Capítulo 2
La dependienta me indico donde estaba el baño, como pude me lave un poco, sin levantar la cabeza, le pague, y sin decir adiós, salí de la tienda corriendo y procurando no pasar junto a nadie, porque olía, ufffffffff, pero que mojada iba….
Así terminó el último capítulo…
No tardé ni cinco minutos en llegar al parking, pagar y sacar el coche, a pesar del frío que hacía tuve que bajar las ventanillas del coche, el hedor que emanaba de mi cuerpo casi me hizo vomitar varias veces, por otra lado sentía como mis pantalones, cada vez estaban más húmedos y pegados a mi piel.
Llegue a casa y conforme entré por la puerta me desnudé dejando toda la ropa esparcida en el suelo, como no podía aguantar más, ni subí a mi cuarto, directamente entre en el baño de la planta de abajo y me metí en la ducha, al notar caer el agua y no pudiendo resistirme ni un minuto más, me recline sobre la mampara y abriéndome de piernas, me masturbe por primera vez, cerré los ojos y a mi mente vinieron de golpe todos los acontecimientos vividos hasta el momento, desde el primer bofetón de mi hermana, perdón, de mi AMA, hasta la meada de la vieja, tan grande era mi excitación que en dos minutos me estaba corriendo, chillando y gritando, como si me fuera la vida en ese orgasmo, tanto que no me pude mantener en pie y me tuve que dejar caer sobre el plato de ducha, y así me mantuve casi media hora, sin poder moverme, sentada, y arrugada de tanta agua.
Como pude me incorpore, me seque un poco y desnuda salí del baño, recogí toda mi ropa y la eche a lavar, me fui para la cocina y bueno, eso era otra cosa, no tengo ni idea de cocinar, solo se hacer spaghetti, y macarrones, aunque di por hecho que eso mi AMA lo sabe, por algo también es o era mi hermana.
Me puse manos a la obra y solo con un delantal, prepare unos spaghetti carbonara, o parecido a la carbonara, solo hacia dos cosas, mirar el móvil, esperando que sonara y que fuese mi AMA, y recordar todo, como si fuese un disco rayado, ahora con más calma sentía cosas raras, y difíciles de explicar, a momentos se me saltaban las lágrimas y no entendía nada, pero nada, como consentía todo esto, pero al instante sentía una gota caerme por la pierna, no dejaba de mojar, el mismo sentimiento de rareza, de no entender o no aceptar lo que me ocurría, hacia que mi coño estuviese empapado, en esas estaba cuando sonó el móvil.
-Esther. -Si mi AMA.
-Fany. -Hola PUTA, ¿estás preparando la comida?
-Esther. -Si, pero como sabe Ud., no es que sepa hacer mucho, estoy preparando lo único que se me da bien.
-Fany. -Jajajaja, lo he imaginado, vamos espaguetis, jajajaja, bueno, a eso también le tendremos que dar una solución, llegare en media hora, y voy muy caliente PUTA.
-Esther. -La estaré esperando Ama.
-Fany. -Por cierto, no voy sola….
No me dijo más, ni me dio tiempo a preguntar, solo se limitó a colgar. Solo soltar el teléfono ya empezaron a temblarme las piernas, ¿por qué me hacía esto?, y ahora que hacía, ¿me vestía?, o ¿la esperaba desnuda? Aún era más o menos temprano y ya lo tenía todo preparado, solo para cocer los spaghetti, me fui para la salita, me senté en el sofá y me puse a leer el libro que en ese momento tenía entre manos, (El ultimo Cantón), en eso estaba cuando sentí la puerta, me sobresalté, porque sin darme cuenta eran cerca de las tres, la media hora de mi hermana en realidad habían sido casi dos horas. Sin pensar en las consecuencias de que la persona que viniese con mi AMA no debiese de saber que era la PUTA de mi hermana, deje caer el libro y yendo a la puerta me puse de rodillas y espere a que entrara.
-Fany. -Uhmmmm, no esperaba menos de ti putita, eso le venía contando a Marisa, por cierto, esta es Marisa, ¿no sé si te acuerdas de ella?
Levanté la cabeza, y vi a una mujer de cincuenta y tantos años, muy cerca de los sesenta si no los tenía ya, al quitarse el abrigo, vi que venía muy elegante, traje gris, pegado, medias negras y zapato de tacón negro, muy guapa o más bien llamativa, con unos kilos de más, pero todos muy bien puestos, muy poco o casi ningún maquillaje. No la conocía, o eso creía, su cara me era muy familiar, en ese momento no me recordaba a nadie
-Fany. -Jajajaja, te he ganado la apuesta Marisa, te he dicho que la PUTA de mi hermana no se iba a acordar de una VIEJA y guarra como tú.
Al sentir las palabras de mi hermana, se me vino enseguida a la cabeza quien era Marisa, y no era otra que la dependienta.
-Esther. – ¿La dependienta?…
-Marisa. -Si la misma.
-Esther. -Como, como …, ¿Qué cambio y eso?
-Marisa. -Una cosa es el trabajo y otra mi vida privada, el placer…
-Fany. -Y qué placer, jajajaja, después de irme y de comprar unas cosas para mí, también para ti PUTA, he pensado en la VIEJA, en lo bien que come el coño y me he vuelto a pasar por allí, en principio para darle las gracias, pero al hablar con ella, he preferido invitarla a comer también, la VIEJA está también buena, y es tan PUTA como la PUTA de mi hermanita, jajajaja.
Conforme iba mi hermana hablando, Marisa iba poniéndose roja y más roja, y agachando la cabeza.
-Marisa. -Bueno…, no es necesario hablarme así…
No le dio tiempo a más, le soltó un bofetón que se sintió en toda la casa, yo lo sentí en mi coño, pues me salió un chorro que mojo el suelo y todo.
-Fany. -Eres una VIEJA y una guarra, y te lo diré las veces que me salga del coño.
Os juro que jamás hubiese sospechado de la vena sádica de mi AMA, se le veía un brillo en los ojos de placer, de victoria y sobre todo de control, que ufffffffff, no asustaba, pero sí que influía respeto, y sobre todo obediencia, ah, y placer, ufffffffff, como tenía el coño nada más de observar cómo se desenvolvía mi AMA
-Marisa. -Si AMA.
-Fany. -Eso está mejor, ahora cuéntale a la PUTA de mi hermana lo que me has contado a mí.
No salía de mi asombro, como una mujer como esa, con el porte que se le veía, podía verse sometida por una mocosa como mi AMA. Aunque no hacia ni tres horas tenía una pinta de PUTA, pero….
-Marisa.-Te diré, que yo siempre visto más o menos elegante, en el sex-shop, visto de forma, digamos que comercial, al principio cuando lo abrí, vestía como ahora, pero claro, Granada no es Barcelona, aquí entraban o se asomaban a la puerta de la tienda y veían a una Señora elegante y mayor y se iban, no entraban, así que un día tomé la decisión después de hablar con una buena amiga de disfrazarme, o mejor dicho, ponerme un uniforme, y bueno, eso dio un resultado estupendo, ya no veían a una señora, veían a una guarra o algo parecido, y eso a pesar de ser una tontería, les daba confianza a todos los que entraban, y en el fondo a mí me dio intimidad, por mi tienda han pasado vecinos y hasta vecinas mías y no me han reconocido.
-Fany. -Al grano VIEJA.
-Marisa.-Perdón AMA, cuando se ha vuelto a pasar por la tienda, para darme las gracias, le he dicho que no, que se las tenía que haber dado yo, que a pesar de que no me falta sexo, jamás lo había tenido con otra mujer, solo en fantasías, que llevaba tiempo viendo películas solo de lesbianismo, lo que no sabía era que al conocernos iba a sentir lo que sentí, que cuando me dijo que tú eras su PUTA, y además su hermana, mi coño se mojó y mi mente me jugo una mala jugada, solo desee verme también en esa situación, y aún no sé cómo me atreví a ofrecerme a comerle el coño.
-Esther. – ¿Y te has ofrecido a ella?
-Fany. -Jajajaja, no PUTA no se ha ofrecido, pero la he invitado a una cerveza cuando cerrara y hablar más tranquilamente, y ha aceptado, en parte por eso hemos llegado más tarde, porque he esperado a que llegara la hora del cierre, así he aprovechado para terminar mis compras, y a las dos hemos quedado en Cisco y Tierra.
Esta parte la relato tal y como me la contó Marisa.
Nada más cerrar y cambiarme, aunque suelo tardar bastante en quitarme el maquillaje, ducharme y arreglarme, esta vez lo hice en un tiempo récord, nada más que pensar en esa joven, ufffffffff, no paraba de sentir mi coño palpitar. Entre en el bar, me fijé que ella estaba en la pequeña esquina que hay al entrar, parecía que no era la primera vez que hacía eso, o esa es la impresión que me dio, es una esquina muy pequeña, donde caben solo dos personas, además de que ni entrando de la calle puedes ver bien esa esquina, por lo que el lugar era estratégicamente fenomenal, como luego pude comprobar.
-Marisa. -Hola.
Se quedó impactada y me miraba con cara de no saber quién era, aunque solo fue un segundo.
-Fany. -Hola guarra, ufffffffff, al principio me has hecho dudar, que cambio.
Le conté lo mismo, que una cosa es el trabajo y otra mi vida…
-Fany. -Uhmmmm, no esperaba que vinieses como en la tienda guarra, ¿pero así?, ufff, tampoco.
-Marisa. – ¿Te gusta?
Nada más terminar mi frase ella se reclino un poco ante mí y sin importarle quien nos viera, me pellizco el pezón, hasta hacerme soltar un pequeño gemido de dolor, he de reconocer que también sentí como se me mojaba el coño.
-Fany. -Ama o Señora, guarra, tú solo eres una guarra, además de vieja, pero ufff, estas buena, la próxima vez hago que se la chupes al primero que entre o al camarero guarra.
-Marisa. -Perdón Señora, sinceramente, jamás me he sentido sumisa hasta hoy, he fantaseado con ser lesbiana o bisexual, pero nunca lo hice sintiéndome dominada, pero estoy confusa y terriblemente excitada.
-Fany. -Jajajaja, eres una guarra y una cerda, pero ya te iré poniendo en tu sitio vieja guarra.
No sabía el porqué, pero no podía levantar la mirada, notaba mis bragas totalmente pegadas al coño, de lo mojadas que estaban. Como una niñata, me tenía así, si le llevaba casi cuarenta años.
-Fany. -Ahora quítate las bragas vieja, a ver como son -hice intención de ir al baño- a dónde vas guarra!!!, aquí y ahora VIEJA!!!
Me puse de todos los colores, y casi me meo allí mismo.
-Marisa. -Pero….
-Fany. -Ni peros ni na vieja o te las quitas o te vas ahora mismo.
Al sentir que me echaba de su lado, sin levantar la mirada ni tan siquiera para ver si alguien me podía ver, subí un poco el vestido, metí las manos bajo el y tire de mis bragas, unas bragas verdes, mojadas, muy mojadas, sin dejar que tocaran el suelo, no es que estuviera muy sucio, pero sí que había serrín, me las saque y se las di.
-Marisa. -Aquí tiene Señora, y perdón por mi error.
Las cogió se las llevó a la nariz con toda la naturalidad del mundo, sin importarle quien la viera, las olio y para mi terror, las soltó encima de la barra.
-Fany. -Que guarra eres, están mojadas, va a ser divertido guarra, jajajaja, ¿qué vas a tomar?
-Marisa. -Una cerveza.
-Fany. -Ok, dos botellines de Alhambra, camarero, y ahora háblame de ti, porque viéndote así, no te pega tener un sex-shop guarra.
Lo que al principio no entendía, era porque al terminar cada frase me humillaba, con vieja, guarra, y hasta cerda, luego entendí que eso reafirmaba más su poder ante mí, y a mí me daba un latigazo en el coño cada vez que lo hacía, inevitablemente era suya, su guarra, su vieja, su puta o su cerda, y no podía evitarlo.
-Marisa.-Soy de Barcelona, de una familia acomodada, realmente soy abogada, y soy viuda hace ya tres años, mi marido era de aquí, cuando nos casamos nos vinimos a vivir a Granada, él que también era abogado monto un bufete, al principio empecé a ejercer con él, pero llegaron los niños, por lo que yo me dedique a ellos y como la cosa iba bien, mientras estaba en casa me dedique a comprar pisos y locales, arreglarlos y venderlos o alquilarlos, era mi vía de escape, ahora las dos están casadas, una está en Chicago y la otra en Barcelona y ya tengo tres nietos.
-Fany. – ¿Y el sex-shop, guarra?
-Marisa.-A eso iba Señora, cuando murió mi marido, mis hijas querían que me fuese con ellas, las dos se ofrecieron, y aunque los adoro a todos, a mis hijas, yernos y nietos, me encanta Granada y tengo mi vida, mis amistades y todo aquí, así que vendí la parte del bufete de mi marido y casi todos los pisos y locales, quedándome con un par de pisos, que los tengo alquilados y este local, que en su momento lo tenía alquilado y ya era un sex-shop, pero con la crisis el que lo tenía en alquiler quiso traspasar el negocio, y bueno, jajajaja, un día de vinos con mi amiga Lola, me incito a quedármelo yo, que así tendría algo que hacer, y aunque me lo dijo en broma a mí me pico, y bueno, siempre he sido sexualmente muy activa y abierta, aunque jamás engañe a mi marido, pues los dos éramos así, sí que tenía, y tengo toda clase de consoladores que usábamos muy a menudo, y alguna vez habíamos hablado del intercambio de parejas, pero jamás llegamos a ponerlo en práctica.
-Fany. -Y desde hace tres años que no te follan guarra.
-Marisa. -No Señora, he tenido algún que otro escarceo, pero no sentía, me costaba mojarme y no le digo nada correrme y al final siempre volvía a mis juguetes.
-Fany. – Hasta que llegue yo, ¿no guarra?
-Marisa. -Si Mi Señora, hasta que llego Ud., pero siguiendo con esto, al principio me daba vergüenza trabajar aquí, como tampoco había mucho movimiento llegue a pensar en cerrar, hasta que mi amiga Lola, que es muy lanzada, de más diría yo, me propuso lo del “uniforme”.
-Fany. -Jajajaja, y ¿el lesbianismo?
-Marisa. -Ufffffffff, pues este último verano, el marido de Lola no coincidía con ella en las vacaciones, nos fuimos las dos una semana a la playa, y aunque no paso nada, un día ella se fue antes al hotel y le dije que subiría para la hora de comer, pero a la media hora, necesite ir al baño y como estaba cerca del hotel, fui allí, pero al entrar lo que vi, ufffffffff.
-Fany. – ¿Qué viste guarra, a tu amiga masturbándose?
-Marisa.-Si Señora, así fue, tenía uno de mis consoladores metido en el coño y otro en el culo, estaba a cuatro patas encima de la cama, no me podía ver, así que me quede mirando como se masturbaba y después de mucho tiempo sentí como se me mojaba el coño sin tener que usar nada, cerré la puerta con cuidado y echándome en la pared, me masturbe hasta correrme, lo hice hasta antes que Lola, así que cuando empezó a chillar, a bufar y a alcanzar su orgasmo, con cuidado abrí la puerta y volví a salir, me quede en el pasillo apoyada en la puerta para recuperarme.
-Fany- ¿Y no le dijiste nada guarra?
-Marisa. -No Señora, jamás le he dicho nada, pero desde entonces cada vez que me masturbo pongo películas de lesbianismo y ufffffffff, me corro, solo con rozarme.
-Fany. -Uhmmmm, me has calentado guarra, tengo el coño, ufffffffff, necesito correrme.
-Marisa. – ¿Vamos a la tienda Señora?, yo también estoy encendida.
-Fany. -No guarra, súbete un poco la falda.
Sin saber lo que tenía pensado me subí la falda casi hasta donde empieza el encaje de las medias.
-Fany. -Vamos a ver como tienes el coño ¡¡¡cerda!!!
Y cuando esperaba que metiese su mano en mi coño, cogió su botellín de cerveza y de un golpe me lo metió en el coño.
-Marisa. -Aggggggggggggg, ufffffffff, Señora, ufffffffff.
-Fany. -Ves eres una cerda, jajajaja, sigue tú, quiero que te corras.
Casi me da algo cuando me lo dijo, solo pude obedecer y tratando que no se notara empecé a meterme y sacarme la botella del coño. Menos mal que el bar estaba lleno y había mucho ruido, gracias a donde estábamos era difícil que se dieran cuenta, la verdad es que solo el camarero podría darse cuenta.
-Marisa. -Ufffffffff, Señora, me voy a correr en seguida, aggggggggggggg, por favor Señora si sigo voy a gritar.
-Fany. -Jajajaja, eres una cerda, tu sabrás, si gritas y se dan cuenta es tu problema, eres una cerda, córrete perra.
-Marisa. -Aggggggggggggg, me corroooo, aggggggggggggg, ufffffffff, no puedo parar Señora, aggggggggggggg, me corroooooooo.
Me quede como muerta, el correrme y no poder gritar, ufffffffff, hace que el orgasmo sea más fuerte e intenso.
-Fany. -Sácate la botella cerda.
Tire de la botella, y sonó como cuando descorchas una botella de cava.
-Marisa. -Ufffffffff, gracias Señora, ufffffffff, aun me tiemblan las piernas, ¿puedo ir al baño a orinar y limpiarme?
-Fany. -Eres una cerda, no tienes que ir a ningún sitio.
Esta vez cogió el otro botellín que aún le quedaba un poco de cerveza y mirándome a los ojos, con una sonrisa de …, bueno de sádica, me la volvió a meter en el coño.
-Fany. -Meate en la botella cerda.
-Marisa. – ¿Queeeeeeeeeeeeeee?
-Fany. – ¿Eres sorda?, no me hagas repetir las cosas guarra, la próxima vez me voy, no voy a aguantar a una vieja asquerosa como tú.
Baje la cabeza, no sin ver en su cara la victoria dibujada al ver que lo iba a hacer. Metí las manos debajo de mi falda y como pude me puse a mear en la botella, no pude evitar sentir como parte de mi meada me resbalaba por los muslos y otra parte goteaba directamente en el suelo.
-Marisa. -Me corroooo, Señora me corro otra vez, aggggggggggggg, ufffffffff, soy una cerda Ama, soy su Cerda.
Aun no sé cómo nadie se dio cuenta, o por lo menos eso creo yo, como pude me rehíce, fui a soltar el botellín en la barra….
-Fany. -Donde vas guarra, ¿Qué quieres que se den cuenta lo guarra que eres?
-Marisa. – ¿Qué hago Señora?
-Fany. -Bébetelo CERDA.
Me estremecí entera, hasta me vino una arcada nada más que pensarlo, pero no me atreví a protestar y mucho menos a desobedecer, haciendo de tripas corazón, me lo bebí, de un trago y sin respirar. Cuando peor me trataba más me mojaba.
-Marisa. -Ya esta Señora.
-Fany. -Estoy excitada cerda, pero esperare a llegar a casa, o por lo menos lo intentare, jajajaja, como me lo voy a pasar con la PUTA de mi hermana y con la VIEJA CERDA, camarero otros dos botellines.
Ya me había recuperado, seguía mojada como la cerda que era, sí era su cerda.
-Marisa. – ¿Puedo hacerle una pregunta Señora?
-Fany. -Si, por ahora puedes.
-Marisa. – ¿Desde cuándo es Ud., Ama?
-Fany. -Desde hace unos años, ya te contare como empecé, fue con un sumiso, y sinceramente tengo poca práctica, pero si mucha teoría, se lo que soy desde los catorce años, he leído y chateado mucho sobre el tema, y todo me sale natural, desde dominar a la PUTA de mi hermana, cosa que ya tenía planeado hace tiempo, aunque no se había dado la ocasión hasta anoche, hasta ver que tú eres una CERDA. Soy una DIOSA, vuestra DIOSA, y si me queréis adorar, me tenéis que entregar vuestras vida.
-Marisa. -Ufffffffff, Señora eso, eso no se….
-Fany. -Aun eres libre, me voy a casa, voy a coger un taxi, si me sigues pasaras a ser mi ESCLAVA, MI CERDA ESCLAVA, paga y quédate si quieres yo me voy.
Todo paso por mi mente… bueno en cualquier momento podré dejarla…, que ilusa, no podía estar más equivocada, no volvería a ser Marisa nunca más, siempre sería su CERDA, aún no lo sabía, o sí.
-Marisa. -Voy con Ud., Señora.
-Fany. -Jajajaja, no lo he dudado CERDA, anda vamos.
Me encendía, me sacaba de quicio su prepotencia, pero…, ufff, estaba chorreando y además era incapaz de desobedecerla, ¿por qué?, ¿por qué a mí? La seguí como un perro o una perra sigue a su Ama hasta la parada de taxis, lo cogimos le dio la dirección al taxista y no me dirigió la palabra hasta que entramos en su casa.
-Fany. -Paga al taxista, jajajaja, te apuesto lo que quieras a que mi hermana no te reconoce.
Pagué al taxista y fui tras ella hasta entrar en su casa…
Vuelvo a retomar yo los acontecimientos de mi casa.
-Esther. -Ufffffffff, ¿con que ya tenía pensado someterme?
-Fany. -Ya hablaremos PUTA, ahora vengo excitadísima, así que tú vete a poner la mesa, y tu VIEJA CERDA a cuatro patas y sígueme al sofá.
Me quede mirando como Marisa se puso a cuatro patas y siguió a mi hermana, perdón, a mi Ama.
Conforme iba andando se quitó la falda, quedándose con las botas y las medias, y tirándose en el sofá abrió las piernas
-Fany. -Chupa perra, quiero correrme, estoy chorreando solo de ver lo CERDA, que eres, aggggggggggggg.
Marisa se acercó y empezó a comerle el coño…….
CONTINUARA
Soy Amo, y me encanta la dominación, sobre todo me gusta tener, someter y humillar a parejas, también a quien se quiera iniciar.
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