Estaba pensando que forma podría salvarle el pellejo a mi hermana después de habérmela beneficiado (con virginidad incluida), estaba en eso cuando escuche el timbre de la casa.
Mi hermana aún estaba en la ducha, así es que me correspondió el honor de abrirle la puerta a nuestro invitado. – Erick, pareces sorprendido? -No… No, no es nada, es que no esperaba encontrarte aquí, tu hermana me llamo y me dijo que tenía que hablar de algo urgente conmigo, así es que creí que se trataba de una emergencia. No pasa nada malo, verdad? -No hombre, para nada! Pasa adelante, ella se está duchando, pero ya casi viene. Yo solo recojo algunas cosas y los dejo solos, ok? -Ok, contestó.
Erick era un tipo normalito, educado y con un buen trabajo. Aunque no tenía dinero estaba en camino de conseguirlo, así es que en definitiva era un buen partido para mi hermana, lo cual hacia que me entraran unos celos cabrones con solo verlo, pero tenía que disimular, al menos por esta vez.
Lo hice pasar a la sala y lo deje viendo televisión, mientras yo iba a ver por qué mi hermana se demoraba tanto.
Ella se había puesto un top blanco (bien ajustado) y una minifalda azul de algodón, con lo cual, con solo verla mi pene se alzó en pie de guerra. -Vaya, vaya! A tu novio le va a dar un infarto con solo verte! -Bueno, mientras me duchaba estaba pensando en lo que pasó hace un rato entre nosotros, y la verdad es que si quiero que él piense que va a ser el primero, lo voy a hacer sentir de una manera especial, no te parece?
Mi hermana me tenía anonadado con esta nueva actitud, pero en el fondo, creo que ella tenía razón, después de todo, al final el tipo pensaba que se estaba casando con una virgen y había esperado por tanto tiempo, que eso era lo menos que ella podía darle. -Tienes razón, hermanita, ve con él, que yo te ayudare en lo que pueda… -Como? Me interrumpió ella. -No, nada, digo que si me ocupas para algo, estaré por aquí. Por poco y me traiciona mi boca, estuve a punto de decirle a mi hermana de mis poderes, por suerte recapacite a tiempo. -Gracias, Ernesto, lo tendré en cuenta, pero creo que lo que sigue me toca a mí. En cuanto a nosotros dos, después tendremos que hablar, lo sabes, verdad? -Sí, ya lo creo que sí.
Después se terminó de peinar, me dio un beso en los labios que me estremeció y me dejó solo con mis pensamientos. Parecía que mi hermana se iba a entregar a su novio de años, por su propia voluntad, o al menos estaba resignada a ello. Por supuesto que yo tenía otros planes para esa velada, después de todo, tendríamos como 2 horas de tiempo antes de que mamá regresara de su trabajo. Me acerque de puntillas a la sala y ella ya estaba lanzada besándolo con mucha pasión y él, que era muy tranquilo solo decía: -Estas loca? tu hermano puede venir en cualquier momento y de seguro me partiría la cara si me ve en esta situación contigo… -… bésame amor… por favor… mmmmmm! -Lucia, por favor contrólate, mira que me estas poniendo como un tren y después no sé si podré detenerme… Y ella exclamó con toda decisión: -Y quien te ha dicho que quiero que te detengas?
Eso lo volvió loco, parece que se olvidó de todo recato, del lugar donde estaba, de su cuñado y de todo lo demás. Estaba concentrado en acariciar a mi hermana por encima del top, pero no se animaba a quitárselo, mi hermana por su parte ya le había quitado su camisa y se le estaba desabrochando el cinturón, sin dejar de besarlo ni por un instante. Parecía realmente excitada, nunca la habría imaginado de esa forma.
Todo parecía ir tan perfectamente que no veía el momento de usar mis poderes, además no sabía cómo funcionaría el asunto tratando de dominar a dos personas a la vez, nunca antes lo había intentado, pero como en todo, siempre hay una primera vez.
A esas alturas Erick ya estaba desnudo, pero mi hermana todavía tenía puesta la minifalda. Mi cuñado solo había atinado a quitarle el top y el sostén y se entretenía con esas tetas deliciosas, las besaba, las chupaba, las mordía, las volvía a chupar, y eso le encantaba a mi hermana, pues cada vez sus gemidos eran más altos, ya casi gritaba. MMMMM, así, que rico! MMMMM…
Yo ya me había quitado mi ropa y sigilosamente me había acercado hacia la cocina desde donde podía ver sin ser visto, al menos no quería ser descubierto todavía.
Mi mano se agitaba sobre mi miembro, estaba presenciando una escena súper caliente por primera vez en mi vida, y además a dos metros de distancia de donde me encontraba. Baje un poco el ritmo de mi pajeada, no quería terminar todavía.
Lucia recostó a su novio en el sillón grande y le empezó a besar el pecho, lo besaba y lo acariciaba, besaba y acariciaba cada pulgada de piel disponible. El solo gemía de gusto y trataba, como podía, de juguetear con sus pechos.
Ella bajo aún más y se encontró con los vellos de su vientre, empezó a jugar con ellos, los acariciaba con sus dedos, los peinaba, los despeinaba, los volvía a peinar, pero no se acercaba a su miembro que parecía que iba a reventar: LO ESTABA VOLVIENDO LOCO!
Y A MI TAMBIEN! ESA VISION ERA ESPECTACULAR! Mi hermana en topless, con una minifalda muy cortita y una bragas diminutas (o era una tanga), agachada de espaldas a mí, acariciando a su novio, Guau!.
Cerré mis ojos por un momento para disfrutar por un instante de mi paja, y al abrirlos me di cuenta que la perra le estaba haciendo una mamada de campeonato! Ay mama mía! Como quería estar en el pellejo de ese imbécil. Tenía que hacer algo, yo quería participar también, el riesgo era muy grande, pero mis instintos animales me estaban ganando la partida. Así es que lo intenté.
Mientras ella se la estaba mamando a Erick, y éste tenía los ojos cerrados por el placer, me acerqué sigilosamente por detrás de ella y sin darle tiempo a pensar le ordené mentalmente «tranquila, no te des vuelta»
Acto seguido aproveché para correrle hacia un lado su minúsculo bikini y sin más, la penetré! Ella dio un respingó y detuvo la mamada que le estaba haciendo a su novio, pero no se dio vuelta. Entonces le envié otra orden: «Sigue mamándosela, pero ahora más fuerte». Ella continuó, pero acelero el ritmo. Erick exclamó: -Amor, detente un poco, ya casi me vengo… ah! ah! ah! ah!, ella por supuesto que no le hizo caso. Entonces decidí probar: «Erick, tómala de los cabellos y hazla que baje el ritmo, y sobre todo, no abras tus ojos!». Esa era la prueba de fuego! y saben qué? para mi asombro: FUNCIONO!
Erick la tomo de los cabellos e intentaba bajarle el ritmo de su mamada, y ella como yo le había ordenado lo contrario, trataba de sacarse de sus manos y darle el mismo ritmo que tenía antes. Por mi parte, aproveché el forcejeo para empezar un mete saca de campeonato: la sacaba hasta que casi se salía en su totalidad para luego metérsela violentamente, que delicia. Poco a poco fui acelerando el ritmo, pero tenía que tener cuidado para no correrme dentro de ella, o si no estaría en grandes problemas.
Mi hermana no terminaba de salir de su asombro por lo que estaba sucediendo y mientras con una mano forcejeaba con su novio, con la otra trataba de empujarme hacia atrás, para que me saliera de ella. Al principio estaba realmente desesperada, pero poco a poco, parecía tomarle gusto a la situación, pues termino por mover su mano entre sus piernas y empezó a acariciarme las pelotas y mi verga, cuando me salía de su cuevita maravillosa. Eso era demasiado, decidí que era el turno de Erick, así es que me aparte de ella bruscamente, ella trató de buscarme con su cuerpo, se movió hacia atrás como una serpiente tratando de que la clavara otra vez, pero esa no era mi intención.
Le ordené a mi hermana: «Cabálgalo, y en cuanto sientas su verga entrar empezaras a gritar como loca y le dirás que sientes dolor, cuando en realidad es placer lo que sentirás! Cuando Erick termine, actuaras normal». Ahora venía lo bueno.
Cuando mi hermana intentaba levantarse, Erick le trataba de sostener su cabeza, tal y como yo se lo había ordenado, entonces le dije a él: «Erick, suéltala! Cuanto más dolor sienta Lucia, tu sentirás más placer, no te detendrás hasta que eyacules dentro de ella, entonces podrás abrir tus ojos, y volverás a tener tu autocontrol».
Cuando Erick la soltó, ella inmediatamente se acomodó para cabalgarlo y de una sola estocada se penetró! Guau!, que visión! Era su segunda cabalgata del día, primero conmigo y ahora con su novio.
En cuanto se penetró, empezaron los gritos de dolor (placer) de mi hermana: -Ay, ay, ay, me duele, me duele, me partes… -Toma maldita, esto es lo que te mereces por provocarme, hace mucho tiempo que te quería tener así, que riiicooooo!!!… Erick la estaba tomando como un poseso, a cada grito de dolor de mi hermana, él aullaba de gusto. Me imaginé que él no podría aguantar mucho más, así es que me aleje nuevamente hacia mi escondite en la cocina, para disfrutar del desenlace.
Efectivamente, no había yo terminado de acomodarme en mi escondite cuando los gritos de placer de Erick se oyeron en toda la casa como un huracán, y acto seguido, todo volvió a la calma.
Me asomé con mucho cuidado, el corazón se me quería salir de mi pecho, era tal la excitación y el miedo que sentía! Los dos estaban quietos, ella encima de él, los dos se veían fijamente a los ojos. En los de ella, el dolor había sido transformado por placer puro y sincero, ese que solo los que hacen el amor estando enamorados conocen. Los de él también mostraban un cambio, de parecer los ojos de un maniático sexual en pleno goce, pasaron a expresar un pesar y un remordimiento que hasta a mí me conmovieron. Así pasaron varios segundos (que a mí me parecieron horas) hasta que Erick exclamo: -Lucia, mi amor, lo siento tanto, he sido tan desconsiderado contigo, yo siempre había querido que nuestra primera vez fuera muy especial, que vieras que yo no soy un macho más, que de verdad quería que sintieras placer y que es lo que hago cuando tengo la primera oportunidad: me convierto en una bestia y prácticamente te violo. Lucia, perdóname, por favor. Yo… yo no sé qué me paso te lo juro!
Mi hermana, que estaba aún un poco confundida con todo esto, le dijo que no importaba, que lo amaba y que si él la amaba que todo lo demás se podía arreglar. -Me siento de verdad mal, no hice caso a tus gritos de dolor, más bien eso me animo a sentir más placer. Perdóname, pero disfrute viéndote sufrir.
Entonces ella tomó el control de la situación y le dijo: -Prométeme que no volverá a suceder jamás! Nunca! Erick, titubeando solo atinó a decir: Sí amor, lo prometo. -No te escuché desgraciado! Habla como el hombre que me estaba sometiendo! Vamos, que esperas?!!! -Sí amor, lo prometo! dijo Erick levantando su voz. -Eso espero, desde ahora eres mi esclavo personal, me obedecerás en todo, harás todo lo que yo te diga, me entendiste? -Sí, mi amor.
Al oír esto no supe que pensar, tendría también mi hermana poderes como los míos? O solo se estaba aprovechando de la situación y el sentimiento de culpa de su novio.
A decir verdad, no quise averiguarlo en ese momento, prudentemente tome mi ropa y me dirigí hacia mi habitación, Cuando iba de camino, empecé a escuchar los gritos de placer de mi hermana, me detuve un instante pensando en devolverme, he hice lo que cualquiera de ustedes hubiera hecho en mi lugar, me encerré en mi cuarto y me estuve pajeando hasta que me salieron callos en mis manos.
Después de todo, lo importante es que sí habría boda y mi hermana ya había tenido su regalo, y por partida doble! Felicidades hermanita!