Mi objetivo era provocarle un orgasmo por el culo, a ella que siempre me lo había negado. ¡Y claro que lo logré! Me movía como un poseso, no solo de atrás a delante sino también en círculos, su culo, al principio apretado, se dilataba enormemente.
Todo empezó hace diez años cuando le confesé varias infidelidades, para ella fue un shock pues siempre pensó que teníamos una relación especial, pura, por encima de la media. Pero es muy inteligente, entendió rápidamente que somos una pareja más, con sus problemas y crisis.
Hace unos cinco años, estando fuera de Cuba, descubrir las fundas para el pene; ya conocía los consoladores y otros artilugios sexuales, pero jamás había visto las fundas. Exploré detenidamente la web de la sexshop y finalmente me decidí; compre una maravillosa funda para el pene que me agranda el miembro hasta 19 centímetros y duplica su grosor.
Sucede que Ares y yo hemos hablado varias veces de mujeres, de lo que nos gusta hacer con ellas en la cama y de nuestras historias pasadas; así por ejemplo, recuerdo su preferencia por la pose en cuatro patas, lo que decimos en Cuba el perrito; me ha dicho que le encanta la visión del culo en esa posición y debe ser cierto, pues su esposa tiene un inmenso culo gordo enmarcado por unas caderas muy anchas.
Cuando Carlos me vio, le dijo a Esteban, yo solo con ella, vos solo con Estela. Me opinión no valía, mejor dicho, no hacía falta expresarla, todo fue a pedir de boca, Carlos un Maestro, Me puso un aparato en labio de la vagina , que tocaba el clítoris, mientras me introducía, un hermoso pene, acabe lo menos cuatro veces, me enseñó a mamárselo, el beso en succión de la punta, levantar el prepucio apretándolo, suave contra la lengua, cuando sus jugos preseminales, me llenaron la boca de salado,
Luego nos fuimos a bañar, ya que nuestros cuerpos estaban sudorosos, y luego nos acostamos, estuvimos toda la noche hablando acerca de las indirectas que él me hacía y las que yo le hacía, nos reímos y después nos dormimos, esa semana fue espectacular, aunque no volvimos a tener relaciones.
El siniestro grupo cierra el cerco sobre dos estudiantes francesas, que resultan ser lesbianas, alojadas en casa de una de los fetichistas.
Estaba sudada y con las bragas en su parte baja completamente empapadas. Durante días y por mis creencias católicas tuve pensamientos fatídicos y un gran sentimiento de culpabilidad, aunque no dejaba de recordar cómo aquella bestia me había ensartado una y otra vez, sin yo poder hacer nada.
Volví a besarle hasta que sus brazos que intentaban rechazarme, se enroscaron en mi cuello y su lengua comenzó a devolver las caricias de la mía, juntó su cuerpo al mío y ahí me di cuenta de que el tamaño de mi verga no sería impedimento para cumplir mi capricho.
No podía quedarme viendo como una tarada como los perros cogían, seguí al supermercado y cuando regreso, me encuentro que los perros que antes estaban cogiendo, se quedaron pegados culo con culo.