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Entre sueños

Me había levantado de la cama a medianoche con ganas de ir al lavabo, mientras me incorporaba intentaba no despertar a María, que permanecía en un sueño profundo, con su cuerpo esbelto palidecido por los rallos de la luna, semidesnuda.

Carol, una alumna muy especial

Caroline se había sentido morbosamente atraída por él, un hombre maduro para la edad de la chiquilla, pero a la vez atractivo, de facciones vigorosas y varoniles, moreno, con el pelo muy negro, surcado por algunas canas, unos labios gruesos, carnosos y bien formados y aquellos ojos de mirada penetrante.

Mi alumna Lucy

Era Lucy, quien pidió permiso para entrar. Lo hizo y me saludó con beso en la mejilla. Le indiqué se sentara en un sillón frente a mi escritorio. Ella lo hizo. Su mirada, más arrecha que nunca, se fijó en mí.

Cumpleaños

Una vez que estuvieron todos desnudos y con los ojos vendados empezó el juego, Susana agarró a Toñi y la obligó a ponerse de rodillas delante de la polla de Fernando, Toñi se tragó su polla y empezó a chupar sin ninguna pasión, se limitaba a comprobar el tamaño de aquella polla.

Sailor Moon: Un futuro diferente I

La puerta de adelante se abrió y de ella se apeo una mujer portando un elegante uniforme de chofer que le daba un cierto aire militar, pero lo que realmente sorprendió a Serena fue el hecho de que su piel era negra, hasta ese momento solo había visto gente de color en los noticieros y en la películas, las facciones de su rostro era algo toscas, sus labios gruesos y sus ojos verdes como los de una pantera tenían algo amenazante.

Otro sueño IV

Yo a mi vez me quité la bata y mostrando toda mi erección, me senté en el sofá y atraje a Mari que se sentó encima mío incrustándose mi verga de un solo envión, mientras emitía un sonoro suspiro / gemido y al mismo tiempo no paraba de chuparle la verga a los chicos.

Te declaro mi amor I

Esa mañana, como muchas de aquel año, había decidido faltar a la Facultad, en donde estudiaba Sociología, me abrigué lo mejor que pude y comencé a caminar por Av. Providencia, una de las principales arterias de Santiago.

En el avión

Quise prolongar aquella cogida un buen rato, pero no pude contener durante mucho tiempo el orgasmo y sentí la leche correr, como un río, dentro de su culo mientras ella continuó unos segundos más retorciéndose de placer y dolor.