La vez que me fije en ella, fue porque derramó su café sobre mí, me termine quemando, ella me pidió perdón, no se lo creí, pero la verdad puse toda mi atención en ella. A mí, con las mujeres no me iba bien, nunca me habían logrado llamar la atención, pero que una mujer como Giselle. Una morocha del 5to infierno con un cuerpazo para el infarto.
Pero también era una mujer, amable y siempre sonriente, pero con mucho carácter cuando tenía que tenerlo. No sé cómo paso, pero ella termino teniendo la misma importancia para mí como lo tenía mi yo con ella. Todavía recuerdo la primera vez que me invitó para ir a una fiesta en casa de su amiga.
Uno de los de la fiesta me miro con cara de orto, yo era uno de eso agrandados, los típicos abusones o Bull ying y tenía más músculos que cerebro. Intento humillarme usando la palabra, pero yo con mis palabras de tanto pasármelas con los libros, terminó siendo humillado, ni siquiera era esa mi intención.
Yo solo quería estar con Giselle, lo que opinara ese neandertal de mí me daba igual, pero contestaba a cada uno de sus intentos de burla, dejándolo cada vez peor.
La cosa terminó con un par de trompadas del hacia mí, entonces fue Giselle la que le se metió en el medio para que parara sosteniendo inclusive las manos.
Después me ayudó a levantarme, fuimos a la barra a por un poco de hielo, la cara cada vez me dolía más y estaba más hinchada. Terminamos en el hospital, salimos a las tres de la madrugada, pero me llevé un tierno beso en la boca, su teléfono y la promesa de una llamada.
La llamada no tardó en llegar, era viernes, yo salía de la facultad y entonces el celular empezó a sonar y conteste.
Yo – Hola Giselle.
Giselle – Pensabas que no te iba a llamar, ¿verdad?
Yo – la verdad que no –
Giselle – ¿Te parece si quedamos para cenar, te parece bien en la parrilla de coco la que está en la calle san Martín y Domínguez? –.
Yo – si dale, perfecto
La verdad es que estaba guapísima, fuimos a un ese lugar en el que habíamos quedado, estaba hermosa con un pantalón jean ajustado con unos tacos negros, y una camisa roja bien ajustada. Luego de esa cena terminamos intimando era una profesional en la cama, el sexo oral que me hizo fue increíble y como se movía encima mío ni en una porno se vio algo así.
Desde ese momento empezamos a salir juntos, estuvimos de novios mientras duro nuestras carreras (yo programador y ella secretariado de empresa). Nos casamos y tuvimos un hijo Luca. Cuando yo empecé a trabajar no estaba mucho en casa lo cual era un reclamo de ella de forma constante.
Hoy yo a mis 38 años y ella 34 además de nuestro hijo de 8 años. Ella tras tantas quejas decidió ponerse a trabajar. Y hace 2 años trabaja para una empresa de construcción su acceso fue rápido y ahora es secretaria de uno los gerentes de la empresa, en una cena de la empresa me lo presentó era Rafael Balcarce 56 años, gordo y pelado pero muy refinado, casados con hijos adolescentes.
En fin, todo esto tan maravilloso de alguna manera apago la llama de la pasión desde los reclamos por no estar en casa y ahora que trabaja empezó a alejarse más de mí.
Se lo comenté a un compañero y me dio a entender que quizás este con otro. No le di lugar a esa opinión, pero como que comencé a sospechar.
Intente reconquistarla con flores, viajes, regalos, demostración de amor, pero solo lograba acostarme con ella de una manera más apasionada pero luego seguía todo igual
Hasta que una noche cuando estábamos en la cama yo miraba una serie y ella estaba con su celu riéndose
¿Yo – estás hablando con una amiga? –
Giselle – claro, vos seguí mirando tu serie – de manera cortante
Yo – si estaba pensando que podemos hacer una salida al cine con alguna amiga y su pareja –
Giselle – si estaría bueno, en fin, me voy a dormir. Hasta mañana Andrés –
En ese mismo instante apagué la tele, pero justo vi que le llego un mensaje y no sé porque lo hice, pero tomé su celular sin que se diera cuenta.
Salí hasta el living y probé con adivinar la clave que justo fue la fecha de nacimiento de Luca, pero para mí grata sorpresa si estaba hablando con una amiga hablaban de gym y de cosas de mujeres, que como iban las cosas conmigo, lo cual respondió que más o menos que lo años del matrimonio que se yo. Eso me desalentó.
El tema es que ingresa un mensaje a su GMAIL de su empresa. Eran de su jefe con horarios, reuniones, entregas de informes etcétera, pero a lo último había un archivo adjunto que era un video
Era un video de Giselle, era un cuarto de hotel. Estaba sobre una cama quien la filmaba lo hizo desde los talanes hasta la espalda, ella estaba solamente en tanga negra bien chiquita que marcaba ese culo espectacular bien redondito y paradito. comienza a ponerse en cuatro lo cual mientras lo empieza hacer va moviendo el orto de un lado para el otro y dar vueltas en la cama metiéndose la mano entre medio de las piernas, tocándose la tira de la tanga.
Quien la filmaba iba con un pantalón de vestir. Ella cuando se pone en cuatro queda en frente de él con sus enormes tetas al aire colgando lleva sus manos al pantalón desabrochando en el cinturón más el botón y bajando el cierre para sacar una enorme verga en él.
“¡No me grabes!”, exclamó con voz sexy y picarona. Y el tipo le arrimó la verga de y le dijo: “shhhh acordaté de que soy tu jefe. Dale, seguí chupando trolita”.
“a la orden don Rafael”
Me quedé helado lleno de bronca, dolor, tristeza hasta ganas de vomitar, empecé a subir el mensaje y me di cuenta que había mensajes antes. Tenía otro archivo desde hace 2 días
Era un video, pero era de ella “hola don rafa acuérdense que me tiene que enviar la dirección de encuentro semanal” estaba en la bañera de nuestra casa.
Veo que llega otro, lo abro y al final del todo había otro archivo era un video de ella cogiendo con él.
Giselle – ooooohhhh oaaaaaaaahhhh aaaaaaaaaaahhh – se sentía el plaf plaf plaf
Rafael – aoooohhhh toma toma- si era la voz de el
La toma era ella boca arriba tocándose las tetas y luego el celular bajaba hasta su vagina para en primera plana con la enorme verga de él se introducía en la concha de ella.
Luego otro de un auto en marcha pasando por un hotel que se llamaba “5 sentidos” y se escucha que dicen la dirección “Belgrano 805, barrio cáuchale” era la voz de don Rafael. “nos echamos una escapadita mañana”, la hija de re mil putas me estuvo mintiendo por más de un año.
En el desayuno mientras yo trataba de beber mi café intentando de fingir lo que sucedió, lo que me entere. Ella mientras le serbia la leche a Luca y se puso a ver su celular lo cual sonría.
Por suerte para mí no se dio cuenta de que email había sido leído antes, con una sonrisa llena de felicidad. Por un momento sospechaba que estaba siendo obligada por su jefe, pero luego esa idea se cayó y pude notar que era genuino. ¿Pero porque y porque ese gordo nefasto que paso es mi culpa?
Giselle – Andrés llevas hoy a Luca? – refiriéndose a la escuela
Andrés – si por supuesto –
Giselle – genial –
Estábamos en primavera ella vestía con su pollera negra hasta un poco más de arriba de las rodillas tacos rojos altos, camisa blanca ajustada y bien maquillada.
Luego de desayunar o hacer ese teatro mal actuado de mi parte, me dispuse a llevar a mi hijo de ahí aproveché para llamar a mi trabajo
Yo – hola Hechegoyen, lo molesto porque quería pedir el día, no me siento muy bien –
Hechegoyen – pero que te paso Andrés –
Yo – creo que es gripe toc toc toc –
Hechegoyen – si en esta época de alergia, raro, pero vos nunca te enfermas. Pero bueno si tomate el día –
Yo – muchas gracias y disculpe –
Hechegoyen – no te preocupe, ojalá te recuperes. Anda a médico –
Yo – si por supuesto, gracias eh –
Hechegoyen – de nada, abrazos –
Yo – otro
Alrededor de media mañana me fui hasta el hotel “5 sentidos” frente de él había un edificio en construcción. Me estacione ahí.
Ya había pasado el mediodía y noto que llega el auto de Rafael, lo cual se estaciona en el ingreso del mismo, el hotel tenia ventanales grandes y un restorán donde este decidió almorzar, eso alrededor de las 14 lo veo que va hacia una habitación.
Entonces luego de unos minutos se me ocurre ingresar y tomar una habitación no sé por qué.
Yo – hola buenas tardes –
¿Recepcionista – hola buenas tardes, en que lo podemos ayudar? –
Yo – quería una habitación para hospedarme –
Recepcionista – lamento informarle que no tenemos nada disponible – mi plan se venía abajo
Yo – hay y no puede fijarse mejor capaz algo se desocupo –
Recepcionista – si me fijo – comienza a chequear el libro de ingresos y me dice – no absolutamente nada, al menos que pueda esperar hasta la noche. Ahí se desocupa una habitación –
Yo – aaah si y cual sería –
Recepcionista – mire – me muestra el libro – este el de la habitación 46 – no lo podía creer era la habitación del gordo hijo de puta, era la habitación de Rafael Balcarce
Yo – si si me interesa –
Recepcionista – bien esta persona toma solo la habitación por unas horas –
¿Yo – me imagino, y en que piso queda? –
Recepcionista – en el cuarto piso frente a la calle – no me caía de 10 esa información
Yo – perfecto, entonces vengo a esa hora –
Recepcionista – lo vamos a estar esperando –
Salí del hotel, fui hacia al edificio en construcción de enfrente que no había nadie y subí hasta el 4to piso y según mi calculo buscaba dar en esa habitación y lo vi, vi a ese viejo de mierda.
Estaba tomando un champagne y con una bata, me escondí detrás de una columna. Alrededor de las 16hs la veo ingresar a ella, a Giselle en la habitación, se me ahogaba el pecho.
Vi acercarse a Giselle hacia a Rafael. Mientras se comenzaron a besar de forma apasionada, y la excitación seguía creciendo, vi cómo mi esposa se dejaba abrir la camisa que enseguida desapareció, cayéndose al suelo. Los brazos de Rafael la rodeaban mientras sus manos recorrían su torso, deteniéndose en sus pechos de un modo lascivo.
la expresión de sus cuerpos, sin duda ya acostumbrados a ese manoseo grosero, lo decían todo. No desaprovechaban momento de tener sus bocas pegadas, pero aun así pude ver como volaba el corpiño ajustado de Giselle y se pudo ver esas deliciosas como grandes tetas de Giselle, ella le desabrocha la bata de su amante quedando totalmente el también desnudo.
Desde la posición en la que yo estaba escondido, creo que no podían verme, pero, por lo que sea, tampoco se separaban de la ventana por lo que aún podía seguir contemplando cómo estaban iniciando su encuentro, entre besos, toqueteos y frotamientos de sus cuerpos. Además, justo comenzó a llover torrencialmente con el cielo oscuro, creo que reflejaba lo que sucedía en mi corazón y alma.
Rafael tomó a Giselle con sus grandes manos de ambos lados de la cabeza y, lentamente, la hizo bajar hasta su miembro que al ser la ventana tan grande podía ver en vivo en directo la enorme verga de don Rafael. Veía como mi mujer empezara a chuparle la pija, allí mismo, pegados a la ventana.
Era sorprendente como mi esposa hacía lo imposible por comerse la verga de su jefe la cabeza iba de atrás hacia delante de manera frenética, la cara de gozo de Rafael era como estuviera tocando el cielo con las manos, luego ella fue hacia los huevos grandes y caídos, se los metía en la boca y los succionaba. Para luego volver a la verga. Rafael volvió a tomarle a cabeza y como se la estuviera cogiendo, él se cogía la boca de mi mujer, de la madre de mi hijo. Siendo trata como puta como lo que realmente era. Comencé al filmar todo con mi celular
Durante minutos, Rafael mantuvo una sonrisa descarada y otros gestos que desencajaban su cara. Me era casi imposible dejar de pensar que sabía que yo no me había separado de frente del hotel, y que en ese momento les estaba mirando viendo cómo había puesto a mi mujer a chuparle la poronga y ella lo estaba haciendo con toda naturalidad.
Cuando vi de pronto a Giselle levantarse tomada del brazo por Rafael. Solo tardó segundos en poner a mi esposa directamente con sus tetas contra la ventana y él, desde atrás, la besaba por el cuello y pasaba sus manos por delante, manoseando las preciosas tetas de ella, sin saber que yo podía verlo todo.
Podía notar cómo el cuerpo de Giselle se movía rítmicamente, y eso solo podía hacerlo porque Rafael estaba detrás de ella y la estaría empujando para que pudiera notar ya su pija y las ganas que tenía de montarla.
Poco a poco, el cuerpo de Giselle se fue inclinando, solo quedando su cara cerca del cristal. Su jefe seguía detrás suya, pero algo más lejos. Cada vez era más evidente como ahora la poronga de Rafael quedaba a la altura del culo y las nalgas de mi esposa.
él ya había subido la pollera de Giselle y ella se había dejado arrancar su tanga en y ella llevando sus manos hacia atrás pude notar como separaba las nalgas para hacer lugar a la pija de él y sentir cómo la estaba empujando, hasta abrirse camino por detrás hasta sentirla dentro de su vagina.
Entonces el movimiento del comenzó atrás para delante era un poema como la cara de ella estaba en el cristal siendo envestida por su jefe y siendo manoseada por él.
Luego un rato logro ver como este se pajea sobre la cola de mi mujer, después ella se lleva la mano derecha hacia atrás tomando un poco del semen desparramado por su nalga y se lo lleva a la boca.
Después ella va al baño, seguro a ducharse y el cierra la ventana. Eso fue suficiente para mi, con la grabación de mi celular eh decidido tomar acciones legales contra ella.
No sé cómo terminará esto, pero hoy mismo me reúno con mi abogado.
Fin