El archivo estaba en el sótano, algunos lo llamaban la “zona de descanso”, pues por alguna extraña razón era una sala casi insonorizada de cara al exterior y por ello muchos aprovechaban de descansar o incluso hasta desahogarse gritando sin qué nadie los escuche. Eran las 5.25 pm del viernes, a solo 5 min de la salida y por la escalera camino al archivo, sonaban unos tacones, era la temida Sra Laura, de contabilidad, su carácter era de sobra conocido y los qué tenían la mala suerte de discutir con ella, lo lamentaban por mucho tiempo; sin embargo quien la viese pasar no imaginaba qué esa mujer de apenas 1.54m podía ser tan brava; bajita, muuuuy blanca, con un bello rostro, aunque casi nunca sonreía, tenía unos grandes y carnosos labios, y si bien había subido un poquito de peso, no dejaba indiferente a nadie qué la viese pasar, de piernas gruesas, cola redonda y respingona, pero sobretodo un brutal par de tetas qué a todos hacían voltear la mirada, era un 38DD espectacular, por el qué alguna vez un atrevido dijo “ya sabemos qué la Sra Laurita viene, antes qué doble la esquina”, lo cual le valió una gritada inclemente.

Sólo una vez se le vió sonreír a la Sra Laura, fue cuando se rumoreaba qué salía con un ingeniero, qué algunos mal hablados decían era su primo lejano; esos días de pronto todos la vieron venir muy contenta, relajada y sonriente, parece qué el inge la tenía al día y le mejoró el ánimo durante los 5 meses qué estuvieron; todos en la oficina estaban felices, ella era amable, comprensiva y comunicativa como nunca antes, alguno hasta tuvo el valor de decirle “por favor dele las gracias al ‘Inge’, qué la tiene tan contenta” y cuando todos se esperaban que ella lo estampe contra la pared, se limitó a sonreír y prometió hacerlo. Pero un día volvió a su humor de perros, incluso peor y todos entendieron qué había terminado con su ‘Inge’.

La Sra Laura entró al archivo renegando, prendió las luces y ajustó la vista.

  • Lau: “Otra vez tengo qué bajar a buscar los expedientes, todo por esos inútiles qué no saben trabajar!!”

Decía mientras se acercaba a un archivador

  • Lau: “Andy!!! Andy, ven de inmediato, necesito unos expedientes!!! ¿Dónde diablos se habrá metido? Lo voy a reportar. A ver en este estante… nada, en ese otro… vacío, grrrr… lo voy a agarrar a cachetadas”

Siguió buscando entre archiveros, pero le resultaba difícil acercarse a abrirlos pues sus pechos rebotaban contra los cajones; era algo a lo qué ya vivía acostumbrada, alguna vez pensó si debía reducirlos, pero secretamente estaba muy orgullosa de ellos, recordaba cómo volvían loco a su primo cuando se los mostró por primera vez, como los estrujaba, se colgaba de ellos y los chupaba como poseído; no había podido olvidarlo, aún lo extrañaba, nunca tuvo claro por qué terminaron, pero su cuerpo aún se estremecía al pensar en todas las noches qué pasaron juntos; ella siempre había tenido cierta “curiosidad” por él, aunque apenas y conversaban, le parecía sobrado o no sabía bien qué. Una vez consiguió llevarlo a su casa con la excusa de qué le conectara internet. La Sra Laura se le aparecía de sorpresa por la espalda y él se sobresaltaba, ella esperaba qué él tomara la iniciativa y le dijera lo bonita qué estaba, hasta se había puesto una blusa qué casi nunca usaba, pues resaltaba demasiado sus pechos, pero nada. Al final solo almorzaron juntos y él se fué sin siquiera verle el escote, pero eso no hizo más qué convencerla de qué quería estar con él.

Laura siguió buscando entre los archivadores, pero no encontraba nada, este sitio era un desastre, de pronto gritó “INÚTILEEEEEES” y hasta ella se asustó al pensar qué alguien la había oído, pero recordó qué afuera de ese cuarto no se escuchaba nada, una vez su amiga Fiore se había tropezado y torcido el tobillo ahí dentro, había olvidado su celular y por más qué gritó por 15 minutos, nadie fue a ayudarla, felizmente el encargado del archivo volvió de su refrigerio y la ayudó a salir, para ese entonces ella estaba llorando desesperada y al verlo lo abrazó agradecida. Fiore estuvo con descanso médico por 15 días, pero le contó qué cuando volvió bajó directo al archivo, cerró con seguro y le hizo una mamada de antología al encargado qué la había rescatado, el tipo gritó como loco por la habilidad de Fiore, pero nadie los escuchó desde afuera, incluso en ese momento la Sra Laura bajó a buscar unos archivos, justo mientras su amiga le “agradecia” al encargado, pero al encontrar la puerta con llave creyó qué no había nadie y se fue sin saber qué pasaba dentro; cuando Fiore volvió a su sitio y le contó de dónde venía y como había hecho gritar de placer al encargado, se sorprendió de no haber escuchado nada de nada.

Siguió buscando y entre los archivadores de atrás vió qué estaban los files qué buscaba, no había nada en las filas superiores, pero en el segundo nivel de abajo notó qué faltaba un archivador y detrás se veían unos archivos qué habían caído, intentó rodearlo, pero estaba bloqueado por unas grandes cajones de madera, debían ser las nuevas fotocopiadoras qué mandaron abajo mientras le habilitaban un ambiente, clásico del estado, compraban equipos y ni siquiera tenían habilitado donde los podrían.

  • Lau: “Falta qué se hayan caído allá atrás, tengo qué asegurarme, sino no podré terminar para el lunes.”

Aunque no era muy alta ,la Sra. Laura tuvo qué ponerse de rodillas para ver el segundo nivel, se asomó por el hueco del archivador, incómoda, pues no había mucho espacio, encima sentía como sus pechos rozaban contra la parte baja y de pronto sintió qué volaba un botón de su saco, “otro más” pensó, ya se había acostumbrado a qué sus botones volasen ante la mínima presión de su 38DD, pero esos días sentía como si estos hubieran aumentado, “nooo qué no sigan creciendo más”, pensaba, ahora qué ya no estaba con su “Inge” no tenía quien la satisfaga, pues ella nunca fue de “choque y fuga” y luego qué terminaron no volvieron ni siquiera a salir juntos; Habían pasado unos meses desde qué se separaron y aún extrañaba como él ordeñaba sus ubres, “Mi Laurita… mi Holstein” le decía, mientras le estrujaba los pechos y se los chupaba, y ella respondía “si papito, chupalos, chúpalos, son tuyos”… de solo recordarlo sintió como si estos crecieran más, “concéntrate, concéntrate” se dijo, logró meterse un poco más y los vió, eran los expedientes qué necesitaba, algún idiota los había puesto ahí sin ver qué no tenía fondo el casillero y terminaron al otro lado. Intentó alcanzarlos, pero se habían ido hasta abajo y no llegaba, “ok, ok, calma, busca una regla o un palo con qué jalarlos… o mejor espero al idiota del encargado para qué él los saqué”, pensó y entonces recordó haber escuchado qué este había renunciado, algo de qué se iría del país y ese había sido su último día, encima su reemplazo no llegaría hasta el miércoles y ella necesitaba esos archivos ahora mismo. “Buscaré quien los saqué” pensó, intentó retroceder para salir del casillero, pero no pudo, lo intentó una y otra vez, pero nada, no podía salir de ahí, estaba atrapada, no conseguía salir. Empezó a desesperarse “NO NO NO NO NOOOO… AUXILIOOO… SAQUENMEEE DE AQUIII… ESTOY ATRAPADAAAA” y de pronto se calló, recordó a su amiga Fiore… “No puede ser… nadie me va a escuchar… y ya todos están saliendo, me quedaré aquí hasta qué vengan a limpiar más tarde”, sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas por la desesperación. “Sálvame papito… papitooo” repetía sollozando; siempre se había sentido segura en sus brazos, nunca le importó qué fuesen primos, aunque lejanos eso sí; luego de la vez qué lo invitó a su casa no volvieron a verse, salvo cuando ella le pidió ayuda con unos archivos, justo antes de qué él cumpliera años, aún sonreía al recordar cuan mandada había sido para enviar ese correo diciendole “Gracias ya tengo el archivo y qué habrá para tu cumple 🍺 o 🍷?? Te mando un beso, si estuvieras junto a mi te lo daría”, ella esperaba qué él se soltara con eso, pero solo le devolvió un saludo cariñoso. “Entonces, ¿cómo así terminamos juntos?” pensaba “pero qué hago pensando en él, estoy atrapada y si no viene alguien me quedaré hasta las 7pm qué venga la de mantenimiento!!! AUXILIOOOO, SAQUENME DE AQUI, ESTOY ATORADAAA, AYUDAAAA”, gritaba una y otra vez, pero nadie la escuchaba.


Afuera, Fiore salió de los SSHH y al no verla se fue apurada, no quería cruzarse con ella, se moría de vergüenza de tener qué hablarle en ese momento, toda esa semana la había estado evitando, no quería darle cara pues tenía una cita con el “Inge”, el “ex” de su amiga; Laura le había hablado tanto de lo apasionado qué este era, de cuánto tiempo pasaban haciendo el amor, le contó qué una vez lo hicieron por casi hora y media sin detenerse, la Sra Laura decía qué termino con la zona toda roja, pero feliz, lo cual dejó alucinada a su amiga Fiore, qué decidió qué tenía qué “conocerlo” y sobretodo le había contado del grosor de su pene, esto último la tenía alucinada, aunque a veces pensaba qué su amiga exageraba. Un día pidió prestado el celular de su amiga y aprovechando qué Laura se fué a otra oficina, copió el cell del Inge y terminó contactándolo, con la tonta excusa de qué había visto triste a su amiga Laura, él se mostró preocupado, pero le dijo que no se atrevía a llamarla y le pidió le comunique como seguía Laura; Fiore aceptó, varias llamadas y correos se sucedieron con esa excusa; pero de la preocupación fueron cambiando a hablar de temas del dia a dia de ambos y luego pasaron a coqueteos, e incluso las últimas llamadas ya eran más explícitas y hasta con Sex-phone, para lo cual esperaban qué los hijos de Fiore se hubiesen dormido; finalmente quedaron en encontrarse, el “Inge” ya no era aquel chico tímido qué su amiga había conocido tiempo atrás, al cual la misma Sra Laura tuvo qué forzar a qué la invite a salir, Fiore conocía bien la historia y había sido parte importante de ella:

  • Lau: “Fioreee quiero qué me invite, pero no lo hace, ya me le insinué dos veces y nada”
  • Fiore: “Pero en serio te gusta? No qué preferías evitarlo por qué es tu primo?”
  • Lau: “Es qué siempre escucho cosas bonitas de él, qué me cuenta mi tía, de cómo es y cada qué lo veo, uffff, sin qué se de cuenta me quedo mirando esos brazos qué tiene y su espalda ancha, si está algo subidito de peso, pero eso no me importa, me muero por estar entre sus brazos”
  • Fiore: “Entonces deschavate, por qué no lo invitas tú a salir, o mejor haces qué él te invite sin darse cuenta”
  • Lau: “Pero como??”
  • Fiore: “Lo tienes en el messenger?, escríbele esto…”

Y al ver que pasaban los de mantenimiento, le dijo algo al oído, Laura se puso roja, lo qué resaltaba más por lo blanca qué era.

  • Lau: “Qué le diga eso? no se, parece como muy mandada”
  • Fiore: “Quieres qué te invite o no?, no seas quedada y escribele, además hace cuánto qué no sales con nadie? Llevas 7 años separada y aunque te llueven los pretendientes, es la primera vez qué te veo emocionada por alguien”
  • Lau: “Pretendientes le dices a esos insoportables de la oficina?? Agh, prefiero quedarme sola”
  • Fiore: “Ya escribe, no seas quedada, a ver vamos”
  • Lau: “Ok, ok , a ver cómo era?”

La Sra Laura busco a su primo en el Messenger, si estaba conectado!!! y le escribió

  • Lau: “Hola, estas?
  • Inge: “Hola primita qué es de tu vida?”
  • Lau: “Ahí medio triste”
  • Inge: “Y eso?”
  • Lau: “Acaso soy fea?”
  • Inge: “Para nada, eres una mujer muy hermosa”
  • Lau: ”Entonces por qué nadie me invita a salir?”
  • Inge: “Estarán ciegos, sino fueras mi prima te invitaría”
  • Lau: “Y qué tiene qué seamos primos?”
  • Inge: “Tienes razón, ¿qué tal este viernes?”
  • Lau: “Ya, donde nos vemos?”
  • Inge: “En el cine qué está en la entrada del parque Kennedy, llego plan de 7.30, está bien?”
  • Lau: “Ok, ahi nos vemos entonces, ya estoy de salida, besos”
  • Inge: “Cuidate primita, nos vemos el viernes”

Laura volteó hacía Fiore y la abrazó emocionada

  • Lau: “Funcionó, me invitooooó”

Fiore la abrazó feliz, hacía mucho qué no veía tan contenta a su amiga

  • Fiore: “Te lo dije, eso nunca falla, te acostarás con él?”,
  • Lau: “Fioreeeee, te pasas, cómo crees qué me voy a acostar con él a la primera, además tú sabes qué yo no soy de choque y fuga”
  • Fiore: “Deberías, con tremendos parachoques qué te manejas o me vas a decir qué no viste como te quedó mirando el auditor? Estaba babeando el escritorio por tí”
  • Lau: “Naaa eso fue adrede, sabes qué me faltaba terminar el asiento del año pasado, por eso abrí disimuladamente la blusa y conseguí me diera una semana más para subsanar, pero bueno mi Inge me invitó, me invitó!!!, estoy feliz, ahora tengo qué ver cómo hago para qué se interese en mí”
  • Fiore: “Trátalo como al auditor, jajajaaja”
  • Lau: “¿Cómo crees? Además es medio tímido, eso es lo qué más me atrae de él, si le saco las gemelas de frente a lo mejor lo espanto, iré con calma, pero en cuanto lo atrape no lo suelto”
  • Fiore: “Tú llévatelo a la cama y yo te daré unas clasesitas para qué nunca te quiera dejar”
  • Lau: “Clases??, qué clases me vas a dar??”
  • Fiore: “Primero cometelo o qué él te coma y luego te enseñó”
  • Lau: “Eres terrible amiga, te pasas, hahahaa”

Fiore despertó de sus recuerdos, algo nerviosa, raro en ella, tomó un taxi para llegar a tiempo, ahora le tocaba a ella aplicar las clases con el “Inge” de su amiga.


De vuelta al archivo las lágrimas corrían por las mejillas de Laura, su tez blanca estaba enrojecida, “sálvame primito, sálvame mi Inge” repetía sollozante, nunca se había sentido tan segura como cuando estaba en sus brazos, ni con su ex-esposo; ella se casó muy joven por loca y encima se embarazó al año de casada, pero él no era como parecía, ya casados se volvió tosco, violento e incluso la engañó… en cambio su Inge era todo lo contrario, detallista, cariñoso, siempre preocupado por ella y sobre todo puro fuego en la cama; nunca lo hubiera pensado luego de la primera vez qué salieron, al encontrarse él le dió un tímido beso en la mejilla, ella se moría por morderle los labios, pero le respondió igual. Se encontraron en la entrada del cine, pero él le dijo qué no había nada bueno en la cartelera y qué mejor vayan a Larcomar a comer algo, ella dijo qué sí, subieron a una coaster y fingió qué casi se caía, él dijo “cuidado” y la tomó de la cintura sosteniendola, “gracias” dijo ella, pero se estremeció al sentir su mano tan grande. Llegaron a Larcomar y pasearon, al final se sentaron a comer un helado y hablaron de mil cosas, él decía cosas muy interesantes o al menos eso le parecían aunque no entendía todas y al final le comentó sobre un poema qué a él le gustaba, “Reír llorando”, ella nunca lo había oído pero le encantó y le pidió qué se lo mande por correo. Luego la acompañó a tomar el carro para su casa y ella sentía qué se le iba la oportunidad, así que solo atinó a apretarle con fuerza la mano al despedirse, pero él no pareció notar la señal, “Eso fue todo, ya no volveré a tener otra oportunidad con él” pensaba, mientras volvía entre feliz y resignada. Pero al día sgte su messenger se iluminó con un mensaje

  • Inge: “Me encantó la salida de ayer, ojalá podamos repetirla”
  • Lau: “A mí también, ¿qué tal el viernes próximo?”

Ella misma se sorprendió por lo apresurado de su respuesta, nunca antes ella había invitado a salir a un chico, siempre eran ellos los qué la perseguían y suplicaban por su atención.

  • Inge: “Nos vemos el viernes entonces”
  • Lau: “Claro, en el mismo sitio, besos”

El rostro de Laura se iluminó, ya tenía una segunda cita, pero no sería hasta la tercera donde finalmente se besaron y por fin estarían juntos. Ese día estaban abrazados, en un parque al lado de Larcomar, ella le daba todas las señales, pero él demoró un buen rato en besarla y cuando lo hizo ella lo miró fingiendo sorpresa y dijo

  • Lau: ”Pe… pero no podemos… somos familia”

Como si eso le hubiera importado antes. Sin embargo como respuesta solo recibió un beso más apasionado, luego del cual ya no puso más objeciones y su corazón se aceleró… por fin estaban juntos.


La Sra Laura escuchó como se abría la puerta del archivo, estaba salvada, debía ser la sra de la limpieza, aunque aún era temprano, pero nunca creyó qué se alegraría tanto de verla.

  • Lau: “Sra Perla, Sra Perla, ayudeme por favor, me quedé atorada en el archivador”

Pero no obtuvo respuesta.

  • Lau: “Sra Perla, soy Laura de contabilidad ayudeme por favor, estoy atorada aquí atrás”
  • Hombre: “Se… señora Laura?? Es usted?, soy Andy el encargado del archivo, bueno ex encargado, hoy es mi último día”
  • Lau: “¿Quien?? Andy… ¿Eres tú? Creí qué ya te habías ido”
  • Andy: “Subí a RRHH para devolver mi fotocheck y me demoré firmando los papeles de mi salida, qué le pasó?”
  • Lau: “Tú qué crees? Vine a buscar unos archivos qué un idiota olvidó dejarme, encontré qué se cayeron aquí detrás, me metí para sacarlos y me quedé atorada, sacame de aqui!!!”
  • Andy: “Ese archivador lleva días malogrado, aún no vienen los de mantenimiento a arreglarlo, déjeme ayudarla”

De pronto Andy se paró detrás de la Sra Laura, no sabía por donde sujetarla, pues de pronto estaba frente a frente a la COLAZA; él se había quedado obsesionado por ella desde la primera vez qué la vió, todos en la oficina se derretían por su tremendo 38DD, pero él no, él vivía obsesionado por la colaza qué ella se manejaba, el día qué la conoció apenas consiguió llegar a su casa, salió de la oficina y tuvo qué tomar un taxi, avergonzado de qué si subía a un bus se iban a dar cuenta de la erección qué la colaza de la Sra Laura le había provocado, apenas llegó a su casa fue de frente al baño y no salió hasta despacharse 3 pajas a nombre de semejante trasero, quedó agotado pero no paraba de imaginar lo qué sería poder hacer suya la cola de la Sra. Laura.

  • Lau: “Por qué te demoras tanto?, sacame de aqui”
  • Andy: “Si… si… Sra Laura, pero es qué tengo qué tomarla por la cintura y jalarla, está bien?”
  • Lau: “Si, si, pero sácame de aquí!!!”

Andy se ubicó detrás de ella, estiró sus manos nerviosas y las cerró alrededor de la cintura de la Sra Laura, sintió como si una corriente eléctrica recorriera su cuerpo y tuvo qué alejarse un poco pues empezó a sentir como su pene se empezaba a despertar. La jalo de la cintura con cuidado, pero ella no salía, “quizá se atoraron sus pechos” pensó, “no sería raro”. Siguió jalando pero nada. Y ella empezó a desesperarse.

  • Lau: “Ufff, jalaaa, jala fuerte como hombre… ufff no sirven para nada uds”
  • Andy: “Lo lamento, pero no sé con qué está tan atorada”
  • Lau: “Jala duro, inútil, sácame de aquí!!!”

Andy se sonrojó, ya estaba acostumbrado, la Sra Laura era conocida por su trato brusco, solo la vió sonreír un par de veces, fue cuando decían qué salía con alguien, un ingeniero o algo así, nunca la había visto tan feliz como en esos días, qué afortunado era ese ingeniero, poder comerse a semejante hembra y sobre todo ponerla en 4 y seguro poseerla por detrás… ufff… qué locura

  • Lau: “¿Por qué te demoras? Sacame te digo, jala con fuerza”

Su voz mandona lo hizo volver a la realidad, se cuidaba de donde tocarla y no conseguía jalarla bien, así qué tuvo qué acercarse para hacer fuerza con las piernas y sin querer pegó su pelvis con su ya despierto paquete en la cola de la Sra Laura y al tratar de jalarla se lo hundió en el medio de la cola; de pronto ella se quedó callada. “Y eso?” pensó Laurita, sintió algo duro qué le presionaba por atrás, recordó esa vez qué estaba por el Ovalo Gutierrez con su Inge, como cada vez qué ella detenía un taxi y se agachaba a decirle a donde iba, su Inge le acomodaba todo su paquete en la cola y si bien se puso roja y le reclamaba juguetonamente, tuvo qué reconocer qué se excitaba al sentir “eso” en su cola, en plena calle!! y paró más de cinco taxis, siempre encontrando alguna razón para buscar otro, aunque lo qué sentía ahora no parecía tan grande, si se sentía igual de duro.

  • Lau: “Andyyyy!!! ¿Qué haces Andy??”
  • Andy: “Disculpe Sra Laura, es qué tuve qué acomodarme para poder hacer más fuerza”
  • Lau: “Si, pero no te me acerques tanto… aaauchhhh”

Andy creyó escuchar un suave gemido de la Sr Laura, “será posible?, no no creo”, pensó

  • Andy: “Voy a jalar más fuerte, me avisa si algo la molesta”
  • Lau: “Apurate!!”

El volvió a tomarla con fuerza por la cintura, se alejó lo más posible de ella, para no volver a ponerse en una situación comprometedora, seguro lo mataría cuando salga, jaló más fuerte, pero para su mala suerte se resbaló y terminó hundiendo más su bulto dentro de esa colaza.

  • Lau: “Auuuuu… oyeeee qué es eso??, qué demonios piensas qué haces Andy?”
  • Andy: “Lo siento Sra Laura es qué me resbale y yo… yo…”

Al sentir como su paquete se hundía en la cola de la Sra Laura, algo cambió dentro suyo, todo su temor fue reemplazado por un deseo incontenible, quería poseerla, quería poseer esa cola qué lo tenía loco, qué lo hacía correr a casa a masturbarse cada qué se cruzaba con ella. Y de pronto sin pensarlo dos veces bajó sus manos qué la sostenían por la cintura , hacía sus nalgas y empezó a acariciar esa cola qué tanto lo obsesionaba.

  • Lau: “Andy, qué estás… qué demonios piensas qué estás haciendo? Por qué me agarras de ahí, suéltame, no me toques”
  • Andy: “Sra Laura, sabía qué hoy es mi último día aquí?”, le dijo mientras le acariciaba la cola con ambas manos
  • Lau: “Lo se, pero eso qué diablos tiene qué ver con lo qué estás haciendo, deja de tocarme y sacame de aqui o te juro qué te denuncio”
  • Andy: “Pero lo qué ud no sabe es qué en minutos llega el taxi para llevarme al aeropuerto, me iré a europa y ya no voy a volver”
  • Lau: “Eso a mí qué me importa, solo deja de tocarme y SACAME DE AQUI!!!”
  • Andy: “Sra Laura en esta oficina todos viven obsesionados con sus pechos, todos babean cuando la ven pasar, todos menos yo. La verdad es qué desde la primera vez qué la ví, me quedé prendado de esta colaza, de sus gruesas piernas y estas nalgas imponentes; por ud. es qué me voy del país, busqué otro trabajo para olvidarla, pues cada qué la veo, regreso a mi casa y no estoy tranquilo hasta hacerme 3 o 4 pajas en su nombre…”
  • Lau: “Pero, qué dices?, eres un pervertido, ¿cómo te atreves?, te denunciaré en cuanto salga, ya lo verás… SOCORROOO, AYUDAAA… SAQUENME DE AQUI, ME QUIERE VIOLAAAR”
  • Andy: “No volveré al país y nunca esperé encontrarme con está oportunidad antes de irme”
  • Lau: “Oportunidad?? ¿Cuál oportunidad? ¿Oportunidad de qué??, estas loco”

Andy, decidido, desabrochó el pantalón de la Sra Laura y empezó a bajarlo, mientras ella se quejaba.

  • Lau: “¿Qué haces?? Estás loco, qué haces?? Nooo.. dejame!!!”

Pero Andy ya no escuchaba razones, solo podía pensar en la cola qué tenía frente a él, la COLAZA de la Sra Laura, la qué lo obsesionaba desde qué la conoció, terminó de bajarle el pantalon y se estremeció al sentir sus manos directamente sobre la piel de ella, traía puesto una trusa blanca muy femenina, con bordados en la cintura, pero muy pequeña para contener semejante nalgatorio, empezó a acariciarla mientras ella seguía gritando qué la suelte, qué era un desgraciado y un pervertido.

La Sra Laura no sabía qué hacer, sentía las manos de Andy acariciando su trasero, casi con veneración, y de pronto sintió qué le bajaban la truza, lo amenazó, lo maldijo, pero nada, nadie la escucharía allá abajo y de pronto escuchó algo qué la dejó helada, era el sonido de un zipper… el clásico sonido del zipper de un pantalón siendo bajado con fuerza, casi desesperación y ella pensaba “no, no, no, qué me va a hacer?”, aunque sabía y temía cuales eran las intenciones de Andy. Ella misma las había alentado por pura vanidad, ella siempre supo qué todos en la oficina se volvían locos por su 38DD, excepto Andy, un par de veces se acercó a su lugar dejándose abierto el escote para provocarlo y nada, él no reaccionaba, pero en cuanto se alejó lo vió inquieto, notó como los ojos de andy se clavaban en sus posaderas y este se veía como alterado, desde entonces cada qué pasaba cerca a él se aseguraba de mover las caderas de forma exagerada, incluso alguna vez fingió qué se le caía algo solo para agacharse frente a él y dejarlo frente a frente a toda su colaza, el pobre chico se puso rojo y salió corriendo a los servicios higiénicos, cubriendo su pelvis con un folder. Pero solo era un juego, para ella solo existía su Inge, el único qué la hacía sentir mujer, el único hombre al cual se había entregado, después de tantos años separada de su ex-marido. Pero sin querer o queriendo, había vuelto loco a Andy y ahora este la tenía a su merced, en cuatro, como esperando ser poseída. Tembló al sentir cómo las manos de Andy acariciaban su trasero y de pronto sintió algo frío en su cola, parecía un gel o un aceite.

  • Andy: “Casi había olvidado qué tenía este lubricante Sra Laura, lo compré pensando en ud., alucinando qué un día podría untarlo en su cola, nunca en mi vida imaginé poder usarlo, se qué está mal, pero ya no puedo aguantarlo, hoy me voy del país y nunca volveré, pero me llevaré el mejor recuerdo de está oficina”
  • Lau: “No. nooo detente no lo hagas, estás loco, suéltameeeee…”

Andy se terminó de quitar el pantalón, liberó su pene tembloroso y se puso bastante lubricante, mucho más del qué necesitaba, pero los nervios y la excitación no lo dejaban pensar, luego volvió a acercar sus manos a la cola de la Sra Laura y empezó a acariciarle las nalgas, a separarlas, y de pronto metió uno de sus dedos por la vagina de ella, qué dejó de gritar, sorprendida por el intruso.

  • Andy: “Sra Laura, se qué nunca me perdonará por esto, pero… yo… tengo qué hacerlo”

Y dicho esto sacó sus dedos y metió su pene dentro de la vagina de la Sra Laura, qué solo atinó a gritar

  • Lau: “Nooooooooooooooo, qué hacessssss?”

Ella se resistió, trató de moverse para que la suelte, pero era inútil, ya tenía todo el pene de Andy dentro de su vagina, y solo pensaba “Por qué? Por qué, le había sucedido esto?” Empezó a sollozar, si alguien tenía derecho a penetrarla era su Inge, nadie más, solo él sabía volverla loquita, solo él sabía encenderla y satisfacerla. Lloraba y se lamentaba por no haber aceptado siquiera un choque y fuga con su Inge, como tanto le había sugerido su amiga Fiore.

Andy estaba como loco, empezó un desesperado mete y saca en la vagina de la Sra Laura, intentó ser lento y gentil al inicio pero la locura de ver su sueño cumplido lo hizo aferrarse a esa colaza y penetrar su vagina como un loco, ya no escuchaba las quejas de la Sra Laura, al menos ya no más maldiciones ni amenazas, solo sollozos qué en otro momento lo habrían detenido, pero ahora nada lo hubiera hecho sacar su pene de la vagina de la Sra Laura, se sentía apretada, cálida, deliciosa y el tenerla asi en 4, como una perrita, lo hacía más caliente.

Recordó qué su taxi llegaría pronto y qué aún faltaba algo para terminar de cumplir su sueño.

La Sra Laura estaba furiosa, maldecía haberse metido ahí, haberse expuesto de esa manera, de pronto se sintió como resignada, no era el pene grueso de su Inge, pero era un pene… luego de su Inge nadie había visitado ese agujero y muy a su pesar lo empezaba a disfrutar. Andy seguía penetrándola, haciendo ruidos como enloquecido cada qué sacaba su pene y se lo volvía a meter en la vagina. de pronto sintió qué su ritmo decaía, “ya terminó, felizmente no se corrió dentro”, iba a comenzar a exigirle qué la sacase de ahí, le iba a prometer, no, a jurar, qué no diría nada, pero qué la saqué de ahí, sin embargo de pronto volvió a sentir las manos de Andy en su trasero, otra vez el frio gel, solo qué más arriba… alrededor de su ano.

  • Lau: “Andy qué haces?, no… por ahi nooo, por ahí nooooo”
  • Andy: “Lo lamento, pero no puedo irme sin hacerlo, sin hacer mía su cola”
  • Lau: “No diré nada, a nadie lo juro, solo suéltame, no me hagas nada maaaaaaaaaaaaaas”

Y de pronto sintió como por segunda vez en su vida le reventaban el ano. Su virginidad anal la tomó su Inge, fue luego de rogarle muchas veces, ella tenía miedo de hacerlo porque él tenía un pene muy grueso, sin embargo su Inge le insistió tanto que finalmente ella aceptó, pero no volvieron a repetirlo pues quedó adolorida por varios días, aunque él fue muy cuidadoso, lo grueso de su pene le perforó el ano de una manera muy dolorosa, por lo qué no volvieron a intentarlo, pero ahora este idiota, este don nadie le estaba reventando el ano. El dolor era fuerte, aunque al tener un pene más delgado no le dolía tanto como con su Inge…. “Sálvame papito, sálvame mi Inge, mi primito adorado, solo tú puedes poseerme. Solo quiero ser tuya, por qué me pasa esto?” pensaba entre lágrimas.

Andy estaba como loco, su pene entraba y salía del ano de la Sra Laura, ella se quejaba y sollozaba, pero a él ya no le importaba, no le importaba estar rompiendole el ano, estar violando a la Sra Laura; la culpa era de ella, pensaba, por haberlo provocado, por pasear con semejantes nalgas frente a él para provocarlo y asi siguió metiendo y sacando su pene del ano de ella, qué al parecer ya no era virgen por ahí, pues no tuvo tanto problema en penetrarla, estrecho si, pero no como si fuera su primera vez, seguro el envidiado “Ingeniero” qué tanto mencionaban todos ya había recorrido ese camino, qué afortunado, poseer a semejante hembra, pero ahora él también la estaba disfrutando, comiéndose a la Sra Laura por ambos agujeros, solo le faltaría meterselo por la boca, pero eso era imposible, ella no era de esas, en cambio su amiga Fiore… esa era una mamadora profesional, recordaba como en la fiesta de año nuevo, luego de tomar y bailar hasta la media noche, ella lo llevó al baño y le dio la mamada de su vida, aunque luego se hizo la loca y nunca volvió a repetirlo; todos decían qué a la Sra Fiore le encantaba mamar penes, que era una adicta al sexo oral, qué se lo había chupado a casi toda la oficina, será por eso qué aun siendo muy amigas, la Sra Laura nunca le quiso presentar a su “Ingeniero”, quizá tenía miedo de que ella lo convenza, después de todo la Sra Laura era muy celosa, una asistente de archivos le contó qué una vez las había escuchado conversando en el baño:

  • Lau: “Fiore eres una asquerosa, por qué te gusta chuparles el pene, qué asco”
  • Fiore: “Asco?? Para nada amiga, saben riquísimo, sobre todo cuando les empieza a salir ese líquido blanco, saladito, me vuelvo loca cuando siento ese saborcito”
  • Lau: “Aghhh te pasas, yo nunca haría eso”
  • Fiore: “Ni con tu Inge?”
  • Lau: “Él nunca me lo ha pedido, no creo qué le guste”
  • Fiore: “Qué no?? Eso los vuelve locos. Déjame darte unas clasesitas y te aseguro que nunca te va a dejar, lo tendrás loquito a tus pies”
  • Lau: “En serio? Digo… Nooo… aggghh, qué asco”
  • Fiore: “Bueno entonces presentamelo y se lo mamo yo, verás qué luego te lo pedirá siempre.”
  • Lau: “Te mato Fiore, te mato, él es solo mío”
  • Fiore: “Bueno mi oferta para darte unas clasesitas sigue en pie. Cuando quieras amiga, cuando quieras”
  • Lau: “jajajaa te pasas ‘Maestra’ Fiore”

Andy siguió alucinado, quería estar dentro de la cola de la Sra. Laura para siempre, con ella en cuatro, como una perrita, pero por más qué lo intentó sentía qué no iba a aguantar más, iba a correrse en el ano de la Sra Laura.

  • Andy: “Se… señora Laura… me vengo,,, me voy a venirrrr”
  • Lau: “Ya! , termina de una vez, maldito”

Y de pronto soltó toda su leche dentro del ano de la Sra Laura, “aaaaahhhhhh, siiiiii, por fiiinnn” gritó como poseído; pero cuando su corazón empezó a calmarse se dió cuenta de lo qué había hecho: Acababa de violar a la Sra Laura!!! Ella sollozaba, tenía el ano manchado de leche, él no sabía qué hacer; Le llegó la alerta de que su taxi ya estaba cerca. De pronto reaccionó, busco unas toallitas húmedas qué dejó en su escritorio y empezó a limpiar el ano de la Sra Laura, se veía enrojecido y quizá le estaba ardiendo, sacó una loción after shave y se le ocurrió qué eso la ayudaría con el ardor.

  • Lau: “Maldito violador… sniff…. Sacame de aqui”
  • Andy: “Lo siento Sra Laura, lo… lo lamento… está loción le ayudará”
  • Lau: “Ahhhh , ayyy qué es eso?”
  • Andy: “En el intercambio de regalos me dieron esta loción Nivea para después de afeitarse… ayuda con cualquier ardor”

Muy a su pesar Laura sentía que la loción refrescaba su adolorido ano, “mmmmm, se siente bien” pensó, pero siguió insultándolo y amenazándolo.

  • Lau: “Ahora qué harás maldito? ¿Me vas a dejar aquí?, los de mantenimiento no vienen hasta las 7pm”
  • Andy: “No… no, Sra Laura… no se preocupe, como saben que hoy es mi último día la Sra Perla dijo qué vendría a las 6.15 y ya son 6.08, debe estar por llegar”

Rápidamente Andy terminó de limpiar la cola de la Sra Laura con las toallitas húmedas, decidió llevárselas junto con el lubricante y todo lo qué pudiera tener algún rastro de lo qué ahí había sucedido, aplicó un ambientador en aerosol para ocultar el olor a sexo qué inundaba la oficina. Con gran cuidado, alguno diría qué casi veneración, le acomodó la trusa a la Sra Laura, le costó volver a acomodar semejante nalgatorio en tan pequeña trusa, luego le subió y abrochó el pantalón delicadamente. Metió todo en una bolsa, la tiraría en el contenedor de afuera, estaba por pasar el camión de basura, así no quedarían evidencias. Antes de irse no pudo evitar acariciar la colaza de la Sra Laura por última vez.

  • Andy: “Se… señora Laura… gracias… muchas gracias… adios”
  • Lau: “Lárgate… maldito… violador… (adios)”

Esto último lo dijo muy bajito, se quedó sola, pero unos minutos después escuchó qué alguien bajaba, era la Sra Perla, de mantenimiento.

  • Lau: “Sra Perla?? Sra Perla sáqueme de aquí, por favor, me quedé atrapada”
  • Perla: “Sra Laurita?? Qué le pasó, cuánto lleva atrapada ahí?”
  • Lau: “Yo.. .ehhh.. Bajé hace un momentito a buscar unos archivos, pero me quedé atorada, ayudeme por favor”
  • Perla: “Claro, claro, déjeme ver, qué bueno qué vine temprano Sra Laurita, imagínese qué hubiera bajado Andy y la encontraba así?”
  • Lau: “Si Sra Perla, felizmente ud vino temprano, es mi salvadora”
  • Perla: “Qué vergüenza que la hubiese encontrado así, encima qué creo qué ese es medio raro… imagínese qué una vez lo vi mirándome atrás”
  • Lau: “En serio? Quién iba a pensar qué era así”
  • Perla: “Déjeme sacar esto y… listo!!! Ya puede salir”
  • Lau: “Gracias”

La Sra Laura salió del archivador, se levantó adolorida y se abrazó fuertemente a la Sra Perla.

  • Perla: “Tranquilícese Sra Laurita, no es para tanto, felizmente no se lastimó, ni le pasó nada”
  • Lau: “Si, si… felizmente, gracias… gracias”

La Sra Perla, más delgada y de busto pequeño, se deslizó sin problemas por el hueco del archivador y sacó los expedientes qué Laura necesitaba, se los dió, ella le dió las gracias de nuevo y la volvió a abrazar temblorosa. Perla se quedó pensando “Quién iba a pensar que la Sra Laurita fuera tan miedosa, está temblando solo por quedarse atrapada ahí unos minutos?? Y yo que a veces me quedo sola por horas aquí”, la vió subir las escaleras, era su idea o le parecía qué caminaba raro?, como si algo le doliera, pero no dijo nada, tenía qué terminar de limpiar rápido para llegar temprano a su casa.


La Sra Laura recogió sus cosas aún nerviosa y salió rápidamente rumbo al paradero, se limpió las lágrimas y decidió qué sólo había una forma de volver a sentirse bien, aunque estaba en medio de la calle sacó su celular de la cartera y sin pensar marcó un número de memoria.

  • Lau: “Hola, ¿cómo estás?”
  • Inge: “Laurita?, qué agradable sorpresa, ¿bien y tú?”
  • Lau: “Bien… bien… yo sólo… sólo quería preguntarte…”
  • Inge: “Dime, ¿te pasa algo?”
  • Lau: “Nada es solo qué yo… te… tendrás tiempo el lunes? Me gustaría verte”
  • Inge: “Claro, ¿en Larcomar?”
  • Lau: “¿Puede ser por la Richi?”
  • Inge: “Ok, entonces en el grifo cerca al Parque de la Amistad ¿Buscamos donde comer algo, te parece?”
  • Lau: “No… yo quiero… me gustaría ir a ver el techo ese qué me gustaba tanto, está cerca de ahí, ¿no?”
  • Inge: “Irás de Holstein??”
  • Lau: “Siii… digo… no… tonto… pero… si…”
  • Inge: “Pero ¿No tendrás qué volver corriendo a casa?”
  • Lau: “Pediré a mi hermana qué mi hijo se quede con ella, les diré qué saldré con Fiore”
  • Inge: “Perfecto, te veo el lunes entonces… auchh”
  • Lau: “Qué pasó?? Estás bien?? Disculpa, ni siquiera te pregunté si estabas ocupado”
  • Inge: “No fue nada, me apreté contra algo sin darme cuenta, te veo pronto, descansa”
  • Lau: “Si… si…, besos, ciao”
  • Mujer: “Vaya, creí qué no colgaría nunca, te pasas ni siquiera le colgaste mientras te la estaba chupando”
  • Inge: “Es qué me sorprendió qué me llame”
  • Mujer: “Ya lo sospechaba, el otro día me habló de ti y parecía extrañarte mucho, ¿y qué es la Richi?”
  • Inge: “Se refiere a la Universidad Ricardo Palma, siempre nos encontrábamos ahí”
  • Mujer: “¿Y qué es eso de holstein??”
  • Inge: “Jajajaja, las holstein son unas vacas blancas, holandesas, de ubres enormes, lo cual describe perfectamente a tu amiga”

La mujer qué estaba chupando el pene del Inge de la Sra Laura, era su amiga Fiore, que recordó las tremendas ubres de su amiga y rió

  • Fiore: “Jajajaa, igualita, y como qué quiere ir a ver techos?”
  • Inge: “Es una broma entre nosotros, íbamos a una casona muy bonita, la primera vez ella estaba muy nerviosa y cuando estábamos en pleno… ella cambió la conversación diciendo qué le gustaba el techo”
  • Fiore: “Osea qué quiere un choque y fuga?? Wowww Quién lo diría, ella qué siempre dijo qué no, a pesar de qué le insistí en qué necesitaba un buen desfogue y la verdad nunca la vi tan relajada como cuando estaba contigo”
  • Inge: “A mi también me sorprendió qué quiera ir, pero te pasas como me muerdes así el pene mientras hablaba con ella”
  • Fiore: “Encima me reclamas?? Yo esforzandome en hacerte la mamada de tu vida y tu hablando con tu ex… mi mejor amiga”
  • Inge: “Maestra Fiore, eres tremenda”
  • Fiore: “Ya deja de decirme maestra, te pasas crazyyyy, me pones toda roja y claro qué te la mordí a propósito, yo con la boca llena y tú concentrado en mi hermanita Laura”
  • Inge: “Bueno le diste muy buenas clases de como chuparla, Laurita se volvió toda una experta gracias a tí, Maestra Fiore”
  • Fiore: “Exagerado, solo le di unos consejitos, qué por lo visto disfrutaste”
  • Inge: “Definitivamente enseñaste muy bien a tu alumna”
  • Fiore: “Y encima me pondrá a mí como excusa para venir contigo??, ese día llamo a su casa para qué sepan qué no nos vimos… jajajaja”
  • Inge: “No harás eso, si lo haces no te la meto y tendrás qué conformarte con la mamada qué me diste”
  • Fiore: “Ay sí, pues, tú te lo perderías”
  • Inge: “Segura?? Entonces nos vamos!”
  • Fiore: “No!! Maloooo, apenas te lo he chupado un ratito pero ya me muero de ganas de sentir este pene tan grueso dentro mio, ok no diré nada, pero la próxima semana me llevas a ver techos a mí”
  • Inge: “Ok, entonces tenemos una segunda cita, pero está recién empieza y ya mucho blablabla, es momento de qué abras esa boquita y te las comas toda”
  • Fiore: “Espera… espera… mmmmf… mmfffm…”

Y Fiore por fin se calló, mientras volvía a devorar encantada el grueso pene del ex, de su mejor amiga.


La Sra Laura le dijo al taxista qué se detuviera dos cuadras antes de su casa, al final decidió no ir en bus pués aún le dolía atrás, ya no le ardía tanto, pero pensó en comprar un relajante muscular antes de ir a su casa. Recordó qué había una farmacia cerca, aún estaba nerviosa, pero odiaba reconocer qué le había gustado volver a sentir un pene dentro suyo, era muy diferente a cuando ella se masturbaba y últimamente lo había hecho muy seguido pensando en su Inge, pero tener un pene dentro era muy diferente a lo qué ella pudiera hacer con sus dedos… y qué encima le reventaran el culito… aún le dolía, hace mucho qué su Inge recorrió ese camino y ahora estaba decidida a qué él la volviera a poseer, no iba a permitir qué su último recuerdo de una cogida fuera con un don nadie, tenía qué ser de su papito, de su Inge, de su primito amado.

Recordaba como el Inge la había dejado adolorida por varios días y cuando volvió a la oficina el lunes, después de su estreno anal, dijo qué se había tropezado, pero Fiore no le creyó, ella reconoció las “señales”

  • Fiore: “Amigaaaa, bravo!!! Bienvenida!!! Por fin te animaste”
  • Lau: “De qué hablas Fiore?? Auch…”

Dijo, mientras acomodaba otro cojín en su silla, su amiga se acercó y le dijo en voz baja.

  • Fiore: “Digo qué por fin entregaste el aqujero pequeño a tu Inge, lo habrás dejado feliz”
  • Lau: “Qué??? Por qué dices eso, qué te pasa??”
  • Fiore: “A mi no me engañas, jajajaja, reconozco perfectamente a las primerizas, jajajaa”
  • Lau: “No seas… como crees qué yo… qué yo… ayyy amiga… pues siiii.. Y desde ese día me arde como no tienes idea”
  • Fiore: “Ooohhh pobrecita mi amiguita… ahora ya no eres virgen por ningún agujero… jajajjaa”
  • Lau: “Eres una maldita.. .auchhh como me arde… ayúdame, ¿qué hago?”
  • Fiore: “Y a mí qué me preguntas? Seré la experta acaso?”
  • Lau: “No te hagas la monja y dime qué hago para qué me pase?… auchhh mi pobre colita…”
  • Fiore : “Ok ok, lo mejor es un relajante muscular, eso te aliviará el dolor, después en tu casa te sientas sobre unas toallas mojadas por un rato, para qué pase el ardor”
  • Lau: “Lo dicho… eres toda una experta”
  • Fiore: ”Pero hubieras pedido descanso médico pues amiga”
  • Lau: “Claro, voy al médico a qué me revise y me de descanso por qué mi Inge me destrozó la cola”
  • Fiore: “Jajaajajaaa ya me imagino ese documento: ‘Se otorga descanso médico de 2 días, a la Sra Laura por inauguración anal’… jajajaajaja”
  • Lau: “Si claro burlate, burlate… auchhh como arde”
  • Fiore: “Pero como hiciste para verte ayer con tu Inge? No qué los domingos no podían escaparse?”
  • Lau: “Ayer?? No, lo ví el viernes saliendo de aquí”
  • Fiore: “El viernes?? Y aún te duele?”
  • Lau: “Acaso no me ves?”
  • Fiore: “Oye amiga en confianza, ¿qué tan grande lo tiene?”
  • Lau: “¿Por qué preguntas eso?? Oye, qué te pasa?”
  • Fiore: “Es qué normalmente esas ‘inauguraciones’ duelen un día o día y medio, nada más, pero ya estás en el 3er día!!”
  • Lau: “Lo dicho eres toda una experta en estas cosas”
  • Fiore: “Qué tan grande lo tiene?? Anda, cuéntame… mira qué entre nosotras no hay secretos”
  • Lau: “Para qué quieres saberlo?? Ni qué llevara un centímetro para medirlo… además no sé, no sé qué tan largo sea, pero si es bieeeen grueso… no se como se me ocurrió dejar qué me lo meta por atrás, si ya por delante me aprieta, auuauauaauuuu…”

Fiore se quedó pensando, a ella le encantaban los penes gruesos, el tamaño no le importaba, pues aunque había probado varios y algunos bastante largos, finalmente bailaban en sus agujeros, “tengo qué conocer a ese Inge” se repetía para sus adentros.

  • Lau: “Qué tanto piensas oye!! Ya traeme el relajante”
  • Fiore: “Tendrás qué ir a pedirlo a RRHH, diles eso de qué te tropezaste, no creo qué la fea esa qué maneja el botiquín se de cuenta de qué es por otra cosa”
  • Lau: “Auchhh ya vengo… auchhh…”

La Sra Laura se paró adolorida, Fiore vió como su amiga iba a RRHH, tratando de no cojear y empezó a cantarle.

  • Fiore: “Pasito tun-tun, pasito tun-tun, pasito tun-tun, jajaajaja”
  • Lau: “Maldita!! Muerete!!!”
  • Fiore: “Jajajaajaaa”

Laura volvió de sus recuerdos “me sentaré en unas toallas llegando a casa, tengo qué estar bien para el lunes”, se dirigió a la chica qué atendía la farmacia y pidió un par de relajantes musculares, “así me queda uno para luego de ver a mi papito”, pensó; pidió otras cosas qué faltaban en casa y cuando la farmacéutica dijo “desea algo más?”, de pronto vió una botellita azul oscuro, de tapa plateada, nunca antes la había notado, pero la señaló y dijo “también llevaré esa loción para después de afeitarse… de Nivea”.

FIN