solo golpe mi polla se deslizó en su coño, que me follé con fuerza. Estaba follándomela cuando sonó el teléfono un par de veces…que ignoré hasta que me corrí con ganas en un coño que se había vuelto a correr dos o tres veces. Con cariño la llevé al sofá y dejé que se tumbara y me fui a ver quién me acababa de llamar, llevándome la sorpresa porque no esperaba que fuera…
Así terminó el último capítulo…
-Tina. -Buenas Raúl, acabo de hablar con Jara y Lu, para despedirme de ellas, no sabía que ya estabais aquí, me he quedado hoy con Penélope y me voy mañana con tiempo de abrir la tienda, y al saber que ya estabas aquí nos gustaría invitarte a cenar.
Me resultó raro que solo me invitase a mí…
-Encantado Tina, dime a qué hora y dónde…
-Tina. – ¿Te parece bien en el restaurante del hotel, a las ocho?
Me fijé en la hora que era y acababan de dar las seis, por lo que me daría tiempo a descansar un rato.
-Perfecto, en cuanto este por allí te llamo.
-Tina. -Hasta luego.
Colgué sin despedirme…
-Raquel. – ¿Va a salir a cenar fuera AMO?
-Si, no me parece bien declinar su invitación después de hacer que su pareja se traslade durante unos meses aquí, voy a echarme un rato, si a las siete y media no he dado señales de vida avísame.
Me subí a mi dormitorio dejando descansar a Raquel. No me pude dormir, pero por lo menos si descansar el cuerpo un poco, no así mi mente que empezó a darle vueltas al motivo de la invitación. Todos mis pensamientos eran que lo mismo Penélope o ella se habían arrepentido o que en estos días había observado algún comportamiento raro, que fue lo que más me intranquilizó. A las siete y media y tras darme una ducha bajé al salón, comprobando que ya estaba allí Ji-Woo. Me despedí de ellas y cogiendo el coche de Raquel que estaba aparcado fuera, me marché dirección al hotel, tardando menos de quince minutos en estar allí. Llamé a Tina…
-Ya estoy aquí, os espero en la cafetería.
-Tina. – ¿Puedes subir? Estamos en la habitación 210.
Asentí y en cinco minutos estaba delante de la puerta, no dándome tiempo a llamar cuando me abrió Tina, extrañándome que solo asomó la cabeza, ocultando su cuerpo tras la puerta…
-Si no estáis preparadas os esperó…
No pude seguir, tras atravesar la puerta vi a Penélope tumbada en la cama con sus piernas y brazos atados con una cruz de cuero, por lo que su cuerpo estaba totalmente curvado, con una máscara tapando sus ojos y una bola en su boca, totalmente desnuda. Ante esa sorpresa me giré dándome casi de bruces con Tina, totalmente vestida, con una falda y un corsé de cuero negro, medias de rejilla negras y unas botas altísimas negras…
-Tina. -Espero que no se enfade Sire Leo -que me llamara así me descolocó aún más- el primer día esta PERRA me dijo que lo conocía, que no sabía de qué, pero seguro que lo conocía, hasta que el día de la comida se acordó.
-Yo no me acuerdo de ella -por cómo me llamó supe que tenía que haber sido en el club- y tengo buena memoria.
-Tina. -Siempre va con máscara Sire, su familia es bastante conocida y en aquella época estaba casada con…
-No me importa, ni por ahora quiero saberlo, me basta con lo que me acabas de contar, pero sigo sin entender, ¿por qué estoy aquí? y ¿por qué esta así?, lo podíamos haber hablado tranquilamente.
-Tina. -No quería meter la pata Sire, no sé quién es o son sus sumisas, y el que este así, ha sido por decisión suya, quiere no solo ser su empleada también quiere ser su esclava, por lo menos el tiempo que este en Alicante.
– ¿Y tú qué opinas?, porque algo tendrás que opinar, si ella es tu esclava.
-Tina. -No Sire, yo no soy su Dueña o su Ama -bajando la cabeza- yo soy sumisa SEÑOR. -El cambio de Sire a Señor me volvió a sorprender- no tenemos AMA o AMO, a veces yo actuó como Domina, porque ella es muy, muy sumisa, y de vez en cuando nos ponemos en manos de María, que creó que usted la conoce muy bien, por lo que me ha contado Penélope
La conozco muy bien, aunque no hemos interactuado nunca, ella es switch y bastante sádica tanto si lo hace cómo Ama o cómo sumisa.
-Si es la María que yo conozco, y las dos os poneis a sus pies, doy por entendido vuestro nivel…
Esta vez la sorprendida fue Tina, no le di tiempo a contestar, cuando le solté un puñetazo en el estómago y una bofetada con todas mis fuerzas en la cara, que la tiró al suelo…
-Así tendrías que haberme recibido ¡¡¡PERRA!!! y no pienses ni por un segundo que me voy a olvidar que sabiendo quien soy no me lo hubieses dicho antes.
-Tina. -Lo siento SEÑOR, tenía que estar segura, no lo quería poner en un compromiso.
Giré la cabeza para observar a Penélope, comprobando que, o se había corrido o se había meado, la colcha de la cama lucia una gran mancha.
-Y a esta GUARRA quien le ha dado permiso para correrse, ¿Tú?
-Tina. -No SEÑOR, -aun le costaba hablar, pero no podía evitar sonreír- estoy tan sorprendida como usted, jamás la había visto correrse sin permiso, está muy bien educada, o eso creía…
-Suéltala PERRA.
A pesar de que aun sentía dolor, mi puñetazo para nada había sido suave, dio un salto y soltó los mosquetones de sus tobillos y muñecas, lo que la llevó a quedar totalmente tumbada boca abajo, sin atreverse a moverse…
-Quítale la máscara y la mordaza, y las dos frente a mí de rodillas. -Me senté en la única butaca que había- vamos a hablar.
A Penélope le costó, la anterior postura la había dejado algo entumecida, eso sí, no podía evitar sonreír, sentirse feliz, cómo más tarde me confesó.
-Penélope. -Lo siento SEÑOR, estoy muy bien educada, ha sido la primera vez que me he corrido sin permiso, aceptaré cualquier castigo con agrado, y también es la primera vez que estoy delante de un AMO, y no es por intentar que me perdone, pero siempre he oído hablar muy bien de usted…
– ¿Solo has estado con Tina y María?
-Penélope. -No SEÑOR, la primera vez fue con Domina Yolanda, y ella fue la que me presentó a María…
-Entiendo Yolanda no es tan sádica cómo María, ¿y vuestra relación?
-Tina. -Al igual que ella yo también soy divorciada, nuestra relación empezó en la tienda, y cuando ya era mi segunda SEÑOR, y fui yo la que se enamoró, aunque sabía que no le era indiferente, había algo que la frenaba, hasta que una noche tras cerrar…
-Que siga ella.
-Penélope. -También me enamoré, pero mi familia, y sobre todo mi forma de ser, de sentir, me echaba para atrás, hasta que esa noche tras cerrar, le confesé lo que sentía, y que antes de dar un paso más, quería que viera quien era yo, y la llevé al club. Pensé que en cuanto me viese poner mi máscara iba a salir corriendo, algo dentro de mi deseaba que se quedara. Y así empezó todo, entró, le presenté a María a la que ya había avisado, y…
-Jajajaja, y ella se dio cuenta de que se podía aprovechar de las dos, supo ver que tu enamorada era un clon tuyo.
-Tina. -Al principio pensé en salir corriendo, y a la vez sentí como me humedecía, y le aseguro que llevaba años, desde mi separación que no me había tocado, y al cabo de un rato, cuando le dio permiso para correrse, María extendió la mano hacía mí, y en dos minutos estaba tan desnuda y expuesta como Penélope. Esa noche se vino a mi casa y hasta hoy.
-Aceptaré a Penélope, la acogeré como mi esclava, os advierto que no es la única -las dos asintieron- siempre que no sea solo por el tiempo que este aquí, si quiere ser mi esclava, será para siempre y que ambas vayáis de la mano.
-Tina. -No entiendo…
-Que tú también pasaras a ser mía, PERRA, o las dos o ninguna.
No pudieron evitar sonreír…
-Tina. -Por supuesto SEÑOR, pero nos tendrá que dar indicaciones, para no meter la pata.
-Jajajaja, por eso no os preocupéis, para empezar, ahora cuando me vaya Penélope se viene conmigo, ya no tendremos que buscarle piso, y tú cuando dejes la habitación les dirás que ya no nos va a hacer falta. En algún momento alguien de mi confianza se te presentara debidamente, lo sabrás porque esa persona sabrá que eres mi ESCLAVA, óyeme bien, he dicho ESCLAVA, y las dos estaréis a prueba, eso sí, no temáis por vuestros trabajos, jamás os afectaría, solo que yo no doy segunda oportunidades.
Las dos a la vez sin poder evitar sonreír y agarrándose de la mano, asintieron…
-Tina. – ¿Puedo hablar SEÑOR? -asentí- y nuestra relación, es lo único…
-Tranquila, eso no va a cambiar, seguiréis viviendo juntas, y por supuesto siendo pareja, el cómo evolucionara todo esto lo iremos descubriendo poco a poco. Ve vistiéndote y prepara tu maleta PERRA y tú en pie.
Penélope dio un salto y se fue directa al armario, me acerqué a una preciosa y radiante Tina a la que se le iba a salir el pecho del corsé, de lo acelerado que tenía el corazón, la cogí del pelo y pegué mi boca a la suya, a la vez que con la otra mano le fui desatando el corsé, era de los antiguos de los que solo se abrochan por la espalda, hasta que lo solté del todo y separándome lo justo para que cayera al suelo, con mi mano libre, pellizqué sus pezones, duros como una piedra, hasta me costaba apretar. En sus besos sentía su excitación. Sin dejar de besarla le desabroché la falda, dejándola deslizar por sus piernas. Me separé lo justo para observarla, no llevaba bragas, su coño brillaba de lo húmedo que estaba. Sin levantar la mirada dio un paso atrás para terminar de quitarse la falda, ciertamente era preciosa, con un cuerpo muy bien cuidado, algo musculado, se le notaba que iba al gimnasio.
-De rodillas PERRA, ya sabes que hacer.
Acariciando mi cuerpo, fue poniéndose de rodillas, desabrochó mis pantalones y con mimo sacó mi polla del bóxer, que fue besando y lamiendo hasta que se la metió en la boca y empezó a chupar a lamer…
-Mírame PERRA, me gusta que mis ESCLAVAS me miren mientras me la chupan.
Me gustaba, sus ojos brillaban, se le notaba feliz. La cogí del pelo, le saqué mi polla de su boca y la levanté arrastrándola hasta la cama sin soltarla del pelo donde la tiré y colocando sus piernas en mis hombros, la penetré, llevando mis manos a sus duros pezones que apreté con saña, con fuerza, notando cómo gemía, cómo hacía verdaderos esfuerzos para no correrse, así que forzando sus piernas me fui dejando caer hasta cambiar mis manos por mis dientes, quería causarle daño, comprobar hasta donde llegaba su sadismo, no tardando en darme cuenta que el martirizar sus pezones, no solo le gustaba, también le hacían perder el control sobre su cuerpo…
-Tina. -Me corrooooooo, lo siento SEÑOR, aggggg, siiiii, no paré por favor agggggg, otroooo, siiiii, más fuerte, siiiii.
Noté un caudal de líquidos en mi polla lo que me llevó a correrme dentro de ella.
-PUTA, agggggg, me corroooo, ufffffff.
Me salí de su coño, dejándome caer en su cuerpo, llevando mi boca a la suya, que besé con ganas, siendo correspondido. Me incorporé y me levanté, comprobando que Penélope ya vestida, estaba de rodillas en posición de espera y su maleta junto a ella.
-Tina. -Gracias, gracias, gracias SEÑOR.
-Ya vale PERRA, tu mujer y yo vamos abajo, te esperamos en el restaurante, ni se te ocurra limpiarte, solo vístete y baja, y tú deja aquí la maleta, luego subimos a por ella.
Asintió, se levantó y me siguió un paso detrás mía.
-No, a no ser que lo ordene iras a mi lado.
No tuvimos problema en encontrar mesa, nos sentamos y no se había acercado el camarero, cuando vi aparecer a Tina, radiante, feliz y sexy, no se había puesto por encima nada más que el corsé, lo que llamó la atención de todos los allí presentes, que no eran muchos.
-Tina. -Espero haber acertado AMO. -sin importarle que la pudieran oír-
-Jajajaja, sí, pero ahora sin tratamiento, siéntate.
Pedimos algo rápido, acompañado de un buen vino.
– ¿No soléis llevar bragas, o ha sido solo el momento? -conociendo a María sabía la respuesta-
-Tina. -Hace tiempo que las dos a petición de María dejamos de usar bragas o tangas.
-Supongo que en vuestra maleta no llevareis, así que mañana lo solucionaremos con Penélope y tú lo que tardes en entrar por la puerta de la tienda, será lo primero que harás, ojo solo bragas, no me gustan los tangas, y siempre iréis con falda, para usar pantalones tendrá que ser con mi permiso.
-Penélope. -En eso no habrá problema, solo nos poníamos los pantalones del uniforme, y cómo eso ha cambiado…
-Tina. -O cuando vamos al gimnasio que usamos mayas, jajajaja.
-Eso me gusta, de todas formas en mi próxima visita a Madrid, me quedaré en vuestra casa.
-Tina. -Nos gustará atenderte.
-Por supuesto lo de María se ha terminado, a ella no creo que le importe.
-Tina. -Mientras bajaba le he escrito y le he dicho que hemos encontrado AMO, y que lo nuestro se acabó.
-Puedes decirle que soy yo, no tengo problema con ella, somos amigos.
-Tina. -Si pregunta lo haré, sé que lo ha leído, pero no ha contestado.
Terminamos de cenar y mientras Penélope pagaba, Tina fue a por la maleta, no tardando en bajar. Me despedí de ella con un morreo y Penélope y yo nos fuimos al coche. Paso a paso iba comprobando que estaba muy bien educada, me abrió la puerta y cuando se sentó junto a mí, se subió la falda, dejándome ver un coño ya excitado, brillaba en la oscuridad.
– ¿Excitada PERRA?
-Penélope. -Si SEÑOR mucho, pero esta PERRA jamás se volverá a correr sin permiso.
-Jajajaja, ya veremos.
Iba muerto, había sido un domingo muy agitado. No tardamos en entrar en la casa, haciéndome reír, ya que Raquel y Ji-Woo se habían quedado dormidas en el sofá, acompañado de la cara de sorpresa de Penélope al reconocer a Ji-Woo.
-Buenas noches.
Al sentirme dieron un repullo, no tardando Ji-woo en ponerse de rodillas.
-Ji-Woo. -Buenas noches AMO.
-Esta es Penélope mi nueva ESCLAVA -a Ji-Woo se le iluminó la cara- además de la nueva encargada de la tienda de Alicante. Penélope a Ji-Woo ya la conoces, ella es ESCLAVA como tú y ella es Raquel, mi sumisa y futura madre de mi hijo o hija.
No podía parar de sonreír al ver la cara de Penélope de asombro e incredulidad.
-Raquel. -Encantada y bienvenida a la familia.
-Ya habrá tiempo de que la conozca, ahora me voy a la cama, cuando quieras te subes, y vosotras dos esta noche dormiréis juntas, y prohibido tocarse ¿entendido?
Ambas contestaron cómo debían y Ji-Woo como buena anfitriona le cogió la maleta a Penélope y se fue a su cuarto siendo seguida por esta.
-Raquel. -Me subo con usted AMO.
Me pegué una ducha rápida, le escribí un whatsApp a Mimi y me metí en la cama junto a una ya dormida Raquel. A las ocho y cómo Raquel ya no trabajaba, me levanté, dejándola dormir, me vestí con un pantalón corto y una camiseta y bajé siguiendo el olor a café recién hecho, viendo y fijándome por primera vez en el cuerpo de Penélope, sin una gota de grasa y al contrario que el de su mujer nada musculado, con sus medias negras, sin bragas, sujetador blanco, precioso de encaje, lo que me sacó la primera sonrisa fue al ver el contraste con la pequeñita Ji-Woo que llevaba unas bragas blancas de encaje, medias negras transparentes y sin sujetador, estando las dos descalzas, lo que hacía a Ji-Woo aún más bajita.
-Buenos días, que bien huele…
-Ji-Woo. -Lo ha hecho Penélope, me ha enseñado una nueva forma.
Me lo sirvieron y se sentaron junto a mí. Penélope un poco cortada, más que nada por no saber cómo actuar, se limitaba a imitar los movimientos de Ji-Woo. Nos tomamos el café tranquilos, hablando de la tienda cuando apareció Raquel, radiante, cada día estaba más guapa…
-Raquel. -Buenos días, te he bajado el móvil, lo he visto iluminarse.
Era cierto, acaba de recibir un whatsApp de Mimi.
“Orden cumplida AMO”
El viaje de Tina y Mimi…
A las cinco de la mañana llegué en taxi al hotel de Tina, estando ya en la puerta esperándome.
-Mimi. -Buenos días Tina, vaya madrugón
-Tina. -Buenos días guapa, uffff sí.
No hubo casi conversación, íbamos las dos medio dormidas, aunque siguiendo sus indicaciones me fijé en la cara de Tina y se la veía radiante a pesar de la hora. Al llegar con tiempo a la estación nos tomamos un café que ayudó a que nos espabilásemos un poco, yo ya llevaba el uniforme de la tienda, dándose cuenta de que la miré algo extrañada…
-Tina. -Yo no llevo uniforme Mimi, eso sí, el vestido que llevo es de la tienda, y la verdad es que está dando buen resultado, porque muchas clientas al vérmelo puesto y ver cómo me queda, lo compran, no el mismo pero si muy parecidos.
-Mimi. -Raúl ha puesto mucho empeño en que aprenda de ti, en que me fije mucho en cómo manejas la tienda, y la verdad estoy un poco preocupada, para mi va a ser un salto muy grande.
-Tina. -Tranquila, tú pégate a mí, y sobre todo pregunta cualquier duda que tengas.
Seguimos hablando hasta que nos sentamos en nuestro sitio, comprobando que salvo los dos asientos pegados a los nuestros, el resto del vagón iba lleno, por lo que esperé un poco y cómo era lógico, por la hora que era, a los cinco minutos el silencio reinaba en el vagón. Pegándome a su oído…
-Mimi. -PERRA despierta…
Al sentirme se asustó, pero se recompuso enseguida…
-Tina. – ¿Qué?…
-Mimi. -Nuestro AMO me ha ordenado que te las pongas…
Se puso roja y más al ver cómo con disimulo alcé mi culo, subí mi falda y me quité las bragas, haciéndome reír al ver cómo se puso más roja al verme oler mis bragas, que solo con verme obedeciendo a mi AMO, ya llevaban un rato mojadas.
-Tina. -Si AMA -cogiéndolas rápidamente-
-Mimi. -Jajajaja, ni AMA ni SEÑORA, mi AMO no me ha dado más instrucciones, así que por ahora soy como tú, su sumisa.
Más relajada, hizo lo mismo que yo, solo que al estar tapada por mi cuerpo, le resulto más fácil ponérselas, por lo menos hasta que llegaron a su culo, ya que este es bastante más grande que el mío.
-Tina. -Ya está Mimi, solo que yo no soy su sumisa, soy su ESCLAVA.
-Mimi. -Eso me da igual Tina, mientras nuestro AMO no diga lo contrario, hasta aquí ha llegado mi poder sobre ti. Y uhmm ya me gustaría que me dejase… jajajaja, ya has visto que secas no estaban precisamente…
-Tina. -Jajajaja, espero que no manchen el vestido, además que me están un poco pequeñas.
-Mimi. -Jajajaja, ¿solo un poco?
El resto de la conversación fue tranquila y solo hablamos de trabajo, hasta que entrando en Madrid, le envié el whatsApp a mi AMO.
En Alicante…
-Seguidme ESCLAVAS.
Subí a mi habitación, entrando directamente en el baño, no haciendo falta decirles nada, ya que Penélope al ver como Ji-Woo se ponía de rodillas dentro de la ducha, la imitó. El contraste de altura era llamativo, algo que no me importó, apunté a las dos, conociendo a María, sabía que no le iba a resultar raro a Penélope y me meé en las dos, abriendo la ducha una vez que terminé…
-En pie PERRA, métetela ¡¡¡ya!!!
Feliz se agarró a mi cuello y cruzando sus piernas por mi cintura, se ensartó mi polla por primera vez, no pudiendo evitar un gemido de placer, no solo por mi polla, sino al sentir la lengua de Ji-woo, lamer su coño y culo a la vez que mis huevos y la parte de mi polla que salía a cada embestida.
-Penélope. -Agggggg, gracias SEÑOR, ufffff, es mi primera polla de verdad en años, agggggg, ufffffff, siiiiiiii, que lengua tiene su…
-Ufffff, que coño más apretado uffff, me voy a correr, uffff, ni se te ocurra, me corrooooo.
-Penélope. -No, aggggg, no lo haré SEÑOR, ufffffff, gracias por correrse en esta ESCLAVA.
La descabalgué de mi polla, teniéndose que apoyar en una radiante y feliz Ji-Woo.
-Podéis correros PERRAS.
Las dos a la vez soltaron un grito y se corrieron, aunque a Ji-Woo casi le arranca su precioso pelo, ya que se tuvo que agarrar a ella para no caerse de la intensidad del orgasmo. Al final se fue dejando caer hasta quedar junto a Ji-Woo que me miró y al verme asentir, la cogió del pelo y se estuvieron morreando, con ganas, con deseo hasta que me salí de la ducha…
-Tenéis mi permiso.
No hizo falta más, entre gritos y gemidos se volvieron a correr, mientras terminaba de secarme y vestirme en la habitación, viendo cómo las dos salían y sonrientes bajaban las escaleras. Cuando bajé Penélope ya estaba con el uniforme…
La noche de Blanca y Susana tras dejarlas en casa de Blanca…
Ninguna dijo nada hasta que se cerró la puerta tras entrar en el piso…
-Susana. -No vayas a pensar que…
CONTINUARÁ…
Soy Amo, me encanta la dominación, me gusta tener, someter y humillar a parejas y a quien se quiera iniciar, necesitar un tutor o conocer este estilo de vida.
Mi Skype es ra_ul1967, mi correo ra_ul1967@hotmail.com y mi Telegram @Amo_Leo, hablo y respondo a todo el mundo, siempre que lo haga con respeto.