Penosamente pude desvestirme solo a medias, quedando desnudo de la cintura para abajo, en medio de sus empujones y no bien me puse en la posición como si yo fuera uno de su especie, o sea en cuatro patas, me salto en el acto.
De reojo podía ver la cara de placer que tenia el chico al que le estaba mamando la verga, y es que no es por nada pero es mi especialidad, abrí aun más mis piernas para que el otro chico pudiera darse gusto chapándome toda, podía sentir como pasaba su lengua por mis nalgas como me daba mordiditas en ellas y pasaba su lengua por mi ano hasta llegar a mi conchita donde se quedo toda una eternidad dándome una de las mamadas mas ricas que me han dado.
Tengo 25 años, mido 1,74, tengo un cuerpo atlético, debido a que voy al gimnasio y suelo hacer ejercicio, ojos marrones, pelo castaño y largo. Según me dicen soy guapo, aunque yo no me lo creo.