El esposo descubre, por accidente, que los nuevos ventanales permiten a los vecinos ver a su esposa Susana desnuda en la intimidad del baño. Entre sorpresa, celos y excitación, comprende que guarda un secreto capaz de cambiarlo todo.
Un esposo descubre que, tras una remodelación en su baño, los vecinos pueden ver a su esposa Susana, de 38 años, desnuda sin que ella lo sepa. La visión lo perturba y excita, abriendo la puerta a oscuros deseos prohibidos.
Susana descubre el dildo en el baño y lo usa frente al cristal, excitando a los vecinos. Cristina provoca, chupa el juguete y termina dándole una felación al joven, mientras el marido, al borde del límite, contempla la escena incendiaria.
El protagonista comparte a Susana con los vecinos. Cristina la toca y la provoca, el joven se corre en su boca, y finalmente el viejo la penetra salvajemente en el baño, desatando gemidos intensos que confirman su entrega total al morbo compartido.