Ella poco a poco estiró las dos manos hasta agarrarle la verga por la mitad; el cuñado solo se recostó en la cama y ella lo comenzó a masturbar lentamente mientras se acercaba para mirarle la verga, muy de cerca.
Un día emocionante, lleno de sorpresas y mucho sexo entre mi hijo, mi esposo y próximamente una nueva verga.
Mi cuñado me tenía agarrada fuerte por las caderas y empezó a penetrarme con todas sus ganas. Yo me puse loca y juro que lo sentí todo muy rico.
Mi hermanita Gloria dice que quiere venirse a casa con mi marido y conmigo. Anoche pensé en qué condiciones ponerle, mientras mi marido y yo nos pajeábamos con su tanga mirándole el culo. Continuación de “Pajeo a mi marido con el tanga de mi hermana”, mi primer relato.