Cogida por dos hermanas II

Luego de pasar la noche en casa de Berenice y Vianey decidí regresarles el favor en otra ocasión ya que fue una verdadera cogida de miedo la que tuvimos las tres y la verdad era que deseaba repetirla pero en otras circunstancias.

Tuve que pensarlo porque deseaba que fuera algo original y sin que ellas lo supieran pero no se me ocurría nada que pudiera ser atractivo para las tres.

Una noche, me quedé navegando en la red y me metí a una página de fotos lésbicas, por casualidad me encontré una sesión de dos chicas en la que una de ellas estaba vestida como un hombre, es decir, con traje y corbata mientras que la otra estaba en liguero, la que estaba de hombre al irse desvistiendo mostró una verga falsa y se cogió a su amante; fue así que se me ocurrió la idea, me iba a vestir de hombre y las invitaría a mi casa a pasar la noche pero sería yo la única que usaría la verga falsa.

Así que comencé con mi plan, lo primero era sabe en dónde conseguir la ropa de hombre, no fue sencillo ya que no tenía muchos amigos y mis parientes no iban a prestarme la ropa, pero conseguí que un amigo (de los pocos) me prestara un traje una camisa y una corbata, le dije que iba a ir a una fiesta de disfraces para celebrar el cumpleaños de una amiga y que decidí vestirme de hombre, él aceptó gustoso y me facilitó el disfraz, quedé de regresarle la ropa lo más pronto posible.

El siguiente paso fue -por supuesto- hablarles a las chicas para que fueran a mi casa el fin de semana, le hablé a Berenice a su celular y le comenté que deseaba estar acompañada por ellas para repetir lo de la otra noche y como Vianey estaba con ella cuando hablé de inmediato me dijeron que sí aceptaban.

Todo iba marchando bien, ellas quedaron de llevar unas cervezas para disfrutar de la velada, pero les hice una petición: que ambas vistieran muy sexy, como si fueran unas putas profesionales, al principio Berenice se extrañó de mi petición pero dijo que no había problema porque les dije que era una sorpresa.

Lo único que quedaba por hacer era esperar a que llegara el día para poder darle rienda suelta a mi deseo hacia ellas.

Así que comencé a prepararme, como la cita era a las 10 de la noche, comencé con calma a bañarme, decidí pasar un rato en la regadera y de solo pensar en lo que me esperaba empecé a calentarme, sin pensarlo dos veces acaricié mi sexo, metí dos dedos en él y me masturbé con fuerzas hasta que de plano conseguí venirme, luego usé un vibrador y me lo metí hasta el fondo de mi vagina, fue delicioso y vinieron a mi mente las veces que hacía el amor con Lety y la manera tan sensual de mamarme la vagina y el culo; el orgasmo me llenó y me calmó las ansias debido a que ya deseaba coger con ellas y de disfrutar de sus cuerpos.

Una vez que me bañé, salí para peinarme, mi único problema era que tenía el pelo algo largo, así que lo recogí ya que me acordé que hay hombres que usan el pelo largo.

Luego comenzó la sesión para vestirme: lo primero que hice fue ponerme la verga falsa, eso no fue problema, luego seguí con los calcetines y el pantalón, creí que tendría problemas al momento de cerrarlo debido al pito paro no pasó eso así que seguí con la camisa y después me puse la corbata, lo último fueron los zapatos y dejé el saco para más tarde.

Faltaban unos minutos para que ellas llegaran así que arreglé bien la cama para tener el escenario perfecto para una cogida de miedo.

Finalmente, ambas hermanitas llegaron y fui a abrirles la puerta, ellas estaban deslumbrantes y sí parecían putas mientras que ellas se sorprendieron aunque de inmediato captaron mi mensaje.

Berenice tenía un mini vestido verde muy ajustado a su cuerpo, le hacía resaltar sus enormes senos los cuales parecían que iban a romper sus vestiduras, mientras Vianey se puso unos pantalones negros y una blusa ombliguera roja que la hacía lucir espectacular y extremadamente sexy.

Ambas entraron y me preguntaron a qué se debía mi indumentaria.

-Me alegra que hayan venido, ustedes deben ser las putitas que mandé pedir por teléfono esta tarde, veo que la agencia de modelos tiene muy buenos ejemplares, les dije.

Berenice solamente se rió y me siguió el juego, Vianey se quedó algo seria pero adiviné que le gustaba la idea.

-Sí, señor, espero que nuestro servicio le agrade, nos encanta este lugar, espero que la tenga bien grande, ¿sabe? a mi hermana y a mí nos encantan las vergas bien grandes y jugosas, comentó Bere.

Las invité a pasar y aprovechamos para servirnos unas cervezas y comenzamos a hablar de varias cosas, ellas me seguían la corriente y de plano no aguanté las ganas y les dije que fuéramos a la recámara; ellas aceptaron y fuimos las tres hacia allá.

Una vez que entramos les dije que me gusta ver a dos chicas cogiendo delante de mí pero que primero deseaba que me desnudaran para que pudiera tener mejor libertad y estar con más comodidad, así que ambas se me acercaron y comenzamos a besarnos y de inmediato sentí sus manos recorrer mi cuerpo, claro que Vianey no dejó pasar la oportunidad de tocar mi «bulto», Berenice empezó por quitarme la corbata y el saco mientras que su hermana desabrochaba la camisa y dejó al descubierto mis senos, les dije que no me hicieran nada solo que me quitaran la ropa, Vianey se arrodilló y me desabrochó el pantalón, sacó la verga que tenía puesta y solo se oyó un suspiro de ambas, pero la idea de que la disfrutaran era para más adelante; una vez que me dejaron sin ropa me acosté en la cama boca arriba y entonces fue cuando comenzaron a recibir órdenes.

-Bueno señoritas, es hora de que desquiten lo que les voy a pagar, quiero que se toquen y se desnuden para que finalmente se hagan el amor, yo las veré y luego pienso hacer otras cosas.

Ambas solo se rieron y comenzaron a besarse en la boca, Vianey metió su lengua en la boca de su hermana y ambas se daban una serie de caricias bien cachondas, Vianey se desabrochó su blusa ombliguera y dejó al descubierto sus bellos senos mientras que Berenice besaba y acariciaba las tetas de su hermana.

Mientras las observaba, yo hacía que me masturbaba acariciando mi «verga» al mismo tiempo que les decía que me la ponían bien dura.

Vianey comenzó a quitarle el vestido a Berenice y tampoco tenía sostén, sus senos quedaron desnudos y eso me hizo calentarme aún más, ambas frotaban sus senos unos con los otros en una forma muy cachonda que hizo que mi propia vagina se mojara en serio; luego Berenice se quitó los calzones y quedó completamente desnuda, ella se arrodilló para desabrochar el pantalón de Vianey y luego se los quitó.

Una vez que ambas estaban desnudas comenzaron las caricias más fuertes, Berenice tocaba las nalgas de su hermana, ella se volteó y se agachó un poco para que las abriera, luego, Bere acercó su lengua al culo de Vianey y comenzó a mamarlo, sus gemidos no se hacían esperar, mientras se acariciaba sus tetas.

-Chúpalo más, cabrona ¡me encanta cómo me coges! Berenice le hizo caso, la volteó y la sentó en la cama abriéndole las piernas para darle una buena mamada en su vagina, parecía que pensaba meterse toda ella en la vagina de su hermana, yo de plano casi tenía un orgasmo con solo verlas, Vianey no tardó en venirse y yo estaba de a mil viendo el show de ambas.

Luego fue el turno de Vianey: ella acostó a su hermana en la cama con las piernas separadas, le metió un par de dedos en su vagina mientras le chupaba sus senos, alcancé a ver cómo le frotaba el clítoris de una forma rápida para luego acomodarse en la posición del 69, Berenice siguió masturbando a Vianey mientras que ella le regresaba el favor aunque también le metía un dedo en el culo, los gemidos de ambas eran fabulosos y excitantes, yo quería intervenir pero eso sería echar a perder el show.

Berenice pegó un grito fuerte al sentir que terminaba pero su hermana la seguía cogiendole metió un consolador que traía en su bolsa para seguir dándole más placer lo cual consiguió plenamente, luego ella se quitó de encima y puso a Bere con las nalgas hacia arriba y le pidió que se pusiera en cuatro patas, ella obedeció y de inmediato comenzó a meterle la lengua en el culo, eso fue lo que acabó con la pobre de Bere ya que también se ponía de a mil si le hacían eso.

Mientras las veía coger, maquinaba en mi mente cómo las iba a disfrutar a ambas y sin que ellas me hicieran algo.

Una vez que acabaron ambas, quedaron bien agotadas, yo lo único que hice fue verlas un momento y les dí tiempo para que recuperaran el aliento y las fuerzas ya que pensaba darles una cogida muy fuerte, para que no me olvidaran.

Me puse de pie y fui al baño en lo que ellas se recuperaban, me vi en el espejo y dejé pasar unos minutos hasta que calculé que ya estaban listas para seguir con la sesión de sexo.

-Bueno, chicas, ustedes dieron un gran show pero ahora me toca a mí, así que les pido de favor que se pongan de cuatro patas ambas para ver sus culos y sus coñitos ya que mi verga desea meterse en alguno de sus agujeros.

Ellas sonrieron y se colocaron en cuatro patas, la vista era fabulosa y me acerqué al culo de Vianey, le di un beso que ella me lo agradeció con un ligero gemido, seguí dándole algunos lengüetazos para calentarla aún más de lo que estaba, mientras hacía eso, acariciaba una de las nalgas de Berenice quien solamente me observaba pero también lo gozaba.

-Mmmmm, me encanta como me besas el culo, anda cógeme que soy tu puta.

Luego cambié de culo, ahora le tocó a Berenice ser mamada por mí y a Vianey solamente algunas caricias.

-Me encanta que me chupen el culo, sigue, sigue, no te detengas mi amor, usa tu verga en mí.

Seguí disfrutando de su sabor, luego decidí saborear su sexo, bajé un poco y empecé a mamar su vagina despacio, pero poco a poco el ritmo de mi lengua fue subiendo al igual que los gemidos de Berenice quien ya sentía que podría sentir un orgasmo en cualquier momento, pero; la dejé con las ganas.

De repente cambié a la vagina de Vianey que estaba bien mojada lo mismo sucedió con ella, sus gemidos fueron más fuertes pero también la dejé con las ganas de sentir un buen orgasmo.

Así que decidí usar mi verga, me coloqué en posición y entré en la vagina de Vianey muy fácilmente, mis movimientos de cadera fueron muy lentos al principio pero al poco tiempo aceleré y ella disfrutaba como una loca cada enculada que le daba.

Le dije a Berenice que se pusiera boca arriba y dejara que su hermana le mamara la vagina mientras le daba por detrás, ella me hizo caso y se puso enfrente de ella con las piernas abiertas, Vianey de inmediato comenzó a comerse su coño mientras yo la cogía por la vagina; hubo un momento en que me cansé de mover las caderas y me detuve, pero ella era la que se enculaba a sí misma lo cual me pareció muy divertido.

Luego, retiré mi verga falsa de su coño para apuntar hacia su culo el cual se veía bien rico desde mi punto de vista, así que puse la punta en la entrada y poco a poco la fui metiendo ante los gritos de placer de Vianey quien ya lo tenía bien dilatado con la metida de dedos que le dio su hermana anteriormente.

Las enculadas fueron muy buenas y ella las gozaba en serio, yo estaba bien caliente solo de escucharla y de sentir cómo se estremecía.

-¡Más, quiero más, me encanta tu verga en mi culo! Berenice tuvo un orgasmo más bien incitada por la forma en que su hermana gozaba con la verga falsa en su culo que por la mamada que recibía, se le notaba en la cara que ya desea ser penetrada, pero la iba dejar con las ganas un momento más debido a que deseaba que Vianey tuviera un orgasmo fenomenal que no tardaba en conseguir.

Ella aprovechó y se acercó a donde estaba la vagina de Vianey para acariciar su clítoris y acelerar el orgasmo, esa masturbación combinada con la cogida que le daba por el culo hicieron que ella de plano casi se desmayara de placer.

Retiré el pene del culo de Vianey y Berenice se le hacía agua la boca, pero no dejé que lo mamara, debía esperar un poco, así que le pedí que se sentara en mi verga para que se la metiera hasta el fondo, me senté en la orilla de la cama y ella hizo lo propio sobre el pito falso.

Bere se sentó en mi verga para disfrutar y eso fue algo que me hizo ponerme de a mil, sus gemidos eran sensacionales y ella no paraba de moverse, subía y bajaba constantemente mientras Vianey estaba acostada en la cama en tanto le acariciaba las tetas.

Luego me acosté en la cama pero Bere seguía metiéndose la verga por el coño, en eso Vianey se sentó en mi cara para que le mamara la vagina y eso hice, estaba demasiado mojada como para dejarla a un lado.

Vianey me pidió mamar el pito falso y su hermana de dio oportunidad, ella se abalanzó sobre mi verga y empezó a metérsela en la boca, la chupaba como si fuera de verdad, entraba y salía de su boca deliciosamente y yo no perdí detalle de la mamada que daba a esa pieza de látex.

Después, ella fue la que se sentó en mi verga y entró hasta el fondo, grito de placer salió de su boca y comenzó a moverse de una forma sensacional, su hermana se puso detrás de ella y le acariciaba los senos mientras yo las observaba.

Sobra decir que Vianey tuvo un fuerte orgasmo que casi hace que se desmayara pero quedó más que satisfecha, aunque me pidió que se la metiera en el culo, a lo cual me puse detrás de ella y Bere le abrió las nalgas, le dio un beso en el culito y me lo dejó para que yo la penetrara, de inmediato aproveché que su agujero estaba a mi disposición y se la metí despacio, a cada empujoncito que daba los gemidos de mi amante eran más fuertes, una vez que mi verga entró en su culo comencé a bombearla para que gozara ampliamente.

El movimiento de mis caderas era más amplio y ella estaba demasiado caliente, sus gemidos eran muy fuertes y las enculadas eran al mismo ritmo.

-¡Sigue, por favor, me encanta que me des por el culo!

Berenice se puso a mis espaldas y me acarició los senos y yo estaba que me venía, pellizcó mis pezones mientras me cogía a su hermana y luego me besó en la boca.

Acabamos muertas de cansancio pero muy satisfechas de la excelente cogida que nos dimos, ellas estaban demasiado cansadas como para buscar cogerme a mí, pero les agradecí que me siguieran el juego.

Por supuesto que las invité a pasar la noche conmigo y ellas aceptaron y para relajarnos un poco las llevé al baño para darnos una ducha juntas.