Capítulo 1
Itzel era una chica de 18 años, piel morena clara, cabello oscuro, carita linda, cuerpo atractivo, proporcionado. Habíamos comenzado una relación y ya habíamos tenido algunos encuentros previos al que les voy a relatar. Nos llevábamos muy bien en todos los sentidos y el sexual no era la excepción, ese día era sábado, quedamos en vernos en mi casa junto con una amiga de ella, compré cervezas, cigarros y ellas llevaron las botanas. La idea era beber, fumar, pasarla bien pero éramos conscientes que por la presencia de la amiga no iba a pasar de ahí.
Itzel y Karen llegaron a casa como a las 4, ya estaba solo así que subimos a mi cuarto, ahí estaba todo lo que podía necesitarse: la compu, la tv, el estéreo… bajé las cervezas al refri y dejé algunas para empezar a tomar, pusimos música, encendimos los cigarros y empezamos a tomar y platicar, nos terminamos la primera y bajé por las segunda ronda. Itzel y yo estábamos acostados en la cama y Karen se instaló en la computadora, abrió su messenger y ponía música, videos… bajé por la tercera, al llegar al refri ví Itzel que había bajado detrás de mí, comenzamos a besarnos, ella bajó su mano y comenzó a tocar mi miembro por encima del pantalón, después metió su mano y comenzó a estimularme yo la seguía besando mientras apretaba sus nalgas, ella desabrochó mi pantalón y lo bajó junto con mi boxer, se arrodilló, acercó su boca y comenzó a lamerlo, a chuparlo, me excitaba tanto ver cómo lo hacía… puso mi mano en él para jalarlo mientras lo chupaba, «vamos a subir» le dije.
Subimos, llevé las cervezas al cuarto y ella se fue hacia el de mis papás, “aquí te las dejo” le dije a Karen y me salí, ella sonrió “si, gracias” fui al cuarto de mis padres iba a cerrar la puerta pero Itzel me detuvo “no cierres”. El cuarto queda no exactamente en frente del mío, es como una pequeña diagonal, desde donde estaba Karen sentada en la computadora no se podía observar nada pero si ella decidiera ir a mi cama vería todo. Itzel y yo comenzamos a besarnos desabrochó nuevamente mi pantalón con desesperación y lo bajó, yo desabroché el de ella, le quité su playera, su bra, comencé a besar sus pechos, tibios, firmes, recordar sus pezones endurecidos entre mis labios… ahhhh bajé mi mano y la puse entre sus piernas su vello suave, su pubis ardiendo y su vagina comenzaba a humedecerse, la estimulé acariciando su vagina suavemente, deslice un dedo dentro de ella, deslice otro más y los movía en círculos, los sacaba, metía nuevamente y podía escuchar su respiración cada vez más agitada. No aguantamos más, nos necesitábamos, ella deseaba sentirme dentro y yo deseaba hundirme en ella así que terminamos de quitarnos la ropa, nos subimos a la cama, ella se puso en cuatro viendo hacia la puerta, yo sentía que quería ser vista y además darse cuenta de ello, me coloqué detrás de ella y deslicé mi pene dentro de ella, “estás muy mojada, me encanta” le susurré, la tomé del cabello y la jalaba hacia mí mientras entraba y salía de ella, una y otra vez, no podíamos gritar así que solamente eran pequeños gemidos y respiraciones agitadas “así así” decía en voz baja, mientras yo fijaba mi vista en ver cómo entraba y salía mi miembro de ella, en ver sus nalgas rebotando una y otra vez y ver su culo frente a mí, esperándome…
La primera ocasión que estuvimos juntos intenté entrar por atrás, ella me detuvo y me dijo: “así casi no me gusta” yo me detuve y lo dejamos de lado, pero a partir de la segunda vez ella me pidió intentarlo y todo salió bien sólo que a Itzel no le gustaba que usara lubricante o crema a ella le gustaba que primero penetrara su vagina, la mojará bien y mucho y con ese fluido lubricara su ano poniendo un poco con mis dedos y con lo que tenia en mi pene. A partir de esa ocasión era frecuente que la penetrara por detrás así que sabía lo que venía en ese momento, observaba su culo listo a mi disposición así que saqué mi pene de su vagina, tomé un poco de sus fluidos con mis dedos y los llevé a su ano, volví a penetrarla pero el movimiento era suave, lento, estaba concentrado en lubricarla y dilatarla un poco, metí mi dedo despacio y empecé a moverlo suavemente dentro de ella para dilatarlo “mételo” dijo, le puse mi pene entre sus nalgas lo froté un poco entre ellas y comencé a deslizarlo despacio, ella volteó como queriendo ver mientras se mordía los labios con una cara entre placer y un poco de dolor, “¿me detengo?” Le pregunté, “sigue” respondió, entré por completo en ella y comencé a moverme lentamente, mi miembro estaba muy firme, estaba muy excitado sintiéndola tan estrecha, tan caliente, ella apretaba la colcha con sus manos y dirigía el movimiento a su ritmo a su gusto, era lento pero empezaba a ser un poco más intenso, bajó su cuerpo para quedar totalmente acostada boca abajo y yo encima de ella, sin salirme nos giramos y quedé yo debajo de ella boca arriba abrí mis piernas para que las de ella quedaran en medio y comenzamos a movernos, ella se movía adelante y hacia atrás como si se frotara, era tan excitante sentirla así moviéndose con mi verga dentro de su culo, había pequeños gemidos tanto de ella como míos, coloqué mi mano en su vagina y mientras ella se movía yo la estimulaba, metí mis dedos, estaba muy mojada y cada vez más, “ahhh ahhh, que rico, no pares” decía, mi otra mano acariciaba sus tetas, comenzó a moverse más intenso, llevó su mano a mi mano para dirigirla sobre su clítoris, con la otra mano comenzó a apretar sus tetas, cerró sus piernas y se movía más y más, apretó mi mano contra su clítoris y la movía frotando más intenso, “voy a terminar” dije, “espera, espera, un poco más, yaaaaa vente vente” dijo, sentí como llenaba su culo con mi leche, ahhhh una sensación tan excitante, un orgasmo tan diferente, tan rico…
Nos colocamos de lado, salí despacio de ella y teníamos un problema necesitábamos papel y no había en el cuarto. No sé si en algún momento Karen nos vio, seguramente escuchó pero cuando pasé frente a mi cuarto para llegar al baño volteó, ahí sí indudablemente me vio, agitado, desnudo y firme aún, disfruté mucho esa sensación, probablemente ahí nació mi gusto por ser observado.