El amor entre amigos es más puro de lo que parece.
Me llamo Juan y tengo 22 años, soy alto, mido 1,82 y tengo el pelo castaño al igual que los ojos.
Esta historia se sitúa en el comienzo de verano del 99, cuando yo contaba con 20 años.
Como era costumbre cuando finalizaba el curso yo y mi pandilla nos íbamos al campo de mis padres para celebrar el empiece de las vacaciones y ese año no sería distinto o si.
En esa época yo estaba saliendo con una chica que se llamaba Elena, a mi me encantaba, no era muy alta medía 1,70, sus ojos y cabellos eran castaños, pero muy claros, casi rubios, lo que la hacía lindísima, además de un cuerpazo, tenía unos pechos con un tamaño muy bueno para cogerlos, sus pezones eran finos y muy duros y tenia una conchita preciosa, totalmente rasurada y unos labios carnosos y rosados.
Un día después de que acabara el curso ella y yo ya estábamos en camino, los demás no vinieron a causa de unos exámenes perdidos y quedamos en que vendrían un día mas tarde.
Eso nos gusto porque quería decir que teníamos dos días completos para hacer todo lo que se nos antojara.
Llegamos a la casa sobre las diez y media de la mañana, nada mas entrar por la nos dirigimos hacia las habitaciones, no era una casa muy grande, pero tenia un gran terreno adyacente en el que se encontraba una gran piscina y montones de hamacas además de un merendero de piedra.
Pues bien primero nos instalamos en el cuarto de matrimonio dende había una enorme cama para dos, acto seguido nos enfundamos los bañadores y nos dirigimos a la piscina.
En cuanto llegamos nos tiramos, ya que hacía un calor sofocante, raro para ser tan solo Junio, estuvimos jugando durante un rato: tirandonos del bordillo, haciendo ahogadilllas, ect..
Al cabo de un rato ya estábamos cansados, nos salimos y nos dirigimos hacia las hamacas.
Una vez allí nos sentamos y Elena se quito la parte de arriba del bikini dejándome ver sus preciosos pechos, esto no me parecio raro ya que de vez en cuando lo hacía en la playa cuando estábamos los dos solos.
Despues de un rato de observación y pensamientos morbosos pude notar que tenia una gran erección, ella se habia quedado dormida y yo decidí hacer lo mismo, me pege lo suficiente a ella como para notar sus tetas desnudas contra mi pecho y con una terrible erección me dormí.
Cuando desperté eran ya cerca de las una y mi ereccion habia menguado, por poco, por que pude comprobar que Elena yacia ahora boca arriba, una de sus piernas se habia deslizado por un lado de la hamaca, me incorpore y me agache entre sus piernas, el tanga del bikini se habia introducido un poco en su rajita y podia ver la forma de aquella conchita rasurada perfectamente.
Esa imagen hizo que me volviera a subir la erreción, le dí un suave beso a aquel chocho y me dirijí de nuevo a la piscina. Estuve haciendome unos largos, pero en el estado en que estaba me pija me resultaba bastante incómodo.
Al poco se Elena se levanto y fue hacia donde yo estaba, se sentó en el bordillo y yo fuí nadando hacia ella.
Sin decirle nada, me apoye a ambos lados de sus piernas y me erguí plantandole un besazo en los labios, despues comenze a besarla por el cuello, siguiendo hasta sus pechos donde me detuve a saborearlos de tranquilamente, a continuación seguí bajando hasta su ombliguito, donde también me pare durante poco tiempo, para seguir bajando y llegar hasta el coño.
Me separe un poco y le quite aquel tanga que antes no me había dejado ver aquella maravilla, lo tire al centro de la piscina, le abrí las piernas y comencé a lamer aquel chochito que estaba muy húmedo.
Estuve así durante un rato, abriendo y cerrando los labios, metiendo la lengua todo lo que podía y saboreando esos jugos que me volvían loco. Después de un ratito la bajé al agua conmigo me quite el bañador, la enfilé y di el empujón.
Mi pene entro sin ningún esfuerzo y pude notar como sus líquidos envolvían mi picha y me producían una sensación muy placentera.
Comenzé dar batidas suaves en las que Elena emitía pequeños gemidos de placer, eso también me gustaba y empecé a hacérselo más fuertemente, notando como mis huevos sacudía la parte baja de su concha.
Ella gemía ya fuertemente y daba grandes gritos de placer, cuando ví que le quedaba poco para correrse la voltee y al igual que antes había hecho la fuí penetrando lentamente hasta que dio gritos de placer mientras se corría.
Me separé nuevamente, me recliné sobre el bordillo y me acosté con la mayor parte de las piernas en el agua, ella se apoyo sobre mí y comenzó a masajearme con sus tetas mientras me lanzaba miradas muy provocativas.
Después de unos minutos pude notar como el semen iba a brotar de un momento a otro y ella tambien lo noto, se acercó a punta de mi pija manteniendo la boca abierta hasta que explote un hermoso orgasmo mientras veía como se tragaba toda mi leche y le corría por la cara y el pecho.
Ella se apartó un poco y comenzo a chuparmela hasta que el pene volvió a su estado normal.
Ella se levanto, se refregó un poco el semen que le había quedado entre los pechos y me dijo que tenía demasiada calor por lo que no iba a ponerse el bikini y que le gustaría que yo no me pusiera el bañador.
Yo accedí, pense que seria excitante convivir todo el día sin ropa.
Cuando terminamos en la piscina eran las dos de la tarde y el hambre comenzaba a asomar, nos dispusimos en la mesa y comimos unos bocadillos que habiamos traido para el primer día, mientras comiamos estuvimos viendo la tele y hablando sobre lo bien que no lo habiamos pasado y que lo pasariamos.
Después de comer nos dimos un baño rápido para refrescarnos, nos salimos, ella volvió a las hamacas y yo me fui a la cocina a por el whisky, se nos había antojado.
Cuando volví la vi allí la pude ver toda llena de aceite para broncear y eso me excito de nuevo.
Le serví un cubata y comenzamos a beber mientras hablamos sobre sexo, yo siempre estaba intentando que me dejara tomarla por el ano, pero ella se negaba, y esta vez no fue diferente.
Después de un rato y de haber bebido cuatro copas cada uno, estábamos borrachos, yo seguía con el tema de penetrarla por atras y ella ya había comenzado a ceder lo que me excito mucho y consiguió que me subiera una nueva erección.
Le dije que si subíamos a la casa, ella me dijo que sí, pero que no esperara a hacer nada por que estando los dos borrachos no era placentero. Yo le dije que de acuerdo y pensé en seguir intentando darle por el culo.
Llegamos a la habitación y nos recostamos, a continuación me dijo:
-No tienes ninguna fantasia? A lo que yo respondí que claro que me gustaria tomarla por detras. Ella me replico, me dijo que todo se andaria por lo que yo me puse bastante feliz, pero siguio hablando
-Me refiero a una fantasia con otra persona, un trio, una orgia, cosas de ese tipo? Me quede callado pensando, y ella añadio- por que yo sí.
Quedé sorprendido y le dije que yo también tenía alguna fantasía así.
Él me miró a los ojos y me afirmó que si ella me la contaba yo se la deberia contar despues. Accedí, supongo que por el alcohol, ya que en circunstancias normales jamás hubiéramos tenido esa conversación.
Elena comenzó a contarme que su gran sueño erótico era el de acostarse con dos chicos a la vez que quería sentir una polla en su coño mientras se la mamaba a otro y que se le corrieran encima dos tios a la vez.
Yo me quede sorprendido, jamás me hubiera imaginado que ella accediera a tal acto sexual.
Después de haber escuchado aquellas palabras me sentí libre de expresar todo aquello que quisiera y fui mucho más claro que ella.
Empecé a contarle que a me tambien me gustaria realizar un trio, pero con dos chicas, más concretamente, ella y Alba, una de las chicas que formaban nuestra pandilla, ella me lanzó una mirada provocativa y me dijo que no le importaría hacer ese trio si yo accedía a acostarme junto a ella y Miguel, que era el novio de Alba.
Yo le dije que por eso no tenia problema, pero que mi fantasia no terminaba ahi, segui diciendole que lo que de verdad me gustaría era poder tirarme a Alba mientras ella se lo hacía con Miguel.
Ella me dijo que por eso tampoco tenía problemas, durante un buen rato estuvimos hablando del tema, confesandonos las cosas que nos gustaría hacer y después de una hora, cuando se habían pasado los efectos del alcohol empecé a poner los pies en el suelo y ha pensar que aquello era imposible, que Alba y Miguel jamás aceptarían tal propuesta.
Ella me miro, se rió y me dijo:
-Esta noche te daré una bonita sorpresa.
Esas palabras me excitaron muchísimo lo que conllevó una nueva erección, ella la miro y dirigiéndose a mi pene dijo que estuviera tranquilo para esta noche. Se levantó de al cama y dijo que tenía hambre, que iba a merendar.
Yo me quedé a solas, tumbado en la cama, con el carajo mirando hacia arriba y pensado en las palabras que me había dicho mi novia.
Después de un rato mire el reloj, vi que eran las ocho de la tarde, me levante y baje a la cocina.
Empecé a prepararme un emparedado, desde allí podía ver como Elena se bañaba, seguía desnuda y yo todavia seguia medio empalmado, rozandome de vez en cuando con la fría encimera de piedra que me causaba unas cosquillas.
Yo me sente en el sofá a ver la tele y a comer y al poco rato aparecio Elena y terminando de secarse se recosto en el sillón, apoyo sus piernas sobre la mesa dejandome entrever aquella conchita preciosa. Estubimos así durante dos horas viendo la tele e intercambiando lujuriosas mirdas.
Cuando pasaron dos horas Elena se levantó, se encamino al cuarto y me dijo si no iba a seguirla. Yo ni siquiera conteste me limite a levantarme y seguirla. Una vez en el cuarto me acoste boca arriba, ella cogió una de sus maletas y la subío a la cama con ella, rebuscó un poco y sacó un pequeño albúm de fotografías, tiro la maleta me dio el librillo y se acosto a mi lado.
Yo abrí aquel álbum y la primera foto mostraba a Alba, ella era mas alta que Elena, debía medir 1,76, sus cabellos eran oscuros, pero se había teñido y presentaba un rubio de bote, sus ojos si eran claros, muy verdosos, y su cuerpo era una maravilla tenía dos enormes tetas, de esas que son my grandes, pero muy bien paradas, yo ya estaba deseando poder acariciarlas y comérmelas enteras, sus piernas también me encantaban, estaban perfectamente formadas y torneadas con unos muslos para comerselos.
En la foto estaba en el cuarto de mi novia, vestía un pantaloncito muy corto que apenas le tapaba las bragas, por arriba llevaba una camiseta muy vieja y ancha, dada de sí y parecía cortada para ese momento ya que solo le tapaba los pechos por debajo del pezón dejando entrever que no llevaba sujetador, también llevaba unos tacones, extraño, me dije, eran los de mi novia, yo se los había regalado tenían una gran plataforma y estaban sujetos a la pierna mediante una serie de tiras que llegaban hasta la rodilla.
Pase a la siguiente foto y ahora estaba de cuclillas sobre el suelo y metiendo una de sus mano por la irrisoria camiseta, yo había comenzado a empalmarme y mi novia lo noto rápidamente llevando una de sus mano hacía mi verga.
En la siguiente foto estaba recostado en la cama y había levantado la camiseta y pude ver perfectamente aquellos pechos que tantas calores me habían proporcionado, eran como yo me esperaba grandes y firmes con un pezón pequeño, pero muy erecto rodeado de una aureola mas amplía y oscura, ya estaba totalmente excitado y Elena movía poco a poco mi picha.
Así estuve un rato hasta que me pare en la que se veía su coño de cerca, tenía una morbos rayita de pelos, pero los labios estaban afeitados, eran muy rojos y se podía ver que estaban muy mojados.
Despues de dos o tres fotos mas, mi novia me quito el librito y me dijo que tenia una nueva sorpresa. -Quiero que me cojas por detrás, pero que primero me ensanches con esto para que no me duela tanto, y me dejo a mi lado un bote de aceite, un bolígrafo de esos de toda la vida y un cepillo.
Yo accedí rápidamente.
Ella se colocó sobre mi a cuatro patas, como para hacer el sesenta y nueve, yo empecé acariciándole los labios del coño y el ano, metiéndole un poco los dedos por la vagina para sacar algo de flujo y extenderlo por todo su bajo, cuando note que estaba bastante mojada recogí el bote de aceite y lo volteé sobre su ano, era precioso, ella mientras jugueteaba con mi verga chupándola y acariciándola con la lengua.
Extendí aquel líquido y recogí el bolígrafo cubriéndolo de aceite, lo dirigí hacía la entrada de su culo, hice un poco de fuerza y pude ver como poco a poco el boli entraba sin problemas mientras ella había comenzado a agitarse.
Estuve realizando pequeños círculos para aumentar el diámetro y repetí la operación con el mango del cepillo el cual era bastante mas grueso, esto le dolio, pero me pidió que le metiera la pija ya.
Me coloque a su espalda y me embadurne el pene de aceite, lo puse en la entrada de su ano y apreté, entro la punta de mi nabo y ella dio un grito, entre el placer y el dolor, ella se estaba masturbando mientras yo realizaba toda la operación.
Dí un nuevo empujón y el pene entro al completo, podía notar como su entrada intentaba rechazarme estrujado mi verga y produciéndome gran placer, yo empecé a bombear fuertemente mientras Elena se agitaba y gritaba, pero no duró mucho ya que la excitación hizo que me corriera dentro de su culo rápidamente, la saque y pude ver ese ano dilatado vertiendo semen sobre la colcha, me dijo que ella tambien se habia corrido por lo que subió a mi lado me dio un beso y comenzamos una conversación que me gusto mucho:
-Sabes, Alba ya está enterada de esto. Se hizo estas fotos con la intención de que te las enseñaras para poder follar los cuatro.
Ya solo falta convencer a Miguel y esta semana se convertirá en perfecta. Tu dejanos a Alba y a mi y síguenos la corriente mañana.
Yo dije que de acuerdo, nos besamos y nos echamos a dormir.
El despertador sonó a las once, Elena se levantó y me dijo que iba a preparar el desayuno que ahora me llamaba, yo mientras me quede en la cama, pensando en todo lo que había pasado ayer, me pregunté si no había sido un sueño, así estuve un rato hasta que llamo Elena para desayunar, pero el cuerpo de Elena que aún seguía desnudo me recordó perfectamente lo que hoy podríamos llegar a hacer.
Cuando terminamos de desayunar eran las once y media, Alba y Miguel estarian allí a las doce por lo que fuimos a vestirnos.
Yo solo me puse el bañador y Elena un bikini que ni había visto antes, eran minúsculo, la parte de arriba apenas le tapaba los pezones y el tanga era solo una cuerda que casi dejaba ver los labios del coño.
Cuando terminamos nos sentamos en el salón a esperar, durante ese rato no hablamos mucho, los dos estábamos pensativos.
A las doce pasadas sonó el claxon del coche de Miguel, nos dirigimos a la verja para abrirla, en el pequeño trayecto Elena solo me dijo:
-Sígueme la corriente. Yo le guiñe un ojo y le sonreí.
Abrí la verja, Miguel y Alba entraron, se bajaron del auto y los saludamos. Después nos dirigimos hacia la casa a mostrarles el cuarto que les había tocado, estaba junto al nuestro, es más se podía pasar de uno al otro sin ningún problema.
Alba dijo enseguida que quería bañarse y se metió en su cuarto con Elena, por contra Miguel se quedo conmigo y me preguntó con aire picarón si me lo había pasado bien el día anterior, yo le lancé una sonrisa y le dije que si, que demasiado bien.
En ese momento Alba y Elena salieron del cuarto, Alba llevaba un bikini muy parecido al de mi novia, pero en blanco, aquella imagen me recordó a las fotos del día anterior así que tuve que hacer un esfuerzo por no empalmarme allí en medio.
Salimos corriendo al jardín, y nos tiramos a la piscina, se apetecía ya que hacía más calor que el otro día, estuvimos jugando como ayer hicimos yo y mi novia, estuvimos muchísimo tiempo, cuando salimos a las una de la tarde estábamos todos como pasas.
Nos tiramos en las hamacas, nos pusimos los dos chico enfrente de las dos chicas, entonces mi novia me pregunto se me importaba que hiciese lo mismo que ayer, -El qué? y se quitó la parte de arriba del bikini, yo le dije que no me importaba, a continuación fué Alba la que le preguntó a Miguel y este respondió diciendo que no le importaba que incluso le gustaría.
Alba se lo quitó y pude ver por fin aquellas tetas que que tanto me hicieron disfrutar ayer, eran más bonitas que en las fotos, yo no le quite el ojo a aquellos pechos puesto que los tenía justo enfrente mía y pude ver como Miguel tampoco se perdía detalle de las tetas de Elena.
Así estuvimos hasta las dos de la tarde, más o menos, cuando las chicas se levantaron y dijeron que iban al pueblo a comprar, se vistieron y se fueron.
Yo me quede allí con Miguel y después de un rato de silencio le dije: -Vaya suerte que tienes? El me pregunto por que y le dijo que era por esos melones que tenia su novia, pero él me replicó y me dijo que yo no me podía quejar y empezamos a hablar sobre las tetas de nuestras novias.
Después de un rato de esta conversación tetuda cambie de dirección la charla y le conté todo el sexo que había practicado ayer, y el me conto algunos de los polvos que le había echado a Alba.
Yo estaba muy excitado por esta conversación, pero lo oculté como pude.
Las chicas volvieron, el pueblo no estaba muy lejos, y comenzarón a preparar la comida, pero eso si, antes se habían vuelto a poner en bolas por arriba. Yo y Miguel continuamos con nuestra charla mientras mirabamos desde las hamacas a las chicas, le pregunte que tal tenía su concha Alba, y el me respondió sin problemas, me dijo que la llevaba rasurada y que tenias unos enormes labios y que se ponian de color rojo sangre cuando estaba empapada.
Las chicas nos llamaron para comer, yo estaba sentado enfrente de Alba, como en las hamacas, durante la comida no pude dejar de mirar los pechos de Alba y pude ver, como en las hamacas, que Miguel no quitaba ojo de las tetas de mi novia.
Aparte de esto la comida transcurrio sin mas hasta el momento de quitar la mesa, Elena se levantó y detras Miguel, yo hice el intento, pero algo me paro, Alba había puesto su pie desnudo en mi entrepierna y me dijo con los ojos que me quedara, y eso hice.
Cuando se fueron los dos Alba me dijo que Elena ya se lo había contado todo y que estaba totalmente de acuerdo, que ahora solo faltaba Miguel, pero de la manera en que miraba las tetas de Elena no creo que cueste mucho, me dijo.
Despues prosiguio, esta noche nos vamos a beber y vamos a acabar follando todos juntos.
La tarde transcurrio sin mas hasta la hora de la cena, en la que nos pusimos de acuerdo para realizar una barbacoa, Miguel y yo la sacamos y la encendimos mientras las niñas preparaban la carne y el pescado, fue una comida excelente y acabamos todos hartos, recogimos aquello que habiamos ensuciado y nos fuimos a las hamacas.
Una vez allí sacamos varias botellas de ron, Coca-Cola y hielo, y comenzamos a beber, las chicas aun seguían desnudas en el torso. Despues de un rato, cuando todos íbamos ya un poco mareados, las chicas propusieron hacer un juego erótico.
Lo primero fue intercambiar las parejas, yo me sente junto a Alba y Miguel junto a Elena, lo segundo era que Alba le propusiera a Miguel algo erótico y que este lo realizara despues le tocaría a Elena proponermelo a mí y despues seriamos los chicos quienes le propusieran a las chicas.
Alba le dijo a Miguel que debia abrazar a Elena hasta sentir sus tetas y darle un beso en el cuello, Miguel se levantó y tomo a mi novia por los hombros, la habrazo y le dio el beso.
Despues fue Elena la que propuso y dijo que debia lamer a Alba desde el ombligo hasta el cuello. Lo hize y fui yo ahora el que propuso y le dije a Elena que debia dejar que Miguel cogiera durante un rato sus pechos.
Miguel miró a Alba y esta le dijo que no le importaba y el chico lo hizo, miró a la cara a Elena y llevando sus manos a sus tetas las acarició.
Pude ver que Miguel estaba muy empalmado, yo tambien, pero lo ocultaba como podía y además ahora le tocaba a Miguel proponer y lo hizo, dijo lo mismo que yo solo que no tocar las tetas sino lamerlas. Me levante y los tres pudieron ver que estaba totalmente empalmado, Miguel hizo una broma y dijo que adelante.
Yo comencé a chupar las tetas de Alba, eran muy sabrosas y sus pezones ya estaban duros, con el rabillo del ojo pude ver que Alba había empezado a acariciar el pene de Miguel y que Elena dirigía su mano hacia el mío, me separé y quedamos Miguel y yo de pie mientras nuestras novias nos tocaban las poyas.
Yo estaba a reventar, entonces Alba bajo el bañador de Miguel y le propuso a mi novia que jugara un poco con aquella polla.
Ella aceptó, se situó de rodillas en el centro de los dos y comenzó a pajearnos, mientras nos la chupaba salteadamente al uno y después al otro.
Alba saltó y dijo que a aquello ella quería jugar, se arrodillo delante mía y me tomo el pene y senti como se lo introducía en su húmeda boca una y otra vez, absorbía todos los jugos que salían de mi pija mientras me la rozaba con su lengua.
Me diriji a Miguel y le felicite por cómo la chupaba su novia, el me dijo que la mía tampoco lo hacía nada mal, y que ya estábamos así le gustaría probarla toda, le respondí que a mi tambien.
Cada uno nos tumbamos en una hamaca y las chicas se pusieron al contrario realizando un sesenta y nueve.
Yo empezé abriendo aquella conchita sin pelos, obserbando y oliendo, después lamí un poco los labios para meter de lleno mi lengua en ese oscuro agujero, era precioso, sus fluidos corrían por mi boca y yo intentaba que no escapase ningún, mientras ella me la seguia chupando y absorbiendo.
Miré de reojo y vi como Miguel hacia lo mismo, le comía el coñito a Elena y esta se la chupaba de una manera frenética.
Después de un rato Elena se levantó, se colocó en cuclillas encima de la hamaca y se sentó fuertemente causando en Miguel un estado de excitación máximo y en Elena una cara de gusto increíble.
Para no quedarnos atras Alba también se levantó y se colocó de espaldas a mí, yo empuje hacia arriba y note como mi pija entraba en aquella conchita húmeda, podía notar perfectamente sus fluidos corriendo por mi pene, la sensación era increíble, pero lo fue más cuando las dos chicas empezaron a tocarse las tetas, a chuparselas y a darse besos mientras botaban en nuestras pichas.
Cambiamo de nuevo, pero ahora decidimos mezclarnos, las dos chicas se colocaron en el suelo a cuatro patas, yo tomé a Alba por detras y se la clave en el culo, pego un pequeño gemido de placer a causa de que Miguel tenía su polla en su boca, mientras Elena esperaba su turno. Aquel boquete era increíble y estuve a punto de correrme, pero la saque a tiempo.
Cambiamos de nuevo y ahora era Miguel el que enculaba a Elena mientras yo me había tumbado delante de Elena y me la estaba chupando, Alba por contra se había puesto en cuclillas sobre mi cara y le estaba comiendo el coño.
Después de un rato Elena soltó mi polla para pegar un enorme gemido de placer, se había corrido, en ese mismo instante tambien lo habia echo Alba desparramando sus fluidos por mi boca, estaban buenísimos, para terminar las chicas se pusieron de rodillas y mientras nos las pajeaban nos corrimos en sus caras y pechos que después lamerian la una a la otra.
Esta historia no termina aquí, después de esto estuvimos toda la semana follando los cuatro, pero esta parte la contaré en otro relato.