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Una gran sorpresa para Rosa

Una gran sorpresa para Rosa

Soy Rosa una mujer valenciana de 28 años y os voy a contar lo que hicimos el último verano. 😀

La verdad que ha cambiado un poco nuestra forma de vida, la mía y la de mi “marido”.

Lo pongo así porque en realidad no nos hemos casado sino que somos pareja de hecho. A ver que os parece.

El caso es que para celebrar nuestra “boda” nos fuimos de viaje una semana a Brasil ya que Toni había querido siempre conocer las cataratas del Iguazú. Brasil es impresionante, la selva…

Pero voy al día interesante. Nos lo estábamos pasando genial pero ese día, que era el penúltimo antes de volver, nuestro tema de conversación se había centrado, de cachondeo, en los cuerpazos de los mulatos y las mulatas. Toni trataba de ponerme celosa diciendo todo el rato lo buena que estaba esa o el culito de la otra, y yo no me quedaba atrás, diciendo que que cuerpazo tiene aquel, mira la boca de ese otro.

Nos paramos en el paseo de la playa a tomar algo y Toni aprovecho para ir al servicio. Cuando salió lo vi hablando desde mi silla con un mulato tirando a negro pero no le di importancia, aunque como ya estaba sensibilizada me fijé en su portentoso pecho y, lo reconozco, en el bulto que desde tan lejos se le notaba.

Supuse que seria uno mas de tantos que querían enseñarnos la ciudad o llevarnos a conocer los parajes mas escondidos. Cuando volvió, comenzamos a trazar los planes para nuestro último día y como habíamos salido la noche anterior y queríamos aprovechar el siguiente decidimos irnos al hotel y ponernos guapos para una cena íntima.

Nos lo pasamos muy bien y estuvimos apunto de salir a dar una vuelta, pero Toni dijo que estaba cansado y decidimos subirnos a la habitación.

Cuando ya llevábamos un rato Toni dijo que se bajaba un momento que quería traerme una cosa que había visto. Jamás me hubiera imaginado lo que era.

Cuando volvió me dijo que tenia una sorpresa para mi pero que tenía que meterme en el servicio hasta que el me avisara ya que tenía que prepararla. Yo estaba nerviosa, pensando que podría ser, sobre todo porque tardaba en avisarme.

Entró en el servicio.

Ya puedes entrar, aunque igual no te gusta – Dijo Toni – Si no te gusta lo devuelvo y ya está, vale? Pero no te asustes.

Que me has traído una iguana, o que?

Si, algo parecido.

Cuando salí y vi el regalo casi me da algo. Era el negro que había visto en el bar de la playa, tumbado en mi cama, esposado de una mano al cabecero de la cama y sólo llevaba puesto unos calzoncillos que dejaban ver un tremendo paquete a primera vista.

Tu estas loco, o que? Gilipollas! – Dije alejándome hacia la pared como si hubiera visto, no una iguana sino un cocodrilo. – Saca eso ahora mismo de la habitación!

Bueno, cariño, solo es una sorpresa, espera un momento. Me dijo medio riéndose como si fuera lo mas normal del mundo.

Mira, me voy a por unas sábanas nuevas y quiero que dentro de 5 minutos se haya ido, esta claro? Imbécil.

Yo estaba súper cabreada. Como podía hacerme eso… que pretendía? Pero la verdad que entre la discusión me había dado tiempo a mirar un par de veces al pedazo de negro, y no se si se me notó en la cara lo impresionada que estaba, pero Toni aprovechó la circunstancia.

Espera, no te enfades. Solo es un experimento – Se rió . Es que como llevamos hablando todo el día de los cuerpos de los nativos y he visto a este cuando he entrado al mear… Pues he pensado que igual te gustaba verlo a ti también.

Vale , pues ya lo he visto. Ahora dile que se vaya. Me voy.

Espera , pero si no has visto nada. Solo un momento, ya veras como te impresiona.

Y tanto que me impresionaba. Estaba con las piernas semi abiertas y se le notaba toda la polla marcada en los calzoncillos, puesta de lado y de un tamaño que me costaba creer y un bulto que eran los huevos más grandes que mi puño. La verdad es que sentía una curiosidad tremenda por ver ese aparato que había hecho que mi propio novio pagara para que yo lo viera.

Al quedarme callada mirándole el paquete Toni aprovechó y me dijo:

Mira, acércate, no tienes que hacer nada.

Cuando vi como Toni se acercaba al negro y le decía que se bajara los gallunbos casi me da algo. Está loco, pensé.

El negro se bajo los calzoncillos con la única mano libre que le quedaba y lo que apareció me paralizó totalmente. La polla del negro era en estado flácido mas grande que la de Toni y de un grosor como mi muñeca. Al instante noté como los pezones se me ponían duros y como un calor me subía directamente desde mi entrepierna a mi cuello.

Ala como se te han puesto las tetas, Rosa – dijo sonriendo y haciendo que yo me pusiera nerviosa y enrojeciera. – Es impresionante, verdad?

Si, es impresionante, no sabia que pudieran existir pollas de ese tamaño – Le dije pretendiendo parecer todavía enfadada pero me salió mas bien una voz de admiración.

Te gusta… – Dijo el negro.

Toni saco de una bolsa una porra de madera y el golpe que le metió al negro hizo que a este se le reventara la oreja. El negro dio un grito de dolor pero se estuvo quieto.

Tu hablarás cuando yo te diga – Le dijo Toni – o llamo a seguridad y te vas directo a la cárcel, ok?. El negro no dijo ni mu, tapándose la oreja con la mano.

Ala como te pasas – Le dije a Toni – Le has hecho sangre. Pero en verdad, eso me hizo sentir segura y como si el negro solo fuera un objeto.

Bueno que te parece, es la hostia, eh? – dijo Toni mirándola directamente desde cerca- Ven acércate, no pasa nada, se la quieres tocar?

No , no, da igual creo que con esto ya ha habido suficiente.- Me moría por tocársela, ese trozo enorme de carne negro había despertado en mi un deseo no solo por tocársela sino por llevármela a la boca directamente. Pero algo me hacía echarme para atrás.

Joder como pesa- Dijo Toni cogiéndosela con una mano, de cuclillas al lado de la cama. – Y esta dura aunque aún está flácida.

Esa imagen de mi marido tocándole la polla al negro sin ninguna preocupación me alteró ya del todo, y no tarde en aceptar la proposición que Toni me hacía con la mirada y una sonrisa como diciendo, va no te hagas la dura que se que lo estás deseando.

Me acerqué y de cerca parecía aún mas grande. Empecé a acariciársela solo por arriba como si fuera un tigre, tomando contacto y sintiendo la potencia de ese miembro. Menuda polla dios , mío!! –Pensé- esto en erección debe ser la leche.

Toma, cógesela bien – Dijo Toni acercándomela como si fuera un ser con vida propia y poniéndola sobre mis manos extendidas. La polla del negro era mas larga que mis dos manos juntas y aún sobresalía un poco.

Joder! Que pasada! pesa por lo menos medio kilo. – Dije con una risilla un poco histérica, que delataba mi calentura.

Se la empecé a menear con las dos manos ( ya no necesitaba consejos por parte Toni) que no conseguían abarcar su grosor. Una fuerza atraía mi vista a la punta aún sin descapullar y me moría de ganas de tenerla en mi boca. Tras unos buenos masajes a dos manos, la tranca empezó a tomar forma, asomando el tremendo capullo.

Se la vas a chupar? Lo estas deseando! – Dijo Toni

Yo ya no podía mas y jamás me hubiera imaginado tener una polla así entre mis manos y menos delante de Toni. Pero era el quien había empezado y yo ya no podía parar. Solo el capullo me llenaba la boca lo que me puso muy cachonda. La mamada que le estaba metiendo hizo que sintiera como mi vagina empezaba a humedecerse rápidamente y deseara tenerla toda dentro, aunque no se si podría.

La tenía ya completamente dura y se alzaba como un mástil negro en medio de la cama, era una barra caliente, un arma poderosa que podría destrozar a cualquier mujer… Pero yo ya no pensaba en eso, solo esperaba el momento de bajar sobre el monstruo y sentir como me abría en dos.

Ya no tenía reparos sobre todo al ver la empalmada que Toni llevaba solo de mirar como me comía la superpolla.

Me puse cómoda, de rodillas entre las piernas del negro. Ahora la tenía toda para mi. No llegaba ni a meterme la mitad y no podía abarcarla con mi mano.

En ese momento Toni empezó a tocarme las tetas que estaban a punto de estallar y yo movía el culo insinuándome y esperando que me atacara la raja que debía estar ya mas que empapada y abierta.

Te gusta la polla del negro , eh? Que polla tiene, chúpasela…

Yo ya estaba descontrolada dándole una mamada y pajeándole y sobándole los huevos lo que estaba provocando en el negro los primeros espasmos de placer, lo que me ponía todavía mas cachonda.

Toni empezó a quitarme el pantalón , pero yo no soltaba mi polla , y las bragas ya todas mojadas que se las tiró al negro en la cara…

Te gusta como huele, moreno? El negro te quiere follar, Rosa… – Decía Toni mientras yo le daba el coño, de espaldas, que no tardo en empezar a comerme, haciendo que rápidamente, por lo cachonda que estaba, me abriera para el. Abría las piernas y levantaba el culo para que me recorriera toda mi raja, mas abierta que nunca…me lamía el agujero de culo y dos de sus dedos entraron como en mantequilla en mi coño hinchado.

Como te pones con la polla del negro, te lo vas a follar? Te vas a meter todo eso?

Me lo quiero follar, me lo quiero follar. Decia yo ya jadeando.

Toni empezó a meterme su polla mas dura que nunca, pero no toda… Voy a ir abriendo camino, me decía… quiero que sientas como te penetra el negro desde el principio. El muy cabrón no me daba lo suficiente fuerte como para que me corriera, lo que me estaba poniendo en un punto sin retorno. Quería esa polla ya.

Ven , date la vuelta. Así de espaldas.

Me puse de rodillas pero con las piernas abiertas y con las del negro entre las mías y con aquel cañón apuntándome justo en mi raja. La verdad que tenía un poco de miedo pues aunque la de Toni es de 18 cm , que para mi esta muy bien, aquella era de mas de 25, seguro, y bastante mas gorda. Estaba bastante alejada y con la punta, y ayudado por Toni me la empezó a frotar de arriba abajo por todo mi sexo.

Esta polla te va a reventar, vas a gozar como nunca. Te va a caber toda? Te la vas a follar toda? Te va a partir en dos…

Mientras Toni me decía estar palabras al oído que me pusieron a tope, con un movimiento casi involuntario me ensarté el capullo, teniendo que hacer fuerza hacia abajo para que entrara.

La sentía enorme, jamás había estado tan abierta, notaba la entrada de mi concha estirada, pero yo la quería toda dentro.

Estaba fuera de mí, quería metérmela toda, ser atravesada por ese miembro. Así empecé un movimiento de mete y saca e iba notando como se me incrustaba y como el mazo iba abriéndose camino en mis entrañas.

El negro empezó a moverse clavándomela aún mas, y yo seguía moviéndome arriba y abajo sobre su polla como una loca, y jadeando ya , alucinada por la sensación de ser atravesada literalmente y llena de polla.

Notaba como el capullo me presionaba partes de mi vagina que no conocía haciendo que me estremeciera y sintiendo como un placer increíble me llenaba por dentro.

No tenia ni dos tercios de la polla dentro cuando un orgasmo brutal me llegó.

Me temblaron las piernas y perdí la fuerza, clavándome aun mas en su miembro.

Ahora si que estaba bien follada y el negro aprovecho, sin darme un descanso para empezar su follada terrible.

Por debajo de mis tetas veía como una barra negra gigante subía y bajaba y notaba como cada vez iba abriéndome más por dentro , sintiéndola en el estómago.

Yo ya no me movía, solo recibía sus embestidas gimiendo como nunca y alcanzando un orgasmo largo y potente que casi no me dejaba respirar.

El negro se escabullo entre mis piernas poniéndose de rodillas y haciendo que yo clavara la cara en la cama, haciéndole dueño de mi desfondado sexo.

Ahí fue cuando me penetró del todo. Me la clavó toda de un golpe y pude sentir como me aplastaba el útero haciendo que un grito saliera de mi garganta y una sensación de dolor y placer me hiciera empezar a temblar todo el cuerpo.

Estaba totalmente atravesada y el negro no paraba de follar, clavándomela una y otra vez hasta lo mas hondo. Me estaba follando como nunca me habría imaginado y mis jadeos ya eran lloros de placer.

Follameeee, así , si, si, sigue. Clávamela toda. Rómpeme el coño. Folla negro cabrón.- estaba como loca. Diosssssssssssss

El negro empezó a follar más fuerte metiéndola y sacándola entera cada vez hasta los huevos y empezó a llenarme por dentro de su calor.

El orgasmo fue más allá de todo cuanto había sentido nunca. Me vino de lo más hondo, del útero. Pasó a inundar todo mi sexo y estalló en todo mi cuerpo haciéndome perder el sentido y temblar sin control durante lo que a mi me pareció muchos minutos.

Cuando desperté era yo la que estaba esposada a la cama.

Aquí acaba la primera follada que recibí esa noche. Espero vuestros comentarios, pero sobre todo de chicas ya que soy yo ahora la que quiere regalarle una sorpresita a Toni.

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