Este verano, con mi madre

Como contaba en el relato anterior, los últimos meses habían estado para mi llenos de fantasías, aunque no había conseguido nada importante.

Andaba como loco intentando escuchar a mis padres en sus momentos íntimos, o intentando conseguir sus braguitas usadas, lo cual era muy complicado ya que solían ir directas a la lavadora, aunque en alguna ocasión me había encontrado con alguna, las olía y me masturbaba muy a gusto.

En ocasiones también curioseaba en los armarios y cajones de su habitación intentando encontrar algo excitante, pero no revolvía mucho porque si desordenaba algo se darían cuenta enseguida.

El caso es que llegaron las vacaciones y yo decidido a intentar al menos repetir lo del pasado año.

Para ello lo primero era tratar de pasar el máximo de tiempo posible con ella en casa, así que para que no se extrañaran les dije que la mayoría de mis amigos iban a estar de viaje casi todas las vacaciones, así que no podría ir a la ciudad tanto como antes y me esperaban unas vacaciones de lo mas aburridas en la casa de campo.

Así llego la primera tarde solito con ella, ya que por las mañanas a veces venia el servicio a hacer la limpieza.

Recuerdo que ese día hacia muchísimo calor, decidí anticiparme y me fui yo primero a la piscina, me di un baño y me tumbe a leer, esperando a que ella apareciera, impaciente y nervioso.

Un rato después llego, llevaba puestas las dos piezas del bikini, y la melena mojada y recogida. Su cuerpo estaba igual de delicioso que el pasado año.

Sin mas se dio un baño en la piscina, salió, se puso crema y se tumbo a tomar el sol, mientras leía una revista.

Esto hizo que me llevara una pequeña desilusión, pero decidí que si quería llegar a algo tenia que armarme de valor y hacer caso de tantos consejos que me dieron a través del e-mail, y cuanto antes me decidiera, mejor, así que me atreví a introducir el tema y le pregunte:

-Mami, como es que ya no tomas el sol como el año pasado?

+Y como lo tomaba el año pasado?, me contesto,

yo en ese momento ya me moría de la vergüenza, pero decidí no dar un paso atras y le dije:

-Pues con menos ropa, ¿recuerdas lo bien que te sentaba el bronceado?

+Ah, si, cariño, tienes razón, lo que ocurre es que hoy hace demasiado sol, y esas zonas están muy blanquitas y son muy delicadas, ya sabes; así que es mejor ir bronceándolas poco a poco al principio, en los días de menos sol o al atardecer o amanecer, para que vayan tomando un poquito de color y ya estén mas protegidas para empezar a tomarlo a todas horas.

-Aaah, entiendo…

Así que ese primer día no fue como yo hubiera deseado, pero al menos seguía teniendo esperanzas y me sentía bien porque había sido valiente para introducir el tema y no lo había estropeado.

Luego llego el fin de semana, con mi padre en casa, así que no hubo nada que hacer, y lunes y martes me llamaron mis amigos para que fuera a la ciudad, un día al cine y el otro a jugar un partido de futbol, y para no levantar sospechas tuve que aceptar e ir.

Llego el tercer día, por la mañana mi madre se fue de compras con mi tía, y yo me quede en casa. Luego ella volvía con mi tía, la había invitado a comer, comimos los 3 hasta que mi tía se tuvo que ir, me quede un rato viendo la tele, hasta que ella para mi sorpresa me dijo:

– Cariño, hoy hace un día estupendo, me voy a dar un baño y a tomar el sol, ¿hoy no me acompañas?

+ Si, claro, voy para allá.

Yo solo llevaba una camiseta, unas chanclas y el bañador, asi que no tenia que cambiarme. Sali de casa y me zambullí en la piscina, quedándome un rato nadando.

Al rato llego ella, llevaba puesto un vestido veraniego, se lo quito y me quede alucinado, por debajo tan solo llevaba el tanguita amarillo del pasado año; al fin pude volver a admirar sus preciosas tetas, al igual que su delicioso culo, estaba preciosa, a pesar de no estar aun con la piel muy bronceada.

Toda esa escena la contemple desde la piscina. Ella se sentó en la tumbona y comenzó a darse crema por todo su cuerpo, mientras me decia:

– ¿Qué tal me veo? ya estoy como el año pasado, dispuesta a aprovechar todo este rico sol. Entonces yo salí de la piscina y me tumbe cerca de ella. El bañador que yo llevaba era bastante amplio, casi hasta la rodilla, así que disimulaba un poco mi semierección. En ese momento decidí continuar con mi estrategia y tomar yo la iniciativa para dar un paso mas. Saque la valentía de donde pude y le dije:

– A mi también me gustaría aprovechar mejor el sol, ¿puedo quitarme el bañador?

+ Claro que si, cariño, ponte cómodo, como tu quieras. Así que me lo quite, mostrando mi pene en semierección, había dado un paso mas y con llegar hasta allí ese día ya era suficiente, había tiempo para seguir progresando. Ella también me dijo:

– Pero ten cuidado, estas muy blanco por ahí y te podrías quemar, así que ponte crema protectora en el trasero y también por delante, son zonas muy delicadas…

No había contado con que tendría que hacer eso, cuando me pase la crema por el pene, este comenzó a endurecerse mas, creo que ella se dio cuenta y se sonrió un poco, parecía divertida con todo aquello. De pronto se levanto y dijo:

– Bueno, es justo que estemos en igualdad de condiciones. Y tras decir eso se quito su tanguita. De nuevo tenia ante mis ojos su hermoso coñito casi libre de pelos. Esta visión ya fue mas de lo que mi pobre pene podía soportar, y al instante se puso completamente erecto, lo cual hizo que me diera un ataque de vergüenza y pensara en marcharme rápidamente al baño para aliviarme, al igual que había hecho el verano anterior, pero lo pensé mejor y recordé el consejo que mas me habían repetido mis amigos de internet, me habían dicho que lo mejor es que fuera atrevido y observara su reacción, así que me quede allí tomando el sol como si nada hubiera pasado.

Mi madre echaba miraditas a mi pene y no paraba de sonreírse pícaramente, pensé que tenia que decirle algo y lo hice:

– Mami, de que te ríes?

+ De nada, cariño, de nada…

Esa respuesta no me ayudo, pero intente mantener la conversación como fuese:

– ¿Cómo que de nada? venga, dímelo, deja de tomarme el pelo…

+ Bueno, pues me rio de…de como se te ha puesto la cosita, jijiji

– Eh? ah, pues es verdad, lo siento, yo…

+ No, si no lo sientas, en realidad supongo que ha sido culpa mía por haberme visto así, quizás debería taparme…

No supe que decir, afortunadamente, ella continuo hablando:

+ O quizás deberías ir dentro para aliviarte un poquito…

Armándome de valor, le conteste:

– Bueno, a mi me gustaría mas que me aliviaras tu igual que hiciste el año pasado, ya que eres la culpable, creo que es lo mas justo…

+ Ah, conque es eso, te gusto lo del año pasado, verdad?

– Mucho.

+ Y te gustaría repetir, eh?

– Si, claro.

+ Bueno, pues entonces yo te ayudare, no puedo dejarte así, pero mejor vamos dentro…

Se levanto, me tomo de la mano y me llevo a la casa, yo iba como en una nube, como en un sueño, me dejaba llevar pero no me podía creer lo que me estaba pasando.

Al entrar fuimos a la cocina, me dijo que me sentara en una silla y ella se quedo de pie delante mía.

– Te gusta mucho mi cuerpo, cariño?

+ Si, me gusta muchísimo

Y empezó a acariciarse un poco los pechos.

– Cual es la parte que mas te gusta? las tetas?

+ Son muy ricas, pero lo que mas me gusta de todo es tu culo.

– Ah, lo tengo bonito, verdad? pues aprovecha para verlo de cerca…

Y dándose la vuelta se puso a menear el culo delante de mi cara. Yo estaba a punto de estallar, y comencé a acariciarme el pene tímidamente.

– Bueno, veo que no vas a poder resistir, a ver cariño, déjame hacer a mi…

Se agacho delante mía y tomo mi pene en sus manos, le puso crema solar y empezó a acariciarlo muy suavemente, pasándoselo por sus pechos, yo estaba que me moría del gusto, y enseguida me corrí.

Ella me limpio y me dijo que fuéramos a la sala de estar, para hablar tranquilamente:

– Bueno, ahora que ya estas mas calmado vamos a hablar de esto.

Yo comprendo muy bien que en la edad que estas estarás continuamente excitado y te masturbaras muy a menudo, es natural, y como he sido yo la causa de tu excitación he querido ayudarte un poquito.

Dime una cosa, ¿tienes o has tenido novia?

+ Pues no…ni una cosa ni la otra, nunca he estado con una chica, ni había visto ninguna desnuda en vivo, aparte de ti.

– Claro, es normal que las chicas de tu edad no se dejen tener relaciones sexuales, y comprendo que además de tu excitación la curiosidad que tienes sobre estos temas será enorme, pero yo voy a intentar ayudarte.

+ Ayudarme? como?

– Pues enseñándote todo lo que debes saber sobre sexo, para que con las chicas que estés te comportes como todo un experto. Sabes mucho sobre este tema?

+ No mucho, la verdad, casi nada, solo lo que he leído en algunos libros.

– Bueno, pues conmigo aprenderás mas cosas.

+ Que cosas?

– Por ejemplo, como tienen relaciones un hombre y una mujer, para ello se me ha ocurrido una idea, la próxima vez que haga el amor con tu padre dejare la puerta ligeramente entreabierta, y a el le diré que te acostaste algo enfermo y duermes profundamente, así si quieres podrás venir a espiarnos e incluso masturbarte mientras nos observas. Al día siguiente podrás preguntarme lo que quieras sobre lo que has visto, creo que será una buena lección, ¿Qué te parece?

+ Pues me parece genial…

– Bien, entonces lo haremos mañana por la noche, pero puede que el este algo cansado y no le apetezca hacerlo, para avisarte, cuando empecemos a hacerlo soltare algún gemido un poco fuerte, ¿de acuerdo?

+ De acuerdo…

– Vale, pero recuerda una cosa sobre todo, nada de hablar de esto con nadie, me oyes, con nadie.

+ Prometido, no le diré nada a nadie.

– Así me gusta…vaya! parece que te has puesto otra vez a punto!

+ Es que al estar así juntos y desnudos me he vuelto a excitar y…

– Bueno, no digas mas, hoy es tu día de suerte, vamos al baño para que vuelva a hacerte las caricias que tanto te gustan…

En el baño me volvió a masturbar maravillosamente, luego nos duchamos cada uno por su lado, yo tenia la cabeza como un bombo, solo de pensar en lo que me esperaba al día siguiente. Por la noche con tal motivo me masturbe varias veces. El siguiente día me lo pase con gran impaciencia pensando en lo que me esperaba en la noche. Me fui a acostar temprano con la excusa de que no me encontraba muy bien, deje la puerta de mi habitación abierta y permanecía alerta para poder oír la señal convenida, a pesar de que nuestras habitaciones están bastante lejanas.

Finalmente ya de madrugada pude oír un fuerte suspiro procedente de la habitación de mis padres, cogí unas tiras de papel higiénico que me había guardado y para no hacer ruido me dirigí hacia allí muy despacio y gateando.

Cuando mas cerca estaba mas oía el ruido de respiraciones aceleradas, susurros y el sonido de algo que parecían besos, además del sonido de mi propio corazón, que me latía a mil por hora. Finalmente llegue a su puerta, y me quede de rodillas frente a ella. Como habíamos convenido había dejado una pequeña apertura en la puerta, suficiente para ver la cama, también advertí que a pesar de estar las luces apagadas, había dejado las persianas algo subidas, así que entraba algo de luz del exterior.

Como mis ojos todavía no se habían acostumbrado, solo podía distinguir sombras en movimiento, pero al final pude ver la escena mas claramente:

mi madre estaba tumbada boca arriba con las piernas abiertas, mientras mi padre estaba encima de ella y se movía entre sus piernas sin parar, de vez en cuando la besaba o chupaba sus pezones, ella acariciaba su espalda y su trasero, y a veces lo rodeaba con sus piernas. Estuvieron así un ratito, luego el se salió y pude ver su pene erecto, bastante mas grande que el mío, se puso de rodillas en la cama, ella se incorporo y se lo metió en la boca; pude oír como el susurraba cosas como «así, chúpala todita» o «sigue, putita mía».

Luego ella se la saco de la boca, y el se corrió sobre sus tetas. Pensaba que allí terminaba la sesión, pero tras descansar unos segundos siguieron abrazándose y besándose, ella se puso en 4 patas, y el por detrás metió la cabeza entre sus piernas y entre sus nalgas, parecía que se la estaba comiendo, y ella parecía que se volvía loca.

De vez en cuando me parecía que ella miraba hacia la puerta, sonreía, sacaba la lengua y la pasaba por sus labios. No hace falta decir que yo en ese momento ya estaba a 100, lo tenia durísimo, así que empecé a tocarme, estaba tan excitado que me corrí enseguida, intentando guardar silencio.

Me limpie con el papel higiénico y me dispuse a contemplar el final de la sesión: mi padre había dejado de lamer a mi mami y su miembro volvía a estar erecto, tomo una botellita que parecía contener una especie de aceite, y esparció su contenido entre las nalgas de ella; luego con sus manos empezó a esparcirlo y a masajearla, en esa posición le metió el pene y empezó a moverse, primero despacio, y luego mas rápido, ella gemía y sollozaba ahogadamente, tras unas cuantas embestidas me pareció que el se corrió, se abrazaron y quedaron rendidos en la cama. Entendí que la sesión había terminando, así que me fui tan sigilosamente como llegue, y en cama tuve que pajearme una vez mas antes de quedarme dormido.

A la mañana siguiente cuando me levante mi padre ya se había marchado al trabajo, fui a la cocina y allí estaba mi mami, llevaba una camiseta larga que le cubría casi hasta las rodillas, me dio un beso y empezó a prepararme el desayuno mientras hablábamos:

– Que tal, cariño, viste la sesión de anoche?

+ Si, si que pude verla.

– Aja, y que te pareció?

+ Increíble, no podía creerme lo que veía

– Jajaja, así que se te puso muy dura, eh pillín?

+ Pues si, tuve que aliviarme allí mismo…

– Bueno, ahora ya sabes algo mas sobre sexo, si tienes alguna pregunta…

+ Bueno, creo que lo entendí todo, aunque lo que hicisteis al final, lo del aceite y todo eso…

– Ah, si, estábamos practicando sexo anal, a tu papi le vuelve loco.

+ Como? sexo anal?

– Si, ya sabes, anal…por el ano.

+ Quieres decir por…?

– Si, por el culo, básicamente se introduce el pene por el culo.

+ Vaya….por donde sale la caca?

– Jajajaja, si, eso es, exacto.

+ Que raro…y da gusto por ahí?

– Bueno, es diferente, a los hombres en general les da mucho gusto, para las mujeres es un placer muy especial, ya que al principio puede doler un poco.

+ Ya, claro, por eso lo del aceite…

– Si, pero bueno, eso es algo que de momento no debe interesarte demasiado, ya que lo suelen hacer las parejas mas veteranas, tras haber probado otras cosas. Requiere de mucha paciencia, mucha practica y cuidado.

+ Entiendo. Bueno, tengo que ir al baño…

– Jaja, ya veo, te habrás excitado al recordarlo, adelante, alíviate

+ Me gustaría que me ayudaras…

– Ahora no puedo, pero pórtate bien y en otra ocasión te ayudare. Me masturbe a gusto, luego mi madre se tuvo que ir y me quede solo. Estaba confuso por el giro que había tomado la relación, no sabia que seria lo siguiente, pero tenia que intentar dar otro paso adelante. Al día siguiente volvimos a quedarnos en la piscina, esta vez me desnude sin decir nada, y al llegar ella y verme hizo lo mismo. Yo ya miraba su cuerpo descaradamente buscando mi excitación, cuando estuve listo me levante y le dije:

– Mami, ayúdame, por favor…

+ Vaya, ya estas otra vez, esta bien, vamos dentro…

Esta vez fuimos al baño, me senté en el wáter y ella empezó como la otra vez, solo que en esta ocasión decidí de nuevo tomar la iniciativa, y mientras me acariciaba le toque los pechos, ella se extraño un poco y paro de acariciarme.

– Cariño, no debes tocar, al menos de momento, confórmate con lo que tienes…

+ Pero es que no puedo resistirme, después de lo del otro día me gustaría que me enseñaras mas cosas, pasar a una nueva lección

– Que lección?

+ Pues no se, una lección mas practica…

– Ya veo, te gustaría llegar hasta el final, eh?

Asentí.

– Bueno, yo dije que te enseñaría todo sobre el sexo y te convertiría un experto, supongo que es hora de dar un paso mas…

Se quedo pensativa.

– Pero no aquí ni así, vamos a hacer las cosas bien. Acábate la paja tu solo, yo me vuelvo a la piscina y ya te contare lo que vamos a hacer, pero te aseguro que quedaras satisfecho.

Por ese día se acabo el tema, pero al siguiente nos quedamos solos y…

– Ya he pensado sobre tu próxima lección

+ Ah si?

– Si, y te aseguro que será mucho mas de lo que hayas soñado, vamos a hacer las cosas con calma y bien, será una noche para nosotros solitos…

+ Como???

– Lo que oyes, tu padre dentro de unos días tiene que viajar, volverá a tiempo para quedarse a dormir en la ciudad, pero no le dará tiempo a venir a la casa de campo, y yo le diré que me encuentro mal y tengo que quedarme aquí (he de aclarar que en vacaciones, las noches que mi padre no puede dormir en la casa de campo solemos ir nosotros a dormir al piso de la ciudad para que no se quede solo).

– Esa será nuestra noche, pero hasta entonces no me pidas nada mas, y por las tardes vete a la ciudad con tus amigos que yo necesito unos días para relajarme y estar sola, y con tu pene erecto delante no hay manera, jiji.

+ Bien, cuenta con ello.

Bueno amigos, dejo la historia a las puertas de lo que me ocurrió esa gran noche, pero descuidad que lo contare mas tarde.