Capítulo 26

Mientras iba eligiendo los collares, sentía los gemidos de Alba, conociéndola, les había colocado una mordaza. Cuando termine me asome, pegándome a Lu, mientras observamos como Alba estaba de rodillas comiéndole el coño a Ji-woo, lleve mis manos a los pechos, ya duros de Lu…

Así termino el último capítulo…

…Los amasé con fuerza a través del vestido, pellizcando unos pezones ya duros…

-Alba. – Córrete esclava, que lo vea tu AMO -separándose de ella-, ¿o necesitas su permiso?

Ella sabía perfectamente que lo necesitaba, me conocía muy bien, aunque nunca habíamos interactuado, sí que coincidimos más de una vez en eventos, y fuera de ellos. Ji-woo me miro, me suplico con la mirada que le permitiera correrse, algo que hice, sabía como lo iba a hacer y que a Alba la iba a llevar al orgasmo, como así fue, al sentir el squirt en su boca, se cayó al suelo de culo, corriéndose entre un entrecortado gemido. Riéndome al ver cómo me miraba Juani, le asentí con la cabeza, y quitándose la mordaza, se tiró al coño de Alba, que pillándola por sorpresa, solo se dejó caer al suelo del todo y llevando sus manos a la cabeza de Juani, no la soltó hasta que se corrió, y su asombro fue a más cuando vio como Juani con una rapidez inusual en un cuerpo como el suyo, se giró y se fue a por Ji-woo, que ya la esperaba con las piernas abiertas.

-Correros.

Las dos a la vez lo hicieron, viendo como a Ji-woo le caían las babas a través de la mordaza.

-Vamos a terminar con las compras.

Deje a Lu con ganas, era lo que quería. Alba tomo nota de todo, se lo deje todo pagado y le di el teléfono de Martina para que la avisara cuando lo tuviese, y antes de irme vi un collar fino de cuero con pequeños cristales incrustados, y cogiéndolo, me acerque a Lu y se lo puse, notando como todo su cuerpo se estremeció…

-Lu. -Gracias AMO.

-Alba. -Este se lo regalo Sire Leo, después del buen rato que me ha hecho pasar, mi AMO no se lo va a creer, jajajaja.

-Dale recuerdos.

Salimos los cuatro de la tienda y con pena Juani se despidió de nosotros y se fue a por su coche, mientras nosotros dando un paseo, nos fuimos al local de mi amigo a tomar algo, esperando que estuviese ya abierto. Tuvimos suerte, no hacía ni diez minutos que estaban abiertos, por lo que quitando a la encargada y a la vez camarera, solo estábamos nosotros tres, tras pedirnos algo de beber, les hice una ruta por el interior del local, quedándose impresionadas por la mazmorra, por los diversos y variopintos instrumentos de tortura o placer.

-Fuera ropa PERRAS.

Tanto Lu como Ji-woo, lo hicieron al instante, y como en ese momento solo estaba la encargada mande a esta última arriba a por las bebidas, que asumiendo su condición no hizo intención de coger su vestido, momento que aproveche para coger a Lu de su nuevo collar, la lleve al cepo, pasando su cabeza y sus manos por dentro y cerrándolo, dejándola frente a mí.

Cuando apareció Ji-woo…

-Dale de beber PERRA, ella no puede.

Lo entendió muy bien, por la postura de Lu era difícil hasta que bebiera del vaso, así que el trago lo daba ella y se lo pasaba a Lu, mezclando la bebida con sus salivas, lo que viendo cómo se endurecieron sus pezones, no les disgustaba a ninguna de las dos. Sentado frente a ellas, disfrutaba de mi gin tonic y del espectáculo que me daban, hasta que llego una pareja de jovencitos, que no tendrían más de 20 años, y me pidieron permiso para quedarse y mirar.

NOTA: Esta parte que incluyo en este relato totalmente fruto de mi imaginación es real, es algo que me sucedió hace años, interactuando con mi sumisa.

-Si habéis entrado, es porque sabéis donde estáis, y esta zona es abierta a todos.

-Chico. -Si, es la primera vez que venimos, y nos ha costado decidirnos.

-En el fondo tenéis suerte, porque hasta dentro de un par de horas, no suele haber ambiente.

-Chico. -Si lo sabemos, somos y venimos de Granada -me saco una sonrisa, pero les omití que yo también lo era-, a una cena de nuestra empresa, y mañana nos vamos a mediodía

En ese momento apareció la camarera, con las bebidas de la pareja.

-Camarera. -Estáis en buenas manos, Sire Leo es de confianza, perdón SEÑOR, he sido yo la que los ha invitado a bajar.

-No pasa nada.

-Chico. -Gracias.

– ¿Ella es tu sumisa?

Sabía que no, por la expresión corporal de él o ella era su AMA, o los dos eran sumisos, como así fue.

-Chico. -No…

– -Cambiando el tono de voz de agradable a imperativo-, Que se presente ella como es debido.

Se quedaron los dos muy cortados y cuando pensaba que se iban a ir, por lo menos de ahí…

-Chica. -Perdón SEÑOR, es nuestra primera vez, no tenemos experiencia, y como le ha dicho mi marido, nos ha costado decidirnos, somos de un pueblo de Granada y allí aún es más difícil. Mi nombre es Clara y tanto mi marido Carlos como yo, tenemos tendencias sumisas.

-De que él es sumiso lo tengo claro, por cómo me mira, sin levantar la mirada, tenía dudas respecto a ti, pero te agradezco que hayas sido sincera, os dejo que disfrutéis de este rato, y espero que volváis con más tiempo.

-Clara. -Gracias -se quedó con ganas de decir algo, pero su timidez o miedo lo impidió, pero también era algo que quería provocar con mis palabras-

– Ji-woo descuelga la pala grande y azota a Lu, que vean nuestros invitados como disfruta.

Se levanto, estaba de rodillas junto a Lu, cogió la pala y se puso tras ella, frente a mí, por lo que ni ellos ni yo podíamos ver su culo…

-Podéis acercaros y mirar.

Al principio no se movieron, y cuando Lu ya llevaba cuatro o cinco azotes, ella se levantó, y se puso junto a Ji-woo, mientras él la miraba con asombro, porque como luego me contaron, ella era la más reacia a ir a un sitio así.

– Ji-woo. -Veinte AMO…

-Suéltala PERRA, ponle unas de aquellas muñequeras y átala a la cadena.

No tardo en hacerlo, mientras me dedicaba a observar las reacciones de los dos, que eran positivas, él no podía evitar que se notara que estaba empalmado, y en ella su respiración era agitada, no podía ver mucho más, aunque llevaba falda, por encima su indumentaria era una sudadera de vestir, bastante grande, por lo que no se distinguían muy bien sus pechos.

– ¿Quieres ocupar el lugar que ha dejado mi sumisa libre?

La pille por sorpresa, miro a su marido, y al igual que yo se dio cuenta de cómo estaba de excitado, y sin hablar y sin casi levantar la mirada, Asintió.

– Ji-woo, ya sabes que hacer.

Con una sonrisa cómplice, con delicadeza le sujeto el cuello y sus muñecas al cepo, quedando frente a mí y su marido.

– ¿Te han azotado alguna vez?

-Clara. – -Sin levantar la mirada y roja-, lo intento una vez, y lo tuvo que dejar ni él ni yo sentimos nada.

– ¿Lo deseas?

-Clara. -Mucho.

Me levanté de mi butaca, y cogiendo la pala que Ji-woo me ofrecía, me puse detrás de ella, no sin ver la cara de sorpresa de ambos, pensaban que iba a ser Ji-woo, la que le iba a propinar los azotes.

-Solo yo te azotare, ¿sigo?

-Clara. – -Levanto la cabeza para mirar a su marido, como para preguntarle, pero al igual que yo, se sorprendió, en sus pantalones apareció una mancha, se había corrido-, si SEÑOR.

Me acerqué a ella y le subí la falda negra de vuelo que llevaba, dejando aparecer unos pantis negros y bajo ellos un culote negro precioso de encaje. Dude entre romperlos o solo bajarlos, y no queriendo tensar mucho la situación, opte por bajarle los pantis y rozando su culo, notando como se estremeció, metí el culote, no sin trabajo, en la raja del culo, dejando sus dos, nada feos por cierto, cachetes al descubierto.

-Cuéntalos…

Así lo hizo, empecé flojo, para cada cinco azotes ir subiendo la intensidad…

-Clara. -Doce… me corrooooooo agggggg.

Vaya si se corrió, no llego a ser un squirt, y aun teniendo el culot tapando su coño, por sus muslos cayo un reguero de jugos que dejaron sus pantis que estaban por sus rodillas, chorreando.

No pare, aunque se quedó casi desfallecida por la intensidad, seguí hasta llegar a veinte, que la llevo a un nuevo orgasmo.

-Clara. -Gracias SEÑOR, -casi sin aliento-, nunca había sentido este dolor tan placentero.

Se había liberado, había perdido su timidez.

-Clara. – ¿Puedo pedirle un favor?

-Primero pídemelo y ya veremos.

-Clara. -Quiero verlo aquí, el muy cabrón se ha corrido.

-Jajajaja, lo sé, espero que tenga muda, primero, lo tendrá que pedir él y segundo, te tendrías que quedar como mis sumisas.

-Clara. -Pídeselo cabrón o te juro que te vuelves solo a los Ogíjares -sin imaginar que yo soy de Granada y que ese pueblo lo conozco muy bien- en cuanto me suelte SEÑOR, me quedo como sus sumisas.

No espere ni que él se levantara o contestara, ni a soltarla, desabroche la falda y la deje caer por sus piernas, que no sin trabajo al tener los pantis por las rodillas, levanto los pies y dándole una patada la alejo, la solté y en cuanto se puso de pie, le saque la sudadera, dejando a la vista un bonito corsé, que apretaba unos increíbles pechos, no me quería quedar sin verlos y forzando un poco, me acerque y poco a poco le fui soltando los corchetes delanteros, hasta que aparecieron dos bonitos y duros pechos, con unos increíbles y duros pezones, ya que no llevaba sujetador, que no toque, ese límite sin permiso no lo iba a pasar, pero sí que note que se quedó con las ganas de que lo hiciera. Mientras descubría sus bonitos pechos, él se fue acercando…

– Ji-woo, ya sabes lo que hacer.

Lo puso en la misma posición que hasta hace un momento estaba su mujer, y desabrochándole los pantalones, se los bajo, arrastrando con ellos sus calzoncillos, haciéndonos reír, estaba otra vez empalmado. Aproveche para subirle los pantis, y una vez puestos, lleve mis manos a sus piernas, lo que le hizo soltar un pequeño gemido de deseo, pero solo me limite a rompérselos.

-Ahora estas igual que ellas.

-Clara. – -Sin levantar la mirada-, un poco más desnuda SEÑOR.

-No es culpa mía que no lleves sujetador, y para que veas que soy compresivo, Ji-woo -que era la primera vez que llevaba-, quítatelo y quítaselo a Lu, -no tardo en hacerlo-, dale veinte azotes a ese PERRO.

Me senté frente a él, invitando a su mujer a hacerlo junto a mí. Fue increíble, al segundo azote se volvió a correr, no se atrevía a levantar la cabeza, y aguanto los azotes, que para nada fueron flojos y como pude comprobar más tarde su culo por partes estaba más morado que rojo.

-Clara. – ¿Le puedo hacer una pregunta SEÑOR?

-Jajajaja, te voy a responder sin necesidad de que la hagas, no te he tocado porque aun pudiéndome aprovechar de tu vulnerabilidad, eso es algo íntimo, y ante todo tiene que existir el respeto y la confianza, es vuestra primera vez, tras todo lo que ha pasado aquí, tendréis que hablar, y no quiero que eso cree conflictos entre vosotros.

-Clara. -Gracias, pero ufffff, cuando me ha quitado el corsé y sobre todo cuando ha rasgado mis pantis, lo he deseado, creo que me hubiese corrido, solo con que me rozara.

-Por eso mismo, primero es algo que tendréis que hablar en frio, y siendo ambos sumisos, será inevitable que quien os use, termine follándote, tanto a ti como a él, por eso debéis tener muy claros los límites.

En ese momento sentí hablar a la camarera desde arriba, y sabía que lo hacía para que supiera que iba a bajar alguien más.

– Ji-woo, suéltalos y vestiros.

Fue terminar de vestirse, y aparecer un par de habituales, de esos que van a ver que pillan, por lo que interiormente le di las gracias a la camarera. Saludaron y vi, cosa que me agrado, su desilusión, esperaban tener un espectáculo. Termine de tomarme mi copa y como ellos también lo habían hecho…

-Nosotros nos vamos, ¿nos acompañáis?

Lo entendieron perfectamente y los cinco salimos del local, no sin antes pagar nuestras consumiciones y las suyas.

-Carlos. -Nosotros nos vamos, tenemos que arreglarnos para la cena SEÑOR, y muchas gracias.

-Clara. – ¿Es usted de aquí?

-Jajajaja, no, yo también soy de Granada, ahora vivo en Alicante, y si termináis pronto la cena, os dejo mi número de móvil y si no es muy tarde, me llamáis y quedamos, siempre que estéis seguros, porque para nada será igual que abajo.

Lo dije más por quedar bien que por que aceptaran, pero la contestación de él, me dejo sorprendido.

-Carlos. -Creo que ella y yo tenemos poco que discutir al respecto -a ella se le ilumino la cara con una sonrisa que no pasó desapercibida para ninguno-, y creo que hablo por los dos, cuando le digo que queremos ver a donde nos guía usted.

-Clara. -Gracias cariño -casi con lágrimas-, estoy de acuerdo con él, SEÑOR.

Les di mi número de móvil, y les indiqué que si no llamaban no pasaba nada, cuando recibí una llamada perdida de ella.

-Clara. -Ese es el mío SEÑOR, ¿hasta qué hora sería prudente?

-Disfrutad, vosotros os vais mañana a mediodía, según he entendido antes, así que si termináis tarde, llamadme mañana a las nueve y si no me pilla el hotel lejos me paso por allí -lo dije pensando que en cuanto se enfriaran se iban a arrepentir-, os voy a dar un anticipo de lo que espero de mis sumisos, tú te vas a poner el culote que ella lleva ahora, y tú bajo el vestido, porque supongo que llevaras vestido, llevaras medias, o si lo que te pones son pantis, los has de romper, como te los he roto antes.

-Clara. -Lo haremos SEÑOR.

-Carlos. -Nuestro hotel está en Gran Vía, está haciendo esquina con esta calle SEÑOR.

No quise alargar más la conversación y nos despedimos. Fue alejarse.

-Lu. -Que sepa AMO que me he corrido cuando la ha azotado usted,

– ¿Cómo te has sentido atada?

-Lu. -Ufffff, excitada AMO, con ganas de sentir sus manos en mi cuerpo.

-Jajajaja, lástima que nos han cortado el rollo, o no tan lastima, ¿a qué no Ji-woo?

– Ji-woo. -Jajajaja, no AMO, es distinto, nunca me lo había pasado tan bien.

– ¿Cenamos en la calle o en casa?

-Lu. -Prefiero en casa AMO.

-Ni media palabra más.

Cogimos un taxi y aunque tardamos un poco, el tráfico ya estaba imposible, entramos en el piso, comprobando que aún no había nadie.

-Escríbele a Gema y dile que estamos en casa, y luego llamas a Martina a ver cómo le ha ido, y de paso le preguntas, si se quiere venir o ya la vemos mañana en la tienda.

-Lu. -Ahora mismo.

Mientras lo hacía, fui a mi dormitorio y me duché, estaba excitado, el rato con Clara me había excitado mucho, y la noche podía llegar a ser larga, así que tomándolo con calma me puse un pantalón corto y una camiseta y salí al salón, donde ambas me esperaban desnudas y de rodillas.

-Ir a ducharos, vamos a relajarnos un poco.

Ambas se levantaron y Lu besándome salió, mientras que Ji-woo, haciéndome una reverencia con la cabeza y sin girarse, fue tras ella. Me estaba sentando, cuando sonó mi whatsApp, me fui a levantar para ir a la habitación donde lo había dejado, cuando apareció Lu con él.

Cuando lo abrí, aunque no lo había grabado, reconocí el número.

“Para que vea que lo tenemos claro SEÑOR”

Junto al mensaje escrito, iban dos fotos, una de él con el culote puesto, la camisa y la corbata, con los pantalones bajados y la otra de ella, que ufffff, llevaba el mismo corsé, unas braguitas de encaje negras, medias con liguero y unos zapatos de tacón de diez centímetros mínimo. Solo le conteste con el emoticono del diablo sonriendo.

-Lu. – ¿Eran ellos?

-Jajajaja, si, esta vez me he equivocado, pensaba que no iban a dar señales de vida, anda y ve a la ducha. En ese momento entraron unas sonrientes Yolanda y Gema, me gustaba las buenas migas que habían hecho. En la misma puerta se desnudaron y solo con la lencería y las medias Gema y Yolanda además con los zapatos, se acercaron a mí y pidiendo ambas permiso, me besaron.

-Gema. – ¿Cómo ha ido todo AMO?

-Muy bien, luego os cuento, ahora si queréis ducharos hacedlo, y cenando hablamos.

-Gema. -Yo por lo menos voy a la ducha AMO, ha sido agotador, ¿preparo la cena?

-No, cuando salgas de la ducha, llamamos y pedimos pizza, hoy me apetece.

Sonrió y se fue, mientras Yolanda…

-Yolanda. -Esta semana me gustaría quedarme aquí AMO, no tengo clases que sean importantes, y aquí hay mucho trabajo y me gustaría ponerme al día pronto.

-No te equivoques Yolanda, eso es Gema quien decide, yo solo espero que no afecte a tus notas, porque si lo hace, volverás al hotel.

-Yolanda. -Ella me ha preguntado si me podía quedar AMO.

-Ahora hablare con ella, -en ese momento entro Lu-, tanto para ti como para Martina primero son los estudios y después el trabajo, los estudios sí que os lo vamos a controlar, pero el trabajo es solo responsabilidad de Gema por ti y de Lu por Martina, yo siempre me mantendré al margen.

-Yolanda. -Lo entiendo AMO, y aunque usted este al margen, no dude que ni con los estudios, ni con el trabajo, le voy a defraudar.

-Anda ve a ducharte, que cenemos pronto.

-Lu.-Uffff AMO, me excita mucho cuando se pone serio, por cierto ya he hablado con Martina, pero vamos, el preguntarle ha sido una tontería, en un rato esta por aquí.

-Pregúntale a Gema o busca el teléfono del alguna pizzería, y pedir varias para cenar y cuando salgan Ji-woo y Gema que pongan la mesa.

En un momento estaban todas ya en el salón, todas de pie, menos Ji-woo que estaba de rodillas.

-Lu. -Vosotras dos poned la mesa, mientras llamo a la pizzería.

-Gema. – ¿Para cuantos pongo la mesa AMO?

Me gusto su pregunta.

-Para todos, vamos a tener una cena relajada.

A la vez que las pizzas, llego una radiante y feliz Martina, y sin poder aguantarse la risa, Yolanda salió a por las pizzas en lencería.

-Martina. -Jajajaja, buenas noches AMO, perdone mi risa, es que ver la cara del repartidor al ver como a abierto Yolanda.

-Tened cuidado, jajajaja, no cometáis locuras.

Martina se puso delante de mí, y se desnudó, lo hizo para que me fijara en unos zapatos negros de tacón, muy bonitos, atados a sus preciosos tobillos. No dejaba de ser una niña a la que le gusta presumir.

-Martina. – ¿Espero que le gusten AMO?, los acabo de comprar.

-Mucho, y no tenías que haberte gastado nada, que yo sepa no eres rica, y aun no has cobrado.

-Martina. -Me ha hecho un bizum mi hermana Rosa, cuando he hablado con ella, me ha dicho que no se me ocurriera volver a aparecer ante usted con las sabrinas, y cuando le he dicho que no me podía gastar nada, se ha puesto ¿Jara? -asentí-, y me ha dicho que escogiera los que quisiera y que le mandara una foto a mi hermana, que ella los pagaba, que ya me los cobrara, jajajaja, y así ha sido AMO.

-Jajajaja, Jara es la hermana de Lu, es la otra dueña y por ende tu jefa. Vamos a cenar.

La cena sin protocolos como es mi costumbre fue amena, Lu contándole nuestra tarde, pero lo que más me gusto es que Ji-woo se iba soltando y aunque a veces no podía evitar ser la esclava que es. No habíamos terminado de cenar, cuando volvió a sonar mi móvil. Esta vez era Susana, contándome novedades de nuestro proyecto, así como alguna que otra foto del viaje, cuando lo iba soltar, entro otro whatsApp de Clara.

“Lo siento SEÑOR, aun ni hemos empezado a cenar, y nos gustaría que mañana viniese al hotel a la hora que usted desee, mi marido ha aumentado la hora de salir hasta las dos de la tarde”

Le conteste que a las diez los quería de rodillas delante de la puerta a los dos, con la misma ropa que llevaban ahora, que solo les permitía quitarse los zapatos para dormir, sabía que a él no le iba a molestar mucho, pero a ella con el corsé le iba a costar. Di por terminada la cena, observando en Lu y Gema cansancio.

-Esta noche dormiréis juntas, que se os ve cansadas y mañana hay que trabajar, y vosotras tres conmigo.

Conforme entre en mi dormitorio, me desnude y aunque también estaba cansado, mi polla no, nada más ver a Yolanda, a Martina y el diminuto cuerpo de Ji-woo, se puso extremadamente dura…

-Martina a la cama, y cómele el coño a Ji-woo, -está al oírme pego un salto a la cama y poniéndose de cuclillas le puso su coño en la boca-, y tú cómele el coño pero a cuatro patas a Martina.

Me quedé un momento contemplando la escena, hasta que decidí participar, me subí en la cama y colocándome de rodillas tras Yolanda, se la metí en un coño ya chorreante.

-Ufffff, como me gusta tu coño, pero…

Sin terminar la frase, me salí y sin miramiento, se la metí en el culo, lo que llevo a Martina a separar la boca de Ji-woo y soltar un grito de dolor, Yolanda al sentir mi polla romper su culo, mordió con fuerza su coño.

-Podéis correros las tres cuando queráis, PERRAS.

No recuerdo el rato que estuve follándome el culo de Yolanda, pero sí que las tres encadenaban corrida tras corrida, hasta que note que me quedaba poco para correrme, me salí de su culo, me baje de la cama…

-Las tres de rodillas ¡¡¡ya!!!

Las tres a la vez saltaron de la cama, poniéndose de rodillas frente a mí, en el mismo instante que me corrí, después de un día intenso, no fue mucha, pero sí que salió con fuerza, dejándolas a las tres sus caras con restos de mi corrida, y tras ella, me meé en las tres.

-Limpiaros entre vosotras.

Las tres se juntaron, se limpiaron y saborearon entre ellas, tanto que Yolanda y Martina se corrieron, mientras Ji-woo, aguanto.

-También te puedes correr ESCLAVA.

Agarrada al cuello de Martina, se corrió como era costumbre en ella, aunque vi que cuando estaba con una mujer, sus corridas eran aún más intensas. Al ver como había quedado la cama.

-Las tres a la cama, me voy con Gema y Lu.

Las tres sin soltarse entre ellas, se metieron en la cama, dejando a Ji-woo en medio de las dos.

-Yolanda tú mandas, y mañana a las ocho os quiero levantadas y vestidas.

Las tres asintieron, mientras salí de la habitación y me dirigí a la de Lu, pensando que estaban dormidas, e incluso antes de entrar ya sabía que no, sentía gemidos. Al entrar estaban haciendo un 69, como no se dieron cuenta de mi presencia y sonriendo, me hacía feliz verlas así, me fui a la otra habitación, llevándome la sorpresa que Gema había sido previsora, y aunque estaba seguro de que no esperaba que fuese yo el que la utilizara, el mueble cama lo había abierto y hecho la cama, así que me deje caer y no tarde nada en quedarme dormido. Sobre las siete y media me desperté, tampoco sabía la hora exacta, no había cogido el móvil, así que salí y me dirigí a mi dormitorio, que ya estaba impoluta, las sábanas cambiadas y todo recogido, cogí el móvil, para ver que eran las ocho menos cuarto, y vi un aviso de whatsApp, que lo leí al ser de Clara, donde me ponía el nombre del hotel y número de habitación. Me duche tranquilamente, y a las ocho entraba en el salón, donde estaban las cinco sentadas tomando café. Al verme entrar, las cuatro, Martina ya se había ido, se levantaron, pero observe cara de preocupación.

-Antes que digáis nada, fui yo el que decidió dormir ahí, así que relajaos.

Fue sentirme y cambiar todas sus caras, me senté entre Lu y Yolanda, mientras Ji-woo me servía el café. Como hasta las nueve nadie más tenía que salir, estuvimos un rato de chachara, contándome Yolanda un poco de lo que paso tras irme yo, y Lu, lo bien que se portó Gema.

-Ahora nos vamos todos, Lu, tú coge un taxi, yo llegare sobre las doce, Ji-woo se viene conmigo, así que a terminar de vestiros.

A las nueve menos cinco, salimos del piso, Yolanda y Gema entraron en la farmacia, Lu cogió un taxi y Ji-woo y yo nos fuimos en el metro, íbamos con tiempo, aunque teníamos que hacer trasbordo en el metro. Tuvimos suerte, acababan de dar las nueve y media, cuando salíamos del metro en Callao, así que dando un paseo, entramos en el hotel y como aún faltaba más de un cuarto de hora, me tome un café y Ji-woo un té, hasta que a las diez menos cinco, cogimos el ascensor. Al salir al paseíllo y ver que no había nadie…

-Quítate el vestido PERRA.

Se lo quito y sin que se lo pidiera se puso de rodillas y a cuatro patas me siguió hasta la puerta ya entreabierta de la habitación, que empuje y entre, viendo a Clara y a Carlos de rodillas…

CONTINUARA…

Soy Amo, me encanta la dominación, me gusta tener, someter y humillar a parejas y a quien se quiera iniciar, necesitar un tutor o conocer este estilo de vida.

Mi Skype es ra_ul1967, mi correo ra_ul1967@hotmail.com y mi Telegram @Amo_Leo, hablo y respondo a todo el mundo, siempre que lo haga con respeto.

 

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