Como logré mi ascenso
Mi nombre es Kathy y me desempeño como secretaria en una empresa que esta surgiendo y la historia que les paso a relatar me sucedió cuando quise ascender a asistente.
A mis 25 años ya había logrado tener un puesto en esta empresa de la que les hablo, pero quería seguir subiendo para obtener una mejor remuneración económica, pero mis encantos femeninos no habían surtido efecto con el Gerente General ya que parece que tenia otros gustos que no eran los femeninos precisamente, esto se comentaba entre mis compañeros pero nadie tenia la seguridad de esto.
Hace algún tiempo que el Gerente estaba detrás de un contrato, que pese a enviar a sus emisarios varones más duchos en estos temas, no habían logrado conseguir la firma deseada, así que como mi lema es que quien no arriesga no gana, entré a la oficina de mi Gerente y le dije que yo quería intentar convencer a esta gente y que estaba segura que traería ese contrato bajo el brazo y que si lo lograba, deseaba que me promocionara a un cargo jerárquico.
El Gerente me miró sorprendido, diciéndome que le había gustado la forma en que se lo había planteado y que si lo lograba tendría el ascenso, pero que si fallaba tendría que irme de la Empresa, ya que ese contrato era de vital importancia y que el había pensado en enviar otra persona, pero en vista de la seguridad que veía en mi, iba a arriesgarse.
Concerté una cita con el Gerente de la firma, mencionándole que se trataba la llamada y me dijo que me esperaba en su casa, el jueves de la próxima semana a las 9 de la noche en punto.
Al principio me extraño un poco que me citara en su domicilio y no en su oficina, pero no le tomé mucha importancia ya que no estaba en posición de elegir el lugar de encuentro.
Me puse feliz de asumir este reto, que estaba segura de lograr y con ansias espere el día de la reunión con este señor que nunca había visto y me preguntaba como seria, joven o viejo, gordo o delgado? En fin, eso no importaba ya que mi misión era otra.
Llegó el ansiado día y pedí permiso para salir mas temprano ya que me reuniría mas tarde para intentar cerrar el negocio.
Llegué a mi casa donde vivo sola y elegí con calma la ropa que iba a usar ya que debía impresionar de entrada a este ejecutivo tan importante.
Como hacemos todas las chicas saqué toda mi ropa del closet y lo puse sobre mi cama para poder elegir entre varias prendas.
Al final me decidí por ponerme un conjunto de una falda color plata que llegaba un poco encima de la rodilla, un saco del mismo color y una blusa color blanca.
Me metí a la ducha para refrescarme y luego eche colonia de baño en mi cuerpo.
Fui a mi habitación y elegí unas braguitas color blanco y me puse un sujetador de media copa que seguro harían notar mi busto ya que la blusa era un poco transparente.
Me puse unas medias blancas y unos zapatos de taco del mismo color del traje.
Estaba echa toda una ejecutiva y así vestida pedí un coche de alquiler para iniciar mi aventura en el mundo de los negocios.
Salí de mi casa a las 8 ya que la dirección donde debía ir era un poco alejada del lugar donde yo vivía.
El taxi llegó a un barrio residencial llamado las casuarinas, que es muy exclusivo y que me daba una idea del dinero que tenia este tipo.
Al llegar bajé del taxi frente a una casa grande y al tocar la puerta me abrió un hombre como de unos 47 años de edad y procedí a presentarme. Me recibió muy cordialmente y me condujo hacia la sala de la casa.
Ahí se encontraba otro hombre que no sabia quien era y Pablo, que así era como se llamaba el Gerente, me dijo que era su socio.
Lo salude dándole la mano, pero el se acerco dándome un beso en la mejilla a modo de saludo. No esperaba tanta familiaridad pero debía mostrarme amable en todo momento.
Me senté en un sillón muy cómodo y ellos procedieron a sentarse frente a mí y empecé a decirles que venia por lo del contrato, cuando Pablo me dijo, no hablemos aún de nada de negocios, primero vamos a conocernos y a ser amigos, vamos a relajarnos.
Que te sirvo preciosa? Whisky, cerveza, vodka?. Un vodka suave estará bien, le respondí.
Y tu que te sirves Gerardo? Tráeme un «Amor en llamas», le dijo mientras me miraba a los ojos, lo cual me hizo que bajara la vista por lo directo de la insinuación.
Pablo se rió a carcajadas y le dijo, oye hermano, me has visto cara de barman o que?
Gerardo también se rió diciéndole, tráeme un vodka para acompañar a esta hermosura.
Gerardo era todo un coqueto así que debía hilar fino para caerles bien y lograr mi propósito, así que le seguí la ocurrencia y me reí también.
Pablo trajo los tragos y charlamos amenamente durante una hora mas o menos y la cabeza ya me daba un poco de vueltas, aunque a ellos se les veía de lo mas bien, seguramente que por sus cargos estarían acostumbrados a ingerir alcohol en todo momento y yo en el estómago solo tenia las aceitunas que habían puesto en la mesita de centro.
Esperaba el momento de sacar el contrato del maletín para exponer la posición de mi empresa y las ventajas que supondría para la de ellos, pero seguían las bromas de Gerardo y los piropos de Pablo hasta que en un momento de la conversación, Gerardo se sentó a mi lado y poniendo su mano sobre mi pierna me dijo, que hace una lindura como tú en medio de contratos y licitaciones?, deberías estar modelando.
Me sonreí, pensando en como me sacaba estos dos gordos de encima, pero por otro lado debía conseguir la firma ya que de eso dependía mi promoción, así que decidí seguirles el juego.
Estábamos solos los tres en la casa, así que lo que hiciéramos quedaba ahí y me paré de donde estaba sentada y como había música de ambiente les dije, bailemos así que me acerqué al estereo y subí el volumen y recuerdo que tocaban una melodía brasilera muy alegre y Gerardo se paró inmediatamente y se puso a bailar conmigo.
Me saqué el saco que tenia puesto y el ritmo de una parte de la canción obligaba a dar saltitos y había que ver lo gracioso que se veía el gordo saltando como un muchacho, pero él estaba feliz y Pablo se reía también de verlo.
Cuando yo saltaba se bamboleaban mis senos y ambos gordos no se perdían el espectáculo que les estaba dando, pero todo era en aras de mi ascenso.
De tanto salto que yo daba, sentí que se me salió una de mis tetas del sujetador y era imposible que no se hubieran dado cuenta ya que la blusa era de gasa y muy transparente.
Los vodkas que había tomado habían hecho que me desinhiba, así que no le di importancia y coquetamente me acomode la teta con la mano para que recupere su ubicación original, pero los gordos al haber visto esta escena no planeada, se pusieron algo más confianzudos y al ritmo de la melodía, Pablo se puso detrás de mí y con un brazo rodeo mi cintura, pegando su paquete a mi culo, haciéndome sentir una punzada en mi chochito.
Gerardo se acercó a mí bailando, con su copa en alto y se puso delante mío, pegando su voluminoso vientre contra mí, quedando yo en medio de los dos.
La verdad los gordos eran muy divertidos y Pablo que estaba detrás mío, subió su mano a mis tetas, agarrando una de ellas, así que en ese momento pensé, quieres el ascenso?
Sí o no? y me dije a mi misma que debía dejar que estos gordos se divirtieran un poco para lograr mi cometido.
Gerardo soltó los botones de mi blusa y la abrió dejándole ver mi sujetador, el cual ya permitía ver mi par de pezones asomarse por la parte superior de ellos.
Bastó que con un dedo jalara hacia abajo el sujetador, para que mis tetas desbordaran liberándose y contoneándose para deleite de mi observador. Gerardo al ver ese espectáculo, las tomo y empezó a chuparlas, haciendo que yo echara mi cabeza hacia atrás, mientras Pablo me besaba el cuello y bajaba el cierre posterior de mi falda, haciendo que esta cayera hasta mis tobillos dejándome solo en braguitas y medias y el sujetador en mi cintura.
Gerardo amasaba mis pechos mientras que Pablo tomaba mis nalgas con cada una de sus manos.
Luego entre los dos me bajaron las braguitas, uno besando mi chochito y el de atrás, lamiendo mi ano con su lengua.
Ya estaba bien excitada con tanto manoseo y lengüeteo así que los puse hombro con hombro, me puse en cuclillas con mis piernas abiertas y con cada una de mis manos baje las braguetas de sus pantalones y les saque las vergas a ambos y mientras mamaba una, masturbaba a la otra haciendo que ambos gordos dieran exclamaciones de placer.
Luego se quitaron las ropas y quedaron desnudos, viéndose un gran contraste entre sus cuerpos fofos y el mío.
Me eché boca arriba en la alfombra y Pablo se puso sobre mí, dándome una buena culeada y Gerardo se arrodilló y puso su verga enfrente de mi boca para que se la chupe.
De pronto sentí un liquido espeso que caía en mi cara y en mis labios y echada como estaba, podía ver la verga de Gerardo chorreando sus ultimas gotas, mientras daba alaridos de placer por la descarga en mi cara.
Seguidamente Pablo inundo mi chochito diciéndome, que chucha más rica tienes.
Quedamos rendidos los tres en la alfombra, luego nos fuimos al jacuzzi que tenia la casa y yo en medio de los dos era manoseada por debajo y por encima del agua.
Nos vestimos y saqué el contrato del maletín, el cual ambos firmaron, logrando así salir con el contrato debajo del brazo, o debería decir mejor con el contrato entre las piernas?