Regresaba a mi casa en transporte público, al subir a la unidad me senté en un asiento libre en el pasillo casi al final. La unidad hizo varias paradas y en una de ellas subió un señor de unos 55 o 56 años (yo tengo 59 años) y le tocó pararse al lado de mi asiento y no pude evitar notar que su pene quedó a la altura de mis ojos y aparte no tenía ropa interior por lo tanto se le notaba mucho.
Yo me hacía el distraído y dirigía mi mirada hacia otro lado.
Cada vez que alguien subía o bajaba del transporte él se acercaba y me pasaba su pene por el hombro o cerca de mi cara.
Al principio me pidió disculpas y le dije que entendía, que no pasaba nada, no había problemas, pero después se notaba que lo hacía intencionalmente ya que a mi no me molestaba y cada vez que lo hacía su pene se iba parando y ya empezaba a notarse.
En una de esas ocasiones una pareja que estaba sentada detrás se levantan para salir y él se acercó demasiado, su pene, parado, estaba prácticamente en mi cara…
Me volvió a pedir disculpas y me miró con una gran sonrisa, esa expresión me desarmo y le devolví la sonrisa pero está vez si me quedé observando su pene mientras las personas terminaban de salir, cuando todo paso nuestras miradas se encontraron y no tuvo que decir nada, me fui con él al asiento libre que quedó detrás.
Bromee con el por lo sucedido y me pidió disculpas una tercera vez y me tocó la pierna izquierda mientras le decía que lo olvidará. Empezamos a hablar y nos contamos algunas cosas íntimas y salió a relucir el hecho que no lleva ropa interior, me dió su explicación y lo único que alcance a decir fue que así si le notaba el pene y que era muy provocativo.
Me miró y se rió pícaramente diciendo que tenía un buen hombro a lo asentí que lo podía usar cuando quisiera … En ese momento simplemente nos quedamos viendo como diciendo con la mirada lo que realmente queríamos y el silencio se rompió cuando él me dijo «yo vivo solo» … Le pregunté si le molestaría que fuésemos a su casa y me dijo que estaría encantado así que, cuando llegamos a su parada, los dos nos bajamos.
Caminamos un pequeño trayecto mientras trataba de conocer sus gustos preguntando:
Que rol te gusta … Me dijo que es activo
Te gusta besar … Me dijo que mucho
Te molestaría acabar en mi boca … Me dijo que si y que le encantaría que me tragara su leche
Cuando llegamos a su casa y entramos, al cerrar la puerta, nos besamos y mi mano fue directo a su entrepierna y le toque el pene que estaba full parado … Lo que escuche de su parte fue un gemido de placer, gemido que me aceleró el corazón y excito más … Le levanté los brazos y le quite la camisa besando cada parte de él, sus tetillas se endurecieron al sentir mi aliento y su cuerpo se retorcía cuando mis manos lo tocaban y mi lengua pasaba sobre el, baje para quitar su pantalón y dejar libre ese hermoso pene parado, derechito, cabeza rosada mediana, algo grueso en el centro y muy venoso, su bello público olía a hombre y sus piernas torneadas duras como troncos.
Le pase la lengua por las bolas mientras olía su pene y poco a poco mi boca, se fue posicionando en la cabeza y le di una estupenda mamada, tanto que estuvo a punto de acabar … Me aparto sutilmente diciendo… «Aún no, quiero cogerte primero» , me tomo del brazo y me llevo a su habitación.
Allí me desnude y me puso en 4 para chupar mi culo … Su lengua mojaba cada rincón de mi ano y sus dedos entraban y salían sin esfuerzo.
Cuando estuve listo me acosté y el se subió sobre mi … Su pene se abrió paso entre mis nalgas buscando mi ano. Me penetro sin problemas y lo único que atiné decir fue ahhhhhhhhhh cuando lo sentí dentro de mi.
Lo que siguió fue un concierto de gemidos entre ambos, palabras románticas, caricias, simplemente dentro entrando y saliendo suavemente pero con fuerza, me tenía al borde, listo, cuando sentí que su empuje era mayor, su respiración era más fuerte, su cuerpo temblaba y su pene se sentía muchísimo más grande y allí lo sentí todo … Su leche tibia corría dentro de mi … Un enorme suspiro lleno la habitación y su cuerpo cansado se desplomó sobre mi … Con el brazo lo acaricié, le dije que se quedara allí y que dejara que su pene se pudiese pequeño dentro de mi culo. Me beso, me acaricio, me susurro al oído que me quería … Fue increíble el sexo con el …
Debes de un rato se levantó, su pene ya pequeño tenía rastros del semen y procedí a limpiarlo con mi boca chupándolo. Su leche corría entre mis nalgas. Me levanto de la cama y me beso nuevamente, nos duchamos juntos.
Antes de salir de la casa me pidió repetir, que nunca había estado con alguien como yo nos besamos muchísimo, fue allí que intercambiamos nombres, me llamo José, le dije … Y yo Raúl.