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Mi primera experiencia homosexual a los 20 años

Pues como a las dos hora llegue al bar y me dirigí con él, estuvimos platicando, casi 15 minutos antes de salir el me invito una bebida llamada Kalua, la cual el había conocido porque yo se la había invitado anteriormente, pues en fin se terminó su turno y me dijo que acabase mi bebida de un jalón porque nos teníamos que ir y no podía sacar el vaso del establecimiento.

Ishtar II: La aprendiz

La respuesta fue que su único dedo libre se clavó en mi culo. Te gusta así...te gusta cómo te clavo el culo, muévete zorra, goza goza, me moví en forma inconsciente, donde llevara mi pelvis me introducía algo, adelante mi vagina explotaba en sus manos, atrás y mi ano se llenaba, me soltó y puesto sobre mí me introdujo de un sólo golpe su verga.

Me ví en la necesidad de provocar a mi cuñado por cuanto me embrujó al ver su majestuosa polla

Mi hermana de 24 años se casó con una ricura de hombre de su misma edad, el mismo que se quedó viviendo por casi cuatro años a mis trece años él ya me gustaba mucho y siempre me sentaba en sus piernas y podía sentir su polla haciendo presión en mis nalgas y a esa edad me mojaba y se me calentaba mi conchita, pasó cuatro años y mi cuñado salió de nuestro hogar y se fue a vivir a otro lugar fuera de nuestra ciudad, salí de vacaciones de mi colegio y mis padres me preguntaron que a donde deseaba pasar mis vacaciones

Doble pasión I

Bajó su cara lengüeteando por mi vientre, rodeando mi ombligo, ensalivando mis pelitos de color castaño, hasta llegar a mi vulva, a mis labios rezumantes de viscoso líquido dulce. Los mojó aún más, separó mis piernas y al mismo tiempo con sus dedos abrió mi sexo para lamer mi interior, luego mi clítoris enrojecido y macizo mientras yo gemía y apenas me aguantaba los gritos de placer que se me escapaban desde el interior de mi alma.

Dieta de semen

Yo estaba un poco flipado por todo el tema pero el caso es que Bárbara me lo conto con absoluta naturalidad y buen rollo, también me dijo que pasaría conmigo (si yo lo creía conveniente) todo mi tiempo libre mientras que estuviera en Málaga, que no me tenía que preocupar de nada y que sería mi puta y que podría hacer con ella lo que quisiera, a pesar de su edad Bárbara era (es) una hembra apetecible y muy lasciva así que la oferta me pareció interesante.

Es mi hijo II

Le metí un dedo y este resbalo como en mantequilla, mi madre dio un salto y dijo: no pares corazón-, yo seguí metiéndolo y sacándolo y mi mama estaba como loca, sus gritos se escuchaban en casi todo el cine, pero ni a ella ni a mí nos importaba, me detuve y le dije: CHUPAMELA- ella se inclinó y la metió en su boca, - NO MAMA, QUIERO QUE TE PARES Y TE HINQUES DELANTE DE MI-, ella no dijo nada, solo se paró y puso sus rodillas en el piso y se metió mi sexo en su boca, chupaba como desesperada, nada parecido a lo anterior,

Escapado de casa

Intenté resistirme, pero el hombre me pegó otro tirón del pelo, aún más fuerte, y comprendí que, o colaboraba, o era capaz de arrancarme el cuero cabelludo; además, me di cuenta de mi precaria situación, en un sitio desértico y con dos hombres fuertes que me tenían cercado. Jamás había tenido sexo con otros hombres, ni siquiera en el colegio las socorridas pajas que se hacían algunos compañeros entre sí; con chicas había tenido algunas relaciones, sobre todo mamadas.

Salgo del bar

No, todo aquello aguanta bien, y seguro que habrá más ambiente, pero en los bares prácticamente sólo dejan entrar extranjeros, si hubieses ido con ellos abrías entrado, pero igual ahora te ponen pegas, a menos que hables ingles con el portero, son todos "machacas" y no distinguirán si eres de fuera o nacional, las veces que he entrado ha sido así, haciéndome pasar por "guiri".

Humillada III

Y la solté. Ella dudo un momento pero se miró a su amiga y al verla de rodillas con el chocho depilado y mojado por el agua, si inclino y arrodillo. Yo no me lo podía creer, la polla me presionaba tanto los pantalones que me dolía y solo con verlas a ellas dos de rodillas, una blanca con el culo al aire y otra negra en braguitas casi me corro. Pensaba que era el tío más afortunado del mundo pero no sabía si podría con las dos, así que pensé que tenía que desgastarlas un poco o quedaría muy mal.

Sesión fotográfica

Mientras mirábamos los originales, mi profesor se me acercaba mucho, como para ver mis trabajos, y poco a poco se iba pegando más a mí, hasta que en algunos momentos sentía su polla pegada a mi culo. Yo estaba muy nervioso y no me atrevía a darme por enterado, pero sentía cómo mi slip se estaba mojando cada vez más y la polla me dolía de tan dura que se estaba poniendo.

Es mi hijo I

Me pase la tarde en mi cuarto, tratando de olvidar lo sucedido, estuve en el ordenador casi todo el día, cuando mi padrastro llegó me dijo que si me lo estaba pasando bien con el ordenador yo le dije que sí, estuvimos charlando un momento y después bajamos a cenar.

Le atrajo su sonrisa, sus hoyuelos y poco a poco fue ganándose su confianza hasta que un día tuvo un encuentro muy excitante con él I

Propuse a Dave que se relajará, e incluso le propuse si quería que le diera un masaje para relajarse y no pensar en problemas, era increíble lo que un masaje podía relajar a Dave. El caso es que dudo un poco, pero accedió, intentó ponerse unos calzoncillos, pero logré convencerle, que podía estar tranquilo, que había confianza.

Ella en el trabajo lo excitaba contándole todo lo que hacía con su marido

Subiendo y bajando, subiendo y bajando. No lo podía creer, pero ella me estaba haciendo una lenta pero impresionante paja. Era bestial, me sentía como extasiado, como si me hubiera metido una dosis de L.S.D., solo notaba su mano como acariciaba mi polla, que la tenía dura como el acero. Estoy seguro que si un gato me la hubiese arañado en ese momento, no me hubiera enterado de nada, estaba a punto de estallarme. Me dije para mí mismo, que aquella era la ocasión para ver realizado mi sueño. Así que no me corte un pelo.

Lunes de resaca

Decidieron ir a ver una película porno y cuando se dieron cuenta estaban completamente rodeados de chicas. Estaba nervioso. La dejé estar. Me desabrochó los botones del pantalón y me metió la mano dentro de los calzoncillos. Mi polla estaba en todo su esplendor. Ella me la cogió con toda su mano, como quien coge un palo, y con su dedo gordo jugaba con mi glande.

Aquella noche estaban eufóricos y su abuela los pilló y en vez de sorprenderse, empezó a dar consejos de cómo darle placer a un hombre

Mis ojos abiertos, se empezaron a entrecerrar al notar las caricias que recibía en mi glande de la lengua de mi abuela. -¡Síííií...!- me escuché decir. Al cabo de unos segundos de indescriptible placer, mi abuela, sonriente y con cara de vicio, se volvió nuevamente a Laura para decirle -otra cosa que les encanta es esto- Se desabrochó la blusa y ante mis ojos aparecieron sus grandes pechos.

Cuchillo I

Su cara mostraba unos negros ojos entrecerrados pero vivos, del mismo color que su negra cabellera, unos pómulos fuertes y marcados al igual que su mentón y una enorme cicatriz que iba desde el lado de su ojo izquierdo hasta cerca de su poderosa barbilla, detalle que lo mostraba aún más brutal a pesar de sus dos metros de altura y de sus gigantescas proporciones.

Ligue en el sex-shop

Se salió de dentro del chico y me dijo. Ahora te toca a ti hazle gozar de lo lindo, llénale el culo con tu polla. Dirigí mi polla al ojete del chico y ella misma se encargó de meterla, como estaba súper lubricado, entro con bastante facilidad, comencé a darle con ganas mientras ella me empujaba y me decía así rómpele el culo, hazle gozar.

Humillada I

No sé si se lo esperaba o que pero la cuestión es que se sacó la bata, se quedó desnuda, saco un pote de aceite de un cajón y empezó a ponérselo por todo el cuerpo, no solo por los pechos o la barriga sino por todo el cuerpo, pude observar con claridad cómo se restregaba por las piernas, el culo, el coño, la barriga, los pechos, la espalda y los brazos y todo ello lo hizo sin dejar de mirarme nunca a la cara, yo empecé a sudar así que decidí ponerme la ropa de deporte para que luego mi mujer no se diera cuenta.

Mi preñadita

Sin decirle nada me levante y me puse tras ella, dándole un masaje en la cien con la yema de los dedos, echo su cabeza hacia atrás mientras se relajaba con mi masaje, este movimiento y el botón de arriba del pijama desabrochado me permitieron ver parte de sus tetas hinchadas por la preñez, algo que me puso a cien por hora, me contuve, hay que saber darle el momento y el lugar a cada cosa.