Como hacer de mi vida, algo que me satisfaga, algo útil, algo digno de ser contado cuando tenga más años, era algo que ya me preocupaba a los 16 años, estudiar siempre fue algo que me entusiasmaba, pero con los primeros toques sexuales, empecé a pensar también en mis hijos, en mis nietos, tomé conciencia, gracias a las clases de educación sexual, que con el semen introducido en mi útero podría ser madre, hable con mi mamá, me dijo que si no mantenía relaciones con un chico no quedaría embarazada y que si lo hiciera, le haga poner un condón, un miedo de un embarazo me hizo retraer, quería dejar de ser virgen, quería que las fantasías de gozar mi desvirgamiento , con un hombre maduro, se pudiese concretar sin el uso del condón (me parecía, totalmente artificial), todos los días, preguntaba a mis amigas, en su cara las que me decían que era maravilloso, me parece que mentían, fui tomando miedo, si bien salía a bailar, fui perdiendo las ganas, Esteban es un chico que me gustaba, nos besamos, en su auto, empezó un escarceo que corté, me dijo si era lesbiana, le replique, no, soy virgen y tengo miedo.
No supo que hacer, nos calmamos, pero hoy creo fueron sus palabras la que me indujeron subconscientemente a empezar mi verdadera vida, conocí a Liliana , venia del interior, era un chica muy inteligente y estudiosa, eso hizo que la tomara como amiga y compañera, tiene unos meses más que de vida que yo, ella es de sagitario yo de Leo (ambos de fuego), es linda un poco más alta que yo, con menos senos, nos hicimos confidentes, ella también era virgen, ella también tenía miedo, un fin de semana nos quedamos solas en mi casa, mis padres habían salido de viaje con un grupo donde también estaban los padres de Lili, después de ir al centro, regresamos a mi casa, ella había traído la ropa para estar sábado y domingo, después de picar algo, (ya habíamos comido un sándwich, en el centro), nos recostamos, en mi pieza hay dos camas, pese a que no tengo hermanos, nos desvestimos, nos dejamos solamente las bragas, comenzamos a charlar, otra vez salió el tema, pero me pregunto, si no sentía nada por ella, bueno amistad, cariño, increpando me dijo NO, si te gusto sexualmente, por que vos me das vuelta la cabeza, la mire, nos miramos, se levantó, me dio un beso y nos recostamos juntas, me chupo mis tetas y yo a ella, introdujo sus dedos en mis labios vaginales y el clítoris, me hacía sentir bien, no tenía miedo, me gustaba, le chupe las tetas, lamiéndola en círculos y mordisqueándola, ambas ya estábamos desnudas, me lamía la vagina y al ver la de ella, empecé a poner mi boca en sus labios, lo salado me encanto, mi lengua la penetre un poco, acabe por primera vez, me despegue de su vagina, para gozar, se sentó sobre mí y me dijo quiero desvirgarte y que me desvirgues , ante un cómo vas hacer, fue a su bolso, saco un consolador doble, no muy ancho ni largo, normal, como las de los chicos del colegio, unos 10 cm, Ante mi mirada, me dijo que se la había sacado a su hermana mayor y lo había escondido para traerlo, hacía ya dos semanas, con solamente la esperanza de que se daría este momento , me acorde de la vaselina que una vez vi en la mesa de luz de mi madre y fui corriendo a buscarla, nos pusimos un poco cada una, nos besamos, las dos inexpertas, me introdujo el más chico despacio, me lo empezó a mover, me dolía, pero estaba en un goce que no sentí cuando se desgarro mi himen, un poco de sangre corrió por mis cachas, pensé que era jugo, acabé, estaba llena , me habían desvirgado, me gustaba ser cogida, Liliana, se apoyó la punta del consolador en su vagina y le penetro, dejo en pedazo sin introducirse, fue cuando sentí algo un poco más denso que los jugos en mis labios, toque con mis dedos, era sangre, en ambos topes, cuando levante la mano, me dio un beso, y me dijo , somos una pareja que llego virgen, no te preocupes, me calme, con el consolador adentro, gozamos varios minutos, aparte de no ponerse flácido, no tenía ningún riesgo de embarazo, nos fuimos a duchar, Liliana, se puso en dominante y si bien le dije que parara la mano, a mí me gusto, aprendimos a acompasarnos, a darnos cuenta que el consolador era un tercero que nos unía plenamente, que bien utilizado, gozábamos y de qué manera.
A la noche salimos con las otras chicas, ambas estábamos doloridas, nos fuimos temprano, nos duchamos y dormimos abrazadas, a la mañana, la desperté con un beso, le lamí sus tetillas y me zambullí en su desvirgada vagina, mi lengua en su clítoris nos llevó a un 69, a los minutos estaba arriba mío con el consolador, repetimos tres veces en el día, nos dejó extenuada y satisfechas, a los días encargamos uno con la tarjeta de la hermana, similar. Todavía lo tenemos, entre varios más y otros juegos, hace dos años que estudiamos juntas en Buenos Aires, ambas abogacía y a luces vistas saben que somos pareja, yo soy la mujer, los trajecitos de corte, le quedan bárbaro a Liliana, pero nunca como los distintos consoladores que tenemos, con los cuales gozamos, una sola vez le fui infiel y fue con un hombre que uso condón y no me gusto para nada, nunca le conté, ni creo le contare.
Más de una amiga y amigo se me acerca, pero me llevo verdaderamente bien con mi pareja, sé que no será el padre de mis hijos, pero ya estuvimos averiguando por inseminación artificial, una vez que terminemos los estudios, vamos a formar una familia, mis sueños del hombre maduro han terminado, pero el sueño de tener un hijo, no.
Hemos tenido varias noches, tardes y mañanas de cada una de ellas, me queda la firme convicción, que no he hecho de mi vida lo que la sociedad, hubiese querido, pero si lo que yo quiero, gozo y me satisface conjuntamente con LILIANA mi pareja.