Quiero contarles una de las mejores cogidas que he tenido.
Salgo con una mujer un poco mayor que yo, (11 años, lo acabo de descubrir) ya llevamos tiempo saliendo, no tiene importancia su nombre, pero sí puedo decirles que tiene unas tetas que me encantan, son un poco más grandes de las normales sin llegar a ser exageradas, abultadas completitas y que a pesar de la edad 52 años, aún se conservan en su lugar y duritas, siempre listas para ser mamadas.
Además de que sabe que me encanta verla en tacones altos, siempre que nos vemos me complace con eso ya que sabe es lo único que le permitiré dejarse puesto al momento de cogérmela, ya si lleva medias es un plus que hace que yo ponga más empeño para darle una buena cogida.
Con el tiempo que llevamos hay confianza y hablamos de muchas cosas, entre ello le comenté que me gusta dominar y lo mejor de todo, a ella le gusta ser dominada y obediente.
Cierto día quedamos de vernos, pase por ella a su casa y salió con un vestido negro un poco arriba de las rodillas, con un bonito escote sin ser vulgar, unas medias y unas zapatillas de tacón delgado y alto, 10 o 12 cm no lo sé.
Nos dirigimos a un motel cerca de su casa, yo desde que se subió al coche metí mis manos entre sus piernas y ella solo sonrió, pude ver su cara de puta y caliente que tanto me gusta ver.
Llegamos al motel, subimos a la habitación y podía verle el culo, apretadito, redondito con ganas de ser cogido, cerramos la puerta y la tomé de la cintura, le di un beso mientras mis manos jugaban con sus nalgas bajo su vestido, me desprendí de su boca y me dirigí a besar su cuello mientras una de mis manos dejaba sus nalgas y se dirigía a sus tetas, comencé por apretarlas suave, luego un poco más duro, para sacarlas por el escote y comenzar a chupárselas, sé que eso le encanta, le prende y hace que su vagina se moje bien rico.
Una vez que ya estaba caliente la tome del cabello y le dije: Hoy vas a ser mi puta y te voy a coger como yo quiera.
No dijo nada, pero en su mirada se podía ver la calentura que ya tenía, así que le di una cachetada y le pregunté: ¿Oíste puta? Y me dijo, Sí, seré tu puta. Algo que me gusta es su voz de niña fresa y verla toda caliente siendo dominada con esa voz es algo que me prende.
Así que tomándola del cabello la hinque al piso, saqué mi verga y se la metí en la boca, sé que le encanta mamarle, así que empecé a cogerme su boca, le metía toda y la sacaba toda, para metérsela de nuevo de un solo golpe y cada vez que la sacaba, un hilo de saliva salía junto a mi verga, eso me ponía más caliente, verla hincada, con las tetas de fuera del escote, con sus zapatillas putonas y mamándome la verga, que rica y puta se veía.
La puse de pie y le quité el vestido junto con su ropa interior, solo se quedó en tacones y medias, la avente a la cama y la abrí de piernas, empecé a darle una buena mamada de vagina, (antes no le gustaba, ahora le encanta), mientras mi lengua jugaba y recorría toda su vagina, mis manos jugaban con sus tetas, las apretaba, jalaba sus pezones, las cacheteaba y ella solo gemía, la sentía muy mojada hasta que se vino, mojando mi barbilla con sus líquidos y dejando escapar unos gemidos muy ricos, sin dejar de chupar, mi lengua se fue directo a su clítoris y metí un dedo en su vagina, luego dos y chupando su clítoris y follandola con dos dedos rápido alcanzó un segundo y tercer orgasmo, sentía como escurría y veía como se arqueaba su espalda, hasta que llego un cuarto orgasmo y un grito de aaaahhhhhgggggg. Delicioso.
La puse de pie sin dejar que terminara su orgasmo a gusto y la puse de perrito, se ve riquísima en esa pose con tacones y medias y le metí toda la verga de un solo golpe, acompañada de una buena nalgada, comencé un duro mete y saca mientras mi mano izquierda la tomaba del cabello y la jalaba y mi mano derecha le daba unas nalgadas y la jalaba de la cintura para enterrar mi verga más profunda, mientras le decía que era una puta, mi puta y ella contestaba que es, que lo era, mientras nos veíamos coger en el espejo que estaba en el buro, verse así la calentó más al igual que a mí, ver sus tetas balanceándose en cada metida nos calentaba más, así estuvimos cerca de 10 minutos, saque mi verga y la acosté en la cama, abrí sus piernas lo más que pude y de nuevo metí mi verga de nuevo duro y lo más profundo que pude, mis manos estaban es sus tobillos, viendo sus tacones que me encanta como se le ven al momento de coger pero esas tetas que me encantan necesitaban ser manoseadas y un poco maltratadas ya que también le encanta eso, así que seguí metiéndole la verga con mis manos en sus tetas, hasta que me calenté tanto de verla y volví a darle una cachetada, eso la prendió y me dijo, escúpeme, wow, eso me prendió más a mí y la escupí, nos prendimos y tomó mis manos y las dirigió a su cuello, entendí lo que quería y lo apreté, primero suave y me dijo que más fuerte, subí la intensidad y me pidió más fuerza, entonces lo apreté más fuerte y vi como alcanzaba un nuevo orgasmo, eso me puso más caliente y saque mi verga y le dije híncate puta, rápidamente lo hizo y comencé a masturbarme, no aguante casi nada y un primer chorro salió directo a su cara y boca, un segundo a su mejilla y ojo y un tercer y cuarto a sus tetas, fue una corrida deliciosa, así que de nuevo metí mi verga en su boca y le ordene que me la dejara bien limpia, así lo hizo.
La escena era caliente y aunque acababa de terminar seguía caliente, así que la tome del cabello y la puse de pie, apreté sus tetas y le dije:
Quítate los tacones y las medias, vamos al baño, nos fuimos directo a la ducha y le dije híncate, lo hizo y de inmediato abrió la boca, mi verga se fue de nuevo entera a su garganta y así estuvo un rato hasta que le dije te voy a orinar, le gustó la idea y me dijo; hazlo, pero por favor del cuello hacia abajo así que comencé a orinarla, fue una buena orinada y cuando termine volvió a chupármela, dejándola lista para volver a cogérmela.
Coger una puta madura es lo más rico de este mundo.