Hola, este es un relato 100% real, que se dio mediante una página sw, de contactos, de Buenos Aires, Argentina.

Como creemos que suele suceder, esto comenzó con una, digamos, inocente charla. Alguien que se presenta por el chat, y la charla comienza. Paola, Pao, quien comenzó la charla, le causó gracia hablar con un camionero. Gracia solo porque es una actividad con la cual no tenemos contacto, salvo cruzarse de auto a camión en la ruta, ningún contacto más.

Esta persona resulto alguien divertido, “copado” diríamos en Argentina, y eso genero chatear y continuar chateando. Increíble lo que luego esto genero!!!

Paso mucho tiempo desde ese primer chat, muchísimo, pero aun hoy agradecemos los que nos generó. Pero no puedo escribir esto sin que venga a mi mente el cuerpo de Pao, suave, delgado, con su piel blanca, revuelto entre los bellos, sudorosos, mojados, de varios hombres!!! Yo incluido!!! Ella penetrada por todos lados, feliz pero desgastada, sonriendo y gozando!!!

Pero intento volver a la secuencia. Pao continúo chateando cada tanto con esta persona, le intereso, le gusto. Me lo comento. Perdón no me presente, soy Eduardo. Pao me comento, lo hablamos y surgió la idea de un encuentro, la idea de un “trio”. Ya teníamos buenas experiencias y bastante practica en eso.

Como suele suceder en estas charlas o chats, el contacto se perdió, o al menos dejamos de encontrarlo. Nada extraño, un caso más, suele suceder. Pero un día, otro usuario, con un apodo similar (o sea también se relacionaba con los camiones o como camionero) se contactó con Pao. Ella se confundió, pensó que era el primero, el original, y por ello se comunicó con mucha confianza, retomando la idea de tener un encuentro sexual, un trio. Este nuevo contacto reacciono inmediatamente, estuvo muy vivo y le siguió rápidamente el juego a Pao, y más, viendo lo desprejuiciado de ella, le subió la apuesta!!! Le propuso algo grupal!!

Aquí me detengo, nosotros ya habíamos experimentado tríos, tríos hombre/mujer/hombre. Incluso habíamos vivido algo grupal, dos hombres, yo y ella, o sea 3 hombres solo para ella. El amigo camionero la tentaba a Pao, ella ya estaba interesada, me contó, había ideas, fantasías, lugares, ropa y placeres en el imaginario. Me lo contó y me partió la cabeza, yo estaba enloquecido!!! Ella hablaba de encontrarnos, en la ruta, con dos camioneros, jugar en la cabina del camión, y terminar entregada al sexo nuevamente con 3 hombres. Me lo dijo estando en casa, en un momento en que ella chateaba con él, me sume a la charla y reímos los 3, fantaseábamos los 3, y esa madrugada cogimos con Pao con todas las ganas, y con todos los chiches!!! Todos los consoladores pasaron por ella esa noche!!!! Seguimos con esta idea, pensando lugar, fecha, travesuras.

Pero nos surgió, a Pao y a mí, algún temor. Pensar encontrarnos con dos personas que no conocíamos, salvo haber chateado con uno, al costado de la ruta, una tarde o noche, nos resultaba, todo eso, un poco peligroso. Pensamos en la típica, porque no nos conocemos primero? Un café? Pero la verdad es que sería un encuentro con camioneros, en un lugar alejado, y el morbo era ese, algo fuerte, sin preámbulo y preparación, y con esos riesgos. Pero podía ser mucho riesgo. Para colmo otro contacto, siempre del mismo chat, la había criticado a Pao. Le había dicho que estaba mal, que era una locura hacer algo así, estar con más de dos hombres, desconocidos, etc., etc., etc.. Era una situación rara, era la tentación del riesgo y el desenfado, junto con el miedo del riesgo y del desenfado. No parecía tener una salida.

Y, y si, hubo una salida, se alinearon los planetas. Pao, y eso fue parte de lo lindo, fue ella misma quien le encontró la solución. Yo así deje de ser quien quería arriesgar (ella decía que arriesgaba el cuerpo de ella!!!) y pase a acompañar y disfrutar!!!! Ella habló de esta situación con un conocido, con alguien de la misma página y con quien habíamos hecho un trio. Oscar se llama él. Pao le conto a Oscar, y esto estalló!! Así el encuentro resultó posible, Oscar y yo comenzamos a armar una fantasía, o locura, y Pao, Pao se entregó primero y se volvió una diosa del sexo después. Armamos una película porno de alto voltaje, pero real!!!!! Terminamos con Pao enfiestada, con no una sino varias previas, con desfile, con juegos, con dobles penetraciones y con toda una noche de sexo. Fue para nosotros algo que nos cambió la vida, la relación de pareja y las fantasías. Esto nos quedó como la “experiencia con los Camioneros” que, si bien eran dos camioneros, más Oscar y yo, en total 4 para ella, la verdad es que la fantasía, el lugar y el camión, donde también jugamos, hace que el recuerdo lo refiramos así “Los Camioneros”, porque, además, lo repetimos!!!! Y no se si no lo repetiremos!!!!

Volviendo a la secuencia, las charlas por el chat cada vez eran más calientes, divertidas y serias a la vez!!! Serias porque ya estábamos hablando de fechas, lugar, horario. De a poco Pao comenzaba a dar rienda suelta a la imaginación y Oscar y Yo (Edu) a la logística.

El amigo Camionero con quien estábamos arreglando y calentando a Pao era un supervisor de flota, o algo así, en la empresa donde trabaja, y por eso tenía algunas facilidades. Había dos facilidades que nos venían muy bien. La primera era que tenía lugar, conseguía un lugar que en sí mismo ya era divertido. Esta empresa de transporte tiene como una estación de descanso, de espera, cerca de Cañuelas, en la Pcia de Buenos Aires, y podía conseguir allí una habitación cómoda y grande, con baño. La otra facilidad era que él podía contactar otros camioneros, él sabía del recorrido y disponibilidad de los choferes. La fantasía ya tenía la forma de enfiestar a Pao con el Camionero, Oscar, y, y si se animaba Pao, pensábamos en un camionero más. Esto era una loca y caliente fantasía, que entre Pao y yo compartíamos y sobre la cual jugábamos. Reíamos, jugábamos, le decía que se recibiría de puta, ella me decía si no sería ser demasiado puta!!! Y reíamos, reíamos.

El lugar era sobre la RN 205, no era un lugar muy conocido, medio perdido y alejado de la ruta. Según nos explicaba el Camionero era un viejo casco de estancia o una quinta grande, linda y bien cuidada. La referencia era que estaba a 24 km de la rotonda de Cañuelas. Se fue completando la fantasía, y entonces estaba todo listo!!! Un miércoles ya teníamos: Lugar (El parador de la empresa de transporte), Fecha (el sábado siguiente), Fantasía (Pao se vestiría de puta y seria nuestra puta), Desafío (Seriamos 3 hombres para ella o 4?). Y así todo comenzó!!!

Pao ya había armado su ropa, su disfraz, y ya nos tenía a todos calientes con esto. Oscar y yo ya habíamos encontrado referencias y mojones en la ruta. La idea era encontrarnos con el camionero en la ruta, estar primero un rato en la cabina del camión, con Pao, obvio, y ver como seguíamos sabiendo que disponíamos del cuarto para pasar la noche.

Y bueno, llegó, llegó el sábado, y estábamos nerviosos, con dudas, con miedos. Nosotros ya habíamos vivido 3 o 4 tríos, y en una ocasión habíamos estado con dos solos, o sea fuimos Pao, yo y dos solos, 3 hombres para ella. Pero esto era distinto, posiblemente un hombre más, y la expectativa de cogerla mucho, mucho, mucho. Sabíamos que sería distinto, lo sabíamos y así fue. El tiempo nos dio la razón, después de esa noche, Pao termino descocida!! Cogida como nunca. La cola y concha no solo dilatadas, sino todo morado y paspada de tanto penetrarla. Moríamos de risa, toda la semana siguiente, poniéndole crema!!! Jajajaja. Y cuando decidimos hacer esto, sabíamos que así seria.

A las 20:00 nos encontraríamos con el Camionero en la ruta, estábamos en verano, teníamos luz suficiente para el momento del encuentro. Estábamos ansiosos, a las 19:00 Pao ya estaba cambiada, debería describirla, pero no sé si podría, estaba como una puta, así, así como nos gusta a los hombres. Medias de red negra, sandalias de tacos finitos y altos, una pollerita muy corta de jean, una remera de red, las que antes se llamaban balleneras, roja, que mostraba sus tetas, y una campera corta, muy liviana. Era una diosa, una diosa puta!!! Yo vestido normal, no importaba, solo llevaba una pequeña mochila, con vaselina, aceite lubricante, forros, una toalla mediana, una jabonera y un poco de ropa para Pao.

Pao no podía bajar vestida así a la cochera, se puso una vieja bata de toalla y fue descalza, claro!!! Jajaja, así subimos al auto y salimos Subimos al auto y salimos, como si fuéramos a hacer una compra en el supermercado, saludamos a la vecina, sonreímos, tomamos Panamericana, Gral. Paz, ya estábamos más calmos. Pao se quitó la bata, eso inicio otra vez el morbo y las fantasías. Llevo su asiento para atrás, se levantó la pollera y me mostro su vagina, húmeda, peluda, sin tanga, abrió la campera y me dijo: como me veo? Jajaja, los chicos me miraran? Me cogerán? Jajaja. Ya estaba hecha una puta!!

Después del peaje de la autopista nos encontramos con Oscar. Nos esperaba parado al pie de su auto. Continuaríamos en el vehículo de él. A propósito, detuve nuestro coche a uno metros. Le abrí la puerta a Pao, ella abrió sus piernas, lo miro a Oscar, subió un poco más su pollerita y camino al auto de él, claro, abriendo su campera y mostrando sus tetas. Oscar no podía creer lo que venía, yo caminaba detrás de ella, felina, con risitas y veía la cara de sorpresa y risas de Oscar. Llegamos ante él, le dio un beso, y le dijo, parezco una puta? Y reímos, jajaja. Yo le pasaba la mano por la cola de Pao y ella te tocaba la pija a Oscar. Un par de autos nos tocaron bocina y nos volvieron a la realidad. Reímos y subimos al auto de Oscar. Yo al volante, Pao a mi lado y Oscar detrás. Oscar ya estaba en contacto por mensajes con el camionero, estábamos en hora, Pao estaba mojadisima, y tirada a lo largo del asiento que había reclinado todo, con las manos de Oscar y mías manoseándola.

La tarde estaba hermosa, el sol comenzaba a buscar la tarde, y reíamos y reíamos con Pao abriendo todas sus piernas sobre el tablero del auto. Llegamos a la rotonda final y de allí la RN 205, mirando el cuentakilómetros, Pao coloco el asiento vertical, sabíamos que era el momento. Con Oscar ya habíamos tenido sexo, ya habíamos vivido un trio, ya teníamos confianza, ahora era el desafío. Pao se recostó contra el interior de la puerta, mirándonos a Oscar y a mí. Oscar se acercó ubicándose en el medio de los asientos. La miré a Pao y le dije, que hacemos? Seguimos o nos volvemos. Oscar y yo la miramos a los ojos a Pao, ella junto sus labios, miro como dudando, levanto la pollera, abrió sus piernas; Oscar y yo coincidimos, le metimos la mano en la concha, y estaba empapada, le metimos los dedos, la miramos y los 3 dijimos: vamos!!!!

El camión estaba detenido sobre la banquina, del lado contrario al que avanzábamos nosotros. Era un camión blanco, grande. Nos detuvimos en la banquina de nuestro lado, evite ponerme exactamente enfrente, teníamos poco más de 20 metros de distancia, además del cruce de la ruta (esto era algo que habíamos hablado entre el Camionero, Oscar y yo), Oscar bajo y cruzó, el Camionero salió del camión. Lo vimos bajar, la mire a Pao, era como nos habíamos dicho, para mí un poco más gordo. Grande, gordo, tosco, con una camisa a cuadros, de manga corta y unos jean bien debajo de su panza. Le dije, Pao tenes tu galán!! Y es un oso!!, mientras le revolvía las tetas. Oscar saludo al Camionero, y casi inmediatamente nos hizo señas para que nos acerquemos. Bajé y le abrí la puerta a Pao, bajó y se puso la campera, se la cerró al frente y yo pensé que eso no era una buena señal, por suerte estaba muy equivocado, muy mucho!!! Caminamos por la banquina, muy despacio, de la mano, pero separados, con las manos extendidas, para que ella se vea, se luzca más.

Me puse de forma que Pao camine contra la ruta, le deje la mano y le tocaba la cola, caminábamos muy despacio, notamos que se acercaba algún auto por detrás nuestro y le levanté la pollera para que vean su cola al aire, venia otro de frente y ahora fue ella quien se levantó la pollera por el frente. Ya nos acercábamos a Oscar y el Camionero, vi como Oscar lo codeo y ambos aplaudieron. Cruzamos, Pao como una putita corría a pequeños saltitos que repiqueteaban en la ruta, y reíamos los 3 de sus piernitas haciendo golpear los tacos en la ruta.

El Camionero le abrió los brazos a Pao, yo me detuve a unos 3 metros, y Pao avanzo hacia él, despacio, caminado, muy putita, le dijo: hola, y le abrazo la panza, lo beso y él le puso las dos manos en la cola. Yo me acerqué y le subí la pollera, ella se abrió la campera y Oscar se puso a la par. Unos movimientos más y ya estaba rodeada por los 3. Besó a Oscar, beso al camionero de nuevo y me beso a mí, apoyando toda su cola en el Camionero. El camionero nos hizo una seña, cabeceando, a la vez que abría la puerta del camión. Oscar y yo fuimos por la otra puerta mientras él le ponía toda la mano en el orto de Pao para hacerla subir a la cabina.

Nos sentamos los 4 dentro de la cabina, el Camionero en su butaca, Pao al lado, luego yo y Oscar contra la puerta. Las palabras de siempre, que linda que sos, que si habíamos llegado bien, y esas cosas, pero enseguida le sacamos la campera, la besábamos, le sacamos la remera calada, se subió la pollera y abrió las piernas mostrando toda su concha peluda, y puso cada una de sus piernas sobre nosotros, una sobre la rodilla del camionero y la otra sobre la mía. Oscar estirado tocándola como mejor podía, Pao se adelantó un poco para besarlo a Oscar y al hacerlo acerco su concha a la palanca de cambio del camión, una típica bocha de un plástico transparente con una especie de rosa de los vientos en su interior. Dijo, Ay!! Que es esto, los tres miramos la bocha de la palanca, ella me sonrió y dejo que le entre una poco en la concha, yo le separa los pelos y el Camionero la beso agarrándole las tetas y diciéndole que el camión también se la quería coger, jajaja reímos todos. Apenas le entro la bocha, pero ya nosotros estábamos pelando nuestras pijas, ella volvió a sentarse, contra el respaldo y me agarro la pija, yo me pare un poco y me la comenzó a chupar, el Camionero y Oscar le metían sendos dedos en la concha, y Oscar la hizo levantar un poco tocándole la cola. Le tomé la mano izquierda de Pao y se la guie a la pija del Camionero, no se demoró en nada y rodeo con sus dedos la pija, gorda, cabezona. Me miro, con mi pija en su boca, nos sonreímos los dos, le dio una lamida a mi pija y se dio vuelta para comerse la pija del Camionero. La acomodamos toda extendida, boca abajo chupándole la pija al Camionero y Oscar y yo tocándola y metiéndole dedos por todos lados. Oscar como pudo se arrodillo en el asiento y le empezó a meter un poco la pija por la concha. El Camionero dijo, Nena así voy a acabarte enseguida!!! Ella se sacó la pija de la boca y le dijo: no, tan rápido no, y dejo de chuparle, se dio vuelta, se puso como en 4 chupándole la pija a Oscar y el camionero comenzó a chuparle la concha y la cola.

Caía el sol, ahora si oscurecería, entonces dije: Vamos para estar más cómodos?, Si, si, el Camionero se sentó, ella quedó boca arriba sobre mí y Oscar y con una pierna sobre la pija del camionero y la otra levantada detrás de su cabeza. El Camionero encendió el camión. Pao y yo teníamos algo acordado, una señal, si ella decía algo de pasarla bien, o que creía que la pasaríamos bien, yo tenía algo que decir:

  • Ella: Si, vamos que creo la vamos a pasar bien! (esa frase era la señal)
  • Yo: Si vamos, pero mi putita, te bancas uno más? Invitamos a un colega del amigo? (Y la miré, el Camionero y Oscar la miraron)
  • Ella: Votemos!!
  • Yo: Si, dale uno más
  • El Camionero: Si
  • Oscar: Si
  • Ella: Y bueno, sí, unanimidad!!!!

Todos reímos!!!!

Oscar bajo para manejar el auto y salimos. La noche caía y caeríamos en una locura de sexo

En la cabina del camión quedamos nuestro amigo Camionero, Pao y yo. Oscar subió al auto para seguirnos. NI bien arrancamos y subimos a la ruta pregunte quien sería el 4to agraciado, el Camionero dijo que identificaba 3 o 4 choferes que estarían disponibles, y él le pregunto a Pao que quería, si morocho, grande chico, esto metiéndole un par de dedos en la concha. Ella dijo, ay, no sé, que sea una sorpresa!!, ya se, dijo, que tenga linda voz. El camionero saco el celular y llamó al primero, le pregunto por dónde andaba, y eso. Pao hizo señas que no, cuando escucho su voz. Llamo a otro, Pao movió la cabeza como aprobando. El camionero llamo al tercero y Pao también dudo.

  • Yo: Y? Cual?
  • Pao: No sé, el segundo o el tercero
  • Yo: El que quiera coger más!!

El camionero llamó a uno de ellos de nuevo, le dijo que tenía una putita para compartir esa noche en la terminal. Pao por hacerse la loca se abrió la concha con las manos, respondiendo cuando el Camionero dijo que era una para darle mucha pija. Del otro lado del teléfono aullaba el involucrado, reíamos, y allí le dije al camionero: Decile que si mantiene el aullido un rato lo invitamos a él, del otro lado del teléfono se desesperaba en el grito, tome el aparato celular y se lo pasé por la concha y Pao dijo si, que sea este! Reímos y el Camionero le dijo que cuando llegue al parador vaya directo al dormitorio grande, que allí estaríamos.

Llegamos a la terminal o lugar de descanso, había una garita, un guardia o algo así, en la entrada. Paola se arregló, se sentó y puso la campera que había quedado tirada en el piso de la cabina. El camionero saludo, le dijo a Pao que no se preocupe que de abajo el de la garita casi no la vería. Avisó que dejase entrar al auto de atrás y que cuando llegue el “Turco” le diga que estacione del lado de atrás.

Se veía una gran arboleda, una zona muy amplia con una casa muy linda, una entrada en el frente, muy amplia y con una pequeña galería, y dos alas que se extendían a los lados de la misma. Había varios camiones frente a una de las alas y detrás, más alejados, de la casa. Nosotros, con el camión, fuimos a la parte de atrás de la casa, que tenía toda una larga galería, muy linda, con enredaderas. Paramos como paralelos a esa galería y bajamos. Oscar dejo el auto también allí. Bajamos y entramos en una gran habitación. Tenía una cama, grande, un armario de esos viejos de madera con 4 puertas y las dos del medio con espejos ovales. Una mesa redonda, como de plástico y chapa, había varias sillas distintas y una puerta, con un vidrio esmerilado o pintado, que daba a un baño, pero casi todo eso lo vi después, porque entramos Pao, el camionero, Oscar y yo, en ese orden y en ese orden eran las manos en la cola de Pao. En los pasos de la puerta a la cama, ya le habíamos quitado la campera y la remera, y la pollerita la tenía enrollada en la cintura.

Llegamos a la cama y la pusimos en 4, el camionero comenzó a besarle y chuparle la concha y la cola, Oscar y yo le pusimos nuestras pijas en la boca. A mí me encanta, me enloquece verla así, con dos pijas en la boca, o alternado una a otra. Ella los abe, lo hablamos millones de veces, y me mira, desde abajo, muy puta y picarona. Mientras el camionero le comía a lengüetazos desde atrás yo le lleve mis dedos a la concha, era un mar, una catarata de fluidos y saliva. Le pegué un cabezazo al Camionero y él se vino para la boca de Pao y yo me fui para atrás de ella, a penetrarla por la concha. MI pija le entró fácil, estaba muy lubricada, abierta con los dedos y caliente desde hacía horas. La bombeo, y la bombeo, ella se saca las pijas de la boca y me habla. Yo creo tener claro las locuras de cada uno, creo.

Le digo a Oscar que se ponga un forro y se tire boca arriba al costado nuestro. Se la saco a Pao, le doy una nalgadita y le digo que se lo monte a Oscar, el Camionero me mira como desilusionado. Yo le dejo ver mi sonrisa socarrona que él no entiende, y me pongo un forro. Pao le pasa las piernas a ambos lados de Oscar y se deja penetrar, no muy lentamente. Pao sabe cómo seguiremos, y le toma la pija con la boca a Camionero que se queda un instante como sin entender. En ese movimiento baja su torso, acerca las tetas al pecho de Oscar y yo me acomodo para penetrarla por la cola y hacerle una doble penetración. Despacio. Despacio, solo la punta, ella esta ensartada por la pija de Oscar.

El Camionero abre sus ojos, grandes, Pao no se la chupa, me habla, gime. Se la pongo un poco más, y más, Oscar está quieto, como dejando que yo entre. Apenas le bombeo, casi que nada, casi que solo voy entrando, despacio, despacio. Le digo al Camionero: ponete un forro, Pao arquea la espalda, levanta la frente y me mira para ir cerrando despacito los ojos. Me parece a mí o se sonríe? El Camionero se apura, se pone atolondradamente el forro, con mi mano derecha lo guio a que salga de la posición en la que estaba en la cama y venga a donde estoy yo. Ahora si le bombeo un poco, ahora si trato de metérsela toda, toda bien al fondo. Se la mantengo bien al fondo, un instante quieta y empiezo despacito a salir, despacito, demorando solo la cabeza mientras, Pao gime. Me muevo, el Camionero ya entendió su oportunidad, ya se agarra la pija enfervorizada y le dejo el lugar.

Él tiene una pija corta, pero gorda, bien gorda. Pao es una diosa, es toda mi intimidad compartida, tenemos muchas charlas, sabemos que nos gusta. Esa pija gorda es la que quiere ahora, ese movimiento brusco y tosco del camionero es lo que quiere, yo acabándole en la boca, eso es lo que queremos, eso es lo que hablamos varias veces y muchas más veces lo hablaremos después. El Camionero la penetra, le entra de una, ahora si Oscar también la bombea, los dos le dan. Yo le acabo en la boca, y así acabamos los 4. Ufff que polvo, Oscar a lo largo, en el mismo lugar, Pao igual, boca arriba, con mis gotas de leche cayéndole muy lentamente, y el Camionero parado en el extremo de la cama con su pija cayéndole, muerta.

Un instante después, como cinematográfico, Pao aun con sus con sus ojitos cerrados, que se abren picaros cuando escuchamos estacionar un camión y nuestro amigo diciendo: Llega el refuerzo!!!