Cierto que en las duchas algunos chicos se mofaban y habían comenzado a llamarme “El manguera”
Estas en la universidad, te veo todos los días esperando el autobús, los días que no te prestan el auto azul, me saludas con respeto, mis canas te infunden un respeto que yo no quiero que me tengas porque cuando te veo lo hago como si fueras un objeto deseado, porque en realidad lo eres.
Con las chicas hicimos una amistad que parece de toda la vida… los varones, salvo Emiliano, mi novio, son medio cuadrados, todo tiene que ser de una forma y hay alternativas…