Una amiga me reto a que creara una historia corta cada vez que comiera un chocolate de los que había en una caja que me regaló. Este es el primero
Me mojé los dedos en saliva y se los pasé por el chocho. Acerqué su cuerpo hasta mi aparato, coloqué la punta de mi capullo entre los pliegues de su coño y empujé hasta que sus rizos chocaron con los míos.
Terminaba de salir de mi trabajo... eran las tres de la mañana, como de costumbre, fui a dar un paseo antes de acostarme a dormir, no imaginaba la experiencia que viviría aquella noche...