Por no fijarme

Esto me pasa por ir sin fijarme donde voy. La verdad es que hace ya bastante tiempo que no cuido por donde ando y al final… claro, así me va.

Empiezo por algún sitio; me gusta salir. Me gusta salir y ponerme pedo de todo. Juntarme con la gente y ponerme con todos.

Claro, ya conozco muchísimos sitios. Al final todos son igual: la misma gente con caras cambiadas, los mismos rollos, la misma música… en fín.

Pero lo que me pasó hace poco me hizo tambalearme un poco. Fue un poco fuerte. A mí no sé cómo me sentó. Empieza uno cayendo poco a poco… no sé por donde empezar… creo que lo más parecido que me pasó fue otro día… un domingo por la tarde, yo sin dormir desde el sábado noche… al final ¿Cómo fue?… ah, sí, bueno, no sé muy bien cómo, me tiré hablando con una mujer mucho más tiempo de lo normal. La mujer no me acuerdo como se llamaba… estaría sola… no me enteré muy bien el caso es que me dijo que estaba harta del sitio donde estábamos y como yo estaba ya sólo con mi pedo pues le dije que nos fuéramos los dos por ahí a tomar algo… la mujer no sé si sería señora o no, jovencita no era, yo creo que unos cuarenta y tantos seguro, pero una mirada muy joven creo recordarla… una mirada muy capaz de todo… muy guay para mí que estaba un poco pasado… bien, nos fuimos; nos fuimos a un sitio que quería ir ella, que estaba un poco lejos… a mí no me pareció muy bien irme con ella a un sitio donde la conocieran… por si lo que quería la chica fuera encontrarse con alguien conocido y mientras tanto, para el viaje, estar un ratito conmigo… pero bueno, nos fuimos… pagué yo el taxi, tenía pelas, pero le dije que después de pagarlo ya no tendría mucho dinero… me dijo: -¡hey, no te preocupes, vale? y entramos al pub.

Estaba muy vacío el garito ése, pero ella conocía a la gente de la barra y pidió dos copas, después se fué al baño y antes me dijo que me fuera con ella pues tenía drogas para compartir…

De puta madre!, pensé, una tía enrollada, y me fuí con ella.

Andamos por un pasillo largo, sin nada, y sin nadie, y al final llegamos a los servicios.

Joder!, vaya servicios, parecía una discoteca de lujo el WC ése, me acuerdo…

Bueno pues cerramos, la chica me dió una bolsita pequeña con droga y me dijo que la fuera haciendo mientras meaba, yo la dije:- no te importa? y ella me contestó:- qué va!, me gusta que estés aquí al lado mientras me meo.

Buá!, yo me puse a cien, en un momento no tenía pantalón para aguantar lo que tenía dentro… seguí haciendo las rayas… mientras ella me miró un buen rato seguido y yo pues me volví hacía ella un momento y, joder, vaya cara que vi… le había cambiado la cara un poco pero a mí me pareció muchísimo… joder, joder, estaba meando todavía, pero no estaba meando… estaba excitándose un montón mirándome… yo no supe qué decirla…me dijo:

– Seguro que te gustan los chochos bien mojaditos, eh?… mientras intenté contestarla algo se levantó, creo que mientras seguía meando un poco, cerró la tapa del WC y se me abalanzó al cuello con los dos brazos, se acerco a mi cara, sacó un poco de saliva por su boca casi cerrada y me empapó los labios por arriba y por abajo, de eso me acuerdo pues no me di casi ni cuenta, después de eso, sin besarme siquiera apretó sus brazos para abajo y yo fuí bajando con ellos por no parecer forzado; creo que sí, al principio no quise bajarme del todo por no caer de rodillas al suelo pero como ella seguía empujándome para abajo terminé de rodillas en el suelo… fue muy raro, ella estaba de pie, yo con las rodillas en el suelo del WC, y lo que de repente tenía en mi cara eran las partes bajas de la chica con los pantalones por los tobillos y sin bragas… vi un matojo de pelos enorme y me tiré sin más a acercar mi cara a él…para nada, ella se echó para atrás y se sentó en la taza, levantó una pierna y se quitó una pernera del pantalón, enseguida me puso un pie en el hombro y con una mano me cogió de la oreja como para ponerse un poco más cómoda. Con la pierna colgándome por detrás de la espalda, y muy cerca de lo que veía tenía que ser mi objetivo-su objetivo me subió la cara desde mi barbilla, me miró a la boca y empezó como a convencerme…

-¡Esto es lo que quiero!, míramelo antes, anda… a que está muy bien… ¿me lo vas a comer… mojadito… chúpamelo todo… trágamelo…

Me acuerdo que se le abría todo el coño hasta dentro y que no estaba oliendo lo mejor de mi vida ahí abajo y me quedé como parado sin saber qué decirla… pero me apretaba contra ella y cuando decidí tirar suavemente para atrás me cogió del cuello con la pierna, con la mano no sé qué me hizo y choqué contra sus labios que ahora sí olían bastante más que antes, y además parecían sopas por la humedad que me noté. Mira, me intenté quitar como pude de allí, de ésa oscuridad, estaba harto ya, pero yá… como si pudiera… mira me hizo en un momento de todo: me estrujó el cuello con la pierna y algún brazo… también me suena que me pisó, o no, me pateó por las piernas, como queriendo dar en los huevos, no supe qué hacer, me quedé quieto porque me dolía todo, o por que no quería que me doliera nada… me soltó para atrás y cuando nos levantábamos quería pegarme o algo porque se puso como loca diciéndome no se qué, bueno, la atrapé para que no me hiciera nada y me dijo que no sabía dónde estaba metido, que si conocía a la gente de ése bar, que les iba a decir que me había pasado con ella… la solté, joder, no quería líos con nadie y entonces no sé cómo lo hizo pero como si hubiera pegado un salto se cayó para un lado y se dió un ostión pero fuerte contra el lavabo… madre mía! yo ya no sabía qué coño hacer, si salir corriendo o qué, pero pensé que quizás después del golpe la mala leche se le habría pasado e intenté otra vez volver a hablar con ella… ¡Qué va!, se levanta la tía tan pancha con un ostión en la cara y cambiando un montón la manera de hablarme, como si no hubiera pasado nada, ése era el tono, me dice que no me preocupe, que les iba a decir a los dueños del local que la ostia se la había pegado después de resbalarse.. que yo no la había hecho nada…

Bueno pues, salimos del WC hasta la barra, cogemos las copas y empezamos a beber… – Aquí me conoce toda la gente… hazme caso y no pasará nada.

Vale, tampoco ha pasado nada, ella cumple su palabra y parece que no va a haber líos por aquí, menos mal… me animo, hablo de otras cosas con la chiqui, nos pedimos otra… se quiere ir, pero enróllate y déjame en mi casa, que te he perdonado la vida después de todo…

Bien, no pasa nada, paga y nos vamos los dos, dice que vive cerca pero que no está bien y que la acompañe, andamos mientras y enseguida entramos por su portal, antiguo y joder, al lado de la Castellana, una de las calles más céntricas y famosas de Madrid para el que no lo sepa.

– ¡Aquí vivo…te gusta el sitio?, espera a verlo, es el ático…

La verdad es que estaba bien todo: la casa molaba, un ático, y bastante grande… me di una vuelta por la casa mientras me la explicaba y pregunté por algo de beber… dijo ahí está la nevera, ponte unos hielos en dos vasos y aquí hay whisky… los puse, nos los bebimos, hablamos un rato más y yo ya no podía más… no me apetecía lo más mínimo irme para la calle, coger un taxi, qué coño, no tenía para taxis, buáh, mejor nos dormíamos aquí en su casa que en cualquier otro lado…

Eso sí, me dijo, si nos quedamos te tienes que dormir conmigo en la cama, vale?.

Vale, total… nos vamos a quedar dormidos de todo lo que llevamos…

De todas maneras, cuando me tumbé, tampoco me quedé muy a gusto con ella al lado… bueno duermo un par de horas, me despierto y me voy me dije y hablando un poco con ella nos quedamos dormidos…

Debe de haber pasado un buen rato, pues estoy bastante más sereno que antes y estoy notándome la boca mojada… qué va, empapada… ¿Qué pasa…?, no puedo mover los brazos desde hace un montón, en qué creía estar soñando?, ¡estoy sujeto a la parte de arriba de la cama, no sé con qué… no puedo moverlos… la rubia no me deja mover el cuerpo pues está encima de las sábanas aprisionándome las piernas… ¡Me ha atado a la cama?… joder, qué coño hace encima, no deja moverme las piernas y la humedad que sentía eran sus babas… veo sus labios y toda su boca llenos de saliva, como la mía, supongo, ha estado restregándomela por mi boca o… ¡agh!… saca sus babas encima mío y le escurren por mi cara que quito rápidamente hacia un lado, pero baja hasta mi boca para restregármelas… las noto ahora hasta dentro de mi boca, seguramente lleva haciéndolo mucho rato antes ¡ y yo bebiéndolas sin darme cuenta!…

– ¡Para, que haces… YA, déjalo ya!, agh, suéltame las manos… me duelen… mucho… joder…. déjame tranquilo…

Entonces me pone sus manos en la boca hasta que dejo de querer hablarla. No me acuerdo de lo que me dijo entonces, estaba todavía medio dormido, algo así como: No vas ha hablar más; mientras me estrujaba los labios y la boca chorreante. Se levantó un poco y me levantó la almohada hasta que la vi en los ojos apretada, dije Ay o algo así y me hizo mucho daño subiéndose de rodillas en la almohada que me apretaba desde la frente hasta un poco de la nariz. Volvió a ponerme una mano en la boca fuerte, o me dió un estrujón en los labios, pero en seguida me bajó al cuello y ahí sí que me acuerdo de que me apretó con ganas… Dios, no sabía que podía hacer… en mi vida había estado tan jodido y además tan cuerdo de parecerme ver los últimos momentos de mi vida… Me ha costado mucho poder recordar (no, recordar lo recuerdo: poder rememorar) todo esto. Sigo:

Levantó la presión de mi frente y movió fuertemente la cama, fue lo que noté, hasta que vi la parte de atrás de sus bragas sentándose en el pecho, solté aire (y es que no sabía en ningún momento lo que me pasaba), y entonces me empezó a regañar de no sé qué manera, pero sí sé que también empezó a dar puñetazos en lo que ella creía eran mis partes a través de las sábanas. Yo no sé lo que decía, sólo pensaba – a ver si no se da cuenta de que me está dando en las piernas o en el vientre. Yo me movía un poco para despistarla y así me dió unos cinco o seis golpes sin acertarme… pero ya perdí la cuenta cuando noté sus dos manos con sus dedos agarrando como por sorpresa todo mi paquete a la vez…

-¡Qué te crees!, que no puedo romperte las pelotas ahora mismo…

Yo sudé pero fino…

– Eh!… Eh!… Eh!

Yo la dije: -Lo que quieras!… sí.. vale.

No podía tranquilizarla pero tenía que tranquilizarme yo…

Se levantó de úna y se bajó de la cama…

– Espérame ahí un momentito…

Y salió de su habitación.

Qué follón. Tenía que pensar… en algo. Las manos las tenía presas con un grillete cada una… intenté romper el barrote de la cama pero nada, podía ser de hojalata pero era de hierro y a lo mejor macizo. Y los pies no me había dado cuenta que la muy cabrona también me los había sujeto con algo… me cago en todo…

Así me pude tirar ni se sabe el tiempo que pude contar… oía algo por la casa, pero a lo lejos… había pasado mucho tiempo… incluso me llegué a creer que no me estaba pasando nada, pues nada pasaba… pudo ser por la tarde cuando al final y no sé cómo me dormí de la manera más rara que jamás me dormiré…