Culebrón sexual de una joven en el seno familiar

Comenzaré mi historia presentándome ya que esta es la primera vez que escribo para publicar en Internet.

Mi nombre es Sandra; soy una chica de 20 años, natural de A Coruña.

Vivo en una casa bastante acomodada a las afueras de mi ciudad. He llamado a esta historia así porque la vida en mi casa llego a ser digna de un autentico culebrón sexual.

En mi casa además de mí esta mi madre; la pobre se pasa todo el día trabajando en el hospital materno, y todos aprovechamos su ausencia para hacer de las nuestras (unos mas que otros).

Mi madre es una santa pero la desgracia que hizo fue casarse tras la muerte de mi padre con ese idiota pervertido que tengo en casa.

Ese es mi padrastro, que si no fuese porque depende de nosotros para sus gastos, no se habría casado con mi madre.

Siempre que me pongo unas faldas cortas o unas mallas o cuando me tumbo en el jardín en bikini me desnuda con la mirada. Más de una vez me tiene puesto histérica.

Pero yo me callo y aguanto todo como una tonta.

Gracias a dios tenemos a Nuria; es a quien le cuento todos mis secretos y perversiones.

Ella trabaja para nosotros como asistenta.

Si mi padrastro no me quita ojo a mi no os podéis imaginar con Nuria. La verdad es que no me extraña.

Es una morena impresionante, lo tiene todo; es alta delgada pero con unas buenas piernas torneadas y unos pechos dignos de ver.

Tiene una cara muy dulce y en esta zona nadie le quita ojo a su culo; y menos mi padrastro.

Esta es la situación que había en mi casa cuando yo tenía 17 años.

La época en la que mi casa era una mezcla entre burdel y manicomio, en la que la locura era el pan de cada día. Todo iba en aumento y no se sabía cuando llegaría a su fin.

Entonces estudiaba COU en un colegio privado de A Coruña llamado compañía María.

La idea de que estudiara allí fue de mi padrastro.

Yo juraría que me metió allí porque nuestro uniforme le debía poner cachondo por la manera de mirarme a mí y a mis compañeras.

Entonces salía con un chico que es actualmente mi novio, Alex; a lo largo de este tiempo siempre me ayudó y me apoyó con mis problemas.

Como os decía mi padrastro fue siempre un vicioso sexual, un maníaco, vamos! Siempre supe que entre Nuria y él había algo.

Nuria nunca me lo negó, diciéndome que era necesario para conservar su trabajo. Mi padrastro aprovechaba cualquier situación para meterle mano a Nuria o hacer con ella todo lo que pudiese.

Un día estaba mi padre en el salón leyendo el periódico mientras yo estudiaba en mi cuarto y Nuria pasaba el aspirador por el salón.

Mi padre como siempre con su bata cerrada y suerte si lleva algo por debajo. Nuria, que es una provocadora, iba ese día con unas faldas veraniegas cortas, seguro que iba sin bragas como suele hacer de costumbre.

Provocando a mi padre, Nuria se agachaba más de la cuenta para dejar ver su cuidadosamente rasurada almeja a mi padrastro que lo tenía justo detrás.

El no le quitaba ojo a tan maravilloso espectáculo. Él, que siempre estaba dispuesto ya se lanzaba a atacarla cuando sonó el teléfono y Nuria fue a cogerlo.

Era para mí, era Alex preguntándome si quedábamos en su casa que estaba solo… es decir, a echar un polvo. Le dije que si y me fui a la ducha.

Al ver que dejaba el campo libre mi padrastro no paro de acosar a Nuria. Aprovechando que ella estaba agachada, abrió su bata y apunto su polla (por cierto enorme) hacia su coño, y casi de un golpe se la metió sin sorpresa para Nuria que ya lo esperaba.

A ella le gusta hacerse de rogar así que se resistía un poco.

Pero él que es un bestia le dio la vuelta poniéndola de frente a el, la agarro fuertemente por sus nalgas duras y firmes, la levanto y la sentó encima de la mesa del salón. Nuria se abrió todo lo que pudo de piernas para dejar que la penetrase con su generoso miembro.

Primero le paso la polla por su raja para humedecérsela mientras ella alcanzaba ya un orgasmo. Luego se la agarro por la punta y empujo hacia la apertura vaginal de Nuria.

La penetro con fuerza, incluso con violencia, como suele hacer según me tiene contado Nuria. Ella gritaba tanto de placer que la oía desde la ducha y así estuvieron todo el tiempo mientras me duchaba.

Mientras, yo, tras haberme enjabonado cada cm de mi bronceada piel salí de la ducha y me seque con la toalla mirándome al espejo.

Observe como siempre el físico que poseía. Estaba bastante contenta conmigo misma.

Siempre dice mi novio que estoy muy buena y no es por ser creída pero tiene razón; soy rubia de media melena, delgada pero con una 92 de pecho y un culo y unas piernas que vuelven locos a mas de uno además de a mi novio y al gilipollas de mi padrastro.

Decidí ponerme lo más sexy para mi novio así que me puse un tanga negro con un vestido de verano muy cortito y con un escote amplio. No llevaba sujetador, hacia calor.

Mientras me maquillaba un poco oí llegar a mi madre en coche.

En ese momento, Nuria y mi padrastro se apresuraron a vestirse y disimular las apariencias antes de que mi madre entrara por la puerta. Baje y entraba mi madre al mismo tiempo.

La salude y vi que mi padrastro tenia una cara de mala hostia impresionante, porque parece ser (según me contó luego Nuria) que no llego al final, que no se corriera y eso le jodio un montón (se quedo con los huevos hinchaos…ja ja ja!). Me marche sin mas mientras mi madre discutía con él por no se que como de costumbre. Detrás de mí salía Nuria para no aguantarles.

Llegue a casa de mi novio como estaba previsto. Me espero con una amplia sonrisa y una botella de cava en hielo. La noche parecía prometedora.

En efecto: tras charlar un rato fuimos al grano. Empezó besándome suavemente el cuello en al sofá mientras me quitaba los tirantes de mi fino vestido.

En pocos segundos me dejo con las tetas al aire. Yo tenia los pezones endurecidos, estaba poniéndome realmente cachonda y veía que el también por su abultado paquete.

Mientras me sobaba las tetas a conciencia y me besaba, empecé a desabrocharle la camisa de seda que llevaba y a palpar su pecho. Luego baje las manos y me dirigí a sus pantalones.

Se los empecé a desabrochar y a sobarle la polla por encima de los gayumbos. Mientras el ya se había decidido a explorar mis intimidades.

Me estaba acariciando mi cuidado felpudito bajando dos dedos por mi rajita alcanzando mi almeja y roznado mi clítoris.

Creía que me iba a correr. Estaba deseando ser penetrada de una vez, y para que se diese cuenta le agarre la polla y empecé a pajearlo.

El seguía con las manos en la masa, así que me abalance sobre su erecto miembro que no hacia mas que apuntar para el techo. Primero me metí su capullo en la boca y empecé a lamerlo como si fuese un chupa chus.

Le relamí bien todo el miembro y me lo metí en la boca hasta la mitad mientras el removía dos dedos dentro de mi.

Notaba el calor de su polla ardiente en mi boca y podía notar sus latidos con la lengua. Haciéndole esta descomunal mamada me quito de encima y me cogió en volandas para llevarme a su cama; me tiro encima de ella y me quito el vestido. Recorrió con su lengua mi cuerpo mientras me quitaba el tanga.

Una vez fuera se dirigió a mi húmedo coño para besar mis labios con pasión.

Repasaba una y otra vez mi clítoris con su húmeda lengua y eso hacia que reventase de placer una y otra vez.

Se quito la poca ropa que le quedaba y se echo sobre mí penetrándome con ganas mientras yo le rodeaba con mis piernas.

Cambiamos de posición y me puse encima de el sin que en ningún momento se saliera su polla de mi horno.

Me apoye en su pecho y cabalgue sobre el alcanzando juntos el orgasmo con el mismo ansia que un jinete alcanza la meta. Extasiados, me deje caer sobre el quedando así no se cuanto tiempo. Tanto tiempo que se hizo tarde.

Ya debía de estar en casa, así que me llevo en coche. Era ya muy tarde, cuando llegamos a mi casa era de madrugada y las luces de la casa estaban encendidas.

Como despedida Alex me beso y me acaricio por última vez en el día el coño poniéndome otra vez cachonda. Pero me tenía que ir.

Al entrar salía mi madre para trabajar y me echo la bronca por llegar tarde. Entré y estaba mi padrastro despierto. Me dijo que qué horas eran estas… pase de ese idiota y me fui a la cama.

Mientras abría la cama empecé a recordar el tremendo polvo que acababa de echar. La verdad es que hacia tiempo que no disfrutaba de esa manera.

Me quite el vestido y decidí dormir desnuda por el calor de junio que hacia. Me senté encima de la cama apoyando la espalda en la pared.

Seguía pensando en lo que había pasado en casa de Alex. Me estaba poniendo demasiado cachonda como para no masturbarme antes de dormir. Así se duerme mejor, pensé.

Alargue la mano y abrí el cajón de la mesita para coger un consolador que me había regalado Nuria.

Lo tenía debajo de una foto que ponía «kristal 2000». Era una foto de mi novio y sus amigos de cuando empezábamos a salir. Al ver esto aun me puse más cachonda, y acerque el aparato a la entrada de mi vagina.

Comencé acariciándome con él; restregaba todo el aparato por mi raja…que delicia! Cuando ya tenia el consolador bien lubricado me lo metí poco a poco ofreciéndome un placer intenso. Lo removía dentro de mí hacia dentro y afuera pensando en que era la polla de Alex.

Encontrándome en pleno clímax me percate de que había alguien tras la puerta espiándome, era el carbón de mi padrastro!

Entonces recordé que probablemente no fuese el único que me estuviera espiando ya que al lado de nuestra casa vive un tío que es un voyeur (siempre dejo la persiana abierta para que pueda verme cada vez que me masturbo.

Me encanta que me espíen. Saber que estoy poniendo a cien a otra persona sin que me pueda tocar…).

Por lo tanto, entre el sinvergüenza de mi padrastro y el vicioso de mi vecino, tenia dos espectadores. En ningún momento miraba para ellos; solo manejaba con ganas mi instrumento con los ojos cerrados y escapándoseme algún pequeño gemido para deleite de mi padrastro.

Me abría toda de piernas y me metía el consolador hasta hacer tope, mientras con la otra mano me sobaba las tetas. Tenía los pezones realmente erizados.

Dos mío, estaba gozando como una puta sabiendo de mi publico. Pero al parecer no era la única que estaba masturbándose; vi de reojo como mi padrastro se masturbaba.

Llevaba la bata abierta sin nada por debajo.

Supongo que el vecino estaría haciendo algo parecido. Me di cuenta de que tal vez no fuese buena idea dejarme ver así por el vicioso de mi padrastro.

Tenia razón; se ve que no le llegaba con solo mirar… abrió la puerta de golpe y se abalanzo sobre mi todo empalmado (tremenda polla por cierto!). yo reaccione con miedo.

No quería saber nada de el. Solo que mirase, nada más. Pero que esperaba tras lo anterior…! me agarro e intento abrirme de piernas.

Yo me resistía gritándole que me dejase en paz.

Pero yo tan solo era una chiquilla de metro 65 y el un pedazo de animal de metro 90. Sus fuerzas superaron las mías y me empezó a violar como quiso.

Yo no dejaba de gritarle cabrón e hijo de puta, pero era sordo a mis quejas. Solo me decía: te gusta gozar, mocosa? Pues toma! Zorra, pedazo de puta! Empecé a llorar mientras me penetraba salvajemente encima de mí.

Con sus movimientos impulsivos y sus largas y profundas penetraciones no era capaz de moverme. Estaba paralizada.

Me dio la vuelta, me puso de rodillas en la cama mientras con una mano me aplastaba la cabeza contra la almohada. Con la otra se agarro la polla y empezó a introducirla en mi culo. Yo todavía era virgen por esa vía, y estaba enormemente asustada.

No paraba de gritarle que parara, que me hacia daño. Le insultaba, pero parecía gozar más con mis palabras. Logro clavar todo su miembro en mi culo.

Yo lloraba y gritaba de dolor y de placer, por que no decirlo. Me duele reconocerlo pero con él llegue a alcanzar mi primer orgasmo por vía anal. Me estuvo dando por el culo cuanto quiso.

Cuando se harto me agarro fuerte del pelo, haciéndome daño, y dirigió mi cara hacia su entrepierna diciéndome: ahora me vas a chupar la polla, pedazo de puta zorra!!.

Yo no quería pero me cogió la cabeza e hizo que me metiese de golpe en la boca todo lo que me cabía de su polla. Casi vomito cuando me toco la campanilla. La tenia tan grande y dura que apenas me cabía.

Me volvió a coger del pelo para marcar el movimiento de la mamada. Subía y bajaba su brazo al mismo tiempo que mi cabeza, fallándome por la boca.

Entonces, se ve que estaba a punto de correrse, me dijo que como no me lo tragase todo me daría una paliza.

Así fue, eyaculo, y además con tanta fuerza y cantidad que no me era posible tragarlo. Me salía despedido a presión de la boca gotas y chorritos de leche.

Su lefa tenía un sabor ocre, parecido a la de Alex. Y notaba su espesura y su calor en mi lengua.

Me la saco de la boca y termino corriéndose en mi cara sin dejarme de agarrar por el pelo. Al mismo tiempo me pasaba los huevos por la cara y me decía: muy bien, así me gusta puta… Casi sin respiración y extasiado por el violento orgasmo.

Se fue y me dejo tirada en la cama sucia y llorando.

Me sentía culpable por lo que había pasado, yo le había provocado.

Cuando me recuperaba de mis llantos me acerque desnuda a la ventana para bajar la persiana, y fue mi sorpresa al ver a mi vecino espiándome todavía!

Me había olvidado por completo de el! Dios mío, lo había visto todo! Me sentía muy mal, destrozada moral y físicamente y sucia de lefa por toda mi cara, pelo y pecho. Me tiré en la cama llorando hasta que me quede dormida.

Dormí profundamente toda la noche ya que me paso en un volado, probablemente por el cansancio producido por tanto ajetreo.

Al despertarme recordé lo que había pasado con el carbón de mi padrastro… nunca se lo perdonaría. También me preocupaba saber que mi vecino fuera testigo de todo… quien sabe, tal vez lo podría haber grabado en vídeo o haber sacado fotos!

Salí de la cama completamente desnuda y aun sucia de esperma de mi padrastro, y decidí darme una ducha a ver si se me pasaba la sensación que tenia de suciedad interna.

-En el fondo estoy contando esto porque admito, aunque me joda mucho, que mi padrastro me hizo disfrutar y creo que las circunstancias lo hacen muy morboso.-

Después de ducharme baje a la cocina. Estaban todos sentados a la mesa, incluso Nuria.

Me alegre mucho de verla ya que ella siempre me ayudo en todo y en estos momentos necesitaba su complicidad. Salude a las dos y a el ni lo mire a la cara.

Comimos en bastante silencio, por cierto, y luego Nuria y yo nos fuimos a mi habitación a charlar como hacíamos de costumbre. Nuria, además de ser la asistenta de casa es una amiga de la familia, y mi madre siempre a confiado en ella. Y también, siempre hemos hecho buenas migas las dos.

Nos contábamos nuestros secretos y experiencias con los chicos a pesar de que ella fuese algunos años mayor que yo. Decidí contarle lo que había ocurrido el día anterior con mi padrastro.

Al oírlo Nuria no se lo daba creído. Pensaba que no seria capaz de algo tan fuerte a pesar de saber que él, por sexo creo probablemente incluso mataría. Me dijo Nuria que era un cerdo y que las iba a pagar.

Que se vengaría por mí.

Que ese cerdo se merecía lo peor y que lo iba a recibir.

En ese momento no sabia lo que podía estar pasando por la cabeza de mi amiga, pero el hecho de que me apoyase me hizo sentir bastante aliviada.

Me sentí tan agradecida por su apoyo que incluso llore por emoción y me abrazo para consolarme. Estuvimos así abrazadas unos minutos.

Nuria apoyo su suave mano en mi cara y me dijo que no me preocupara.

Entonces me beso la mejilla. Yo hice lo mismo. Nuestras caras estaban pegadas, y sin querer, cuando parecía que el abrazo llegaba a su fin, rozamos nuestras caras y nuestras bocas se aproximaron.

Ella puso sus labios casi pegados a los míos mientras apoyaba su frente contra la mía. Nuestras bocas se llamaban mutuamente. Yo me sentí atraída por lo que podía pasar, por besar a una mujer, algo nuevo! Creo que en ese momento ella sentía lo mismo que yo.

Nuestras bocas se acercaron para fundirse en un caliente y apasionado beso. Sus labios eran suaves y carnosos. Abrimos un poco nuestras bocas y pudimos sentir una humedad caliente, y el roce de nuestras lenguas. Al principio era un beso tímido, esto era nuevo para ambas. Luego cogimos confianza, y lo que empezó en un pico continuo en besos profundos con lengua y abrazos.

Mis cabellos rubios se mezclaron con sus castaños y su lengua ardía en mi boca. Al estar tan pegados note sus pezones erectos y supongo que ella los míos.

Yo le palpaba con delicadeza las tetas mientras ella me agarraba del culo. Al ver que habíamos cogido «confianza», empezamos a tomárnoslo con calma.

Se levanto y fue a cerrar la puerta con llave, mientras yo abría las cortinas de par en par esperando a que mi vecinito mirón hiciese de espectador una vez más. Nuria ya conocía esta fantasía, y a ella no le molestaba la idea.

Nos acercamos y nos abrazamos de pie con un profundo beso.

Cuanto más la besaba, mas me gustaba. Le quite la camiseta ajustada que llevaba; quería palpar de verdad sus tetas.

En ese momento vimos como se asomaba el vecino; ya había llegado nuestro espectador!

Mientras nos seguíamos besando, y yo sobando sus grandes y endurecidos pezones, ella se dedico a desabrocharme los pantalones y luego quitármelos.

Entonces me di cuenta de que el vecino se la estaba cascando de mala manera… nosotras seguimos con lo nuestro; ella misma se quito los pantalones y las bragas negras que llevaba, quedando completamente desnuda ante mis ojos. Era preciosa… no conocía a nadie más guapa que ella.

Me quite las bragas yo también y nos pusimos una enfrente de la otra de rodillas en la alfombra. Seguimos besándonos y tocándonos con total libertad la una a la otra, sin que ninguna tela nos separase.

El vecino seguía a lo suyo pero con mas intensidad. Nosotras, para proporcionarnos mas placer nos abrimos un poco de piernas para poder yo meter mi muslo entre sus piernas y ella el suyo entre las mías.

Nos estábamos masturbando con nuestras piernas, y movíamos nuestras caderas para rozarnos más.

Yo ya estaba muy caliente, y entre tanto movimiento y sabiendo que el vecino se la estaba cascando viéndonos, me corrí enérgicamente haciendo lo posible para no hacer ruido.

En ese momento me habría gustado que viniese y nos follase a las dos. Pero de momento me llegaba de sobra con Nuria.

Ella todavía no se había corrido, así que para gozar más me hizo sentarme en el suelo al igual que ella, para rozar nuestras almejas. Fue increíble. Notaba sus labios tocando los míos.

Notaba su humedad. Nos movíamos frenéticamente para llegar a un nuevo orgasmo.

Estábamos sudando, empapadas! Hacia muchísimo calor y yo me ponía cada vez más cachonda. Le tocaba las tetas con una mano mientras con la otra me apoyaba en el suelo.

Si pudiese la habría besado, pero nuestros parapléjicos movimientos y la postura lo impedían. Me suplicaba que no parase, y yo desde luego que no paraba.

Aumentamos el ritmo y al fin ella se corrió, y tras los últimos latigazos de su orgasmo me tumbo boca arriba para besarme y frotarme el clítoris con los dedos. Metió un dedo en mi vagina mientras que con el pulgar me frotaba el clítoris.

Yo quería hacerle lo mismo pero me estaba corriendo ya.

Un momento de trance se apodero de mí y permanecí con los ojos cerrados y la boca abierta sin poder ni gemir mientras mi almeja palpitaba en largos latigazos del intenso orgasmo que me había proporcionado Nuria.

Aquel día se quedo a dormir en casa como ya hacia casi siempre. Normalmente solía dormir en la habitación que teníamos para ella, pero aquella noche dormimos las dos juntas en mi cama y desnudas.

No dormimos mucho…estuvimos casi toda la noche besándonos, abrazándonos, tocándonos y masturbándonos.

Nunca antes había hecho esto con una chica, pero desde entonces no me importo repetirlo, y aun menos si entre las dos se encontraba Alex. Para el esto fue un éxtasis sexual. Pero ya lo contare en otro relato.

Siguiendo con la historia y tras haber pasado unos días, Nuria había pedido el fin de semana libre, y por lo tanto no estaba.

Y yo tampoco salí aquel sábado porque no me apetecía y además Alex tenía que estudiar y tampoco saldría.

Por lo tanto estuve viendo la tele hasta tarde con mi madre, que tampoco trabajaba, mientras mi padrastro dormía ya. Se hizo tarde, me despedí de mi madre y me fui a mi habitación a acostarme.

Como hacia calor deje las ventanas abiertas con la persiana subida pero las cortinas cerradas, para que entrase el aire pero no los mosquitos. Me quite la ropa y me deje la camiseta de tiras y las bragas, para dormir destapada.

Cuando llevaba ya un par de horas durmiendo, el vecino había entrado en nuestro jardín (lo cual no le costo trabajo ya que la verja es baja) y entro en mi habitación por la ventana, que solo esta a poco mas de un metro del suelo. Se acercó a mí y me puso la mano encima de la cintura sacudiéndome para despertarme.

Logro despertarme y al darme la vuelta hacia él pensando en que seria mi madre, me sorprendí al verle aquí, y más aun viendo la navaja que estaba empuñando.

En voz baja me dijo: Como abras la boca te rajo! Te vas a enterar, zorra. En esta puta casa te folla tu novio tu padre y hasta la chacha!

Que te crees?! Que yo voy a ser menos?! Yo estaba realmente acojonada. Ese tío me quería violar y yo aun no había superado del todo lo de mi padrastro.

Pero tenía una navaja y temía por lo que pudiese hacer con ella. Se bajo los pantalones muy nervioso y me dijo que se la chupara si no quería que me rebanase el pescuezo.

Yo, claro! Que iba a hacer! Tímidamente me acerque y empecé a lamerle el capullo. Él suspiró nada mas tocarle con mi lengua.

Me dijo: cuanto tiempo llevaba esperando esto…! Con las dos manos y sin dejar de soltar la navaja en ningún momento, me agarro de la cabeza para dirigir mis movimientos.

De vez en cuando echaba un vistazo hacia arriba y le veía con los ojos en blanco.

Yo estaba a punto de llorar; me parecía una situación terrible, ya que estaba abusando de mí.

Además, me sentía culpable por lo que estaba sucediendo; ya habían sido demasiadas veces que le dejaba mirarme, y esto era simplemente la consecuencia.

Pero había fantaseado mas de una vez con que él entraba por mi ventana y me hacia el amor. Así que opte por dejarme llevar, pensando en que todo seria más fácil.

Estuve unos diez minutos chupándosela a conciencia, porque cada vez que bajaba el ritmo, me agarraba de la cabeza y me empujaba más contra él.

No se quedo muy sorprendido cuando me quite la camiseta de tirantes, y se la seguí chupando sin que me lo ordenara.

La verdad es que me estaba poniendo… tenia los pezones muy duros y mis fluidos empezaban a empapar mis braguitas. Entonces, al ver que «me estaba portando bien», soltó la navaja encima de la alfombra, y se quito el también la camiseta quedando desnudo ante mí.

Deje la felación y me eche boca arriba encima de la cama, toda abierta de piernas y haciéndole señal de que se acercase.

Se quito el calzado con los pies y se puso encima de mí con una cara de vicio que jamás había visto en nadie. Se cogió la polla con una mano y la puso en la entrada de mi coño, para metérmela casi de golpe. Entro fácilmente; yo estaba a cien y me podía entrar hasta la polla de un negro.

Me beso y comenzó a moverse ágilmente encima de mí.

Que bien follaba el muy cabrón! Movía sus caderas en forma circular al mismo tiempo que me la clavaba y sacaba una y otra vez haciéndome gozar de tal manera que me era casi imposible callar mis gemidos para no despertar a mi madre y mi padrastro.

Cuando se me escapaba algún gemido, enseguida me tapaba mi boca con la suya para que no se me oyese. Su pecho aplastaba y rozaba mis tetas poniéndolas cada vez mas duras.

Sentía mis pezones duros y muy sensibles. Que gozada…! le agarraba del culo y le empujaba contra mi para que no quedase ni un cm fuera de mi cavidad.

Estuvo bombeándome así un buen rato haciéndome gozar de numerosos orgasmos cada vez más intensos.

Mi coño parecía un grifo abierto y ambos estábamos sudando de tal manera que nuestros cuerpos resbalaban haciendo de ello un polvo extraordinario.

Yo arqueaba la espalda instintivamente para que entrase todo lo posible su polla y ofrecerme así mas placer.

Y en un par de movimientos mas fuertes y violentos se quedo parado un momento para luego metérmela bestialmente mientras se corría en abundancia dentro de mi, quedando encima mía exhausto de placer…mi coño palpitaba también por las corridas, pero aun quería mas.

Así que nos dimos la vuelta y le fui besando el cuello y pecho hasta llegar a su flácida polla para limpiarle con mi lengua hasta la última gota de mis fluidos mezclados con su lefa.

Afortunadamente se le puso dura de nuevo; no me defraudo.

Pensé en como seguir follando y se me ocurrió una postura diferente. Tan solo pensarlo y me ponía mas caliente.

Estando el boca arriba tumbado en la cama, me eche encima de el boca arriba también, dándole la espalda a el. Arqueaba la espalda de manera que solo le tocaba con mi cabeza, hombros y con mi culo le magreaba la polla mientras él me agarraba fuertemente por las tetas, sobándomelas y acariciando con sus pulgares mis pezones.

En ese momento tuve un orgasmo intenso, sintiendo la dureza de su polla contra mi culo. Luego, le agarre la polla y me la metí con pocas dificultades por mi agujero trasero.

Quería repetir aquella sensación que me había proporcionado el cabrón de mi padrastro.

Me abrí todo lo que pude para que entrase bien, y arqueaba la espalda todavía más. Comencé a sentir un gran placer que me invadía.

Con una mano me acariciaba el clítoris para disfrutar aun más, llegando a introducir un par de dedos en mi vagina. El éxtasis era total. Tanto que no era capaz de callar mis gemidos.

No tarde en correrme, pero con ello también desperté a mi madre y mi padrastro que se apresuraron a venir a mi habitación a ver que pasaba.

Abrieron la puerta de golpe y se quedaron boquiabiertos con la escena que presenciaban. Mi vecino y yo no sabíamos dónde meternos; me quite de encima de el a toda prisa y me tape con las sabanas.

Mi madre se abalanzo sobre mí para pegarme un buen ostión mientras me gritaba de todo menos bonita. Y el animal de mi padrastro empezó a hostias con mi vecino.

El se defendía como podía, de una patada en los huevos a mi padrastro (muy bien dada por cierto) lo empujo y tiro al suelo. Aprovecho para coger algo de ropa y salir corriendo por la ventana.

Cuando el cabrón de mi padrastro se recupero me insulto diciéndome que era una puta y que no volvería a salir de casa en la vida. Mi madre llorando fue arrastrada por mi padre fuera de la habitación, cerrándome con llave.

Yo golpee en la puerta gritando que me había violado, pero evidentemente no me debieron creer. Me di por vencida y me acosté deseando no despertar jamás.

A la mañana siguiente, seguía encerrada bajo llave en mi cuarto hasta que llego Nuria para traerme la cena. Le conté lo que había pasado.

Ella me creyó y me compadeció por la bronca de mis padres pero estoy segura de que en ese momento se puso cachonda.

Me comento después que ya había planeado la forma de vengarse de mi padre; me dijo que esa noche se quedaba a dormir en casa.

Me dijo también que mi madre le había dicho que tendría guardia y saldría de casa para no volver hasta las cuatro.

Al igual que yo, Nuria sabe bien que mi madre es muy puntual, así que aprovechó esta información sabiendo que mi padrastro no sabia a que hora volvería mi madre.

Me comento que el plan consistía en provocar al cabrón de mi padrastro para que a esa hora mi madre los pillara de lleno. Nuria iba a perder su empleo, pero me dijera que no le importaba; que ya se habría ido si no fuese por mí.

Su plan tenia buena pinta. Era una buena manera de humillar a mi padrastro y hacer que se fuese de casa para siempre; mi madre jamás le perdonaría una infidelidad. Y si ella supiese las que tiene echo ese cabrón…! lo único que me preocupaba era como acabaría Nuria…

Y como estaba previsto mi madre se fue y nosotros nos quedamos cenando en la cocina.

El cabrón de mi padrastro le estaba tirando los tejos a Nuria con todo descaro, y de vez en cuando miraba para mí con cara babeante.

Pasamos de el y nos fuimos Nuria y yo a mi cuarto. Nos acostamos juntas y pusimos el despertador para las cuatro menos cuarto, como estaba previsto.

Llegara la hora marcada tras un pequeño sueño nervioso y Nuria se despojo de su tanga y camiseta para ponerse tan solo un camisón muy sexy que le llegaba justo por debajo del culo.

El camisón era extremadamente fino. Tanto que se podía ver con claridad que no llevaba ropa interior. Y sus pezones se dejaban notar de una manera muy provocadora. Estaba realmente sexy.

Me daban ganas de hacerle un traje de saliva para esa piel tan suave y tersa que tiene, pero íbamos a lo que íbamos… le di el beso de la buena suerte y se fue para el salón a jugar al billar.

Todo formaba parte del plan. Quería montárselo en la mesa del billar que esta en el salón, y la puerta principal da directamente al salón. Que creéis que iba a ver mi madre en cuanto entrase por esa puerta?

Nuria saco las bolas del billar y se puso a jugar sin más.

Pero tirando fuerte para hacer ruido adrede y despertar a mi padrastro. Incluso dejo caer el taco más de una vez adrede para hacer más ruido.

El cabrón de mi padrastro no tardo en despertarse, claro. Y bajo al salón. Se quedo perplejo al ver a Nuria tan sexy jugando al billar a esas horas. Nuria le recibió diciéndole: -perdona si te he despertado, es que no podía dormir por el calor…- -no te preocupes- contesto el muy carbón.

Y Nuria le dijo si quería jugar, pero más bien con indirectas. Aceptó y se pusieron a jugar. El carbón no le apartaba la vista ni un momento, y ya se podía notar un considerable bulto en su entrepierna. Además iba vestido como siempre: solo llevaba una bata cerrada. Y nada más.

Se estaba haciendo tarde… mi madre estaba a punto de llegar, así que Nuria debía ser rápida. Mientras, seguían jugando, y le tocaba tirar a Nuria.

Le tenia que dar a una bola que estaba bastante alejada, así que poniéndose de puntillas, apoyo su abdomen en la mesa agachándose y estirándose todo lo que pudo para poder darle a la bola.

En esa postura no hacia falta molestarse mucho para poder ver la raja rosada de mi amiga.

Testigo de ello fue mi padrastro, que estaba que no se lo creía. Nuria permanecía en la posición llegando a abrir un poco las piernas para dejarle ver mas mientras aguardaba su respuesta. Se le podía ver claramente casi todo el culo, y con las piernas así abiertas su coño quedaba más que a medida. El cabrón no se lo pensó mas y se desabrocho la bata.

Agarro su ya endurecida polla para pegarse a Nuria por detrás. Primero tan solo restregaba su polla entre sus nalgas haciendo que Nuria se pusiese cachonda.

Sin quitar la polla de ahí, la cogió por las tetas y empezó a sobárselas por encima del camisón, besándole el cuello al mismo tiempo.

Luego bajo las manos hasta la cintura de Nuria para cogerle el camisón, tirar de el hacia arriba y dejarla así completamente desnuda.

Nuria estaba exuberante! Mi padrastro volvió a la anterior posición para seguir sobándole las tetas y sentir el tacto directo de su piel. Hacia calor y ambos estaban muy mojados.

Sobre todo Nuria, su coño estaba ya emanando tantos fluidos que se le deslizaban por la cara interna de sus sedosos muslos.

El cabrón, con el calentón que llevaba no aguanto más, y se decidió a penetrar con su enorme falo el palpitante coño rosado de mi querida amiga.

Mi madre podía aparecer por la puerta en cualquier momento… solo faltaba desear que no acabasen pronto.

Con las ganas que le tenia, ahí se encontraba mi padrastro bombeando a Nuria. Se removía rítmicamente dentro de ella, profundizando las envestidas en cada sacudida.

Ella gemía como una loca; la oía perfectamente desde mi cuarto. En principio debía gemir así para que los oyese mi madre, pero creo que se lo estaba pasando bien de verdad.

Nuria movía su culo como podía para proporcionar mas placer mientras él le pellizcaba las tetas y le decía –así zorra, así!- sus cuerpos brillaban por el sudor empapando la mesa del billar. El pelo de Nuria estaba mojado y se le pegaba al cuerpo.

El cabrón, antes de correrse aprovecho la ocasión para encular a Nuria; se incorporo poniéndose de puntillas y la tomo por sus nalgas con sus manos, abriéndolas bien… agarro su dura polla y la apunto hacia el culo de su amante. Entro como quien corta mantequilla con un cuchillo caliente.

Nuria se estremecía con el pecho encima del billar.

Empujaba el culo hacia detrás para que entrase mas y mejor la polla del cabrón. Ella gemía cada vez mas llegando incluso a llorar de placer y gritar como una histérica. A mi padrastro eso le encantaba. Le decía –goza, puta!- mientras la embestía con salvajismo. Sus enculadas aumentaban de fuerza progresivamente mientras estrujaba con sus manos las firmes tetas de Nuria.

Supongo que ella ya habría perdido la cuenta de las numerosas veces que se había corrido en ese momento, pero el no había expulsado todavía su blanca y caliente leche.

Cuando parecía que ya iba a estallar llego al fin mi bendita madre; abrió la puerta, encendió las luces, y dejo caer el bolso al ver tremendo panorama.

Se puso a chillar como loca mientras insultaba al cabrón de mi padrastro. Ellos enseguida se habían tapado intentando disimular lo inexcusable.

A gritos, mi madre le ordeno que se largara de casa. Y así fue: con tan solo la bata puesta! Nuria también se escapo por ahí como pudo. Y yo le solté a mi madre que me largaba una temporada al piso de Alex.

Del cabrón de mi padrastro poco más supimos… yo estuve casi un mes en casa de Alex, luego volví con mi madre. Y Nuria, en el paro pero con dos ovarios bien puestos, se enrolló con mi vecino.