Contraje todos los músculos por que mi virilidad me impedía dar paso a su dedo... pero fue su lengua la que comenzó a chuparme. Notaba en contradicción permanente que aquello era placentero y que mi virilidad era cuestionada.
P: Pues no recuerdo, la verdad es que después de su yes, yes, me preguntó si era yo tu novia, todo ello en inglés y le dije que si, por supuesto. Él entonces se acercó y me seguía hablando, pero ya era una distancia un poco incomoda porque yo me tenía que ocultar tras la mampara aunque no parecía fijarse mucho a ver si me pillaba un poco de muslo o pechito, yo creo que para él era una conversación normal y corriente.
Que tonterías dices, seguro que es un chico estupendo. Mi amor, estoy tan orgullosa de ti. Deja que te peine el flequillo. Estás radiante. Y voy a casarme dentro de 4 días con el hombre más maravilloso del mundo. Jamás he sentido algo así por nadie, lo sabes ¿verdad?
¿Aquel día si que fue fuerte verdad? Fuimos por la mañana al mercado de La Piedra, nos tomamos unas ostras por probarlas y eso nos levantó el ánimo. Después fuimos a casa de mis tios pero no estaban. Me preguntaste si ya había besado a Juli, el noviete que me había echado allí ese verano y te dije que no, que ese chico era muy parado y que a mí me apetecía un montón un muerdo.