Trio por ocho años

Ese día quedamos de vernos en un hotel que esta por Insurgentes norte, a la altura del edificio que estaba antes en los pinos, la estrategia para ingresar fue la que hemos seguido desde hace 8 años, Héctor y Mary llegan al hotel, se registran y después él me avisa al celular en que habitación están, con ese dato entró por el estacionamiento de una manera muy casual, como si fuera un huésped más, subo por las escaleras para evitar la recepción, durante 8 años una vez cada 3 meses lo hemos hecho así sin ningún contratiempo hasta hoy, lo describo al detalle como testimonio de la veracidad de esta historia.

Pues bien, subí por las escaleras hasta el piso donde estaban hospedados, él estaba vigilando con la puerta entreabierta para darme acceso en cuanto yo llegara, entre sin dificultad hasta la habitación y allí estaba Mary, sentada frente al tocador con una faldita corta y una blusa negra transparente, se podían ver sus piernas cruzadas y más arriba de la rodilla el borde de la media negra sostenida por un liguero del mismo color, ustedes saben el efecto que provoca en un hombre la vista de unas medias y un liguero negros, es para calentar a cualquiera, y claro no fui excepción, me acerque y la bese en la boca, ella me recibió abriendo los labios y fundiéndonos en un apasionado beso, de esos que duran largos momentos porque no calman la pasión despertada de forma rápida, después del beso empezaron las caricias a las piernas, la tome de las manos y la jale suavemente para que se pusiera de pie y la pudiera admirar totalmente, sus grandes pechos apuntaron hacia el frente dispuestos a soportar la pasión a la que serian sometidos por un buen rato, esos pechos son lo que mas me a atraído siempre de Mary, enormes es la palabra que los puede describir además de hermosos, nunca he cogido con otra mujer con tetas mas grandes que las de Mary, son soberbias.

Aunque ella no es una jovencita, ni tiene un cuerpo de diosa destila una sensualidad que logra excitarme desde el primer momento de estar cerca de ella, no es muy guapa pero tiene lo suyo, blanca de pelo negro boca grande y ojos bonitos, en su juventud debió ser mucho más sensual pero yo la conocí ya de edad y aún conserva esa sensualidad, a lo largo de 8 años de ser amantes los tres nunca he tenido falta de apetito sexual al estar con ellos, nos conocimos en un cine cuando yo tenía 31 años, una tarde de navidad, poca gente en cines tan grandes como los que había en ese entonces, desde que nos conocimos nuestros tríos no dejan de ser tan intensos como el primero, aun este encuentro que es el motivo del relato resultó como nunca antes lo habíamos hecho, ella me pidió un momento para cambiarse y ponerse algo más sensual, fue con Héctor al vestidor y sin que yo pudiera ver se cambió de ropa, cuando salió estaba cachondisimamente vestida, era un babydoll negro transparente con las medias y el liguero, se empezó a pasear frente a mí exhibiendo su cuerpo, se recargo en la pared, subió una pierna y empezó a fumar un cigarro, se veía como toda una prostituta en su esquina, putisima, riquísima, después de un rato de hacer ese juego erótico se acercó y se sentó junto a mi, mientras tanto Héctor miraba desde un sillón, desnudo y acariciándose la verga, Mary empezó a acariciara mi pecho a jugar con mis vellos y a quitarme la camisa, siguió con el pantalón y quede en bóxer solamente, ella me toco el pene que ya estaba bien parado, yo no aguantaba mas las ganas de cogermela, la tome y la lleve a la gran cama, la acosté y le hice de lado la ropita para poder empezar a mamarle la panochita, le digo de cariño panochita aunque en realidad es un gran panocha, se la mame con dulzura al principio y después con fervor, termino dos veces, no por que sea un picudo mamador, sino porque fue mucho el tiempo de estimulación oral, se la mame por más de media hora, me encanta.

Héctor se unió a nosotros mientras yo se la mamaba, después de que ella termino por segunda vez, le abrí las piernas a su máxima extensión para poder ver bien su bizcocho abierto y escurriendo saliva y jugo, se la abrí con los dedos y le dije a Héctor que se acercara para que viera, el miro y se asombró de lo dilatada que la tenía, metió 2 de sus dedos y se los llevó a la boca para chuparlos, le pregunté si se le antojaba meterle la verga, -claro que si – me contestó, le pedí que se acostara boca arriba, esto era para cumplir una de las fantasías que teníamos planeada para la ocasión, el la tenia bien parada, le pedí a Mary que se sentara sobre de el, ella lo hizo colocando su gran culo sobre la verga de Héctor, el trato de acomodarla pero no podía, así que acudí en su ayuda, le agarre el pene con una mano y con la otra separe las nalgas de ella, busque la entrada de su vagina y coloque con toda suavidad la verga de Héctor dentro de ella, ver esa escena casi me produce una venida, me quede viendo de cerca como entraba y salía esa verga de la panocha de su esposa, estire mi mano y tome con mucha delicadeza los huevos de el acariciándolos en circulo, después acerque mi boca y empecé a lamerlos a los dos mientras entraba y salía esa rica verga de la preciosa Mary, pasaba la lengua desde los huevos de el y la subía hasta el culito de ella, comencé a estimular con la lengua el ano para que se fuera dilatando y poder lograr la doble penetración que teníamos planeada, cuando sentí que ella estaba lista y él estaba por terminar, les pedí que se detuvieran, se quedaron quietos esperando mi penetración, tome un condón me lo coloque con toda calma apunte hacia el ano de Mary y empecé a entrar, poco a poco, sintiendo como abría paso su esfínter a mi aparato, ella cerró los ojos y pujo, Héctor le preguntaba si sentía rico y ella solo movía la cabeza afirmando, seguí penetrando aquel rico culo hasta que logre meter toda mi verga, me quede detenido dando tiempo a Mary a que se acomodara, después le pedí que ella marcara el ritmo, se empezó a mover de atrás hacia delante, yo me quede detenido viendo como entraba y salía mi verga de su culo, -¿te gusta como té la esta metiendo mi amor?-, -mucho, me encanta- contesto ella, seguimos así hasta que Héctor termino, se aferró a sus tetas y soltó un grito de triunfo, yo ya no aguantaba mas, les dije que iba a terminar pero quería hacerlo en las tetas de Mary, me safe, me quite el condón y ella se acostó boca arriba, me acomode sobre sus tetas, me jale un poco la verga y empecé a arrojar el semen sobre sus tetas, ella lo recibió y con sus manos lo extendía sobre sus senos con una sonrisa cachondisima en su cara, me miraba y me mandaba besos desde abajo, termine como pocas veces, le llene de leche todo el pecho, mientras tanto se acerco Héctor y empezó a besar en la boca a su esposa, después se bajo a la altura de las tetas para besarlas, mas que besos era una lamida, recogiendo y tragando el semen que había quedado extendido en ellas, yo me acomode entre sus piernas y con mi boca le comí otra vez el coño que Héctor había dejado lleno de su leche, así estuvimos hasta que no hubo rastro de semen, ni en su panochita ni en sus tetas, fue un trio riquísimo, descansamos y al rato volvimos a la batalla, así pasamos toda la tarde y parte de la noche, hasta que nos despedimos, muy satisfechos los tres y quedando de hablarnos por teléfono para la próxima cita.

Hemos pensado en invitar a otra pareja a nuestras citas, también me gusta participar solo con otras parejas, en fin todo lo referente a sexo es bienvenido.