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Una mujer decente y casada

Una mujer decente y casada

Malena es una chica argentina de unos 30 que siempre me gusto, alta, esbelta, ojos color miel, morena, con unos pechos levantados y culito sobresaliente, un bombonazo inasequible, tal vez por eso, y porque mis miradas son de todo menos discretas cuando alguien me atrae, nunca me había hecho ni puto caso.

Trabaja de secretaria de alta dirección en una empresa que esta justo en la planta de arriba del edificio donde durante una época tuve mis oficinas, la verdad es que al final me jodía bastante su aire altivo y que sus saludos fueran fríos y distantes.

Hace unas semanas estaba en la presentación del disco de un conocido artista, era en una exclusiva discoteca madrileña, entrada vip con buffet y barra libre y muchos curiosos en la puerta, cuando estaba entrando alguien me llamaba a gritos

-Carlos¡¡ Carlos¡¡

Era Malena y una de sus compañeras de trabajo, horrible y cascarrabias a la que siempre deteste, me sorprendió que me llamara pues siempre me había ignorado

-Hola Malena…como estas?

-Muy bien y tu?

-Bien..aqui a ver que pasa y a tomar una copa

-Que envidia, con tanto famoso y este ambiente….ojala pudiera…

-Mi invitación es para dos personas si quieres te paso

-Ya pero y Julia

-Lo siento Malena, solo puede ser una persona….-en la mirada se me leía que solo podía ser una persona y que bajo ningún concepto iba a ser la perra estrecha y fascista que le acompañaba.

La tal Julia resignada alento a Malena para que se animara, cosa que al final hizo, llamo a su marido para decirle que le habían invitado a la fiesta, que acostara a la niña que tardaría un poco y paso a la discoteca conmigo.

La fiesta era como todas, solo que al tratarse de un artista vendedor, la calidad de las bebidas y el catering eran de primera, Malena llevaba un discreto traje chaqueta azul con la falda un pelin corta que resaltaba sus piernas largas y esbeltas.

Abrumada por el ambiente y porque no conocía a nadie, ademas de que en este tipo de fiestas los tiburones acechan cualquier pieza (y Malena es caza mayor) me tomo del brazo y no se separaba de mi para nada, me preguntaba sorprendida por alguno de los invitados presentes (incluso le presente a algunos).

Las bandejas de cava pasaban ante nosotros a velocidad meteórica y siempre cogía dos copas, le ofrecía una a Malena y me quedaba con otra a la que le daba un par de sorbos y que oportunamente derramaba en el suelo o en alguna maceta, de forma que a medianoche una vez terminada la cosa estaba fresco como una rosa, mientras que Malena llevaba un punto de los mas interesante, ademas discretamente en una de las copas de cava solté media dosis de MDDA en polvo, que entre otras cosas te pone muy cariñoso, a la una a Malena le brillaban los ojos y la camisa blanca que llevaba bajo la chaqueta llevaba desabrochada dos botones, su sujetador de encaje se atisbaba ligeramente.

-Guau¡ que bien estoy¡ me lo estoy pasando genial¡….donde vamos ahora Carlos?- estaba lanzada.

-Pues yo pensaba ir a tomarme la ultima copa a mi hotel

-A tu hotel?

-Claro…hace meses que no vivo en la capital

-Suena muy tentador…pero….bueno te llevo en mi coche y me voy para casa.

Estuve a punto de darme un cabezazo contra la pared, estaba a punto y seria su marido el que disfrutara de la cosa, resignación, no es la primera vez.

En el coche no podía evitar mirar sus maravillosas piernas, su falda se había subido un poco y la vista era formidable, ella se daba cuenta y, a diferencia de otras veces, me miraba con complicidad, me arme de valor y fui acariciándole la nuca por el camino, ella acepto de buen grado.

Al llegar al hotel, en medio de la despedida, comencé a insistir, ya sabéis la letanía, que si solo serian unos minutos, que una copa rápida, yo creo que el éxtasis le dio valor, el caso es que tras insistir un poco acepto subir a mi habitación.

En el ascensor lo vi claro, la llevaba cogida por la cintura y su mirada era de niña buena que esta haciendo una travesura pero espere a que estuviera en la habitación para comenzar un acercamiento mas serio.

La habitación le gusto, la verdad es que era amplia, moderna  y confortable, abrí el minibar y descorche una botella de cava, Malena estaba sentada al borde de la cama, me senté junto a ella y brindamos, nos miramos y la bese, pero solo en los labios, se tomo la copa de un trago y se hecho hacia atrás tumbándose en la cama, su falda había subido aun mas.

-Jamas me había puesto tan agustito con unas copas de cava, que bien entra¡- me dijo mientras cerraba los ojos.

Me tumbe junto a ella y comencé a acariciarla pacientemente, la cara, el cuello, el pelo, con mis labios a cms de su oido, ella se dejaba hacer, podía ver como respiraba pausada y profundamente, poco a poco con mucha paciencia, comencé a besar su cuello y desabroche otro botón de su camisa,`podía ver sus pezones hinchados abultando en su suje, la bese en la boca y con los ojos cerrados me respondió regalándome su lengua, sobándole las tetas sobre el suje sin que se notara demasiado mi ansiedad (que era mucha) para que no le diera un arrepentimiento de ultima hora, comencé a hacer progresos, hasta que me atreví a tocar su coñito a través de las braguitas primero y directamente (apartándolas) después, Malena abrió los ojos, se incorporo y comenzó a quitarme la camisa, la suerte estaba echada.

Bese sus labios y, afortunadamente, desabroche su sujetador a la primera, sus tetas eran maravillosas, redondas y puntiagudas con el rosetón oscuro y un pequeño pezón, se las lamí y chupe suavemente mientras me quitaba el pantalón y cogía una de sus manos y la llevaba a mi polla sobre el Ck, ella movía su mano abierta entre mi polla y mis pelotas, colaboro cuando le quite la falda y las braguitas, me encontré con un pubis elegantemente delineado en forma de triangulo, le lamí las tetitas, las costillas, el ombligo, el vientre hasta que llegue a su coñito, oscuro, de grandes labios y coronado por un clítoris gigantesco y gordo, fue sentir mi lengua en el y comenzar a respirar agitadamente y a mojarse en mis labios, bajo mis calzoncillos y comenzó a deslizar su mano sobre mi polla, haciéndome una paja, sentí como su clítoris aumentaba de tamaño todavía mas con mis chupadas y lamidas, metí mi lengua en su coñito, sabia delicioso, seguí dándole mordisquitos con los labios y chupaditas a su aceituna y pude sentir como Malena se descargaba y corría en mis labios en un orgasmo intenso, seguí mis caricias con la lengua mientras apretaba mis nalgas y gemía de gusto, le siguieron mas convulsiones orgásmicas mientras mis dedos acariciaban sus pechos y la suya se deslizaba nerviosamente a lo largo de mi polla, le comí el coño hasta que me pidió que parara, extenuada.

Me gusto su media sonrisa y el brillo de su mirada pero mas me gusto verla abrirse de piernas invitándome a que la follara, entre ellas me situé sin dejar de besarla en la boca, el cuello y las tetas, ella fue la que condujo mi polla con la mano al lugar adecuado, sentí como se deslizaba en si interior y la penetraba hasta que mis huevos rozaron sus nalgas, su coño lubricado de jugos era acogedor y estrechito, sin moverme, con la polla encajada hasta las pelotas nos besamos furiosamente, mis manos abarcando sus hermosas tetas, hasta que levantando su trasero comenzó a demandar mas acción y comencé el mete y saca, suave, susurrándole al oido lo caliente que me tenia y las ganas que le tenia.

-Yo también te tenia ganas….peor soy una mujer casada y decente- me dijo entre gemiditos y suspiros.

Cada vez mas acelerados, embistiendo hasta que casi me asfixio (tengo que dejar el jodido tabaco) necesitaba una posición que me permitiera mas libertad de movimientos con menos esfuerzos y en un puro alarde a lo Tarzan, la cogí en peso sin sacársela y la puse sobre la mesa escritorio de la habitación, con su espalda sobre la mesa y sus nalgas al aire, la altura era perfecta, levante sus piernas y comencé a follarla en plan peli porno, con las piernas sobre mis hombros y las manos en las tetas mientras ella me pedía que no parara e imploraba a todos los santos, ángeles y arcángeles, podía ver sus pelitos rizados y pegajosos, su rajita tragándose mi polla y sus tetas subiendo y bajando al ritmo de su respiración y mis embestidas, pude verlo hasta que la vista se me nublo, solo me dio tiempo a sacarla con toda rapidez y correrme fuera, los primeros chorros le llegaron entre las tetas y el ombligo, el resto cayo en su pubis y en la entrada de su coñito.

Descanso unos minutos y se levanto apresurada a vestirse con el típico arrepentimiento postcoito que nos asalta a todos los infieles después de un buen polvo, solo que la retahíla ya me la conocía.

-Por Dios Carlos¡ tengo que irme¡ yo soy una mujer casada y decente¡

Intente calmarla, le jure discreción y al fin la convencí para que se diera una ducha conmigo ya que estaba bañada en semen, acepto. Una vez en la ducha reanude mis caricias, al principio se mostro esquiva pero poco a poco su participación fue total, besándonos, abrazándonos, asida a mi polla como de una rama al borde de un precipicio, conseguí calentarla de nuevo y llevarla a la cama, allí sin miramientos le puse la polla en los labios y ella la acepto abriendo la boca y dándole lamidas y chupadas, tumbados en posición invertida reanude mi comida de coño, con esta hermosa mujer casada y decente me estaba pegando uno de los 69 mas ricos de mi existencia, otra vez su clítoris se hincho en mis labios,otra vez las sentía correrse en mis labios y pedirme que le chupara la aceituna mas y mas, mi polla ya estaba de nuevo en su punto.

La puse en cuatro para darle una buena follada a modo de despedida, la vista era apoteósica, un culito redondo, duro, majestuoso, un hoyito redondo  en el centro y su coño oscuro rodeado de pelos pidiendo ser follado y fue follado, vaya que lo fue, agarrado a sus nalgas, dulce y suavemente primero, acelerando y embistiendo de forma desesperada después, su piel lisa, morena y hermosa, sus nalgas tersas y su maravilloso coñito de mujer decente y casada, invadido, vulnerado por un amante morboso, estaba comiendo un exquisito sacrilegio, follándola a tope, disfrutando y disfrutando también ella con la transgresión, sabia que a Malena difícilmente me la volvería a follar, y apuraba el polvo disfrutándolo, dándole el máximo de placer, estimulándola al máximo, sabia que este polvo seria la fuente de inspiración de muchos de sus momentos de juegos en soledad y conscientemente me tome el esfuerzo (croe que casi siempre lo hago) de follarla, bien rico, bien bueno, tanto lo disfrute y lo disfrutamos que me pidió que esta vez no la sacara, que me corriera bien dentro….y los deseos de una hembra como ella siempre serán ordenes para tipos como yo.

Sentí como me venia, como la leche fluía salvaje desde mis pelotas a mi polla y explotaba en el delirio, llenando su coño a borbotones mientras ella gemía de gusto, parecía que podía sentir las sensaciones que lla sentía, que su coñito era mio, que estábamos fundidos.

Eran las tres y media de la madrugada, de nada me sirvieron mis intentos de prolongar mas su estancia, se vistió y en forma de despedida me dijo:

Sabes que nunca te olvidare pero no debemos volver a vernos, por favor no me llames ni intentes localizarme, te quiero pero soy una mujer decente y casada.

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