Vecina Yola IV

Después de la corrida de los tres quedamos estirados en el sofá Alex a mi lado y Yola enfrente de los dos, por lo visto mi vecina era la que menos se había cansado pues al poco rato y maldiciéndonos por las sendas enculadas que le habíamos propinado, nos cogió nuestras respectivas pollas y empezó a chuparlas lenta pero fuertemente, al poco la preciosa polla de Alex estaba dura como una piedra, la mía poco a poco iba cogiendo forma, Yola empezó a lamer los huevos de Alex haciendo que esta levantara las piernas completamente de forma que el rosado ano quedara totalmente abierto y así poder lamer su agujero, Alex apretaba la cabeza de Yola contra su culo y con la otra mano me tocaba a mí, al rato Alex me miro dulcemente y entre pequeños suspiros de placer me dijo: métemela.

Me incorporé, Yola se apartó y apuntando hacia aquel precioso culo apreté un poco pero entonces Yola un tanto vengativa me empujó por detrás con fuerza, de forma que mi polla entró de un golpe hasta el fondo, arrancando un grito de dolor a Alex. Dijo: Hija de puta vengativa… y Yola respondió: a que duele eh… Yo con mi polla dentro le dije a Alex: ¿qué te parece si dejamos esto para luego y le damos una lección a nuestra amiga? Perfecto respondió. La saqué al instante y sin que Yola pudiera hacer nada la cogimos entre los dos. Ahora te vas a enterar.

No cabrones no, no… no lo hagáis, calla puta, no por favor… y Alex mientras yo la inmovilizaba le clavó de un golpe toda la polla en el culo al tiempo que daba una bofetada que resonó en todo el apartamento, yo le pellizcaba los pezones y Yola gritaba HIJOS DE PUTA… PEGARME MÁS FUERTE, coño me quedé de piedra, Alex mientras follaba salvajemente su culo, le pegaba unos cachetes fortísimos y a cada uno Yola pedía más y más , se me quedó mirando y me dijo: y ¿tú que? Hazme lo que quieras cerdo.

Me levanté tomé mi polla con la mano y empecé a acariciar mi glande, de pronto lo noté, me venía y dije : tú guarra mira aquí y abre la boca. Yola absolutamente loca de placer soltando unos gritos mezclados con gemidos me miró diciendo: ¿a qué esperas? Yo contesté: esto es lo que querías ¿no? So guarra, puta de mierda, sí, sí … respondió mientras recibía una meada colosal en su boca, Alex se quedó mirando estupefacta, la sacó del culo poniéndose de rodillas encima de Yola escupió toda su leche en la cara de mi vecina, su semen se mezclaba con mi meada y Yola como loca lamía todo y con su mano restregaba los líquidos por todo su cuerpo y pedía más, Alex acabó su corrida y casi seguido empezó su meada, Yola gritaba de placer y reía como una loca, era una pasada, creo que ninguno de los tres nos podíamos creer lo que estábamos haciendo, al acabar Yola nos miró y dándose la vuelta boca abajo dijo: no me puedo creer lo que he hecho, jamás hubiera pensado que esto lo llevaba dentro, qué vergüenza. Enseguida respondí : de vergüenza nada, para gozar del sexo todo esta permitido, eres una pasada de mujer. Alex y yo nos acercamos a ella y la besamos y acariciamos.

Alex me miró y dijo: Os quiero, si no estuviéseis casados me casaba con los dos.