Fantasía erótica con bailarines echa realidad

Somos una pareja muy compenetrada, ella es una mujer hermosa, pequeñita pero cuyo cuerpo deja ver hermosas curvas, pechos firmes, no enormes, pero de excelente tamaño, nalgas paraditas, firmes, hermosas, que se mueve deliciosamente mientras ella camina haciendo que todos los ojos volteen y se posen allí en esas grandes nalgas. Cinturita delgada, firme, su cara es hermosa, con unos ojazos espectaculares.

Tenía yo la gran fantasía en mi cabeza, y quería llevarla a cabo, sé que mi mujer es muy caliente y que se volvería loca pero hipócritamente decía que no quería hacerlo, que era una locura.

Llegó el día y ella pensaba que simplemente los bailarines exóticos bailarían y se desnudarían hasta quedar en tanga y luego se irían, ella pensaba eso pero yo tenía otra idea en mi cabeza. Los cité en un motel en la playa, en playa Sámara, una preciosa playa de nuestro país, de gran auge turístico.

Durante el día estuvimos en la playa (los niños quedaron con la abuelita), ya llegando la noche nos tomamos unas cervezas yo y ella unos traguitos, cócteles que le encantan. La cita era para las ocho de la noche, y le dije a ella que debíamos esperarlos desnudos en la cama, tapándonos con una delgada sábana, estaba yo muy nervioso, y ella ni que se diga.

Los tipos llegaron y yo les abrí, y entraron, mi esposa aguardaba en el cuarto y yo les dije “oigan, ella está en la cama esperándolos, denos unos segundos y entran”. Los chavales pusieron música muy movida e ingresaron al cuarto y comenzaron a bailar, sabían realmente hacerlo muy erótica y sensualmente, mi esposa los miraba, se notaba muy nerviosa y yo le decía “relájate, mira el show tranquila que nada malo va a pasar”.

Durante la primera canción, los tipos solo se desabrocharon la camisa dejando ver grandes músculos. Todos andaban camisa de manga corta y short de mezclilla.

Continuaron bailando la segunda canción y se comenzaron a desabrochar el short y a meterse la mano ya sabes dónde, mi esposa estaba caliente ya aunque no decía nada, cada cierto tiempo me volvía a ver a mí, lo la miraba y notaba como iba subiendo su calentamiento y era notable que ya no estaba nerviosa sino relajada mirando.

En la tercera canción comenzaron a quitarse el short en forma bastante sensual, quedando en unas tangas muy pequeñas, mi esposa dirigía la mirada solamente ahora a las partes íntimas de los muchachos cosa que me causó una extraña sensación de celos y de excitación, verla allí mirando tipos casi desnudos, muy bien hechos, y mirando fija y descaradamente a sus partes íntimas.

En este punto los tipos mientras bailaban, tomaban los lados de sus tangas y hacían como que se las iba a quitar y no lo hacían y también se metían la mano acariciando sus miembros, también se volvían de espaldas a nosotros y con sus manos subían los lados de la tanga hasta arriba haciendo que se “tragaran” la escueta prenda entre sus nalgas.

Todo esto hacia que mi esposa suspirara y sus ojos estaban casi desorbitados. Ella pensaba que todo eso iba a llegar hasta allí pero en la siguiente canción los tipos sacaron de un maletín unos paños, muy pequeños y se los amarraron a la cintura y comenzaron a bailar y a sacarse la tanga, por debajo de los paños.

Mi esposa me volvió a ver y me dijo “están quitándose hasta la tanguita”, yo le dije “pues relájate y disfruta, no creí que llegarían a quitarse eso también”.

Ella estaba temblando, y notablemente muy excitada, estábamos abrazados desnudos bajo las sábanas y yo todo este rato la tocaba por todos lados y ella permanecía quieta como un poste.

Los tipos continuaron bailando y se sacaron los paños y comenzaron a bailar tras de ellos tapándose, y luego se los ponían ajustados de nuevo.

El paño solo les cubría desde la cintura hasta la parte alta de los muslos, luego comenzaron a acercarse a la cama y uno le dijo a mi esposa “acércate más a nosotros, si quieres y tócanos”, mi esposa me volvía a ver asustada y dijo “Ro, que locura “, yo le dije “anda, hazlo, disfruta del baile y aprovéchate, por mí no hay problema, no hemos fantaseado mucho sobre cosas como estas?”, le dije.

Ella no dijo nada y siguieron bailando y le volvieron a decir a ella “Ven, tócanos”, ella dudó unos momentos más y luego se acercó cuidándose de cubrirse con las sábanas (me dejó a mí atrás desnudo y sin poder taparme”.

 Uno de ellos tomó la mano de ella y la puso sobre la pierna de él, y ella le acarició el muslo mientras él bailaba, luego él volvió a tomar la mano y le dijo “que tímida” y le acercó la mano por encima del paño a su pene, y ella lo apretó y lo sobó, por encima del paño. Estaba calentísima, me hubiera gustado grabar todo esto pero lo recuerdo muy bien y lo que te cuento no tiene nada de exageración.

El tipo mientras ella lo tocaba decía “Huyy que bien, que rico me tocas, no te gustaría quitarme el paño?”, ella exclamó “qué, y me volvió a ver “, yo le hice una señal como queriéndole decir “adelante, hazlo”.

Ella siguió tocándolo y el tipo le volvió a tomar su mano y la puso donde estaba el amarre del paño y le dijo “desátame, déjame desnudo totalmente”, y ella no aguantó la tentación y jaló el amarre y este se vino abajo, quedando ante ella el musculoso hombre con su pene que no estaba totalmente erecto pero ante los ojos de mi mujer comenzó a crecer rápidamente.

Era muy grande su miembro, grandísimo, y ella no separaba sus ojos de aquel tremendo trozo de carne, era un miembro recto que no solo tenía una muy buena erección sino que incluso apuntaba no solo en forma recta sino que hacia arriba ligeramente, una erección muy fuerte.

Mi esposa hasta que temblaba y él le tomó la mano y le llevo a aquel pene y ella comenzó a acariciarlo y a apretarlo y con la otra mano, sin necesidad que nadie le dijera, comenzó a tocarle el trasero al tipo, ya la sábana no podía sostenerla mi mujer, sus manos estaban ocupadas y se había destapado parcialmente mi esposa.

Sus pechos al viento y su pierna izquierda y no le importaba a ella que todos la miraran. Sabía que tenía mi permiso para hacer lo que quisiera y pronto se fue acercando al tipo y se metió ese pene en la boca, y comenzó a descararse totalmente. Pero aún estaba como nunca es en el sexo, aún estaba como tiesa, quedita, cohibida, excitada pero sabiendo que yo la miraba, no era la misma que es siempre en el sexo.

Los otros tipos también se habían quitado para entonces el paño y estaba acariciándose y yo les dije, “vayan, toque y disfruten de mi mujer” y se subieron a la cama, quitaron la sábana, y comenzaron a tocar a mi mujer.

Yo me salí de la cama muy excitado y me senté en un sillón a mirar todo. Le dije a ella “tranquila, quiero verte, suéltate, déjate que te den duro”. Pero seguía como tiesa, sin movimiento, sin entregarse aún.

El tipo que ella lamía le dijo “Déjame penetrarte, sé que lo deseas y ella me volvió a ver de nuevo”, yo le dije “déjalo, disfruta, estas muy tensa, no te juzgaré, es nuestra travesura”.

Ella se acostó, tensísima, con miedo aunque muy deseosa y con las piernas juntas, como si nunca hubiera hecho el amor. El tipo comenzó a acercase sobre ella, y se puso a besarle los pechos, y la boca, se empezaron a besar, ella con sus piernas juntas aun y el tipo comenzó a ponerse en posición de buscando quedar entre las piernas de ella, y poco a poco ella comenzó a abrirlas mientras él la besaba en la boca y con el cuerpo hacía para meterse entre las piernas de ella.

Esas piernas deliciosas comenzaron a separarse, y el tipo a acercar su enorme miembro a la vagina mojadísima de mi mujer y poco a poco empezó a entrar.

Mi mujer entreabrió la boca y exclamaba mientras me miraba “aahh, ahhh”, y recuerdo que me dijo “Ro, me la están metiendo”, lo dijo con una voz como si estuviera muriendo, como sin fuerza, sus ojos y boca entreabiertos, sus manos en la espalda del tipo y este entrando y empezó a moverse y mi mujer abrió más la boca y comenzó a gemir de una forma que nunca olvidaré “ahhh , ahhh ahhh, mmmm, aaahhh, Ro que ricooo, ahhhh”, algo así decía.

El tipo le daba suavemente por momento y bien duro en otros, cuando le daba suave ella hacia como dije arriba y cuando el tipo se ponía a darle con todo, muy rápido y fuertemente ella gemía más y más y poco a poco empezó a soltarse y dejar la tensión y se había olvidado de que era casada y todo lo demás y comenzó a agarrarle las nalgas al tipo arañándoselas mientras este le daba duro con todo y a gritar como siempre hace “que pichota ¡¡¡ que rico aaaahhhh Rooo que rico, que ricoooo, dame duroooo que ricoooo”.

Los otros tipos estaban a los lados de ella y el “cogedor” y se masturbaban, ella les veía el pene mientras se sobaban sin quitar la vista de allí y sacaba su lengua como diciendo “quiero chuparla”, y entonces ambos se acercaron a hacer lo mismo pero en la pura cara de ella, y ella empezó a lamer a uno de ellos, luego al otro mientras encima de ella, el “cogedor” le daba una sacudida tremenda, las embestidas eran fuertes y paraba luego para que ella no se regara aun, era increíble ver esa escena. No creí que llegaría a tanto la primera vez.

Ella llegó a un profundo orgasmo y continuaron jugando en la cama, ella estuvo mamando a los tres y luego de unos minutos comenzaron a mamarla a ella. En este lapso ella hizo que el cogedor y otro de ellos se regaran, el cogedor poco después de que ella se regara se quitó de la vagina de ella, se enderezó, con la mano se sobó unos segundos y comenzaron a salir borbotones de leche masculina que cayeron en el estómago de mi mujer, esta escena volvió a calentar en forma tremenda a Grettel, y ahí fue donde comenzaron de nuevo con mamadas y toqueteos. Los otros dos minutos después también penetraron a mi mujer, y luego ella los hizo regarse con grandes mamadas que les pegó.

Los tres tipos hicieron a mi mujer tener orgasmos, dos de ellos penetrándola y el otro lamió a mi mujer en gran forma logrando que ella tuviera el tercer orgasmo en más o menos una hora que ocurrió todo esto.

Mi mujer quedó tendida en la cama y exhausta y yo excitadísimo, (ya me había regado dos veces masturbándome mirando tan tremenda escena). Los tipos se bañaron, (mi mujer los miró bañarse), es tan caliente que se calentó mirándolos bañarse. Se mudaron luego, les pagué (salió exageradamente caro) y se fueron.

¿Te gustó?, eso nos pasó la primera vez y quedamos en que fue una experiencia deliciosa para ella y que yo también merecía algo así pero lógicamente con chicas y ella dijo que no solo, era justo sino que ella deseaba mirar algo como lo que yo había mirado y así comenzamos.

Eso fue en agosto de año pasado y fue muy rico, después de allí hemos hecho muchas loqueras, bueno no demasiadas, pero en diciembre tuvimos varias (había más dinero), y hemos hecho otras en las que no hemos tenido que pagar a los tipos o chicas sino que han sido parejas swinger también como nosotros. Hemos tenido experiencias no favorables también, muy desagradables algunas y otras que sin ser desagradables nos han decepcionado un poco o bastante.