Para agrandar mas este relato quiero comentarles que me agrado recibir correo relacionado con mi primera narracion, por lo que decidí enviar esta segunda entrega.
Mis amigas y yo hemos tenido desde muy jóvenes mucha confianza y nos hemos platicado muchas cosas, es de sobra decir que siempre hemos sido bien calientes en nuestras pláticas.
Hoy les narrare como Liz se descaro y me pidió que le quitara el defecto de ser virgen.
Solíamos sentarnos en la parte trasera de la escuela en la que estudiábamos derecho, ahí fundamos el «Club de los Pecadores», para entrar deberíamos contar alguna anécdota sexual donde nos hubiéramos arrepentido, yo era el más «arrepentido» y me acuerdo perfectamente sus caras cuando les platicaba mis fantasías con mujeres, un morbo enorme de conocer del sexo se reflejaba en ellas.
A la sazón teníamos alrededor de 18 años ellas y yo 23, me gustaba mucho que me rodearan y platicarles de mis fantasías acerca del sexo oral que me fascina, y fue ahí donde le moví o desperté el libido a Liz, según me confesó después.
Yo vivía en un departamento pequeño de tres recamaras con otro amigo igual de caliente que yo, esa vez mi compañero de cuarto se había ido a su natal Valles, y me dejo algunas cervezas en el refrigerador (nevera), como ese dia era sabado me dispuse a ver television un rato para luego esperar a que alguien pasara por mi para irnos a divertir, empecé por abrir una cerveza que me hizo relajarme bastante.
De repente sonó mi puerta y me extraño pues era alrededor de mediodía y casi nadie llegaba a esa hora.
Al abrir la pequeña ventana que tiene la puerta me encontré con Liz, quien sonriendo me mostró un Six de cerveza, estoy seguro que la sorprendí con mi cara porque me dijo: Empecemos temprano para dormirnos temprano.
Solo le sonreí y abrí la puerta.
Traia un pantalon de mezclilla y una blusa sin escote, de hecho no es exuberante, pero tiene cada cosa puesta en su lugar y como debe de ser, con un trasero bastante firme y con forma femenina muy exitante, bueno, el caso es que nos pusimos a platicar cosas sin importancia y se fue haciendo más tarde.
A medida que consumiamos la cerveza la plática se tornó más caliente como siempre pasaba. Me soltó de golpe que quería hacer el amor conmigo y que le enseñara a ser una mujer completa.
Me quedé helado, a pesar de que éramos muy abiertos de mente, no es lo mismo llevar las cosas a los hechos.
Comencé a besarla sin mucha pasión para saber si sabía lo que hacía.
Me aparto para verme a los ojos y se bajó lentamente para empezar a desabrochar mi pantalon, ahi supe que ya sabia lo que queria hacer, empezo a darme unas chupadas suaves y luego empezó a gemir con cada tragada que se daba.
Oírla me puso muy caliente, y me sentía venir, pero al darse cuenta me pidió que le hiciera el amor…
Saben, alguna vez han succionado los jugos de una hembra virgen? son más suaves sin ese olor y sabor de las más maduras, le di un delicioso sexo oral para ponerla a punto de hervir y darle lo que ansiaba.
Después de darle una buena chupada y a punto de venirse me detuve, y la lleve a mi cama, en ese preciso momento empezó a llover afuera y se desató una tormenta de agua y viento igual a la que estábamos creando en mi cama.
Suavemente la posei, ella solo sentía mis embates sin llegar al extremo, quise ser tierno en su primera vez y se lo hice saber.
Después de que terminamos, le pregunté que le había parecido, y me dijo que esperaba mas dolor pero que no esperaba sentir placer en su primera vez.
Seguimos bebiendo cerveza y de súbito me volvió a dar unas mamadas hasta que me volvi a venir en su boca..y lo saboreo.