Me quedé a la sombra de un árbol, rogando a dios que no apareciera ningún gilipollas más a joder la marrana, y parece que surgió efecto. Hay veces que Dios es muy crédulo, jejeje. Tras degustar una buena comida, hay que joderse como traga la cabrona y lo bien que se mantiene, antes de pedir el postre le dije que antes de darle los apuntes tendríamos que ir a una papelería a fotocopiarlos, y que de paso me dejara los de hoy.
El hombre, haciendo gala de su fuerza, la tomó en vilo y, apoyándola contra la pared, reanudó las embestidas. Nuria, con las piernas cruzadas en el culo de aquel desconocido, notaba la fuerza de las penetraciones y cómo chocaban contra ella los huevos. Los gemidos de Nuria eran eclipsados por los aullidos que soltaba la otra chica al alcanzar el orgasmo. No tardó mucho más Nuria en correrse con aquel gorila.
Álex cuenta su aventura y los ánimos se caldean. Posteriormente, otra salida de juerga y el final de la historia.