Mi esposa es mi compinche

Antes de casarnos un dia mi esposa me contó que un novio anterior que ella había tenido en un acto de despecho y para joderla le publicó un aviso en un diario ofreciendo sus servicios de prostituta sin teléfono pero con el domicilio.

El muy hijo de puta quería joderla de verdad.

Ella me lo contó porque en esos tiempos debía hacer muchos trámites judiciales ya que le había iniciado acciones al cabrón.

Creo que ella nunca imaginó lo que este relato despertara en mí y hacia dónde nos llevaría.

Al mismo momento que me lo contaba a mi se me paraba exageradamente y me ponía al borde de una eyaculacion.

Comencé a imaginar como ella recibía y estaba con hombres y luego venía a mi y me contaba todo lo que había pasado en la intimidad con los desconocidos.

De la imaginación pasé a los hechos.

Le expliqué lo que me sucedía con tanta vehemencia que le contagie la inmensa calentura que yo tenía, entonces nos pusimos de acuerdo para experimentar un primer paso ya que no sabíamos qué nos sucedería en caso de celos.

Se vistió muy sexy, ella es hermosa y tiene un cuerpo descomunal, con un pantalón blanco muy ajustado que le marcaba indecentemente todas las perfectas curvas de su cuerpo, con una blusa muy escotada y sin sostén.

Era una formidable invitación para cualquier macho.

Esto agregó a mi fantasía el placer que me provoca que la deseen, y la admiren y despertó en mí la necesidad de que sea ella quien se caliente y desee a cualquier hombre que se la quiera coger.

Salió así vestida luego de que yo lo aprobará y fue caminando por una avenida, no tardó mucho en aparecer un hombre maduro con un muy buen auto que la invitó a subir.

Ella estaba asustada ya que nunca había hecho esto, pero la calentura que le originé pudo más y subió.

Ella siempre me cuenta que lo sentía como un mandato…..y no me quería defraudar.

La llevó inmediatamente a un hotel y sin vueltas el hombre sacó su miembro y le pidió sin demoras que se lo chupe, la consideraba una puta y como tal la trataba, esto la excitó muchísimo y obedeció, se metió toda la verga en la boca y según me cuenta pensaba …..esto lo hago para vos mi amor.

Al rato se colocaron en posición y completaron un 69 hasta que ambos llegaron.

Mi esposa tragó su semen ya que esto le encanta.

Luego el tipo la montó y acabó rápidamente y se despidieron.

Ella estaba ansiosa por volver y contarme.

Al llegar yo la estaba esperando nervioso por que se había demorado más de lo previsto, de cualquier manera mi calentura me llevó a chuparle la concha en busca del semen que el extraño había dejado luego de lo cual cogimos toda la noche.

Cuando se me pasó la calentura me atacaron los celos y discutimos, pero pronto volví a calentarme más que antes y le pedí disculpas y le supliqué que no abandonemos estas prácticas que me hacian tan feliz.

Pasaron unos días hasta que pusimos nuestras ideas en orden y cuando todo se tranquilizó la invite a una disco swinger.

Ella aceptó sin condiciones, solo dijo: después no te quejes ni vengas con tus celos infundados ya que eres tú quien propone todo esto y yo me limito a complacerte ya que siempre he dicho que contigo me alcanza.

Fuimos a la disco y el dueño nos presentó una pareja joven hermosos pero nos hizo la advertencia de que el muchacho tenía una verga de tamaño muy importante, obviamente a mi me calentó instantáneamente.

Nos pusimos de acuerdo y enseguida y vinimos a casa.

Ni bien llegamos los cuatro nos dirigimos al dormitorio y la chica que era preciosa, una rubia delgadita con unas curvas fantásticas, piernas largas y bien torneadas, carita angelical, tomó la iniciativa. sin ningún tipo de pudor dijo: siempre soy yo la que inicia todo, y de un solo movimiento se sacó el ajustado vestido quedando para mi admiracion completamente desnuda ya que debajo no llevaba nada.

Nos desnudamos todos y al ver mi esposa la verga del tipo casi se desmaya, debería medir por lo menos 26×6″, se asustó y me miró implorandome que la salve de esa situación, pero yo lejos de salvarla provoqué al muchacho diciéndole que por más fuerte y pijudo que fuese no creía que pudiera con mi mujer.

Para que se lo habré dicho! el tipo se lo tomó como algo personal e inmediatamente se montó sobre ella y sin pedir consentimiento se la fue introduciendo el la concha sin prisa pero sin pausa, los gritos de mi mujer se hacían notar y el tipo se excitaba cada vez más y esto a su vez le ponia mas grande y dura la verga esta situación a mi me tenía absolutamente deslumbrado ya que no solo nunca había visto coger a mi mujer con otro sino que además este tipo por el tamaño de su aparato no era normal.

Ella comenzó a jadear y los gritos de dolor se transformaron en suspiros de placer y comenzó una serie de orgasmos que creo habrá sido no menos de tres o cuatro, mientras tanto la rubia y yo contemplamos muy calientes la imagen, ella comenzó a chuparmela y evidentemente sabía lo que hacia me hacia gozar mucho pero me pasó algo que aún me sucede, me quedé paralizado viendo a mi esposa y no pude tomar la iniciativa y no pude cogerla y mucho menos acabar.

En ese momento decidí que le otorgaba a mi esposa todos los derechos para que coja cuando y con quien quiera con o sin mi presencia pero yo no me otorgaba a mi ninguno, y me prometí que yo jamás cogería con ninguna mujer que no fuera ella.

Yo estaba viviendo esos días como un animal en celo, recaliente todo el tiempo y nada me alcanzaba, luego de descansar por la mañana y sin que mi esposa supiese hice arreglos con un muchacho al que llamé por un contacto de una revista y lo cité para que venga a casa por la noche.

Este era muy jovencito pero con un buen lomo porque era jugador de rugby, cuando se enteró mi esposa de los arreglos que yo había hecho amagó a enojarse conmigo pero se le pasó muy pronto cuando lo vió porque la verdad que el chico era un bombón además muy dulce y cariñoso sobre todo comparándolo con el pijudo.

Lo hice pasar, nos sentamos en el estar, y de repente comprendí que había llegado a mi sueño ya que fue mi mujer la que tomó la iniciativa como si no pudiese esperar un minuto más, y dijo: bueno chicos para qué estamos aquí yo estoy muy ansiosa y quiero que me quiten la calentura que tengo, luego de lo cual se tiró sobre el joven y comenzó a besarlo en la boca con unos besos de lengua que les quitaba el aliento, desde mi posición que era en otro sillón apartado un metro veía claramente sus lenguas como se esforzaban para salir y meterse en la boca del otro, el chico la atrajo contra él y comenzó a masajearle el culo, le quitó la falda y la dejó en tanga ofreciendome el fabuloso espactaculo del culo de mi mujer que es una escultura, de las buenas, al rato ella fue bajando en su constante franeleo hasta que llegó a su miembro que no era descomunal pero estaba muy bueno y apetecible y comenzó a chuparlo con mucha pasión y en ese instante sucedió otra cosa que nos cambió para siempre.

Me dijo en medio de la mamada vení mi amor acercate, creo que en el fondo es esto lo que tu quieres y por eso te atrae ser cornudo, me impactó lo que me dijo pero obedecí, me acerque y ella me agarró la mano y me la depositó sobre la verga del muchacho, estó me mató, me estremecí de placer, que belleza!, nunca pensé que agarrar otra pija que no fuera la mía me provoca tanto placer, no aguanté mas y me la metí en la boca, el muchacho se dejaba hacer, creo que estuve como media hora chupandosela completa de arriba abajo, quería que el mundo se detuviese en ese momento.

Cuando por fin lo solté nos fuimos los tres a la cama y los deje tranquilos a los dos para que cojieran bien ya que a esa altura estaban los dos muy calientes.

Él le echó por lo menos tres polvos, siempre por delante, hasta aquí la colita de mi mujer seguia invicta, ella respondio muy bien a todos y gozó como una perra y yo me concentré en mi actitud de voyeur, participando solo de vez en cuando para mamarlo cosa que el aceptaba con gusto.

Nos despedimos y recien despues que se fue pude coger con mi esposa a quien todavía le quedaba un resto pequeño de calentura para mi.

Pasaron pocos días y una tarde me llama mi mujer por teléfono y me dice: adivina que? que? le digo yo, pues verás, conocí un hombre en el bus que es una maravilla, me hizo agarrar una calentura que ni te cuento y quiero que lo tengamos en nuestra cama cuanto antes.

Yo estaba trabajando con gente alrededor y debía disimular pero sentía que las piernas se me aflojaban, creo que hasta me temblaría la voz de tanto placer y exitacion, solo atiné a decir: esta bien mi amor lo que tu dispongas está bien para mi.

Cuando llegué a casa la encontré vestida como siempre había soñado que se vistiera para mí, muy puta y sexy, super mini, blusa ajustada y transparente, muy pintarrajeada, pero muy bien, estaba muy bonita y sobretodo muy deseable.

Yo no me engañé, sabía que esa presencia no era para mí sino para su conquista.

Esto no me ofendió por el contrario me alegró y por sobre todo me calentó ya que con el avance de las situaciones de nuestra vida cada dia me complace más autocalificarme de cornudo, inclusive me da placer el desprecio que el término conlleva en sí mismo.

Cuando este tipo llegó pude comprobar que mi esposa tiene muy buen gusto, el tipo es un adonis, morocho alto, atlético, bronceado, y con un carácter muy seductor.

Nuevamente ella tomó la iniciativa y a los dos minutos tenía toda la pija del tipo en la boca, inmediatamente me convidó y muy pronto estábamos los dos como dos terneros prendidos y mamando a más no poder.

Fuimos a la cama y mi mujer inauguró algo que nunca la había visto hacer: le hizo un masaje por todo el cuerpo que al tipo lo hacía estremecer.

Este hombre la calentaba muchísimo sobretodo porque era el primero que se había levantado ella sola y a su elección, él, que es muy inteligente, captó la situación y sacó ventaja.

La llevó a una calentura máxima y en ese instante la dió vuelta y la penetró analmente haciéndole perder la virginidad de esa parte pero con una calidad que hizo que ella no se quejara de dolor en ningún momento, por el contrario demostraba mucho placer, me pidió que me acostara boca arriba, indujo a mi esposa a que se ensarte mi pija en su concha y cuando nos quisimos dar cuenta se puso por detrás de mi mujer y le penetró el ano mientras yo la tenia penetrada en la concha, lo único que recuerdo es que mi mujer gemía y me decía: ay papi, como me gusta, que placer, gracias por dejarme dar esos gustos.

Todo esto sucedió en tan solo una semana, pero seguimos disfrutando con estas persona por unos cuantos meses, pero a mi nada me alcanza, entonces un día le pedí a mi esposa dos cosas: que cuando hiciéramos el amor me penetre con un consolador para simular que estamos con alguien más, y que salga sola a coger sin mi presencia con la unica condicion que luego me lo cuente en detalle.

Y así comienza otra etapa.

Nos fuimos de vacaciones a Brasil y en una playa lejana pero bastante concurrida me tomó de sorpresa la manera de tirarse de los machos con mi mujer, yo no había tramado nada ya que al estar en una tierra extraña tenía temor de toparse con algún inconveniente no deseado, pero ya no era dueño de las situaciones ya que era yo quien había instalado un nuevo pensamiento en nuestra forma de vida.

Los tipos obviamente sabían que mi mujer estaba conmigo y sin embargo se le tiraban como si estuviera sola, es cierto que ella estaba muy exuberante y sexy, pero también es cierto que estaba acompañada, no sé, capaz que sin darme cuenta ella los provocaba, o tal vez mi aspecto de cornudo conciente complaciente ya comenzaba a hacerse evidente.

De pronto me dice mi mujer: papi porque no vas a caminar un ratito? bueno le contesté inocentemente voy a ver algunas garotas y vuelvo.

Así lo hice y habré tardado una media hora, al regresar me la encuentro franeleando sobre el toallón con un negro espectacular que la manoseaba de arriba abajo sin ningún pudor y delante de toda la gente de la playa, realmente era una indecencia, se notaba que la gente que nos rodeaba estaba incomoda.

Me acerqué y ella sin hacerse ningún problema nos presentó, Edson, mi marido.

Me repuse rápidamente me froté la frente para no olvidar mi condición y les dije, porque no vamos a otro lugar?.

Nos fuimos a un motel, en el trayecto él se sentó en el asiento de atrás del pequeño auto y mi esposa estirando su brazo le agarraba el miembro que él había dejado salir de su slip mientras me comentaba, papi no sabés lo que es la pija de este tipo, cuando llegamos el brasileño hizo los tramites y yo pagué la habitación lo que me agradó ya que completaba mi humillación.

Entramos y quise decir algo pero mi esposa me dijo, vos no opines, estamos de vacaciones y hoy mando yo.

No perdió el tiempo se arrodilló y estando él parado le empezó a chupar la pija recorriendo toda con la lengua por cada lado y deteniéndose un buen rato en los huevos, luego se la tragó, parecía que quería cortarse para guardarla para siempre, estaba ida, desesperada de calentura, y el negro liberaba un aroma de su cuerpo que para nosotros resultaba totalmente afrodisiaco, cuando se cansó de mamar se recostó boca arriba, abrió las piernas a más no poder y le pidió que la penetre, el se la metió de un solo golpe y empezó a bombear con una fuerza impresionante y ella le pedía más y más, lo arañaba lo besaba en la boca lo abrazaba y con las piernas lo atenazaba y no lo soltó hasta que el negro acabó sobre su monte de venus, no adentro, entonces lo apartó y me dijo, ahora límpiame con tu lengua y haceme acabar otra vez.

Obedecí, la lamí con frenesí saboreando el semen del hombre que recien la habia cojido y ella acabó nuevamente.

Se levantaron se vistieron para irse, entonces yo le dije: mi amor yo no acabé, y por toda respuesta me dijo, yo sí, tendrás que esperar.

Cuando llegamos a la habitación del hotel se apiadó de mí, pero inauguró algo nuevo, me empezó a tratar como si yo fuera una mujer.

Me sedujo, me vistió con algunas de sus ropas, me maquilló y me hizo el amor penetrandome con el consolador.

Lo disfruté muchísimo, tanto que al día de hoy muchos días he reemplazado los calzoncillos por sus tangas, lo que me hace estar todo el día excitado.

Lo primero que me dijo al volver a casa fue: recordáis que un dia me dijiste que querías que me fuera a coger con quien quisiera sin tu presencia? bueno prepárate porque eso es lo que viene mi amor, a lo que respondí: no hay nada en el mundo que desee más y le agradecí muy sinceramente por ser tan complaciente con mis fantasías.

Con el primero que salió fue con aquel muchacho que conoció en el autobús, y al regresar me contó que cuando él le preguntó por mí ella le dijo, debo reconocer que esto lo empezó mi marido pero a mi me gusta mucho también.

Comenzaba a darse cuenta lo puta que es.

Luego se dedicó a coger con todos los hombres que alguna vez había deseado, un ex novio, un ex vecino, etc., no dejó de darse el gusto con ninguno y comenzamos una rutina, ella salía, al volver me contaba, yo me calentaba entonces la llevaba a una disco swinger, levantábamos un nuevo acompañante, siempre hombres, y así experimentamos con unos cuantos.

En uno de estos encuentros estando yo en la cama boca arriba esperando que el tipo venga ya que había ido al baño, cuando llegó a la cama me sorprendió y en vez de atacar a mi mujer, se tiró sobre mí y me besó apasionadamente en la boca, metiéndome la lengua hasta la garganta.

A mi no me gustó.

Me provocó una sensación de rechazo, pero no estaba para hacerme el difícil, luego me giró poniéndome boca abajo y me penetró de una vez con mucha fuerza provocandome un dolor exquisito, esto sí me gustó y colaboré abriendome yo mismo las nalgas para que pudiera penetrarme más.

Fué la única vez en mi vida que me cogieron y lo disfruté mucho, mi esposa tambien me dijo que disfrutó mucho observando la escena.

Ahora ya pasó bastante tiempo de estas aventuras que recuerdo con mucho cariño valorando mucho esa etapa de mi vida, mi esposa a quien agradeceré siempre haberme acompañado en mis fantasías para convertirlas en realidad, entró en una etapa de calma y ya no desea involucrarse con nadie.

Está muy tranquila y solo tiene sexo conmigo, no mucho pero siempre muy bueno, y yo sigo igual, esto es mi vida, es lo que más me gusta, y tengo la pretensión de comenzar una nueva etapa conectandome con todas las personas que lean este relato que insisto es 100% verídico, y encuentren atractivo intercambiar ideas, opiniones y fantasías para alimentar mutuamente nuestra imaginación.