Capítulo 2

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LA PROFESORA CHARLINES

SEGUNDA PARTE

Elena estaba muy contenta y plenamente satisfecha, le hubiese hecho falta una buena polla llenándola el coño, pero el chaval se lo había comido de vicio. Aprendía muy rápido y bien.

Elena llegó a su casa y se metió en la ducha. El contacto del agua caliente erizó su piel y un pequeño escalofrío recorrió todo su cuerpo. Con la cabeza de la ducha en su mano, pasó el agua por todo su cuerpo. Recogió una buena porción de gel en su mano y se embadurnó todo el cuerpo con él, en especial su coñito al que empezó a acariciar. Si cerraba los ojos podía ver la cabeza de Pablo entre sus piernas y sentir el roce de su lengua en su coño. Bajó con la ducha aclarándose todo el cuerpo y se detuvo en su coño, puso el agua más templada y apuntó con la cebolla a su clítoris. Movía lentamente la cabeza de la ducha para recibir más placer, se estaba poniendo muy caliente.

  • Este chaval me pone muy caliente, me vuelve loca y me tiene ardiendo

Se pasó la cabeza de la ducha una y otra vez por su coño. Acercó su mano y acarició su clítoris a la vez que apuntaba el chorro de agua contra este, sentía que estaba cerca y aceleró con su mano la frotación.

  • Que rijo joder, que rico, chupa cabrón, chupa

Y soñando cayó de rodillas sobre la ducha había tenido un gran orgasmo y sus piernas le fallaron y la llevaron a tocar el plato de la ducha con sus rodillas.

  • Joder esto hacía mucho tiempo que no me pasaba, estoy ardiendo por dentro y eso que he tenido un fenomenal orgasmo.

Se levantó a duras penas, se secó y se puso una camiseta ligera con un pantaloncito de deporte. Sus pezones se notaban sobre la camiseta y el roce la estaba volviendo a calentar. Se puso a hacer la cena y la verdad que la calentura no la bajaba.

Sobre las ocho llegó su marido. Se acercó y le dio un ligero beso en la boca.

  • Voy a cambiarme y pongo la mesa.
  • Perfecto, ya casi está.

Mientras Elena terminaba la cena, su marido se puso un pijama tipo chándal y bajó a poner la mesa. Elena lo miró y se remojó el labio, se lo mordió y dándose la vuelta se lanzó, le bajó el pantalón y cogiendo su polla se la empezó a chupar.

  • Elena, ¿Qué haces? ¿Qué haceees?
  • Siguee, ahora no pares, no pares

Elena recorría la polla con sus labios y su lengua y llegando al capullo lo metía en su boca, la abría y procuraba comérsela entera hasta el final. Volvía a salir, chupaba el capullo muy lento y volvía a engullir toda la polla entera hasta hacerla llegar a su campanilla.

  • Sigue no pares, no pares joder, no pares

Elena notó que el final estaba próximo, se bajó el pantalón y se apoyó en la mesa de la cocina.

  • Vamos a qué esperas métemela, vamooooos, date prisa

Antonio la cogió de las caderas y de una le metió la polla en el coño totalmente mojado, entró como un cuchillo en mantequilla caliente, llegando hasta su útero.

  • Que rico lo tienes mojadito, que bien entra, perra, toma, tomaaaaa, tomaaa.

Antonio la daba fuerte una y otra vez, rápido, buscando su placer. Él estaba a punto de correrse.

Elena estaba también muy cerca.

  • Aguanta cabrón, aguantaaaaa.
  • Si, perraaaaa, si, te voy a llenar el coño de leche.
  • Si, llenameloooo, siiiii, si soy tu perra, lléname cabrón,

Antonio apretó muy fuerte su polla al notar que se corría. Un potente chorro se estrelló contra las paredes del coño de Elena que dobló las rodillas, corriéndose al sentir como le llenaba el coño de leche

  • Síii, tomaaaa, perraaaaa, tomaaaa, tomaaaa mi leche, siiii, jodeeer
  • Dámela siiiii damelaaaaa siiiiiii.

Después de unos minutos tirados en el suelo, todo volvió a la normalidad.

  • Si que tenías ganas sí.¿ Te ha tocado el culo algún alumno y te has puesto perra?
  • Jajaja no, ese pijama me ha puesto de los nervios.
  • Seguro que si jajaja.

Así fue pasando la semana entre polvo y polvazo, hasta que llegó el jueves.

La mañana Elena la pasó totalmente nerviosa, haciéndosele eterna. Solo tenía una clase y las tutorías y el tiempo no pasaba. A la hora de comer, se fue a casa y se dio una ducha. Se acarició y lentamente fue subiendo el nivel hasta meter dos dedos en su coñito y follarse con ellos. Pensaba en Pablo, en su polla en tenerla en la boca, en que la follase como un salvaje y que la hiciera gritar como una loca. Así, poco a poco le fue llegando el orgasmo, un orgasmo fuerte que la hizo cerrar las piernas y apoyarse en la pared. Salió de la ducha y decidió ponerse una blusa blanca con un sujetador que casi dejaba sus pechos a la vista y una falda una cuarta por encima de la rodilla con unos zapatos de tacón de 17cm y una tanga semitransparente. Se miró al espejo y un escalofrío le corrió por todo el cuerpo. Ningún hombre podría resistirse, ni siquiera uno inexperto.

Llegó un poco pronto y se sentó en su mesa de trabajo. Pablo llegó puntual.

  • Buenas tardes profe. ¿Qué tal la mañana?
  • Buenas tardes Pablo, la verdad se me ha hecho eterna. Bueno, empecemos ¿Has hecho los ejercicios?
  • Si, si, aquí están.

Elena se levantó con los nuevos ejercicios y recogió los antiguos.

Se dio la vuelta y fue hacia su mesa, de espaldas a Pablo, desgraciadamente se le cayeron los ejercicios y se agachó sin doblar las rodillas a por ellos. Al agacharse tanto, todo su culo se marcó en su falda y esta se subió dejando ver más de lo deseado. Una erección apareció en el pantalón de Pablo, que no pudo dejar de mirar como esas braguitas ya estaban empapadas.

Joder, mírala, que buena que está y ahora me enseña las bragas joder ya estoy palote y empezamos la clase. Mírala, tarda mucho en coger la hoja, seguro que lo está haciendo a posta. Voy a echarle una mano, a ver qué pasa……

Pablo se levantó se acercó a Elena y justo cuando él llegaba ella se levantaba. Pablo apoyó su polla en su culo y la cogió por la cintura. Elena soltó un suspiro y le dijo.

  • ¿Qué haces?
  • Te voy a follar, hasta que me pidas parar.

Apoyando su polla contra su culo llevó sus manos hacia sus tetas y empezó a acariciarlas. Quedos gemidos salían de la boca de Elena que empezó a frotar su culo contra esa preciosa polla. Pablo muy lentamente fue quitando los botones de la blusa y acariciando su piel, volvió a posar sus manos en sus tetas pellizcando los pezones por encima de la tela. Elena tenía los pezones completamente duros, estaba gozando como una perra. Pablo sin dejar de apoyar su polla en el culo de Elena desabrochó el sujetador y sacándolo por sus brazos lo dejó caer en el suelo. Recorrió el contorno de sus pechos muy despacio deteniéndose en pellizcar sus pezones con poca fuerza, Elena meneaba su culo cada vez con más ganas sobre la polla de Pablo.

Pablo bajó sus manos a los botones de la falda y desabrochándolos, dejó caer está en el suelo. Se fue agachando lentamente a la vez que recorría su espina dorsal con la punta de su lengua. La mordió un cachete y tiró de su tanga hacia abajo. Mordió suavemente su culo y sacando la punta de su lengua la empezó a lamer el ano, muy lento echando saliva. Suavemente metía la saliva con su lengua, dentro del ano. Jugó con su lengua hasta que la dio la vuelta y la apoyó contra la mesa. Ajustó su boca a su coño y empezó a lamerle el clítoris con la punta de su lengua, tan lento y tan suave que Elena estuvo a punto de correrse, se retorcía llevando sus manos para guiar esa lengua.

  • jodeeeeer cabroooooon, me estás mataaaandooo, hummmm qué gusto

Agarrándole la cabeza la pegó a su coño a la vez que movía su pelvis contra la boca de Pablo. Pablo empezó a acariciar su ano con la punta de su dedo, muy despacio y fue introduciendo su dedo muy lentamente. Elena estaba loca de placer ese dedo en su culo y esa boca en su coño, la estaban matando. Tanto la lengua como el dedo bailaban un baile muy lento.

Elena apretó fuerte la cabeza de Pablo contra su coño a la vez que movía la pelvis para meter y sacar su dedo. El orgasmo venía sin remedio y ella agarrando fuerte su cabeza la posó sobre su clítoris y esperó que llegase el orgasmo.

  • Si, si, si, así, cabrón, me meo si, joder, siii. Tomaaaaa bebe, bebe, si, si, bébetelo todo, todo

Así llenó con sus flujos toda la cara de Pablo, que la miró con satisfacción.

  • Ahora fóllame cabrón… rómpeme en dos, joder méteme esa polla ya.

Pablo se acercó por detrás y poniendo su polla en la entrada de su coño, fue besándola el cuello lentamente. Elena meneaba su culo hacia atrás en busca de esa preciosa polla. Pero pablo se mantenía impertérrito, con la punta de su polla, ahora mojada por los jugos de su profesora.

  • ¿Vas a ser mi putita?
  • Si, seré lo que tú quieras, pero fóllame
  • ¿Harás todo lo que te diga?
  • Si, joder sí, pero fóllame ya cabrón, fóllame

Pablo empujó con fuerza y se la clavó hasta dentro. Un grito salió de la boca de Elena.

  • Hijo de puta, me has rasgado el coño jodeer
  • ¿Quieres que pare?
  • Ni se te ocurra

Pablo se la metió hasta el fondo y la fue sacando muy lentamente. Otro golpe de pelvis y otra vez hasta dentro, otro gemido.

  • Cuenta.

Elena contaba cada empujón de la polla.

  • Dame fuerte cabron, muy fuerte, unoo, doos jodeer, trees……. veinte la hostia

Ahora, con ella rendida y entregada, Pablo le agarró de las muñecas y apoyó los pechos de Elena sobre la mesa. Lentamente metía y sacaba su polla. Un fuerte azote fue el detonante para empezar un fuerte mete y saca que la hizo ir irguiéndose cada vez un poco más hasta formar un ángulo recto perfecto. La fuerza de la juventud hacía que Pablo la follara con mucha intensidad y fuerza, mientras Elena se corría una y otra vez danzando sobre esa preciosa polla.

  • Si, siiii, si, así, partemeeee, parteme en doooos, siiiiiii, joder que ricoo.

Pablo paró, para coger aire, pero Elena aprovechó la ocasión, se sacó la polla se dio la vuelta y postrándose de rodillas se la metió en la boca.

  • Damelo, dámelo todo, no quiero dejar nada, dameloooo.

Y se introdujo la polla en la boca hasta la garganta empezando a follarse la garganta con ella. Alguna arcada se le escapaba, pero eso lo hacía más excitante.

Pablo ya no podía aguantar mucho más, así que cogiendo con sus manos la cabeza de Elena. Pegó un fuerte empujón y llevó su semen directamente hasta su estómago. Elena dio una pequeña arcada, pero tragó todo con gusto y luego le limpió la polla con esmero hasta dejarla bien limpia.

  • Joder chaval, que bien me has follado y parecías un novato. Que bien me engañaste cabrón.

Elena sabía que ahora estaba a su merced, Pablo la tenía dominada y podría hacer con ella casi lo que quisiera.

Se levantó y le dio un profundo beso en la boca.

  • Ahora soy tuya, soy tu puta. Pero ojo, no todo vale.
  • Lo tendré en cuenta, pero eres muy puta y sé que no tendremos problemas. Seguro que todo te gustará, es más tendrás que aprobarlo antes.
  • Así me gusta que cuentes con mi decisión.

Se dieron un largo beso y quedaron para el jueves siguiente.

icharlines54@gmail.com

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