Karla, una virgen sensual II
Hola, estoy otra vez frente a la maquina intentado recordar a aquellas dos mujeres que a pesar de ser de la misma familia estuvieron dispuestas a compartir el sexo con un tipo afortunado como yo.
Pues bien como recordaran yo no podía creer lo que estaba pasando con mi vida en ese momento, es decir el destino me estaba dando tanta felicidad que no lo creía. Mientras Patty me besaba, se tocaba su cuquita, yo lo noté porque al intentar abrazarla en tan buen beso sentí la mano entre sus dos ricas piernas me intenté parar mas ella no me dejó, poco a poco me di cuenta de mi situación me encontraba ante la mujer de mis sueños y esta quería dominarme y manejar la situación, el sólo observarla y sentir su lengua rozando la mía y saber que se estaba estimulando mientras nos besábamos me hizo calentar al punto de reventar.
Me empujó contra el sillón, ese mismo sillón que fue testigo de la desfloración de su propia hermana, empezó a moverse al ritmo de la música que salía de su cuarto, en cuestión de segundos ya estaba toda desnuda frente a mis perplejos ojos, abrió sus piernas se arrodilló frente a mí en una posición muy sugestiva aprisionando mis muslos entre sus dos delicadas piernas, y exhibiendo esas dos deliciosas tetas que querían ser mías frente a mi cara, yo ni corto ni perezoso la tomé por las nalgas y clavé mis labios contra los suyos, yo exploraba centímetro a centímetro su trasero abriéndolo y cerrándolo y de vez en cuando intentando meter uno de mis dedos en él, ella me besaba y se movía suavemente hacia arriba y abajo y con su mano no paraba de tocarse esa deliciosa pollita que era la culpable de mis más profundos sueños, otra vez como con su hermana yo estaba en desventaja, intenté sacarme la camisa pero no pude pues ella no me permitía soltarle el culito. Sacó su mano de su vagina y me lo puso en la nariz como incitándome a morir de la excitación, ahhhhh ese olor era de lo mejor como sólo una diosa de 19 años puede tener entre sus miembros guardianes, luego me sacó la camisa me besó el cuello el pecho y siguió bajando hasta llegar al odioso pantalón, zafó mi correa bajó mis vaqueros junto con mi bóxer y empezó a chupar mi verga que tenía la cabeza roja y estaba de un tamaño que ni yo lo creía, chupó y chupó pero yo no quería desperdiciar mi leche en su boca así que no terminé haciendo esfuerzos casi sobrehumanos, se cansó y subió otra vez, se sentó sobre mi erecta verga dándome la espalda, se deslizó mi miembro como queriendo sentirlo centímetro a centímetro, empezó a cabalgar suavemente yo pellizcaba sus pezones y trataba de moverme al ritmo del baile que propiciábamos, después ella se dio la vuelta y se la metió cabalgó como nadie me besó y siguió cabalgando, yo agarré sus preciosas nalgas y apretaba y apretaba y de vez en cuando unas nalgaditas cosa que la hacía gemir como puta, después hice lo que había soñado siempre pues quería comparar cuál producía más placer el trasero de Karla o de Patty así que empecé a meter el dedo en su rico ano uno después dos, hasta que ella como una ramera de la calle me dijo que yo era el afortunado que la iba a desvirgar por ahí pero que primero tenía que hacerla llegar al orgasmo.
Con semejante premio cómo no me iba a esforzar, entonces la apoyé suavemente sobre el sofá y puse sus pantorrillas sobre mis hombros, metí mi verga y empecé a moverme rítmicamente haciéndola sentir que no se arrepentiría de entregarme ese delicioso huequito, la besaba más y más, estaba aguantando para hacer que ella termine primero y lo logré acabó y a los dos segundos me vine yo. Ahora sí venía lo bueno pues ella era virgen sólo por su trasero y me lo iba a entregar sólo a mí, me dijo que no quería sentir dolor así que fuimos a su cuarto desnudos y tomados de la mano tomó un tarro con vaselina se puso en cuatro y como una vulgar perra se empezó a masturbar en mi cara y a ponerse vaselina en su culito me dijo que me acerque yo lo hice tomó mi verga y empezó a metercerla , era la mejor sensación del mundo, ese culito estrecho apretando mi miembro y ella casi llorando de dolor pero no paraba de meterse los dedos en la pollita, yo empecé un mete y saca tenaz sus enormes nalgotas chapoteaban contra mi vientre, me incliné y le empiezo a pellizcar sus pezones ella sólo gemía y gritaba no paraba de gemir.
Ohhhh qué buena estas putita eres mejor que tu hermana… si mejor que ella … sí sí dame más dame más … estando a punto de terminar saqué mi pene y terminé en sus nalgas ella se paró me hizo sentar sobre la cama y me empezó a mamar otra vez no logró mucho pues estaba rendido, la muy perra quería sacarme hasta la ultima gota luego fuimos a la ducha y nos bañamos el uno al otro, después salimos y nos vestimos. Luego de unos veinte minutos llegó Karla nos encontró normalmente vestidos y charlando, me preguntó si la había esperado mucho, yo le dije que no y pasó el día pero al siguiente fui a su casa y ella muy seriamente me dijo que quería hablar conmigo pues había conversado con su hermana en la noche, yo me puse pálido y no podía creer que la muy sarna de Patty me haya delatado tomó mi mano y me llevó a su cuarto nos sentamos y me preguntó qué había pasado ayer, yo no sabía qué responder, me miró a los ojos y me dio un beso ternuroso, lo cual me conmovió y empecé a relatar lo antes escrito por supuesto sin detalles ella no me dejó finalizar y me besó apasionadamente, hicimos el amor por horas inclusive con su hermana que llegó poco después.