Soy un hombre joven, tengo 26 y por esas cosas que pasan tengo una amante de 51. ¿Raro no? Claro pues debería ser todo lo contrario y tener una de 20 o 22 firme, duritas y aprendiendo la cama con todo entusiasmo.
Nos conocimos en un matrimonio y la invité a salir pues algo me entusiasmo en ella.
Es muy agradable, simpática y buena para hablar y reírse.
En eso parece una chica joven. Ella me invitó a tomar un café y fuimos en al tarde.
No tardó en contarme que estaba muy seca de sexo pues el esposo, aunque bueno, en la cama andaba ya bastante mal. Cuando terminó le dije:
- Me equivoco o me estás insinuando que deseas acostarte conmigo.
- No mi amor, te lo estoy pidiendo de frente y creo que satisfarás.
- Entonces tu dispones querida.
- Creo que en eso estará mejor informado que yo.
- Vamos a un motel muy bueno que estás cerca.
- Perfecto.
Salimos y fuimos al motel.
Una excelente pieza, muy buen servicio y bastante trago animó los inicios.
La tomé y bailamos un poco al son de una música muy agradable.
¿Quieres ver el porno que acá es muy bueno?
No amor, ya tendremos un porno mucho mejor y sin mentiras ji.ji.ji.
Nos besamos y me metió la lengua hasta la garganta y me chupó la mía en forma increíble. Sin vergüenza me agarró la polla a través del pantalón y me dijo que la sentía blanda aún.
Desnudémonos amor, así estaremos cómodos.
Lo hicimos y cuando estábamos listos me dijo:
Como puedes ver mi cielo estoy algo suelta ya, pero tengo todo lejos mejor que una de 18, dime que te gusta al mirarme.
Así de primera tienes unos pezones increíblemente grandes pues veo areolas de cinco o seis centímetros y los botones de tres centímetros de largo, nunca había visto algunos así.
Cuatro chicos amamantados con mi leche hasta los ocho y diez meses, y te diré que me producen unas sensaciones que si me los maman y tironean por algunos minutos llego al orgasmo. Fantástico.
La tomé y nos acostamos, yo ya listo con mi polla dura y firme. Le pasé mano por el coño y estaba empapada.
Lista para la acción, pero ella más rápida se bajó y se echó la verga a la boca y la empezó a chupar en forma magistral. La masturbé y la manoseé integra. Rica la vieja algo suelta pero mucha carne, deliciosa.
Estuvimos un rato en esto y luego ella se echó a mi lado y me dijo,
A tu disposición ricura.
La acomodé y abrió las piernas. Sorpresa total. Enfrente tenía una descomunal abertura, rosada, brillante por la humedad, se apreciaba todo su interior con todos sus recovecos y un hoyo profundo al centro, mi destino.
Obviamente ni se inmutó cuando le ensarté el mandoble de una vez y completo, seguramente había recibido muchos y seguramente algunos más grandes que los 18 centímetros míos, tan elogiados por las chicas que me he planchado pero que ahora no causaba el menor comentario.
Ahhhh, qué sensación más agradable, delicia, trabaja no muy rápido, pero dame firme y sin miedo y te recomiendo que después de llenarme te cambies a mi ano pues no hay mejor cosa que me ensarten por el cafecito y también te pido que no me eyacules adentro sino en mi boca pues me fascina a leche de los machos.
Sencillamente era una mina a la que le gustaba decir las cosas pan pan, vino vino y que gozaba con todas las especialidades, nada fáciles de encontrar en las chicas.
Ahora por favor méteme la mano y me buscas el punto G para tener un orgasmo que me desarme jijiji.
y lo hice, en la enorme zanja que tiene por coño le metí la mano hasta el puño y empecé a maniobrar siguiendo sus instrucciones. fenomenal pues jamás se me habría ocurrido algo igual con mis chicas.
¡Quédate ahí, justo y dame masaje!…aaaahhhjhhh que me viene por la mierda, dame, dame uuuufffffff. por la chucha madre ohHHHH.
Y saltó violentamente agitando las piernas y moviéndose como serpiente, tiritaba entera y gritaba y gemía. Nunca había visto algo igual.
Chorreó jugos como manguera, mojó todo y lamiéndose las manos saboreo sus líquidos.
Y así seguimos una hora más.
Por eso estoy caliente con ella. Una mujer en serio, hirviente, con olor a hembra, con vocabulario entre decente y grosero especial para estas ocasiones y sobre todo, nada de quejas, de cuidado por favor, no tan fuerte, así no… no todo como venga o sea el culeo perfecto.
Y seguiré con ella, aunque siempre tirándome a mi chica, fome al lado de esta enciclopedia de la cogida, pero con todo bien puesto, durita, firme y espero enseñarle lo que he aprendido con esta máquina de la cogida.
Chao.