Raquel en la discoteca
Me llamo Alfredo, estaba en la discoteca con mis colegas, era sábado, la disco estaba hasta la bandera, mis amigos y yo llevábamos allí una hora intentando ligarlos a algunas chavalas pero de momento la cosa no iba bien, a todo esto me fui a pedir algo de beber cuando vi a Raquel, esa tía me gustaba de verdad, vivíamos en el mismo barrio y siempre me había atraído, era una morenaza de cabello largo y ondulado, ojos castaños grandes, labios sugerentes y para mi gusto un cuerpo espectacular, unas tetas de tamaño considerable y unas caderas como las de antes, mis amigos me decían que estaba gorda, pero la verdad es que no lo estaba, lo que pasa que ahora el canon de belleza de las modelos es que estén delgadas y que no tengan curvas, de todas maneras alguna de la gente de allí y yo sabíamos que de gorda nada, lo único que tenía de malo era que tenía con novio.
Esa noche iba con un vestido azul que quitaba el hipo ya que era ajustado, le llegaba por los muslos y dejaba un generoso escote que hacía que se vieran gran parte de sus tremendos senos, todo eso rematado por unos zapatos negros de tacón que le daban una esbeltez de la que casi carecía ya que era una de esas mujeres mas bien bajitas pero tetonas.
El caso es que ahí estaba ella bailando con su novio y llamando la atención con sus movimientos y con su espectacular cuerpo, fui a por mi copa mirando como bailaba, me di cuenta como los buitres empezaron a arremolinarse alrededor de ella, pero de momento guardaban las distancias, su novio estaba con ella y era un tipo duro.
A todo esto al cabo de 5 minutos se acercaron unos chavales a él y le retaron a jugar a los dardos, su novio era un gran jugador y si había algo que pudiera separarla de ella era precisamente eso, así que aceptó y se fue a jugar dejando a Raquel con algunas de sus amigas.
A todo esto cuando se fue su novio con los tipos esos llegaron mas hombres que empezaron a rondar a las amigas de Raquel y a esta, pero Raquel rechazó a todos los que intentaron aprovechar su oportunidad, las amigas en cambio si aceptaron los descartes que hizo Raquel, esta viéndose sola se marchó a la barra a beberse una copa, estaba a dos asientos de mi, pidió un cubata y empezó a bebérselo, a esto que se sentó un tipo, moreno, guapete, el típico ligón de discoteca, vi que se puso a hablar con ella, estuvieron un rato conversando, el tipo le invitó a otra copa y vi como reían y charlaban amigablemente, podía observar como este miraba de vez en cuando a sus tetas y que buscaba cualquier excusa para tocarla, ya sea bromeando o hablándole al oído por el alto volumen de la música.
Siguieron así unos 15 minutos, ella se había tomado ya tres cacharros y como su novio ni sus amigas habían vuelto aceptó la invitación de este a bailar, yo enseguida los seguí con la vista hacia la pista de baile.
Tocaron salsa y los dos se pusieron a bailar, al principio de manera normal y luego mas pegados, el chaval no perdía la ocasión y cuando estaban pegados le metía mano con disimulo, bailaron dos canciones y el chaval le dijo algo a ella y fue a la barra, allí hablo algo en el oído con uno de los camareros que le sirvió una copa.
Luego volvió con ella y le ofreció la bebida, ella estaba desinhibida y bailaba con total descaro y sensualidad que hacía las delicias de la población masculina.
El se acercó de nuevo y se pusieron a bailar muy pegados, por supuesto tomó nota del culo de ella y de sus pechos, pero como siempre de manera muy profesional y disimulada.
Bailaron otras tres canciones y su novio y sus amigas seguían sin venir, a todo esto él le dijo algo en el oído y se fue, ella se quedó por un momento quieta y fue a la barra, allí pidió un vaso de agua, mientras el fulano estaba cerca de la zona de los servicios mirando hacia ella. Raquel terminó su vaso de agua y se acercó a una de sus amigas que estaba dándose el lote con un nene, le dijo algo y se fue a los servicios.
Yo les seguí con la mejor discreción que pude, él la esperaba con mirada lujuriosa y ella con un disimulo digno de una buena actriz y con cara de inocencia fue a su encuentro, vi como se besaron apasionadamente, mientras que este la sobaba las tetas por encima del vestido, sus lenguas se buscaron mutuamente y ella empezó a acariciarle el rabo por encima del pantalón, luego con un gesto verdadera puta le cogió los huevos con fuerza a la vez que le pedía que se la follara.
Él tipo no debió de esperar esa respuesta, ni yo tampoco porque según se decía Raquel era una muchacha muy modosa.
El chaval la condujo hacia la puerta de una zona de almacenes que debería de estar cerrada pero que para mi sorpresa no lo estaba, la condujo hacia dentro, yo les seguí cerciorándome de que no me veía nadie.
Me acerque a la puerta con sigilo, escuchaba gemidos detrás de ella, abrí con cuidado para mirar el interior, no veía nada parecía que las cajas del almacén tapaban la escena, los gemidos venían de una de las esquinas, me armé de valor y entré, luego me escondí tras unas mesas que utilizaban los días entre semana como terraza y comencé a ver el show sexual de Raquel y el tipo.
Este le estaba chupando los enormes pezones de color café a ella que tenía los tirantes del vestido y del sujetador bajados, ella estaba apoyada en una mesa del mismo tipo que la que me ofrecía cobijo, gemía como una perra en celo cuando él le mordía y le daba sonoros chupetones en los pezones, mientras con sus manos sostenía los enormes pechos de ella que estrujaba con fuerza y pasión, ella tenía su cabeza echada hacia atrás y se apoyaba con sus manos en la mesa dejando su cuerpo para el disfrute de él.
Al rato se cansó de sus pezones y empezó a besarla con pasión y lujuria, a la vez que con sus manos hurgaba por debajo del traje de ella acariciando sus bronceados muslos y buscando con ansiedad su ropa interior, pareció encontrarla y de un fuerte tirón bajó el tanga color azul de ella, a continuación metió su mano buscando su coño, un gemido me informó que había dado con él.
El muchacho empezó a introducir dos de sus dedos en el chichi de ella mientras que besaba el cuello de esta y le decía autenticas guarradas dignas de una película porno, ella respondía acariciando el pelo de este y con gemidos y suplicas de que se la follara de una vez.
El se alejó de ella y la miró
Chúpamela guarra si quieres que te de un buen follado-. Le dijo
Ella se agachó con lentitud mirándolo a la cara, con una de sus manos bajó la cremallera del pantalón de este y sacó la polla tiesa que esperaba ser succionada, ella comenzó a pajearle, mientras lo miraba con cara de loba y le provocaba, le lamió el capullo con rapidez este produjo gemidos de placer en el chaval, luego siguió lamiendo el resto del rabo con dedicación y finalmente se lo metió en la boca y comenzó a chupársela como una zorra de campeonato, el chaval no podía disimular su rostro de placer y yo estaba con la picha que me iba a estallar, así que comencé a masajeármela para calmar la excitación.
Ella la chupaba bien se la metía hasta dentro y luego la succionaba con dedicación, saboreándola y disfrutándola.
A todo esto escuché un ruido en la puerta y me escondí rápidamente, era el camarero de la barra, se acercó por detrás a ella, le subió el vestido y le lamió el chichi, ella volvió la cabeza pero el chaval la cogió con la mano y la obligó a que siguiera con su labor mamatoria, mientras el camarero le comía el coño con devoción.
El chaval no tardó en correrse debido a la mamada de ella, ella recibió gustosa la leche en su boca y trató de que no escapara ni una gota, de todas maneras la corrida fue tan abundante que el semen le salió por las comisuras de la boca, a todo esto el camarero dejó la lengua por el pene y empezó a follarla con su enorme picha, ella se agarró a la mesa para no caer al suelo por las embestidas de este, mientras él la agarraba por sus enormes melones.
El chaval estaba recuperándose de su corrida y pronto tuvo su arma en ristre de nuevo, cogió algo de su bolsillo, era coca, la cual puso encima de la mesa y luego la esnifó.
El camarero seguía su mete-saca y ella gemía y gritaba como una loca y gritaba groserías que eran devueltas por ellos que le decían marranadas a saco.
El camarero dejo de follarla y le dio la vuelta, ella como en trance se dejaba llevar, el otro la cogió entonces por detrás y la obligó a sentarse encima de su cipote, el buscó con su polla el culo de esta y lo encontró, ella intentó resistirse y se movía como un pez fuera del agua, el camarero se acercó con aviesas intenciones y le clavó su herramienta en el coño, los dos entonces empezaron a follarla, ella gritaba de dolor y de placer y se movía intentando escapar de la presa sexual a la que estaba siendo sometida, pero ellos se lo impedían, dejó de resistirse al rato y se dejó llevar por la follada que se estaba llevando, el chaval que se había metido coca estaba como una moto y la follaba con una rapidez increíble, los vaivenes eran terribles, y los pechos de ella botaban ante la violencia de la cogida a la que estaba siendo sometida.
Yo mientras empecé a masturbarme, estuvieron así unos 5 minutos y el chaval se corrió en el culo de ella, el otro sacó de nuevo su gigantesco pollón y esta vez si se corrió, lo hizo en las tetas de esta, los enormes chorros de semen bañaron los magníficos senos de Raquel y también su cara y pelo.
Los tres se quedaron un rato exhaustos, en ese momento yo aproveché la oportunidad para salir, pero en el ultimo momento ella me vio, aunque no me delató.
Rápidamente fui al baño a cascármela, había cierta cola y tuve que esperar pero como no podía aguantar mas me colé en el de las chicas y cual fue mi sorpresa al encontrar allí a Raquel, esta estaba arreglándose, me miró con sorpresa luego con lascivia y me dijo:
Vaya, te lo has pasado bien-,
Yo no sabía que decir pero ella se acercó y dijo:
Escucha te voy a ayudar a descargarte, en cambio tu no dirás nada ¿De acuerdo?-
Yo asentí sin pensarlo. Ella me condujo al ultimo apartado del baño y me metió dentro.
Me bajó los pantalones y luego los calzoncillos, se puso a contemplar mi verga que estaba mas tiesa que un témpano de hielo y con su mano comenzó a masturbarme lentamente a la vez que me miraba a los ojos con obscenidad, yo estaba en la gloria, luego noté su lengua en mi polla y como me daba un repaso de cojones, hacía verdaderos esfuerzos por no correrme, ella pasó a la acción y se bajó la parte de arriba del vestido, al ver sus melones mi polla creció algo mas de tamaño y ella con ellos empezó a hacerme una cubana, ante tal excitación no pude aguantar mucho y me corrí como un burro sobre las tetas y cara de Raquel, esta aguantó con resignación la cuarta corrida de la noche, luego repasó mi polla para limpiarla de semen.
Yo estaba sentado en la taza del wáter con la mirada perdida , ella se levantó, se limpió con papel higiénico y se vistió luego me plantó un beso en la frente y se despidió.
Sali de allí con otra cara y volví dentro de la discoteca, Raquel estaba con su novio al cual le dijo que había ido al baño y que había una gran cola.
Luego pude ver al chaval hablando con los tíos que habían retado al novio de ella a jugar a los dardos, este contaba cosas y los demás se reían, empecé a comprender la estrategia seguida por el muchacho, yo en cambio conseguí lo que anhelaba desde hacia tiempo.