Un paseo por el parque

Un día domingo me encontraba aburrido en mi casa y me dispuse a salir por la tarde a un parque que es muy concurrido los fines de semana.

Estando allí disfrute mucho viendo a unos muchachos que hacían malabarismo y enseñaban a los niños ese arte.

Luego sentí un poco de sed y fui por un refresco a un puesto.

Estando allí llego un muchacho delgado con unos ojos verdes muy llamativos, nos miramos disimuladamente, pedí mi refresco y me fui a sentar en un banco del parque, casi al instante apareció el muchacho que había visto anteriormente y se sentó junto a mí.

Me saludo, dijo llamarse Manuel y que estaba esperando a un amigo, por mi parte le dije que solamente andaba de paseo.

Mientras hablaba disimuladamente se pasaba la mano por su paquete, mostrando en cierto momento una notoria erección, lo que me puso un poco nervioso y excitado, y me tapaba con mi chaqueta mi erección para que él no se diera cuenta.

En cierto momento Manuel me dice, que ya no va a esperar a su amigo y me invito a caminar por el parque, acepte de inmediato.

Me dijo que tenia 22 años y que estudiaba ingeniería comercial, y que el amigo que esperaba era compañero de universidad, con el cual habían quedado de verse para relajarse un poco del estudio, pero, me dijo que no le importaba ya que me había conocido a mí y que le parecía muy agradable.

Muy pronto se fue yendo la luz del día y le dije que tenia que irme, entonces él me dijo que me quedara otro rato y agarrándose nuevamente el paquete me dice ¡¡¡tengo ganas de mear!!!.

Por que no me acompañas, acepte y nos fuimos detrás de unos árboles, ambos bajamos nuestras cremalleras y sacamos las vergas; la de Manuel era normal media unos 14 centímetros y delgada; él al ver la mía que estaba semi-erecta me dijo que grande y gorda la tienes?, le dije que media 21.

Comenzamos a mear y cuando estaba terminando de hacerlo Manuel me dijo ¡¡¡te la puedo tocar!!

Al escuchar esto mi verga se erecto casi instantáneamente y no tuve que decir nada ya que él la agarró fuertemente y comenzó a pajearme suavemente mientras que con la otra mano se pajeaba él mismo.

Luego sin decir nada se arrodillo y se metió mi pico de una vez en la boca, teniendo una arcada , pero nuevamente se la introdujo y comenzó a chupar rápidamente mientras se pajeaba.

Mí gozo duro solo un par de minutos porque escuchamos un par de voces que se acercaban, le empuje su cabeza y dejo salir mi verga de su boca.

Ambos como pudimos nos acomodamos nuestras trancas en el pantalón, ya que la excitación era enorme.

Eran dos muchachos de no más de 20 años que también iban a mear, con Manuel seguimos caminando hasta llegar a una banca que estaba un poco aislada de las demás y con poca luz, nos sentamos y mientras él me decía que era activo, introdujo su mano por entre mi pantalón atrapando mi verga que ya estaba bastante lubricada con mis jugos.

Continuo diciendo que todo lo que él me estaba haciendo otros se lo hacían y que no entendía como yo le había cautivado.

Sin darnos cuenta apareció un oficial de policía frente a nosotros y nos dijo que teníamos que retirarnos del lugar inmediatamente o nos llevaría a la central por estar haciendo algo indebido en la vía publica, aunque pensándolo bien dijo ambos deben pagar este delito y bajándose el cierre del pantalón saco una tremenda verga en erección y mirando a Manuel le dijo tu vigila mientras tu amigo me la mama un rato.

Acto seguido estaba con toda la tranca del policía en mi boca mientras él me la culiaba hasta que en cierto momento me la saco y le dijo a Manuel que le tocaba, este se la trago enseguida, el policía me dijo que le tocara el culo mientras vigilaba.

Lo tenía muy rico además podía meterle mis dedos entre la tela del pantalón cuando él le embestía la boca a Manuel, hasta que en cierto momento se excito tanto que se bajo el pantalón completamente y me dijo ¡¡¡¡quiero que me lo metas enseguida ¡!!.

Saque mi verga ya lubricada con los masajes previos que me había dado mi nuevo amigo y le puse un poco de saliva en el hoyito y se lo metí todo de una vez, dando este un pequeño quejido y me dijo que rico se siente.

Puse mis manos en su pecho y le comencé a embestir rápidamente hasta que sentí su esfínter apretar mi verga mientras acababa en la boca de Manuel, esto hizo que acelerara mi ritmo y le inunde con mi leche, mientras apretaba sus pectorales que se notaban fuertes.

Se lo saque y me subí los pantalones mientras Manuel se limpiaba la cara con un pañuelo.

El policía se arreglo los pantalones y nos dijo con voz severa ¡¡¡retírense inmediatamente de aquí o los llevo detenidos!!!.

Ambos nos retiramos sonriendo y comentando lo ocurrido.

Luego nos despedimos y quedamos en juntarnos para el próximo fin de semana.

El siguiente viernes me llamo Manuel para que fuéramos a casa de su hermano casado que se había ido por unos días a la playa, me dijo ahí nadie nos molestara, acepte y quedamos de juntarnos en el centro.

El sábado nos fuimos a la casa de su hermano como a las 10 de la noche.

Entramos y enseguida él me besó y me dijo que me pusiera cómodo mientras preparaba algo para comer.

Cenamos y luego me dijo que traía un vídeo porno y lo puso.

Enseguida comenzó a desnudarse y me dijo que lo hiciera también y luego nos acostamos en la alfombra y nos comenzamos a pajear mutuamente, a pesar de ser delgado su cuerpo estaba muy bien cuidado, su culito era pequeño pero apetitoso, luego nos olvidamos de la película e hicimos un fabuloso 69, mientras ambos nos tocábamos el culo intentando meternos un dedo, hasta que sentí su leche inundar mi boca la que trague tratando de no perder nada, luego el me la mamo más rápido hasta hacerme acabar y se trago todo mi semen.

Luego nos levantamos y él fue por unos tragos para luego traer una botella de whisky, la cual tomamos completamente quedando ambos muy mareados.

Manuel me dijo que fuéramos a la habitación de su hermano, para continuar la velada, nos lanzamos ambos en la cama y comenzamos a besarnos, hasta que él bajo por mi cuello y me beso todo el cuerpo, incluso mis pies para luego besar mi culo y meterme su lengua.

Después nuevamente me beso en la boca y me dijo ¡¡¡quiero hacer algo que nunca he hecho!!!, enseguida le pregunte que era, entonces me dijo que deseaba probar mi verga por su culo, pero que no se atrevía porque la tenía muy grande, además me confeso que nunca nadie le había dado por el culo, solo le habían metido un par de dedos y mamado.

Finalmente nos pusimos de acuerdo, le dije que yo no le obligaba, pero él insistió y me dijo que él se sentaría en mi verga, por lo que me hizo acostarme de espalda y luego me mojo mi verga con su propia saliva y se puso un poco en su culo y empezó a introducirse mi falo que estaba por estallar de lo excitado que estaba.

Lentamente se lo metió, podía sentir como su hoyito se rompía por la entrada de verga, era una sensación agradable, mientras él se quejaba pero, no dejaba de metérselo hasta que dio un grito muy fuerte pero a la vez de gozo al verse inundado por mi pedazo de carne.

Se detuvo un instante para luego comenzar a cabalgar lentamente haciéndome sentir un gran placer.

Luego le tome su verga y comencé a masturbarlo suavemente al rimo de su cabalgadura, hasta que en cierto momento acelero el ritmo y se quejaba por el placer que seguramente había descubierto.

Esto hizo que también acelerara la paja que le estaba haciendo y acabo lanzando su leche en mi pecho y un buen chorro en mi cara, podía sentir su esfínter apretar mi verga con cada descarga que tenía, hasta que también yo no aguante más y lance mi leche dentro de su recto que me quemaba, dando gritos de placer mientras el salvajemente me seguía cabalgando.

Luego retiro mi falo de su culo dando pequeños quejidos y me dijo ¡¡¡me dejaste el culo ardiendo pero estaba rico!!!.

Luego nos venció el cansancio y nos dormimos y cuando desperté ya eran las 10 de la mañana y él estaba junto a mí con una bandeja con el desayuno listo.

Luego de desayunar me duche y me fui.

Nos seguimos llamando y nos juntamos para tener sexo un par de veces pero, siempre fui yo quien se lo metió porque el nunca quiso hacerlo aunque me moría de ganas de sentirlo dentro de mí aunque su verguita fuera pequeña.

Lo más curioso es que la única forma que se metía mi pene era sentándose en él, seguramente pensaba que si lo hacia yo le dolería mucho o que sería muy bruto.