Después de un rato saboreándola, me puse de pie frente a ella y asi hincado en el mueble me desabroche el pantalón tan pronto lo hice mi pene salto de su prisión.
Comentamos sobre la política latinoamericana, la corrupción, los escritores hispanos que conocía, finalmente decidimos comer en el restaurante del hotel del aeropuerto.