Al salir de la ducha se percató que no había toallas y su sirvienta que pícaramente se ofreció a traérsela, le miró su desnudez y en vez de sorprenderse se excitó profundamente
Comenzamos una buena amistad y ella me confeso muchas cosas, que su marido era muy celoso y que no podía salir de su casa que fue virgen hasta su matrimonio y que últimamente las relaciones sexuales con su marido iban disminuyendo, me entere que le gustaba mucho el sexo y que también tenía cierto gusto por las películas pornográficas.