Mi padre
A los 16 tenía un noviecito que me desvirgo, en mi casa, en una de las tantas tardes que nos quedábamos solos, mientras mis padres trabajaban y mis hermanos, estaban en el colegio, fue esa tarde, que si bien mi calentura era real, me percate, que el sexo, debía ser algo más, me ardió, no me gusto, mi desfollador un inexperimentado, no me hizo, gozar nada.